Cap�tulo 3
L�deres Dignos De Ser Seguidos
Introducci�n

Una naci�n (o una iglesia) invariablemente terminar� por tener la clase de gobierno que se merece. El Antiguo Testamento apoya esto. La gente que no acept� ni sigui� la direcci�n ordenada por Dios, termin� por tener dirigentes libertinos y fatuos.

Isa�as Dijo: "Y suceder� as� como al pueblo, tambi�n al sacerdote…" (Is 24:2).

"Los profetas profetizaron mentira y los sacerdotes dirig�an por manos de ellos, y mi pueblo as� lo quiso" (Jer 5:31).

Note que el problema tiene dos aspectos. Es un problema de DIRECCI�N (Profeta y Sacerdote) y del PUEBLO. Dios no hace responsable s�lo a la direcci�n, sino tambi�n a los que "as� lo quisieron". Dios responsabiliza a Su pueblo por seguir a falsos dirigentes.

Dios no condena solamente a los que venden en el Templo, sino tambi�n a los que compran. Si yo acepto la oferta de un ministro de orar por m� a cambio de que yo le d� una ofrenda de $20, yo soy tan reprobado como �l, puesto que pienso que puedo comprar los dones de Dios con dinero (Hch 8:18-23).

A. ES NUESTRA RESPONSABILIDAD EL DISCERNIR EL LIDERAZGO APROPIADO
Puesto que Dios nos responsabiliza a todos, tenemos que estar conscientes de nuestra obligaci�n de discernir la direcci�n apropiada, la cual, es digna de ser seguida.

1. Una Iglesia O Naci�n, Se Levanta O Cae Con Su Liderazgo
El profeta Jerem�as se�al�: "Muchos pastores [dirigentes] han destruido mi vi�a, hollaron mi heredad, convirtieron en desierto y soledad mi heredad preciosa.

Fue puesta en asolamiento, y llor� sobre mi desolada; fue asolada toda la tierra, porque no hubo hombre que reflexionase" (Jer 12:10, 11).

Dios estaba hablando a trav�s del profeta sobre la direcci�n de la naci�n de Israel. Ellos los hab�an hollado y hab�an tra�do destrucci�n sobre todos.

Los l�deres a los que siga, dictar�n qu� y qui�n es usted. De seguro que se levantar� o caer� dependiendo del liderato que escoja seguir.

2. El Crecimiento Espiritual Es Limitado Por El Liderazgo
�Pastor! La mayor�a de la gente no se desarrollar� m�s all� del nivel que usted tenga de madurez espiritual. El papel de l�der ha sido dado por Dios para que le d� al pueblo un buen ejemplo que imitar.

Al discutir las responsabilidades de los l�deres con Timoteo, Pablo escribi�: "El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero" (2 Ti 2:6).

Para los dirigentes esto significa que, antes de que puedan esperar que la gente ore, ellos tienen que ser intercesores. Si desean que la gente sea dedicada, ellos tienen que ser dedicados. Ellos tienen que comer primero del fruto del que quieren que la gente participe.

a. Israel Sentenciado A Vagabundear. �Recuerdan a Israel en el desierto? Fueron los dirigentes los que dejaron a la gente fuera de la Tierra Prometida.

Cuando Dios los llam� para salir de Egipto, Sus planes eran de que entraran a Cana�n cuarenta d�as m�s tarde. Una persona que caminara r�pido pod�a f�cilmente viajar de Egipto a la Tierra Prometida en una semana, pero a ellos les tom� cuarenta a�os. �Por qu�? Por causa de sus dirigentes.

De cada una de las doce tribus fue escogido un dirigente para ir a espiar la Tierra Prometida y traer un informe (Nm 13:2-17).

De los doce dirigentes, s�lo Josu� y Caleb volvieron con un buen informe. Los otros diez rehusaron creer que Dios har�a lo que hab�a prometido. Ya que los gigantes de la tierra parec�an ser enormes, dieron un informe negativo: uno que anul� la promesa de Dios.

