Cap�tulo 4
Continuar Pacientemente

Introducci�n

Un estudiante joven del seminario le formul� la siguiente pregunta a un amigo m�o, Bob Mumford: "�Cu�l es la evidencia inicial de que usted ha sido bautizado con el Esp�ritu Santo y llamado al ministerio?" Sin apenas unos movimientos de vacilaci�n, contest�: "�LOS PROBLEMAS O SUFRIMIENTOS!".

Su respuesta tiene fundamento en la Escritura. Juan el Bautista dijo de Jes�s: "…�l os bautizar� en Esp�ritu Santo y fuego… y la paja quemar� en fuego" (Lc 3:16, 17).

El "bautismo de fuego" de cierto implica problemas, sufrimientos y pruebas.

El muy bien conocido "ap�stol de China", se dice que declar�: "La primera se�al de un ap�stol es verlo firmemente de pie cuando todos los dem�s han ca�do a tierra por motivo de presiones, des�nimo o por las circunstancias desesperadas que afrontar�n".

Sin duda alguna que este hermano sac� esta deducci�n del tratado de Pablo sobre la guerra espiritual: "...y estar firmes, habiendo acabado todo. Estad, pues, firmes…" (Ef 6:13, 14).

El hecho de seguir parado firme cuando todos los dem�s han ca�do, requiere una paciencia sufrida. �sta, es posiblemente la caracter�stica particular m�s importante de un gran l�der.

Cuando leemos la historia de "Los H�roes de la Fe" en el Cap�tulo 11 de Hebreos, somos impactados por este hecho: Aquellos que recibieron los elogios m�s elevados, fueron los que usaron su fe para soportar pacientemente dificultades y privaciones extremas.

El registro escrito de tales h�roes, es asombroso. "Algunos confiaron en Dios y fueron atormentados aceptando la muerte antes que darle la espalda a Dios y ser libre; Otros experimentaron vituperios y azotes; y a m�s de esto prisiones y c�rceles; fueron apedreados, aserrados, tentados, muertos a cuchillo; anduvieron de ac� para all� cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados; de los cuales el mundo no era digno" (He 11:35-38).

�Qu� hombres y mujeres m�s din�micos fueron esos! �No desear�a ser como ellos? Este cap�tulo le ayudar� a convertirse en un "h�roe de la fe", si est� dispuesto a pagar el precio.

A. �QUI�N NOS PRUEBA Y EXAMINA?
�Qui�n trae las pruebas y las tribulaciones a las vidas de los cristianos? �Es Dios o el diablo?

El pensamiento popular es culpar al diablo de todo dolor o sufrimiento experimentado por los cristianos. Y algunas veces el diablo est� envuelto en nuestras pruebas y tribulaciones.

Sin embargo, el Rey David ten�a un punto de vista diferente respecto a la fuente de las pruebas que suelen venir sobre los l�deres que est�n en preparaci�n para el servicio de Dios. "Jehov� prueba al justo…" (Sal 11:5).

Todos podemos glorificar a Dios por el hecho de que la mayor�a de las veces no estamos tratando con el diablo en nuestras pruebas y tribulaciones. Estamos tratando con Dios, o con nuestras propias malas obras.

1. Los Sufrimientos De Job
Podemos aprender una lecci�n muy importante de los sufrimientos y tribulaciones de Job. La Biblia nos dice que el diablo obtuvo el permiso de Dios para probar a Job (Job 1). Note que Job nunca culp� al diablo. �l dijo: "Porque la mano de Dios me ha tocado" (Job 19:21). "…aunque me matare en �l esperar�" (Job 13:15).

Aunque Job estaba siendo atacado por Satan�s, �l estaba tratando con su Dios, y no con el diablo. �l rehus� darle reconocimiento al diablo en algunas de sus pruebas y tribulaciones.
Es consolador saber que Dios est� de nuestra parte. Cuando nos colocamos en Sus manos, nunca nos abandona, sin importar las circunstancias.

"No os ha tomado tentaci�n [prueba] sino humana, mas fiel es Dios, que no os dejar� ser tentados m�s de lo que pod�is llevar…" (1 Co 10:13). "Y sabemos que a los que a Dios aman, todas las cosas les ayudan a bien, es a saber, a los que conforme al prop�sito son llamados" (Ro 8:28).

2. Se Nos Han Prometido Pruebas y Persecuciones
Pedro nos dice: "… no os maravill�is cuando sois examinados por fuego, lo cual se hace para vuestra prueba, como si alguna cosa peregrina os aconteciese" (1 P 4:12).

Pablo le escribi� a un l�der eclesial en desarrollo: "Y tambi�n todos los que quieren vivir p�amente en Cristo Jes�s padecer�n persecuci�n" (2 Ti 3:12).

Jes�s dijo: "Bienaventurados los que padecen persecuci�n por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos" (Mt 5:10).

