Cap�tulo 6
Formando Un Equipo De Oraci�n Prof�tica

Introducci�n

Quiero compartir con usted el prop�sito, poder y protecci�n que el trabajo de equipo provee en la oraci�n prof�tica. Tambi�n consideraremos c�mo tal equipo de oraci�n es formado y c�mo funciona: c�mo es puesto en orden para operar.

A. PODER Y PROP�SITO DE UN EQUIPO
Leamos lo que nos dice Jes�s en Mateo 18:19, 20: "Otra vez digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquier cosa que pidieren, les ser� hecho por mi Padre que est� en los cielos. Porque donde est�n dos o tres congregados en mi nombre, all� estoy yo en medio de ellos".

Jes�s ense�� que hay algo especial respecto al orar juntos. La oraci�n en equipo tiene un poder mayor que cuando oramos solos. Hay un misterio aqu�, el cual no entendemos cabalmente.

La oraci�n privada es importante y necesaria. Sin embargo, Jes�s les est� diciendo a Sus disc�pulos que �l estar� con ellos de modo ins�lito y poderoso cuando se congreguen "juntos" para orar.

1. Fortaleza En La Unidad
En la unidad est� la fuerza. �Hay fuerza espiritual en la unidad espiritual! Este es un principio o verdad importante. Cuando estamos vinculados en una misma mente y parecer en el Esp�ritu de Dios, �l se mover� con gran poder y prop�sito a nuestro favor.

"�C�mo podr�a perseguir uno a mil, y dos hacer huir a diez mil…" (Dt 32:30).

Cuando Dios es la fuerza detr�s de la acci�n, dos son diez veces m�s efectivos en oraci�n que uno.

El principio de fortaleza "unificada" es ver�dico tanto para un bien grande, como para un mal grande. El poder de un pueblo, es multiplicado cuando se unen para un prop�sito com�n. Esa fue la raz�n que motiv� a Dios para confundir las lenguas del pueblo que edificaba la torre de Babel.

"He aqu� el pueblo es uno, y todos �stos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les har� desistir ahora de lo que han pensado hacer" (Gn 11:6).

Ese mismo concepto de "en la unidad est� la fuerza", puede ser hallado y seguido en la Biblia desde G�nesis hasta Apocalipsis. Por supuesto que ese es un principio que Dios desea que pongamos en pr�ctica cuando oremos. Jes�s estaba ense�ando a Sus disc�pulos una verdad muy b�sica e importante.

Mi t�cnica o enfoque en el ministerio ha sido siempre trabajar en equipo. No creo que las personas con una actitud independiente puedan edificar el Cuerpo de Cristo de la mejor manera. Veamos c�mo trabaja esto cuando se trata de formar un equipo de oraci�n prof�tica.

a. El Amor Produce Unidad. Jes�s dijo que podemos esperar la bendici�n de Su presencia cuando nos congregamos en Su Nombre. �C�mo podemos tener un equipo que trabaje unido?

El modo en que un grupo de personas puede realmente trabajar unido como un equipo, es a trav�s de la unidad producida por el Esp�ritu Santo. "…porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Esp�ritu Santo que nos fue dado" (Ro 5:5). El amor produce unidad. El Esp�ritu Santo llena nuestros corazones del amor de Dios, es por eso que podemos amarnos los unos a los otros.

b. La Arrogancia [Orgullo] Produce Desuni�n. La desuni�n es resultado de la arrogancia. "Ciertamente la soberbia concebir� contienda [enemistades, disensiones]…" (Pr 13:10). El enemigo har� lo mejor que pueda para destruir su ministerio en el equipo de oraci�n, con discordias y desavenencias.

Si usted ve eso suceder, la mejor soluci�n es conducir un servicio donde los miembros del equipo se laven los pies los unos a los otros. Eso quebrantar� la arrogancia. "Pues si yo, el Se�or y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros tambi�n deb�is lavaros los pies los unos a los otros" (Jn 13:14).