La Biblia nos dice: "Todos los que vieron mi gloria y mis se�ales que he hecho en Egipto y en el desierto y me han tentado ya diez veces, y no han o�do mi voz, no ver�n la tierra de la cual jur� a sus padres, no, ninguno de los que me han irritado la ver�" (Nm 14:22,23).

Los dirigentes sellaron el destino de dos millones y medio de personas. Fueron sentenciados a vagar por el desierto por cuarenta a�os. El plan de Dios de llevar a Su pueblo a nuevas y mayores bendiciones, fue destruido.

�Ve lo importante de la direcci�n? �Se da cuenta ahora de lo esencial que es conocer las caracter�sticas y atributos de un dirigente digno de ser seguido?

B. COMO DISTINGUIR UN DIRIGENTE PIADOSO DE UNO INICUO
1. Buscan Responsabilidad � Autoridad
Un dirigente piadoso es aquel que busca la responsabilidad. Un dirigente inicuo es aquel que busca la autoridad.

Los dirigentes que buscan la responsabilidad pueden ser seguidos, mientras que los que buscan la autoridad deben ser rechazados.

a. Dirigentes Piadosos Buscan Responsabilidad. El Ap�stol Pablo escribi�: "Espero en el Se�or Jes�s enviaros pronto a Timoteo, para que yo tambi�n est� de buen �nimo al saber de vuestro estado; pues a ninguno tengo del mismo �nimo, y que tan sinceramente se interese por vosotros.

Porque todos buscan lo suyo propio, no lo que es de Cristo Jes�s. Pero ya conoc�is los m�ritos de �l, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio. As� que, a este espero enviaros, luego que yo vea c�mo van mis asuntos" (Fil 2:19-22).

Timoteo ten�a un buen sentido de responsabilidad y se preocupaba por la gente. No buscaba sus propios intereses, sino los del pueblo de Dios. No buscaba t�tulos pomposos ni prestigio, sino la oportunidad de ser de utilidad y de tomar responsabilidad en la obra de Dios y en servir a Su pueblo.

Una de las palabras m�s tristes de la Biblia, son �stas de Pablo, "No tengo a otro l�der, que el bienestar de ustedes sea de lo m�s importante en su mente. Pues casi todos, ponen sus propios intereses mas adelante que los de Jesucristo." �Qu� triste! Pablo ten�a s�lo un l�der, en quien ten�a la confianza, que pondr�a los intereses de la gente antes que los propios.

b. Dirigentes Inicuos Buscan Autoridad. El Ap�stol Pedro advierte a los dirigentes que pueden ser tentados a buscar la autoridad. "No piensen que son se�ores sobre la herencia de Dios, pero sean ejemplos al reba�o" (1 P 5:2,3 parafraseado).

El mensaje de Pedro es claro. Liderato no es se�or�o. Los dirigentes espirituales, tienen que tomar las responsabilidades de buena gana, a favor del reba�o de Dios, como un pastor lo har�a por las ovejas. "Apacentad la grey de Dios que est� entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente, no por ganancia deshonesta, sino con �nimo pronto" (1 P 5:2).

Los l�deres de la Iglesia no han sido nombrados por Dios para ejercer poderes autocr�ticos sobre la Iglesia.

c. Dos Ejemplos:
1) Di�trefes: Mal Dirigente.
El Ap�stol Juan dijo: "Yo he escrito a la iglesia; pero Di�trefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe". Aqu� tenemos a un dirigente que deseaba la autoridad a causa del prestigio que la acompa�aba. Por lo tanto, Juan advierte: "Por esta causa, si yo fuere, recordar� las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos, se los prohibe, y los expulsa de la iglesia" (3 Jn 9,10).
�Le han prohibido alguna vez tener comuni�n con alguien del pueblo de Dios en otra congregaci�n, y le han dicho que se le considerar�a desleal si lo hiciera?