Recuerdo cu�n emocionado estaba cuando cumpl� diecis�is a�os de edad, tiempo en el cual, entregu� mi vida al Se�or para Su servicio. Pensaba que �l y yo �bamos a prender el mundo "en fuego" sin ayuda de alguien m�s. No pasaron muchos meses antes de que comprendiera estaba agarrado del "rabo de un tigre". Me aterraba tener que seguir agarrado sin saber qu� hacer, pero si lo soltaba, el desastre ser�a seguro. Dios me hab�a encerrado en un programa de preparaci�n para el ministerio que yo requer�a: PROBLEMA. Y no hab�a puerta de escape. Me sent� como Pablo: "… prisionero de Cristo Jes�s …" (Ef 3:1).

3. Dios Y Las �guilas
En medio de las pruebas y agitaciones que ven�an hacia m�, el Se�or me dio gran �nimo por medio de las siguientes promesas: "Mas los que esperan a Jehov� … levantar�n las alas como �guilas…" (Is 40:31). "Como el �guila despierta su nidada, revolotea sobre sus pollos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus plumas: Jehov� solo le gui�…" (Dt 32:11-12). Estos dos vers�culos me ayudaron a trav�s de los problemas y des�nimos.

A fin de apreciar plenamente el consuelo maravilloso de estas promesas, uno necesita conocer algo acerca de mam� �guila, y su m�todo de criar y entrenar sus polluelos.

El �guila construye su nido sobre las cimas de los despe�aderos a los lados de las cumbres de las monta�as. Ella, entreteje su nido con ramitas de arbustos espinosos a fin de formar una estructura entrelazada y firme para poner sus huevos. Despu�s, se arranca las plumas m�s suaves de su pechuga para preparar un refugio c�modo para sus polluelos. Este nido viene a ser un refugio muy acogedor para empollar sus peque�os.

a. Un Nido C�modo. Una vez empollados, viven tranquilos, c�modos y calientitos all� en las alturas por sobre todo peligro. Mam� �guila los alimenta, protege y suministra cada una de sus necesidades.

De esa misma manera Dios nos trata cuando somos "ni�os en Cristo". Comenzamos a conocer la gracia, el amor, el perd�n y la abundante provisi�n de un Padre bueno y compasivo. Disfrutamos de una morada segura, aprendiendo a saborear "la leche espiritual sin enga�o" (1 P 2:2).

b. Comodidad Removida. No obstante, llega el momento en el cual la madre �guila sabe que sus polluelos tienen que aprender a volar y a defenderse por s� mismos; as� que, comienza a hacer que su nido sea un lugar inc�modo para vivir. Empieza a "sacar las plumas del nido y las lanza al abismo" para que sean arrastradas por el viento. El nido se convierte en una morada de espinas, material del cual fue construido.

Aunque los polluelos traten de acomodarse, no podr�n, pues su nido es una morada de espinos punzantes a los cuales est�n expuestos. El nido viene a ser un lugar muy peque�o para acomodar a todos los polluelos que compiten por el mejor lugar. Las quejas y chillidos de dolor llenan el aire. Las pruebas y persecuciones comienzan a agitar los polluelos que, hasta ahora, no hab�an experimentado lo que era dolor.
Aunque los aguiluchos no comprend�an todo lo que les estaba sucediendo, mam� �guila tiene un plan. Ella ha obrado para hacer que el nido sea un lugar inc�modo para sus polluelos a prop�sito, a fin de que est�n dispuestos a salir a tomar lecciones sobre c�mo volar.

En la vida espiritual as� como en la natural, existe un principio: "�Sin dolor, no hay ganancias!".

Todos nosotros somos como esos peque�os aguiluchos. Aunque la Biblia nos dice que somos peregrinos en un mundo que no es nuestro hogar, amamos las comodidades y el ocio. Nos encanta establecernos c�modamente en nuestros peque�os oasis y disfrutar de la toma de sol. Estamos muy c�modos donde estamos. No queremos salir para cruzar por los desiertos con sus penurias en nuestro camino hacia la tierra prometida.

Escuchamos la Palabra y disfrutamos de la predicaci�n. A veces la encontramos divertida. La vida es tan buena y c�moda. Cuando el Se�or nos habla, estamos demasiado distra�dos en nuestra ociosidad para escucharle.

Pero entonces, Dios decide que es tiempo de que crezcamos (maduremos) un poco m�s, y las cosas cambian r�pidamente. Repentinamente, comenzamos a sentir el peso de los problemas, el dolor y el sufrimiento. "Reprendemos al diablo" creyendo que es su obra, quej�ndonos y llorando, pero sin remedio alguno.