2. La Voluntad De Dios Revelada / Confirmada
El Esp�ritu Santo revelar� la voluntad del Padre cuando nos humillemos ante �l y entre los unos y los otros. A medida que nos rendimos a la acci�n del Esp�ritu Santo en oraci�n, �l nos conducir� a la armon�a de coraz�n y unidad de mente.

Para entonces comenzaremos a orar, pensar y sentir lo que est� en el coraz�n y mente de Dios. A medida que la revelaci�n empieza a trabajar tendremos varios miembros del equipo que confirmar�n lo que se ha recibido. Descubrir� que la misma revelaci�n, habr� sido otorgada a m�s de un miembro del equipo. Cuando eso sucede, provee confirmaci�n de que estaremos recibiendo la mente de Dios como resultado de nuestras oraciones.

Los equipos de oraci�n prof�tica, suministran un modo poderoso y sano para interceder por los dem�s y para descubrir la voluntad divina. Es un medio de permitir que el Esp�ritu Santo ministre a trav�s de Sus dones en sabidur�a y poder.

Hay oportunidad para que Su Palabra y voluntad sean expresadas de manera equilibrada con otros hermanos y hermanas en Cristo. La palabra u oraci�n prof�tica emerge en un ambiente [escenario] donde otros la pueden probar y juzgar.

Torn�monos ahora a 1 Corintios 14:31 para nuestro texto: "Porque pod�is profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados".

3. Entrenamiento En El Uso De Los Dones Espirituales
Tenemos que aprender a usar los Dones del Esp�ritu. Los l�deres de la Iglesia, deben asumir responsabilidad para proveer actividades en las que los creyentes puedan aprender a orar oraciones prof�ticas. Una manera excelente de entrenar a otros es por medio de unir a los que desean aprender con los miembros de los equipos de oraci�n m�s experimentados.

Pablo anima a los creyentes de Corinto a que no s�lo procuraran los dones espirituales, sino tambi�n a "abundar" en ellos (v 12). La terminolog�a "abundar", significa ser m�s efectivo o mejor en nuestros esfuerzos. Esto envuelve aprendizaje por la experiencia.

a. La Voluntad de Dios / La Alternativa Del Hombre. La voluntad de Dios es otorgar Sus dones (1 Co 12:7-10) a todos los que le buscan y le procuran con vehemencia y determinaci�n (1 Co 12:31; 14:1; 14:39).

Dios responde positivamente al deseo que mostremos por Sus dones, siempre y cuando nuestros motivos sean para la edificaci�n y bendici�n del Cuerpo de Cristo.

Es cierto que Dios tiene el derecho de otorgar dones seg�n Su propia voluntad y deseo. Todas las cosas comienzan y terminan en �l. Sin embargo, Dios ha conferido al hombre la libertad para desear y solicitar ser parte de Su maravilloso plan.

"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos ser�n saciados" (Mt 5:6)
A medida que nos deleitamos en hacer Su voluntad, Dios coloca Sus deseos en nuestros corazones (Sal 37:4, 5). A medida que procuramos tales deseos con fe y obediencia, Dios nos escoge y prepara para hacer Su voluntad.

Desde nuestra posici�n, es como si nosotros escogemos ser escogidos. Sin �l, nada podemos hacer; sin nosotros, �l no har�. Es ah� donde est� el equilibrio entre la soberan�a de Dios (el derecho de hacer lo que �l quiera) y la libertad del hombre para escoger.

Pablo nos anima a procurar los Dones del Esp�ritu en fe, y desarrollarlos en obediencia. Es a trav�s de los Dones de Dios que Su amor puede extenderse hacia un mundo enfermo y sufrido. El amor es el motivo, y la oraci�n es el medio por el cual nuestro testimonio y trabajo comienza en el mundo.

Consideremos ahora los pasos pr�cticos que necesitaremos seguir en la formaci�n de los equipos de oraci�n prof�tica.

B. PRINCIPIOS / PAUTAS PARA UN EQUIPO
La Palabra de Dios nos otorga los principios a trav�s de los cuales, un equipo de oraci�n prof�tica puede funcionar de modo seguro y sano. El Ap�stol Pablo nos da un consejo maduro en 1 Corintios 14:29: "Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los dem�s juzguen".