Recuerde, nuestra primera lealtad pertenece a Dios y a Su Palabra (la Biblia). Despu�s, debemos lealtad a todos los creyentes nacidos de nuevo, ya sea que se encuentren en iglesias cat�licas, protestantes o pentecostales. Tambi�n debemos lealtad a nuestros dirigentes eclesiales si no nos piden que desobedezcamos a Dios, Su Palabra o a nuestro compromiso de sostener a todo el Cuerpo de Cristo.

Si un dirigente le dice que no puede tener comuni�n con alguien que no sea de su iglesia, usted se ha encontrado con algo parecido al "esp�ritu de Di�trefes". Este es el esp�ritu que no desea recibir a otros hermanos. Frecuentemente, si usted viola esta restricci�n, esta clase de dirigente desear� excomulgarlo de la iglesia.

�Qu� dice Juan que tienen que hacer los cristianos? �Seguir ciegamente a Di�trefes? No, �l escribe: "AMADO, NO IMITES LO MALO, sino lo bueno..."

Usted no tiene la obligaci�n de seguir a los malos dirigentes. Cuando un dirigente comienza a usurpar autoridad, deje de seguirle y �l perder� su autoridad. Pida a Dios que se ocupe de �l y le lleve al arrepentimiento.

Una de las maneras en que Dios disciplina a un dirigente que ha errado es cuando la gente deja de seguirle. IMITE LO QUE ES BUENO. "…El que hace lo bueno es de Dios; pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios" (3 Jn 11).

2) Demetrio: Buen Dirigente. Dios siempre nos provee de una alternativa de direcci�n en el Cuerpo de Cristo. Juan recomienda a Demetrio como un dirigente digno de ser seguido. "Todos dan buen testimonio de Demetrio, y aun la verdad misma…" (3 Jn 12).

Tenemos la opci�n de seguir a buenos dirigentes y rechazar a los malos. No siga a los dirigentes que ans�an la autoridad y buscan dominar a quienes los rodean.

2. Alimentan O Despojan A Su Reba�o
Un buen dirigente se preocupa de ALIMENTAR al reba�o.

Un mal dirigente se interesa en DESPOJAR al reba�o.

a. Los Dirigentes Piadosos Alimentan A Su Reba�o. Jerem�as fue un profeta a los pastores. Jerem�as sab�a lo que Dios hab�a prometido: "…os dar� pastores seg�n mi coraz�n, que os apacienten con ciencia y con inteligencia" (Jer 3:15). Si usted es un pastor genuino, seg�n el coraz�n de Dios, se interesar� primero que nada en alimentar al reba�o.

Dios contin�a Su promesa: "Y yo mismo recoger� el remanente de mis ovejas de todas las tierras a donde las ech�, y las har� volver a sus moradas; y crecer�n y se multiplicar�n. Y pondr� sobre ellas pastores que las apacienten; y no temer�n m�s, ni se amedrentar�n, ni ser�n menoscabadas, dice Jehov�" (Jer 23:3, 4).

Los dirigentes que alimentan a sus reba�os, son a los que debemos seguir.

b. Los Malos Dirigentes Despojan A Su Reba�o. Jerem�as vio los problemas que surg�an como resultado de una direcci�n descarriada. �l habl� contra tales l�deres. Debemos evitar l�deres que maltratan al reba�o. "Y andan errantes por falta de pastor; y son presa de todas las fieras del campo y se han dispersado.

Anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes y en todo collado alto, y en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas y no hubo quien las buscase ni preguntase por ellas.

Por tanto, pastores, o�d palabra de Jehov�: vivo yo, ha dicho Jehov� el Se�or, que por cuanto mi reba�o fue para ser robado y mis ovejas fueron para ser presa de todas las fieras del campo sin pastor, ni mis pastores buscaron mis ovejas sino que los pastores se apacentaron a s� mismos, y no apacentaron mis ovejas. Por tanto, oh pastores, o�d palabra de Jehov�: As� ha dicho Jehov� el Se�or.