Cuando el dolor y sufrimiento hayan hecho su obra de llamar nuestra atenci�n, cuando estemos otra vez dispuestos a esperar en �l y a escuchar Su voz, entonces, nos muestra lo que tiene en Su agenda para nosotros. Dios desea ense�arnos a: "...levantar las alas como �guilas".

c. Lecci�n De Vuelo. Mam� �guila invita "al aguilucho a subir sobre sus alas". En tal punto del proceso de entrenamiento, el aguilucho est� tan feliz de poder salir fuera de su nido espinoso que es f�cilmente persuadido a saltar sobre la espalda de mam� �guila y fija firmemente sus garras sobre el pi��n de sus alas fuertes. Aguilucho est� a punto de tomar su primera lecci�n de vuelo.

Con su polluelo firmemente agarrado a su espalda, mam� �guila salta fuera del nido y sale volando hacia las alturas por encima del valle. El aguilucho es llevado por las alturas por primera vez. Mam� �guila da giros repentinos para que su aguilucho se caiga, luego lo recoge y vuelve a remontarse a unos miles de pies de altura sobre el valle. "�Qu� emocionante es volar!" - dice el aguilucho para s�.

"�Es tiempo de volar, aguilucho!". Repentinamente mam� �guila se lanza de picada por el aire. Tal viraje hace que su aguilucho salga disparado de su espalda y comience a descender por el espacio, lleno de terror. �l lucha por batir sus tiernas alas tratando desesperadamente por mantenerse a flote. Pero sigue descendiendo verticalmente por el vac�o hacia una muerte o destrucci�n inminente.

Justamente cuando todo parec�a estar perdido, el aguilucho siente la poderosa espalda de su mam� que se coloca bajo sus patas, salv�ndole del impacto de su ca�da. �l vuelve a aferrarse de sus plumas espesas y fuertes, y una vez m�s se siente a salvo.

Ella vuelve a salir volando hacia arriba con su pollo, solo para volver a repetir el mismo episodio. Cada vez que lo deja caer, el aguilucho va aprendiendo un poco m�s, hasta que finalmente puede deslizarse solo y "levantar las alas como �guilas". �Cu�n emocionante poder volar con sus propias alas en lugar de ir a espaldas de su mam�!

Nosotros somos exactamente como ese aguilucho cuando respondemos al llamado de Dios al ministerio: "para ascender a las alturas como con alas de �guilas". Pensamos que es una idea maravillosa. No pasa mucho tiempo sin que comencemos a "volar bien alto". Sin embargo, Dios en Su misericordia, oculta de nosotros el dolor, la ansiedad y el sufrimiento que envuelve nuestra preparaci�n y entrenamiento. No comprendemos el precio que habr� que pagar.

Dios permite que las circunstancias poco placenteras, evolucionen en nuestros trabajos seculares hasta que el dolor nos empuje a rendirnos completamente y salgamos al seminario o escuela b�blica.

Cuando nos graduamos, nos lanzamos hacia fuera con gran optimismo esperando tener �xito y recibir gloria instant�neamente. Durante un breve tiempo las cosas nos van muy bien; luego de repente el piso parece hundirse debajo de nuestros pies. Surgen problemas en la congregaci�n. Todas las cosas parecen salir mal. Las personas que sol�an ser nuestras amigas, ya no lo son m�s. Descubrimos que se retiraban de nosotros "porque no quer�an ser identificadas con un perdedor". �Suena eso familiar?

�Qu� est� ocurriendo? Estamos aprendiendo a volar. Tales adversidades y contratiempos nos empujan hacia el crecimiento en la fe y hacia una mayor dependencia en el Esp�ritu Santo. Estamos aprendiendo a remontarnos por encima de toda adversidad y a lo que quiso decir Pablo: "...y estar firmes, habiendo acabado todo". Cuando todas las cosas se est�n cayendo a nuestro alrededor, tenemos que aprender a estar firmes sobre nuestra Roca: Jesucristo.

B. �POR QU� PERMITE DIOS LAS PRUEBAS?
1. La Presiones Producen Expansi�n
"Estando en angustia, t� me hiciste ensanchar" (Sal 4:1). Este salmo fue escrito por David despu�s de tener el mayor fracaso de su vida: cuando cometi� adulterio con Betsab� y mand� al marido de �sta a una muerte segura 2 Samuel 11.

Debido a tales pecados, Dios envi� juicios muy severos sobre David. Uno de ellos fue administrado por la mano de su hijo Absal�n, quien usurp� el trono de David y le hizo huir al exilio. El hecho de salir huyendo para salvar su vida y padecer horribles indignidades, hizo que David fuera "ensanchado".

A pesar de que sus problemas fueron el resultado de su maldad, Dios utiliz� tales juicios, compasivamente, para hacer de David un hombre mejor para las obras que ten�a que realizar. Si reconocemos nuestros fracasos y nos arrepentimos (renunciamos y nos volvemos de nuestros pecados), Dios usar� los castigos y sufrimientos compasivamente, a fin de hacernos mejores l�deres en el futuro.