1. Tres Principios
Hay tres principios o verdades pr�cticas expresadas en este vers�culo:

a. "...los profetas hablen", �Eso es libertad!

b. "dos o tres", �Eso es limitaci�n!

c. "y los dem�s juzguen", �Eso es responsabilidad!

2. �Por qu� Son Esos Principios Necesarios?
a. Libertad. Primero que nada, es importante permitir que los dones espirituales sean expresados. Sin libertad, el Esp�ritu Santo es "contristado y extinguido". Podemos silenciar Su voz en nuestra iglesia (1 Ts 5:19; 1 Co 14:39).

b. Limitaci�n. En segundo lugar, los l�deres deben establecer l�mites sensibles al n�mero de oraciones prof�ticas expresadas por una persona. El pensamiento en la mente de Pablo, es prevenir que una sola persona domine la sesi�n de oraci�n.

Si el ministerio prof�tico pasa a la congregaci�n (en oposici�n al ministerio conducido en un peque�o c�rculo de oraci�n), existe el peligro de que debilitemos el impacto de la oraci�n prof�tica si se expresan tantas que se pierda la atenci�n de la congregaci�n (1 Co 14:40).

c. Responsabilidad. Tercero, los l�deres pueden juzgar y pesar el esp�ritu y contenido de una profec�a u oraci�n prof�tica de manera responsable. Esto es necesario porque nadie es "infalible", en otras palabras, estar exentos de cometer errores.

Si alguien expresa u ora algo que no es apropiado o es falso, los l�deres est�n para corregir bondadosamente. Al hacerlo as�, el creyente aprender� a utilizar los dones debidamente.

Si una oraci�n prof�tica "da en el blanco", los l�deres tambi�n deber�n afirmar este hecho. Esto animar� al aprendiz.

3. Seis Pautas
Las siguientes pautas, han sido desarrolladas con los a�os de la experiencia pr�ctica con los equipos de oraci�n alrededor del mundo. Estas no son normas obligatorias, sino sugerencias pr�cticas basadas sobre principios espirituales saludables. Creo que usted encontrar� que son de utilidad:

a. Creyentes Maduros [capacitados]. Seleccione seis u ocho creyentes maduros. Deber�n ser personas bautizadas con el Esp�ritu Santo y que hayan aprendido a usar el Don de Lenguas (o profec�a) en oraci�n. Dos parejas casadas, un var�n soltero y una dama soltera, formar�n un grupo ideal y variado. Agregue las personas que est�n bajo entrenamiento a un equipo como �ste, �nicamente despu�s que el equipo haya adquirido experiencia en la oraci�n prof�tica.

b. En Un C�rculo. P�dales que se sienten en forma de c�rculo.

c. D� Reconocimiento A Cristo. P�dales que oren esta oraci�n: "Confesamos juntos que Jes�s es Se�or. Recibimos Su presencia entre nosotros en la persona del Esp�ritu Santo. Solicitamos que nos unja ahora mismo para la oraci�n prof�tica". (Recuerde, su justicia est� basada sobre la cruz de Cristo y la sangre que �l derram�.)

d. La Armadura De Dios. Luego, p�dales que expresen las siguientes articulaciones de orden: "Se�or, T� dijiste que todo lo que at�ramos sobre la tierra, ser� atado en el Cielo. Ahora mismo atamos los poderes de las tinieblas que procuran oponerse o impedir este ministerio de oraci�n en el poderoso Nombre de Jes�s.
Usamos el yelmo de la salvaci�n por medio del cual descartamos de nuestras mentes todo pensamiento err�neo. Nos ponemos la coraza de justicia y tomamos el escudo de la fe como nuestra defensa contra las dudas. Abrimos nuestros corazones para recibir la espada del Esp�ritu, que es la Palabra de Dios, la cual, esperamos ahora recibir a medida que oramos. As� como la palabra de Dios ven�a sobre los profetas antiguos, esperamos que T� env�es la palabra sobre nosotros ahora, para que tu poderosa voluntad sea mostrada entre tus siervos" (Ef 6; Sal 107:20; Gn 15:1, 4; 1 S 15:10, etc.).