He aqu� yo estoy contra los pastores y demandar� mis ovejas de su mano y les har� dejar de apacentar las ovejas ni los pastores se apacentar�n m�s a s� mismos, pues yo librar� mis ovejas de sus bocas y no les ser�n m�s por comida" (Ez 34:5-10).

Hace unos pocos a�os, escuch� un mensaje de un bien conocido dirigente religioso que estaba ense�ando la relaci�n "apropiada" entre el pastor y la gente.

Cre�a que la gente exist�a para servir a los dirigentes. Recuerdo sus palabras exactas: "Cuando necesito que me pinten la casa, me limito a llamar a algunos de mi reba�o y ellos pintan la casa. Cuando necesito que corten el pasto de mi patio, me limito a llamar a algunos de mi reba�o para que me hagan el trabajo".

Encuentro dif�cil creer que alguien que ha conocido los caminos de Dios y andado en Sus senderos, pueda decir ahora que el reba�o existe para servirle, en lugar de �l servirle al reba�o.

Dios lo dice en voz clara y alta: "EVITAD ESA CLASE DE DIRECCION... aquellos que despojan el reba�o, los que esquilan el reba�o para sus propios fines y necesidades."

El profeta Miqueas muestra c�mo los dirigentes espirituales y pol�ticos se corrompen. "Edific�is a Sion con sangre, y a Jerusal�n con injusticia. Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes ense�an por precio, y sus profetas adivinan por dinero" (Mi 3:10, 11).

Los dirigentes de la �poca de Miqueas, estaban realizando su servicio por una sola cosa: dinero. Vigile cuando el dinero se convierte en la motivaci�n y la preocupaci�n del liderato. El amor al dinero es claramente la ra�z de todo mal, y cada vez que se convierta en el motivo principal para desear un puesto de direcci�n, acarrear� destrucci�n.

El profeta se�al� adem�s: "…y se apoyan en Jehov�, diciendo: �No est� Jehov� entre nosotros? No vendr� mal sobre nosotros. Por tanto, a causa de vosotros Si�n ser� arada como campo y Jerusal�n vendr� a ser montones de ruinas…" (vs 11,12).

Dios nos dice que si permitimos que los falsos dirigentes permanezcan en el poder, tanto ellos como el pueblo van directamente hacia su destrucci�n. Dios env�a juicio sobre todas las naciones a causa de los errores de los dirigentes.

Tenemos que rehusar seguir a los pastores y l�deres que despojan a las ovejas. "Amado, no imites lo malo..." (3 Jn 11).

c. Jes�s Estableci� Los Requisitos. Jes�s estableci� los requisitos de los dirigentes de la iglesia cuando dijo: "Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. As� que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas" (Jn 10:12, 13).

�Qu� le preocupa al asalariado? El salario (el dinero), esa es su �nica motivaci�n, los beneficios personales que puede recibir. No le importa el bienestar de las ovejas, si comen o no comen, si est�n en el redil o fuera, etc. En lo que a �l se refiere, son simplemente "ovejas mudas" de las que debe aprovecharse. Esa es la actitud del asalariado.

El pastor verdadero cuida de las ovejas, desea poner su vida por su protecci�n y pasa hambre, si es necesario, para lograr que sus ovejas est�n alimentadas. Nunca toma una decisi�n sobre la base de cu�nto dinero o qu� salario va a recibir por su trabajo, ni de lo grande que pueda ser el t�tulo.

Esto no significa que el pastor verdadero y fiel no tenga derecho a ser sostenido. La Biblia utiliza una alegor�a para ense�arnos nuestra responsabilidad hacia los verdaderos pastores. "No pondr�s bozal al buey que trilla". Mientras los bueyes van trabajando en la era donde se recoge el ma�z, la Biblia les otorga el derecho de comer algo del grano que est�n trillando.