2. Las Pruebas Nos Examinan Y Humillan
Dios quiere descubrir si le servimos porque le amamos o si lo hacemos por todas las bendiciones que recibimos de �l. Jes�s descubri� que algunos le segu�an "por los panes y los peces" (en otras palabras, por lo que pod�an recibir de �l, y no porque le amaran).

Mois�s describi� las acciones de Dios al sacar a los israelitas fuera de Egipto como sigue: "que te hizo caminar por un desierto grande y espantoso, lleno de serpientes ardientes, y de escorpiones, y de sed, donde no hab�a agua, y �l te sac� agua de la roca del pedernal; que te sustent� con man� en el desierto, comida que tus padres no hab�an conocido, afligi�ndote y prob�ndote, para a la postre hacerte bien" (Dt 8:15,16).

�Por qu� permiti� Dios esas pruebas y tribulaciones tan severas? "Para a la postre hacerte bien". Cuando Dios planea extender y bendecir a un ministro o iglesia, primero los lleva a los lugares m�s bajos del des�nimo y hasta las circunstancias m�s amargas de la vida. �l hace tales cosas para que no "…digas en tu coraz�n: Mi poder y la fuerza de mi mano me han tra�do esta riqueza" [fama o grandeza] (Dt 8:17).

Cuando Dios otorga expansi�n, a menudo el orgullo emerge y comenzamos a pensar que estamos disfrutando de tales bendiciones debido a nuestra propia inteligencia o capacidades. No obstante, la misericordia compasiva de Dios, es lo que permite que padezcamos de persecuciones severas para salvarnos del orgullo antes de que venga la expansi�n y la bendici�n.

Esto mismo sucedi� en la vida de Job. El diablo le dijo a Dios: "Job te sirve por la mera raz�n de que T� le bendices con muchas riquezas materiales. Qu�taselas y ver�s que te maldice". Dios respondi� al reto de Satan�s por medio de otorgarle permiso para que le quitara todas las posesiones a Job.

Cuando el diablo destruy� sus reba�os de ovejas, su ganado, hijos y todas sus propiedades, �c�mo respondi� Job? El "cayendo en tierra le ador�" (Job 1:20). Job demostr� que las acusaciones de Satan�s eran falsas y que su amor hacia Dios era genuino. Aun cuando perdi� sus animales, casas, hijos y riquezas, Job pudo declarar: "…aunque �l me matare, en �l esperar�…" (Job 13:15).

Al final, Dios le restaur� a Job dos veces m�s las riquezas que pose�a anteriormente (Job 42:10). Este var�n santo vino a ser el recipiente de la doble porci�n divina, pues hab�a demostrado ser un amigo leal de Dios, a�n en los tiempos de pruebas y tribulaciones m�s dif�ciles.

"…tomad por ejemplo de aflicci�n y de paciencia, a los profetas del Se�or… Job es un ejemplo de un var�n quien continu� confiando en Dios aun en el dolor; de sus experiencias podemos ver como el plan del Se�or finalmente concluy� en bien, porque �l es muy misericordioso y piadoso" (Stg 5:10,11).

3. El Sufrimiento Puede Aumentar El Poder De Dios En Nosotros
Si usted solicita el poder de Dios en su vida, tiene que comprender lo que se requiere para recibirlo. David dijo: "El afligi� mi fuerza en el camino…" (Sal 102:23). Cuando usted solicita el poder de Dios, �l responde: "�Hablas en serio?" "Si est�s dispuesto a ser reducido a la debilidad (dependencia total en Dios), y soportar con paciencia las pruebas y sufrimientos que le acompa�an, puedes estar seguro de que te otorgar� mi poder".

a. La Experiencia De Pablo. "De este tal me gloriar�, mas de m� mismo nada me gloriar�, sino en mis flaquezas… Y porque la grandeza de las revelaciones [fue llevado al tercer cielo] no me levante descomedidamente [llenarse de orgullo], me es dado un aguij�n en mi carne, un mensajero de Satan�s que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera.

Por lo cual tres veces le he rogado al Se�or que se quite de m�. Y me ha dicho: B�state mi gracia [virtud] porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona.

Por lo cual me gozo en las flaquezas, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias por Cristo; porque cuando soy flaco, entonces soy poderoso, entre menos tengo, m�s tengo que depender de �l" (2 Co 12:5, 7-10).

Pablo nos ense�a varias lecciones importantes acerca de las pruebas y tribulaciones en la vida de un l�der. Entre ellas est�n las siguientes:
1) Tener Cuidado Del Orgullo. Las experiencias espirituales v�lidas durante los tiempos de oraci�n pueden hacer que seamos arrogantes.

2) Depender En Dios. Para Dios, nuestra incomodidad o sufrimientos son menos importantes que nuestro car�cter. Si nuestro orgullo necesita ser abatido, Dios enviar� un mensajero de Satan�s para que nos debilite, a fin de que dependamos m�s de �l.