El hacer estas cosas, impide que el diablo frustre sus oraciones con pensamientos de mentira o prop�sitos no sanos.

e. El Esp�ritu Santo Al Mando. Luego, ore esta oraci�n: "Esp�ritu Santo, sometemos nuestras mentes y corazones a ti. Pon Tus oraciones sobre nuestros labios; Tus pensamientos en nuestras mentes; Tus sentimientos en nuestra alma. Nos sometemos a Tu Se�or�o, pues donde est� el Esp�ritu de Dios, all� hay libertad" (2 Co 3:17).

f. Ore En Lenguas. Libere los r�os del Esp�ritu Santo por medio de comenzar a orar en lenguas todos juntos. Permita que esto sea una expresi�n de su fe, amor y obediencia a Dios. Su deseo es llegar a ser de un coraz�n y un esp�ritu con Dios y entre unos y otros.

4. Orando Por Los Dem�s
Despu�s de seguir los pasos indicados, es tiempo de orar por los dem�s. Durante las sesiones de entrenamiento y aprendizaje, el l�der o di�cono m�s anciano de la iglesia debe fungir como capit�n del equipo de oraci�n. Tambi�n, para clarificaci�n, les pediremos que oren por los candidatos en las instrucciones posteriores.

a. Candidato En El Centro. Si el equipo se est� preparando para orar por los candidatos que han venido con necesidades especiales, p�dale a un candidato (y a su compa�ero, cuando sea posible) que pase y se siente en el centro del c�rculo de oraci�n.

b. Una Persona Dirige La Oraci�n. Si la persona es un hombre, p�dale a uno de los miembros varones del equipo (o viceversa si es mujer) para que dirija la oraci�n por tal persona. En este punto, conf�e en el Se�or para que d� una oraci�n prof�tica.

Escuche la oraci�n cuidadosamente, ya que puede que se revelen secretos ocultos durante la oraci�n. El conocerlos puede capacitarle para ser de m�s ayuda a la persona.

c. Entreviste Al Candidato. Si no hay direcci�n de parte del Esp�ritu Santo respecto a qu� hacer despu�s, p�dale al capit�n del equipo que entreviste brevemente a la persona, como sigue:

1) �Por Qu� Han Venido? Preg�ntele a la persona: "�Por qu� vino? �Qu� espera recibir?" A medida que contesta, los miembros del equipo pueden escuchar la confirmaci�n de algo que hayan recibido del Esp�ritu durante la oraci�n.

Contin�e hablando con la persona, as� como hizo Jes�s cuando ministraba a la mujer de la fuente de Samaria (lea Juan 4:4-30). No deje que la entrevista se extienda por m�s de tres o cinco minutos.

2) Comparta Las Percepciones Espirituales. Si algunos miembros del equipo consideran que el Esp�ritu les ha dado algo que compartir, �ste es el tiempo.

Algunas veces se formar� un cuadro en su mente. El Esp�ritu puede hacerle saber lo que significa. En otras ocasiones, el Esp�ritu le traer� a la mente un vers�culo de la Escritura que confronte la necesidad.

En otras ocasiones, el Esp�ritu le dar� una impresi�n vaga de algo que no tiene manera de descifrar. Si es as�, comparta tal imagen que usted considera que recibi� del Esp�ritu con el equipo de oraci�n y con el candidato.

Luego, preg�ntele al candidato: "�Es eso cierto?" Si su respuesta es "NO, no es cierto", d�gale: "Lo siento. Puede que tal pensamiento haya venido de mi propia mente". Si dice: "S�, es cierto", entonces proceda como el Esp�ritu le dirija.

3) Todo El Equipo Ora. Si no tiene direcci�n de c�mo proceder, p�dale a todo el equipo que imponga sus manos sobre el hombro o cabeza del candidato (dependiendo de las costumbres locales) y oren en el Esp�ritu juntos.

Conf�e que durante ese tiempo de oraci�n, los miembros del equipo reciban algo de parte del Se�or. Si es as�, comparta lo que recibi�. Si nadie cree que haya recibido algo del Se�or, el capit�n del equipo debe orar una oraci�n conclusiva (confiando en que el Esp�ritu Santo haga de ella una de orden prof�tico).