A trav�s de esto, Dios nos ense�a que hay que cuidar de los dirigentes financieramente. Sin embargo, si un buey come todo lo que trilla, ponerle un bozal o conseguir otro buey puede ser la �nica alternativa del granjero. El buey debe trillar m�s de lo que consume o el cultivo de grano no producir� beneficios.

d. Satan�s Tienta A Los Dirigentes. Estas cosas son dif�ciles de decir; sin embargo, ser�amos negligentes en el cumplimiento de nuestros deberes, si no se�al�ramos que Satan�s tienta a los dirigentes con cuatro cosas:

1) Codiciar dinero,

2) Codiciar posici�n,

3) Codiciar poder (orgullo) y

4) Codiciar mujeres (adulterio).

Solamente la gracia de Dios evita que los dirigentes caigan presa de uno o m�s de estos pecados.

Si un l�der regularmente, cuidadosamente y en oraci�n examina sus motivaciones y deja que el Esp�ritu Santo disperse Su luz sobre las �reas que requieren alg�n ajuste, el resultado ser� la victoria sobre estas tentaciones.

Satan�s entrar� a trav�s de la puerta abierta de los motivos falsos o impuros y cautivar� al dirigente. �ste hecho acent�a la necesidad de cubrir a los dirigentes con oraci�n e intercesi�n.

Se nos instruye para que oremos por TODOS los que tienen autoridad. Esto incluye tanto a los dirigentes espirituales como a los seculares.

"Amonesto pues, ante todas las cosas, que se hagan rogativas, oraciones, peticiones… por todos los que est�n en eminencia…" (1 Ti 2:1-2).

3. Re�nen O Dispersan El Reba�o
Siga a los dirigentes que re�nen al reba�o.

Evite a los dirigentes que dispersan al reba�o.

a. Los Buenos Dirigentes Re�nen El Reba�o. "He aqu� que Jehov� el Se�or vendr� con poder, y su brazo se�orear�; he aqu� que su recompensa viene con �l, y su paga delante de su rostro. Como pastor apacentar� su reba�o; en su brazo LLEVAR� los corderos, y en su seno los llevar�; pastorear� SUAVEMENTE a las reci�n paridas" (Is 40:10,11).

Ese es el relato del verdadero pastor, aquel que apacienta los corderos. Dios desea que nosotros sigamos a aquellos dirigentes que est�n dedicados a apacentar al reba�o. Note adem�s que la principal actitud de los que pastorean el reba�o, es la dulzura o amabilidad con que lo hacen. Los verdaderos l�deres de Dios son personas nobles (apacibles).

David, el gran pastor de Israel dijo: "Tu suavidad me ha engrandecido" (Sal 18:35). La suavidad y la mansedumbre no son debilidad.

La suavidad es la capacidad para identificarse y simpatizar con los que son d�biles, con los necesitados, a fin de animarlos, levantarlos, ayudarlos a fortalecerse.

Se dijo de nuestro Se�or Jes�s: "No quebrar� la ca�a cascada, ni apagar� el p�bilo que humeare…" (Is 42:3). �Por qu�?

Era un pastor apacible. Si ve�a a alguna oveja herida, la sanaba y trataba con ternura. Si ve�a a alguien que luchaba para hacer que un ministerio funcionara, se le acercaba y abanicaba el p�bilo que humeaba (que tipifica el esfuerzo sincero) hasta que empezaba a arder brillante y claramente en verdad y pureza. Jes�s obra con nuestros d�biles esfuerzos en el ministerio para llevarlos a la plena madurez.
Hay muchos hombres sinceros que luchan para dar expresi�n a sus dones. Son como un p�bilo que humea. Los dirigentes no deber�an extinguirlos, mas abanicarlos hasta que se conviertan en llamas ardientes. Eso es lo que significa direcci�n dulce o amable. Esa es la clase de pastor que apacentar� al reba�o.