3) Gloriarse En Las Tribulaciones. El poder de Dios se puede manifestar en nuestras vidas �nicamente a trav�s de la humildad y flaquezas. As� que, podemos regocijarnos en las tribulaciones, sufrimientos y persecuciones, pues sabemos que �stos son los que atraen el poder de Dios y la revelaci�n de Su gloria.

Cuando comenzamos a buscar tal poder, la gloria y la vida del Esp�ritu son expresadas a trav�s de nosotros. La respuesta de Dios a nuestra petici�n no viene de la manera que la esperamos. Oramos por paciencia y �l nos env�a tribulaci�n. �Por qu�? Porque seg�n Romanos 5:3 "…la tribulaci�n produce paciencia".

�l est� contestando nuestra oraci�n, pero no de la manera que pens�bamos que lo har�a. Debemos reconocer que las bofetadas tal vez sean "Dios… Obrando as� el querer como el hacer, por su buena voluntad" (Fil 2:13).

4. Las Aflicciones Separan Los Escogidos De Los Llamados
"Hete escogido en horno de aflicci�n" (Is 48:10). En este vers�culo, la palabra "escogido" es usada en el sentido de ser "clasificado", como cuando se toman ex�menes en un curso o asignatura en la escuela.

Cuando hacemos nuestras lecciones y tomamos nuestros ex�menes en la escuela, somos "clasificados" por grados o evaluados por el maestro sobre cu�n bien hemos asimilado la materia. Si recibimos una nota satisfactoria, pasamos al siguiente nivel o grado, uno que es m�s dif�cil y retador.

�C�mo determina Dios si yo me merezco un grado satisfactorio? �l examina mi ejecuci�n en el horno de las aflicciones. Mi respuesta a las pruebas y frustraciones es evaluada. �l observa c�mo reacciono ante las presiones y circunstancias dif�ciles. Si respondo apropiadamente, declara: "Bien hecho, siervo bueno y fiel. Ahora est�s listo para pasar al siguiente curso, el siguiente nivel de dificultad".

No quiero decir que el trabajar para el Se�or sea una tribulaci�n constante y laborar sin descanso, sin tregua o sin remuneraci�n. A trav�s de la gracia de Dios, grandes bendiciones descienden sobre los que dan sus vidas para Su servicio. No obstante, a medida que aprendemos y crecemos, �l nos sigue presentando tareas cada vez m�s arduas y contin�a prob�ndonos, clasific�ndonos y escogi�ndonos.

"Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos" (Mt 20:16). �Por qu� son pocos los escogidos? Porque somos evaluados en el horno de la aflicci�n, y son pocos los que pasan las pruebas hacia el liderazgo.

Hay una poderosa declaraci�n en el libro de Apocalipsis concerniente a aquellos que el Se�or Jes�s permite marchar adelante y conquistar pueblos con �l. "Ellos pelear�n contra el Cordero… el Se�or de los se�ores, y el Rey de los reyes: y los que est�n con �l son llamados, y elegidos, y fieles" (Ap 17:14). Tres requisitos eran esenciales. Primero ten�a que ser llamado, luego escogido y finalmente haber dado pruebas de ser fiel. Los sufrimientos, pruebas y tribulaciones, marcan el sendero de los que viajan con estos acompa�antes. Ellos han demostrado ser dignos de ser escogidos y han permanecido fieles al Se�or, aun cuando hayan tenido que arriesgar sus vidas para �l.

5. Aprendemos La Obediencia A Trav�s De Los Sufrimientos
"Y aunque era Hijo, por lo que padeci� aprendi� la obediencia" (He 5:8).

"Porque el Se�or al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo… Mas si est�is fuera del castigo… luego sois bastardos, y no hijos" (He 12:6, 8).

"Que el que ha padecido en la carne, ces� del pecado, para que ya el tiempo que queda en la carne, viva, no a las concupiscencias de los hombres, sino a la voluntad de Dios.

As� que ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladr�n, o malhechor, o por meterse en negocios ajenos.

Y por eso los que son afligidos seg�n la voluntad de Dios, encomi�ndenle sus almas, como a fiel Creador, haciendo bien" (1 P 4:1,2,15,19).

A menudo he deseado que hubiera una manera de ganar sin sufrir; una manera de aprender sin padecer dolor ni castigos, pero no la hay.

Preferir�amos disfrutar de un ministerio efectivo sin el sufrimiento, que es lo que lo hace posible. Si Dios us� sufrimientos horribles para perfeccionar a Jes�s, �cu�nto m�s utilizar� �l los sufrimientos para someter nuestras vidas?

Por consiguiente, abrac�monos con gozo a la disciplina del Se�or, ya que �sta viene a ser el medio por el cual nos deja saber que somos Sus hijos e hijas leg�timas, y no bastardos.