Habr� tiempos en los que al parecer el Esp�ritu confiere poco o nada qu� compartir. No insista en que algo suceda. Si el Esp�ritu no da nada, no trate de inventar algo. D�gale al candidato: "Jes�s le ama y nosotros le amamos tambi�n". Si es parte de la costumbre local, dele un abrazo cari�oso y sincero con un "Dios le bendiga".

5. El Esp�ritu Dirigir�
Despu�s de completar las "Seis Pautas", el equipo deber� seguir orando en lenguas hasta que uno (o m�s) del equipo sientan una impresi�n del Esp�ritu en cuanto a qu� deber�n seguir orando. Espere que el Esp�ritu Santo le revele la voluntad y mente del Padre celestial, a fin de que sus oraciones tengan una direcci�n espec�fica.

Tal direcci�n, puede venir en forma de un pensamiento, visi�n (un cuadro mental) o texto b�blico. Puede que envuelva personas, lugares, eventos relacionados con la iglesia de uno, naci�n o alg�n campo extranjero.

A menudo, el Esp�ritu de Dios mover� al equipo a orar acerca de una o m�s de las estructuras de la sociedad: los llamados "moldeadores de la mente":

*Ciencia            *La Fuerza Militar                     *Escuela
*Negocios         *Medios de Comunicaci�n     *Artes
*Gobierno         *Iglesia                                       *Hogar

a. Cada Uno Agrega Una Parte. Usualmente, una o m�s personas en el grupo percibir�n una direcci�n a seguir en oraci�n. El grupo entero deber�, para entonces, comenzar a orar suavemente en el Esp�ritu dependiendo de los dones de una Palabra de Sabidur�a, de Ciencia, Discernimiento de Esp�ritus, Lenguas, Interpretaci�n de Lenguas y Profec�a.

A medida que los diferentes miembros del equipo oran en fe, Dios revelar� qu� y c�mo orar. Cada uno agrega una parte de la revelaci�n de Dios a medida que se les otorga tiempo para orar.

A esto es a lo que Pablo se refiri� cuando dijo, que si la revelaci�n descend�a sobre alguien sentado alrededor, se le deber� otorgar permiso para hablar... pod�is profetizar todos uno por uno (1 Co 14:30, 31).

b. Compa�eros de Jes�s. Esto, es oraci�n prof�tica genuina en acci�n. De esa manera, Dios puede producir una revelaci�n completa de Su voluntad para una situaci�n dada. En el presente estamos completando el c�rculo de Su prop�sito a trav�s de la oraci�n e intercesi�n.

Me asombro y maravillo de lo que el Esp�ritu puede revelar durante esos tiempos de oraci�n. A medida que las mareas espirituales se levantan y la fe se eleva tambi�n, la oraci�n viene a ser m�s real que los problemas y necesidades por las cuales oramos.

Durante una de nuestras conferencias, tuvimos diez equipos de oraci�n intercediendo de esa manera. Extraordinariamente, cinco o seis de los equipos fueron guiados a orar acerca de la misma necesidad que el Se�or les hab�a mostrado en repetidas ocasiones durante el d�a de oraci�n.

Los diversos equipos no sab�an eso hasta que los llamamos para un tiempo de testimonio. Entonces, los capitanes de cada equipo, compartieron lo que el Esp�ritu les gui� a orar y los resultados.

Una y otra vez, otros equipos se pon�an de pie y dec�an: "El Se�or nos dijo que or�ramos acerca de la misma cosa en nuestro equipo".

�Qu� gozo y consuelo trae esto cuando entendemos que somos compa�eros con Jes�s en Su ministerio de intercesi�n!

C. PROBLEMAS / PELIGROS EN LA ORACI�N PROF�TICA
A medida que consideramos el ministerio de los equipos de oraci�n prof�tica, necesitamos hablar acerca de algunas �reas de problemas o peligros. Los dones de la gracia de Dios pueden ser abusados de modos muy diversos. No tenemos por qu� temer a nuestro enemigo, pero tenemos que estar conscientes de sus maquinaciones astutas y falsas (2 Co 2:11).