b. Los Malos Pastores Dispersan Al Reba�o. Los malos dirigentes dispersan al reba�o. Escuchemos lo que el Se�or dice de ellos: "�Ay de los pastores que destruyen y dispersan las ovejas de mi reba�o! Dice Jehov�. Por tanto, as� ha dicho Jehov� Dios de Israel a los pastores que apacientan mi pueblo,

Vosotros dispersasteis mis ovejas y las esparcisteis, y no las hab�is cuidado. He aqu� que yo castigo la maldad de vuestras obras, dice Jehov�" (Jer 23:1,2).

Todo verdadero pastor apacienta, el pastor asalariado dispersa, crea confusi�n, divisi�n y reacci�n. Esta es la clase de dirigente que tenemos que evitar.

4. �Reconocen El Derecho De Dios Sobre Las Ovejas?
Un buen dirigente reconoce el derecho de Dios sobre las ovejas.

Un mal dirigente reclama el reba�o para s� mismo.

a. El Mal Pastor Toma Todo El Derecho Sobre Las Ovejas. El verdadero pastor reconoce el derecho de Dios sobre las ovejas, el falso pastor hace su propia reclamaci�n sobre las ovejas. �ste �ltimo, dice que las ovejas son suyas y establece temerariamente que son su propiedad privada.

No existe ning�n texto en la Escritura que respalde tal pretensi�n de parte de los l�deres falsos. En lugar de ello, la Biblia establece claramente que las ovejas pertenecen exclusivamente a Dios, y no a ning�n pastor bajo Su autoridad.

b. El Buen L�der Sabe Que Las Ovejas Le Pertenecen A Dios. La Biblia establece lo siguiente: "…pueblo suyo somos y ovejas de SU prado" (Sal 100:3). Dice adem�s: "El Se�or es MI pastor..." (Sal 23:1).

En una profec�a referente a nuestro Se�or Jes�s, leemos: "Y levantar� sobre ellas a un pastor y �l las apacentar�; a mi siervo David, �l las apacentar� y �l les ser� por pastor… Y sabr�n que yo Jehov� su Dios estoy con ellos, y ellos son MI pueblo, la casa de Israel, dice Jehov� el Se�or. Y vosotras, ovejas MIAS, ovejas de MI pasto, hombres sois, y yo vuestro Dios, dice Jehov� el Se�or…" (Ez 34:23, 30, 31).

Dios reclama las ovejas como Su posesi�n exclusiva, y desea que nosotros lo sepamos. No pertenecen a su pastor ni a su denominaci�n. Pertenecen a Dios.

Pablo nos recuerda lo siguiente: "Porque hab�is sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro esp�ritu, los cuales son de Dios" (1 Co 6:20). El principio es simple. Jes�s nos compr� y no somos nuestros, pertenecemos a �l; por lo tanto, tenemos que glorificar a Dios en nuestros cuerpos y en nuestros esp�ritus que ahora le pertenecen.

�l ha puesto Su marca de posesi�n sobre nosotros y nos reclama como Suyos. Nadie tiene la autoridad de poner su marca sobre una oveja que ya est� marcada.

Pablo escribe: "Yo traigo en mi cuerpo las marcas del Se�or Jes�s" (Ga 6:17). Pablo se alegr� de no tener en su persona la marca de nadie m�s excepto la del Se�or Jes�s. Deseaba estar libre de todo para poder ser el siervo de todos (1Co 9:19). As� es de que Dios quiere que sea Su pueblo.

Los verdaderos pastores son aquellos l�deres que reconocen la marca de posesi�n de Dios. Los que desean reclamar el reba�o como su propia posesi�n, est�n reclamando una propiedad que pertenece a Dios. Eso es ilegal.

c. Dios Nombra Pastores Bajo Pastores. No se equivoque en esto, ciertamente est� dentro del designio de Dios que tengamos una iglesia local con un buen pastor.
A�n m�s, debemos asistir con fidelidad a los servicios, orar, trabajar y ofrendar para que las metas y objetivos de esa hermandad se extiendan por todas partes.