[Nota del Editor: Pablo est� aplicando esto en un sentido espiritual. Bajo la ley, los bastardos no ten�an derecho de entrada a los oficios del sacerdocio ni de dignidad real (Dt 23:2). No obstante, el reglamento de la gracia en el Nuevo Testamento decreta que los hijos fuera del matrimonio legal, sean tratados de la misma manera que los leg�timos].

6. La Pruebas Producen Perseverancia Y Madurez
"Hermanos m�os tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas tentaciones; sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia [perseverancia]. Mas tenga la paciencia perfecta su obra, para que se�is perfectos… sin faltar en alguna cosa" (Stg 1:2-4).

Muchos l�deres parecen ser como "artistas escapados" cuando la obediencia a la voluntad de Dios requiere sufrimientos y pruebas. Santiago nos ense�a que en lugar de huir de los sufrimientos fieros que nos vienen, debemos abrazarnos a ellos con sumo gozo.

Note lo que dice Santiago: "…tenga la paciencia perfecta su obra, para que se�is perfectos". Esto significa que no podemos acelerar el proceso. Las pruebas ardientes no producen resultados instant�neos. Cuando una prueba ardiente viene, no �nicamente debemos abrazarla, sino tambi�n resistirla y perseverar firmes en ella.

a. La Larva Y La Mariposa. Una vez un hombre encontr� la larva de un gusano que se hab�a ca�do de un �rbol. La mariposa estaba por salir, y �l se detuvo para examinar el proceso. �sta luch� por cerca de 45 minutos, durante el cual, s�lo pudo sacar la cabeza y parte de una de sus alas fuera de la larva.

Pensando que pod�a ayudar a la mariposa, que hac�a tantos esfuerzos, a quedar libre y acelerar el proceso, tom� su cortaplumas y comenz� a cortar la larva para liberarla de su prisi�n. Para su sorpresa, descubri� que la parte que hab�a emergido con gran esfuerzo y luchas, estaba desarrollada, pero la parte que hab�a liberado, todav�a no hab�a evolucionado y no estaba lista para ser expuesta ante los elementos que rodeaban la larva o gusano.

En lugar de ayudar a la larva a convertirse en una mariposa, lo que hizo fue crear un aborto del proceso natural. La mariposa medio desarrollada, muri� poco despu�s.

Nosotros los l�deres de la Iglesia, somos culpables de la misma cosa. Cuando vemos a nuestros hermanos y hermanas luchando con las dificultades, nos lamentamos de su condici�n y decidimos ayudarlos a salir a flote, s�lo para descubrir que poco tiempo despu�s, vuelven a caer por el impacto del mismo problema. Si los hubi�ramos dejado sufrir por un tiempo hasta que aprendieran la lecci�n que Dios est� tratando de ense�arles, habr�a sido de bendici�n para ellos y para la iglesia.

b. Tres Causas De Problemas. Cualquier intento de acelerar y aliviar el esfuerzo hecho en tales circunstancias, de seguro que producir� un aborto en los tratos de Dios con Sus hijos. Cuando nuestros hermanos vengan lament�ndose ante nosotros en medio de todos sus problemas, oremos por sabidur�a a fin de discernir si �stos son:

1) los tratos de Dios,

2) problemas que ellos mismos se han buscado, o

3) un ataque de Satan�s que no est� dentro de la voluntad de Dios.

c. Respuesta A Los Problemas
1) Si Son Los Tratos De Dios: Someteos. Si son los tratos de Dios con Sus hijos, ay�delos a obedecer la escritura de Santiago 4:7: "Someteos pues a Dios...", y que extraigan de Su gracia para pasar la prueba con victoria.

2) Si Es Inducido Por Uno Mismo: Aprenda. Si es un problema que ellos mismos se han buscado, trate de ayudarlos a que aprendan de la experiencia que obtengan de tales problemas.

3) Si Es Un Ataque De Satan�s: Salga A La Batalla. Si es un ataque sat�nico opuesto a la voluntad de Dios, entonces salga a la batalla en su ayuda y resista al diablo. "Resistid al diablo, y de vosotros huir�" (Stg 4:7b).

7. Los Problemas Prueban Nuestra Fe En La Palabra De Dios
"Toda palabra de Dios es limpia…" (Pr 30:5). "Las palabras de Jehov�, palabras limpias [puras] plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces" (Sal 12:6).

Compare los vers�culos anteriores con el del Salmo 105:19: "Hasta la hora que lleg� su palabra, el dicho de Jehov� le prob�".

Jos� pas� un promedio de diez a doce a�os en prisi�n en Egipto porque rehus� tener relaciones ad�lteras con la mujer de Potifar. Ella le acus� falsamente de tratar de forzarla a tener relaciones sexuales con �l. Por tal acusaci�n, Jos� pas� muchos a�os sufriendo por causa de la justicia.