No debemos sorprendernos de que algo tan poderoso como los equipos de oraci�n, puedan ser el objeto de sus ataques. La raz�n por la cual podemos esperar que surjan problemas concernientes a la oraci�n, est� delineado claramente en Proverbios 14:4: "Sin bueyes el granero est� vac�o; mas por la fuerza del buey hay abundancia de pan".

Este Proverbio comparte un principio simple que debemos visualizar. Donde no hay bueyes, es f�cil mantener el establo limpio. No hay reguero qu� recoger y limpiar.

Donde hay bueyes, todo est� regado y sucio. Pero tambi�n est� la ventaja de utilizarlos para sembrar los campos y recoger una cosecha abundante. Necesitamos las fuerzas de los bueyes para labrar los campos. La verdad es muy clara. Si queremos utilizar la fuerza de los bueyes y recibir una cosecha abundante, vamos a tener que trabajar y afrontar los problemas de limpieza y regueros en el establo.

Si queremos el poder y resultados que los Dones del Esp�ritu de Dios puedan traernos, vamos a tener que confrontar los problemas, y las personas problem�ticas, que vienen con estos.

Es posible poner a un lado los Dones del Esp�ritu Santo y, como resultado, tener una vida est�ril y a�eja. La limpieza del establo y los bueyes muertos, es un paralelo semejante. Las iglesias muertas son inactivas, no tienen poder y no alaban a Dios, como consecuencia, no reciben las cosechas.

La adolescencia o a�os de la pubertad tiene sus propios problemas especiales. Es la l�nea fronteriza entre el tiempo que se deja de ser un ni�o para entrar a la etapa de ser un adolescente. Es un tiempo en el cual un poco de conocimiento y muchas energ�as desean anteceder la experiencia y prudencia.

Esto es cierto en nuestro crecimiento y vida como cristianos. Muchos problemas pueden emerger cuando nuestro conocimiento acerca de los Dones del Esp�ritu no es equilibrado por la madurez y experiencia del car�cter del creyente.

Hemos visto que cuando la articulaci�n de los Dones de Lenguas, la Interpretaci�n de Lenguas y Profec�a, son acompa�ados de una Palabra de Ciencia (conocimiento) o Discernimiento de Esp�ritus, ellos juegan un papel importante en el ministerio de los equipos de oraci�n prof�tica.

(Para m�s comprensi�n de esos Dones, lea las Secciones D1 y D2 de la Gu�a de Entrenamiento de L�deres.)

�Cu�les son algunos de los problemas especiales que pueden emerger en la pr�ctica de la oraci�n prof�tica?

1. La Direcci�n Personal Necesita Equilibrio
Uno de los peligros, es contemplar los Dones del Esp�ritu como si fueran "medios m�gicos" de recibir la voluntad de Dios para la direcci�n personal semanal o diaria. Tal "mal uso" de los dones, podr�a compararse con el visitar a una persona con esp�ritu de adivinaci�n.

Dios nunca nos dejar� escapar de una vocaci�n de fe. La fe opera en la confianza de que Dios cumple Sus promesas: "Jehov� te pastorear� siempre..." (Is 58:11). Perm�tame asegurarle que si usted no est� en rebeli�n, es dif�cil perder la voluntad de Dios.
Dios, en ocasiones, es misericordioso con nosotros y nos da confirmaciones prof�ticas firmes a trav�s de aquellos que oran por nosotros. No obstante, no deje que eso sea un sustituto para sus propias relaciones con Dios. �l, puede hablarle directamente a usted si aprende a escucharle en sus tiempos de devoci�n privada.

Siempre tiene que haber un equilibrio entre lo siguiente:

a. La Palabra De Dios: principios b�blicos y palabras especiales.

b. El Esp�ritu De Dios: Testimonio interior, sue�os, dones espirituales.

c. El Cuerpo De Cristo: Confirmaci�n por asesoramiento y profec�a.

d. Circunstancias: C�mo sean ordenadas o vueltas a arreglar por Dios.

e. Nuestras Actitudes: Humildad personal, fe y obediencia.