Dios nombra pastores bajo pastores, pero no somos posesi�n de tales dirigentes, pertenecemos al Pr�ncipe de los pastores. Pedro escribe: "Y cuando aparezca el PR�NCIPE DE LOS PASTORES [Jes�s], vosotros recibir�is la corona incorruptible de gloria" (1 P 5:4).

d. Las Ovejas Deben Seguir Al Pr�ncipe De Los Pastores. Como se�al� previamente, el problema no radica exclusivamente en los pastores, tambi�n es un problema que tiene que ver con las ovejas. Las ovejas frecuentemente buscan la gloria para s� mismas mediante la identificaci�n con alg�n ministerio prominente. Esta actitud orgullosa alimenta el sectarismo y la divisi�n.

Pablo reprendi� a los creyentes de Corinto por la propensi�n carnal de querer identificarse arrogantemente con alg�n l�der de prominencia. "…hay entre vosotros contiendas… que cada uno de vosotros dice:… yo de Apolos; y yo de Cefas [Pedro]… �Acaso est� dividido Cristo? �Fue crucificado Pablo por vosotros? �O fuisteis bautizados en el nombre de Pablo?" (1 Co 1:11-13).

Pablo enf�ticamente recuerda a los corintios que pertenece a Aqu�l que pag� el precio por ellos. "�Fue crucificado Pablo por vosotros?" La respuesta es obvia. �NO! Pablo no muri� por ellos, sino Cristo. Por lo tanto, le pertenecen y deber�n seguirle exclusivamente a �l.

Ser�a lamentable escuchar alg�n comentario sobre la inmadurez espiritual de algunos que dejan a Cristo para seguir a pastores subalternos. Pablo dice a esta iglesia en Corinto: "..os di a beber leche, y no vianda, porque aun no erais capaces, no sois capaces todav�a;

Porque aun sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, �no sois carnales y and�is como hombres? Porque diciendo el uno: yo ciertamente soy de Pablo; y el otro: yo soy de Apolos, �no sois carnales?

�Qu�, pues, es Pablo, y que es Apolos? Servidores por medio de los cuales hab�is cre�do; y eso seg�n lo que a cada uno concedi� el Se�or. As� que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios, que da el crecimiento" (1 Co 3:2-5,7).

Pablo reprende esta propensi�n en los hombres que buscan una identificaci�n arrogante con los dirigentes. La llama: carnalidad e inmadurez.

C. SOMOS OVEJAS DE DIOS
La ilustraci�n que sigue, establece de manera aleg�rica la relaci�n entre el Pr�ncipe de los pastores y las ovejas. El Se�or Jes�s es el Pr�ncipe de los pastores y nosotros somos Sus ovejas. (Recuerde que tenemos que evitar a aquellos que reclaman a las ovejas como si fueran suyas).

1. Los Reba�os Tienen Que Ser Reunidos
En G�nesis leemos la historia de Jacob y su primer encuentro con Raquel, la hija de Lab�n.

"Y les dijo Jacob: Hermanos m�os, �de d�nde sois? Y ellos respondieron: De Har�n somos. �l les dijo: �Conoc�is a Lab�n hijo de Nacor? Y ellos dijeron: S�, le conocemos. Y �l les dijo: �Est� bien? Y ellos dijeron: Bien, y he aqu� Raquel su hija viene con las ovejas.

Y �l dijo: He aqu� es a�n muy de d�a; no es tiempo todav�a de recoger el ganado; abrevad las ovejas, e id a apacentarlas. Y ellos respondieron: No podemos, hasta que se junten todos los reba�os, y remuevan la piedra de la boca del pozo, para que abrevemos las ovejas. Mientras �l a�n hablaba con ellos, Raquel vino con el reba�o de su padre, porque ella era la pastora" (Gn 29:4-9).