Dios le hab�a prometido convertirlo en un gobernante. �Qu� cree usted que har�an diez o doce a�os en prisi�n al l�der que se le hubiera hecho tal promesa? Yo s� lo que me habr�an hecho a m�, me habr�an frustrado y deprimido a lo sumo. No obstante, Dios permiti� que Jos� sufriera todas esas circunstancias adversas. �Por qu�? Para que la Palabra de Dios fuera "plata refinada en horno de tierra…purificada siete veces" (Sal 12:6).

Cada hombre grande en fe delante de Dios, tuvo que sufrir persecuciones ardientes como resultado de prestar atenci�n a Sus instrucciones. El proceso de tratar de ejecutar lo que Dios les dijo, les cost� un gran precio.

a. No� recibi� la orden de edificar un arca. Tal obra, hizo que los habitantes de su �rea se mofaran y burlaran de �l. Solamente su familia y algunos animales se salvaron.

b. Abram recibi� la promesa: "…Ser�s padre de muchedumbre de gentes" (Gn 17:4, 5). Luego su nombre fue cambiado por el de Abraham, que significa: "PADRE EXALTADO". �Pueden imaginarse c�mo los vecinos se burlaban de Abraham?

"�Cu�ntos hijos tienes,'padre exaltado'?" - le preguntaban con escarnio. Abraham ten�a que bajar su cabeza en silencio. No ten�a ning�n hijo. "Hemos recibido la noticia de que vas a ser padre de muchas naciones, ‘padre exaltado'. Tienes noventa y nueve a�os de edad. �Cu�ndo suceder� tal obra?" - continuaban con su burla. Pero Abraham no ten�a una respuesta. �l estaba soportando las pruebas que vienen sobre todos los que reciben una "palabra de parte de Dios". �Puede usted estar completamente seguro de que toda palabra de Dios tendr� que ser probada (examinada)!

c. Mois�s sab�a que ten�a que librar a su pueblo de la esclavitud egipcia. Cuando trat�, aun sus propios hermanos israelitas se le viraron en contra, y tuvo que salir huyendo al desierto durante unos cuarenta a�os.

�Qu� cree usted que pas� por la mente de Mois�s durante todos aquellos a�os? Me pregunto si pensamientos como �ste no torturaron sus meditaciones: "Dios, al intentar obedecerte, renunci� al trono de fara�n. Por lo menos pude haber llegado a ser Primer Ministro de Egipto. Pero en lugar de ello, trat� de seguir tu llamado, y ahora como vagabundo y proscrito, estoy peregrinando en este desierto pastoreando las ovejas de mi suegro. �Dios! �Qu� est�s haciendo conmigo?"

�Puede imaginarse el efecto que tendr�an sobre un hombre cuarenta a�os de estar abrazado a una visi�n, la cual, al parecer nunca se cumplir�a?

Sabemos que su estima propia hab�a sido da�ada, tanto, que cuando hablaba lo hac�a tartamudeando. Ten�a que pedirle a su hermano Aar�n que hablara en su lugar. Ese defecto, pudo haber sido �nicamente el resultado del intenso conflicto y agon�a emocional interna que sufr�a.

Si tuvi�ramos el tiempo y el espacio, podr�amos examinar otros h�roes de la fe como David, Nehem�as, Jerem�as, Juan el Bautista, Pablo y muchos otros. Todos ellos recibieron "palabra de Dios". Luego su fe en esa palabra fue puesta a pruebas severas por la adversidad, los conceptos falsos y grandes persecuciones de aflicci�n.

No existe otro camino hacia el liderato, amigo m�o. "Si sufrimos, tambi�n reinaremos con �l" (2 Ti 2:12).

Pablo dijo: "En el que sufro trabajo, hasta las prisiones a modo de malhechor; mas la palabra de Dios no est� presa. Por tanto, todo lo sufro por amor de los escogidos, para que ellos tambi�n consigan la salud que es en Cristo Jes�s con gloria eterna.

Es palabra fiel: que si somos muertos con �l, tambi�n viviremos con �l; si sufrimos, tambi�n reinaremos con �l; si neg�remos, �l tambi�n nos negar�; Si fu�remos infieles, �l permanece fiel; no se puede negar a s� mismo". (2 Ti 2:9-13).

C. MANTENIENDO UNA ACTITUD CORRECTA
El mantener una actitud positiva en medio de los sufrimientos, es la clave hacia una vida triunfante en Cristo. "Mas a Dios gracias, el cual hace que siempre triunfemos en Cristo Jes�s" (2 Co 2:14a).

1. Reconocer La Mano De Dios En Problemas
Pablo no escribi� estas palabras en su teor�a, siendo que hab�a tenido muchas experiencias y pr�cticas en la vida para respaldar sus escritos.

Usted puede recordar la ocasi�n en la cual ech� fuera un demonio de adivinaci�n de una joven en Filipos. Esto, trajo como resultado lo siguiente: "Y agolp�se el pueblo contra ellos: y los magistrados rompi�ndoles sus ropas, les mandaron azotar con varas. Y despu�s que los hubieron herido de muchos azotes, los echaron en la c�rcel, mandando al carcelero que los guardase con diligencia; El cual, recibido este mandamiento, los meti� en la c�rcel de m�s adentro; y les apret� los pies en el cepo.

Mas a media noche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los que estaban presos los o�an" (Hch 16:22-25).

Dios, fiel a Sus promesas, hab�a rodeado a Pablo y a Silas con "c�nticos de liberaci�n" (Sal 32:7).

�Qu� sucedi� como resultado de cantar sus "c�nticos de liberaci�n"? Dios envi� un terremoto que liber� no solamente a Pablo y a Silas, sino a todos los dem�s prisioneros tambi�n. El carcelero se convirti� y se llev� a Pablo y a Silas a su casa como hu�spedes de honor. Como resultado de esto, se estableci� una buena iglesia en Filipos.

La gracia que Pablo y Silas recibieron para orar y cantar en tales circunstancias, fue un milagro. Sin embargo, �l har� lo mismo por usted y por cualquier cristiano que camine en el Esp�ritu, y que no se queje contra Dios y los dem�s cuando las pruebas y tribulaciones vengan. Reconozca la mano de Dios en cada prueba que le venga.

2. No Murmur�is
Su respuesta o reacci�n ante las circunstancias que le sobrevienen, determinar�n si usted se amarga o se endulza. Lo que hace la diferencia es el "yo". Dios desea que usted entienda que: "Y vivo, no ya YO, mas vive Cristo en m�" (Ga 2:20).

Si usted mantiene una "actitud positiva en Cristo" ante la adversidad dici�ndole: "Se�or, veo Tu mano en esto; gracias por moldearme, por ense�arme", entonces, recibir� gracia especial de Su parte para llevarle hasta el triunfo.

Pablo nombr� cinco pecados que hicieron que Israel fracasara en el desierto. Este es el quinto: "Ni murmur�is como algunos de ellos murmuraron, y perecieron por el destructor" (1 Co 10:10).

3. Vea Los Problemas Como Su Sirviente
Cuando vuelva a contar algunos de sus muchos sufrimientos por Cristo, Pablo dijo: "Porque lo que al presente es moment�neo y leve de nuestra tribulaci�n, nos obra un sobremanera alto y eterno peso de gloria" (2 Co 4:17).

Pablo vio sus aflicciones como algo que "trabajaba a su favor"; o sea, como si fueran sus sirvientes haciendo lo que Dios ordenaba a fin de obrar: "las bendiciones m�s ricas de Dios sobre nosotros para siempre jam�s" .

Usted que est� cansado, bajo pruebas y muchas tribulaciones, debe entender que: "Las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son eternas" (2 Co 4:18). Dios le ama mucho. Su recompensa ser� grande en los cielos si usted es fiel hasta el fin.

Un misionero anciano, solo en la isla de Maui, escribi� una vez:

�l es Dios de los mares, Dios de la tierra, Los vientos Le obedecen.
�l ordena a lluvia que caiga, �l derrama el granizo,
�l controla el ventarr�n, la fuerza,
Algunos lloran y se quejan del paso de la tempestad temerosa,
A medida que zarpan en la carrera tortuosa de la vida,
No luches con el viento, mas tenlo por amigo,
Tu vida disfrutar� m�s de la gracia.

Pues es el juego de velas, no la fuerza del ventarr�n,
Lo que asegura la llegada a salvo al hogar eternal.
Al hermoso puerto llegaremos, sin apenas esfuerzo alguno,
Si hacemos de la tempestad nuestro siervo.

As� que, siga navegando, su Maestro le espera
Para darle la bienvenida a la patria celestial.
Mantenga sus ojos sobre el blanco, no se asuste ante la amenaza de la tempestad,
Perciba Su diestra extendida que le traer� paz.

S�, los vientos tempestuosos de la vida pueden ser controlados por las actitudes correctas. As� como las velas utilizan los vientos a su favor, las tormentas y pruebas de la vida pueden ayudarnos a madurar espiritualmente; lo cual, nos prepara para el liderato en la tierra, y para nuestra morada en nuestro puerto seguro y hogar eterno en los cielos.

D. RESUMEN
Resumiendo, hemos aprendido varios principios importantes:

1. Madurez Y Entrenamiento
Las pruebas y tribulaciones pueden representar la mano misericordiosa procurando moldearnos, capacitarnos y madurarnos.

2. Dios Trabaja A Trav�s De Nosotros
Cuando hemos sido probados por las tribulaciones y tentaciones, Dios puede obrar con m�s poder a trav�s de nosotros.

3. Pasar O Reprobar La Prueba
Algunos fracasar�n mientras pasan por los fuegos de aflicci�n, pero otros pasar�n las pruebas y ser�n promovidos. Los que pasan la prueba son escogidos para escuchar aquellas palabras consoladoras del Maestro: "En lo poco has sido fiel, en lo mucho te pondr�".


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