Esta es la historia del primer viaje de Jacob cuando se encuentra con los pastores y las hijas de Lab�n, quienes se ocupaban del reba�o que pertenec�a a su padre. Jacob les ofreci� entonces ayuda para abrevarlas. Le dijeron que los reba�os primero ten�an que ser reunidos antes de darles de abrevar.

�Sabe usted, qu� est� impidiendo que las ovejas de Dios abreven? Los pastores subalternos no est�n juntando los reba�os. Est�n reclamando los reba�os para s� mismos. Siguiendo esta alegor�a, no est�n reconociendo el derecho de propiedad legal de Lab�n (el padre) con referencia a las ovejas.

Raquel pastoreaba las ovejas de su padre. A pesar de ser la pastora, reconoc�a que los reba�os pertenec�an a su padre. Los dirigentes har�an bien en hacer lo mismo.

Hasta que todos los reba�os no est�n reunidos por los pastores subalternos, en reconocimiento al hecho de que son obreros que trabajan para �l, de seguro que no podr�n ver el agua siendo derramada.

2. Dios Bendice Donde Existe Unidad
En cualquier sitio donde vea que el reba�o de Dios est� siendo juntado en un lugar, encontrar� Sus bendiciones sobre ellos. Cuando vaya a los cultos Interdenominacionales que se conduzcan con el motivo correcto, bajo la direcci�n de buenos l�deres, encontrar� la presencia y el favor de Dios entre ellos.

Cuando Dios empez� un nuevo derramamiento de su Esp�ritu en 1966-67, se caracteriz� porque los protestantes y los cat�licos se congregaban juntos. En aquellos servicios, la gente se reun�a en grupos interdenominacionales y Dios derramaba Su Esp�ritu en manantiales de bendiciones.

�ltimamente, eso no est� sucediendo mucho. Los muros de separaci�n se est�n levantando otra vez y la desuni�n de los creyentes est� tomando lugar, pues los dirigentes temen que su feligres�a sea ministrada fuera de su denominaci�n.

A menos que rechacemos esta tendencia y nos arrepintamos de este esfuerzo en pro de la redenominaci�n de parte de la renovaci�n carism�tica, veremos que Dios retirar� Sus bendiciones completamente del movimiento. Se retirar� de nosotros y comenzar� en otra parte a menos que nos arrepintamos de nuestra carnalidad, inmadurez y tendencias a la divisi�n (hacer �dolos de nuestras denominaciones). Dios levantar� otro pueblo si no nos congregamos en unidad y amor.

Reconozca el derecho legal de posesi�n que tiene Dios sobre las ovejas. Reconozca que Su bandera sobre nosotros es amor. Reconozca que cuando nos unamos bajo Su direcci�n, �l har� que un crecimiento espiritual y num�rico tome lugar por la abundancia de Sus bendiciones.

Cuando Jacob estaba muriendo, pronuncio la siguiente profec�a: "No ser� quitado el cetro de Jud�, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh; y a �l se congregar�n los pueblos" (Gn 49:10).

Cuando nos unimos a �l, la piedra es retirada y las aguas quedan a nuestra disposici�n, y se sacia la sed de las ovejas.

Quiz�s el antiguo Gede�n fue el que mejor lo expres�: "Y los israelitas dijeron a Gede�n: S� nuestro se�or, t�, y tu hijo, y tu nieto; pues que nos has librado de mano de Madi�n. Mas Gede�n respondi�: No ser� se�or sobre vosotros, ni mi hijo os se�orear�: Jehov� se�orear� sobre vosotros" (Jue 8:22,23).

La actitud de Gede�n es la que todo dirigente deber�a emular. Esa es la actitud correcta. Sigamos a esa clase de dirigentes. Nosotros somos ovejas de Dios, comprados por precio, no somos nuestros, ni de nadie m�s, excepto de Dios.


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