Dios desea que nuestra fe y confianza est�n puestas en �l. La direcci�n debe venir de nuestras relaciones con Dios y entre unos y otros en el Cuerpo de Cristo. Cuando tales relaciones est�n en su debido orden, entonces podemos esperar que el Se�or nos dirija de una manera segura y protectora. El salirse fuera de ese equilibrio divino, es como dejar la puerta abierta hacia direcciones falsas, insensatas e influencias peligrosas.

(Para un estudio m�s detallado sobre Direcci�n, lea la Secci�n D12 en la Gu�a de Entrenamiento de L�deres.)

2. Humildad: Contrario A La Arrogancia
La humildad es nuestra protecci�n contra los errores humanos. Los Dones del Esp�ritu Santo siempre est�n sujetos a los errores humanos. Todos podemos cometer errores en este aspecto.

Siempre se corren ciertos riesgos cuando Dios permite que Su palabra perfecta sea articulada a trav�s de hombres imperfectos.

No obstante, Dios ha provisto una v�a de protecci�n tanto para Su siervo como para Su palabra. Hay gran seguridad en la humildad. La humildad en los Dones del Esp�ritu, es expresada de dos maneras:

a. Disposici�n para admitir que podemos cometer errores.

b. Disposici�n para recibir correcci�n cuando cometemos errores.

Perm�tame darle un ejemplo de lo que quiero decir. El Pastor David Schoch de Long Beach, California, USA, tiene uno de los dones prof�ticos m�s poderosos que jam�s haya presenciado en cuarenta a�os de mi ministerio. �l emplea gran parte de su tiempo en oraci�n e intercesi�n.

Como ya hab�a dicho, tal preparaci�n es necesaria para el ministerio prof�tico. �l, protege su llamado prof�tico de manera muy responsable. Los a�os han demostrado la madurez y efectividad [precisi�n] de su ministerio.

En el a�o 1965, estuve en un servicio en el cual cientos de personas de toda la naci�n se congregaron. David estaba ministrando. Por medio de la revelaci�n del Esp�ritu (Palabra de Ciencia o Conocimiento), David se�alaba hacia diferentes personas de la audiencia (quienes eran extra�as para �l) y les describ�a sus problemas y enfermedades f�sicas.

Para confirmar que no estaba equivocado en lo que dec�a, siempre le preguntaba a las personas que se�alaba si lo que le hab�a dicho era una descripci�n exacta de sus necesidades o no. Si dec�an que s�, entonces oraba por ellas. Muchas personas eran sanadas. Entonces, algo ins�lito ocurri�.

�l llam� a una dama y comenz� a describir su condici�n. Le pregunt� si estaba sufriendo de tal problema. Ella le contest�: "�No! No tengo la condici�n que usted describi�!".

La respuesta de David ante aquella multitud de seiscientas a setecientas personas, fue de gran humildad. El no discuti� ni se disculp�. Simplemente dijo: "Lo siento, hermana, parece que me equivoqu�". Reconoci� que era capaz de cometer errores y dijo que estaba muy apenado al respecto. Entonces, detuvo el ministerio de sanidad y regres� a la predicaci�n de su mensaje.

Al final del serm�n, unos 40 � 50 minutos m�s tarde, extendi� una invitaci�n al altar para las personas que necesitaran oraci�n. Para sorpresa de todos, la dama que hab�a negado su necesidad corri� hacia el frente. Entonces, confes� que debido a que se sent�a avergonzada hab�a mentido concerniente a no tener el problema que David le hab�a descrito. Pidi� perd�n a Dios ante toda aquella audiencia y se disculp� ante el Hermano David.

A la luz de aquello, me impresion� much�simo la reacci�n tan amable del Hermano David Schoch ante la negaci�n de la dama al principio.

A pesar de que �l hab�a estado en lo cierto, y que ella era la que hab�a mentido, �l no trat� de defenderse ni de retar la declaraci�n de la dama. No hizo reclamaci�n alguna de que fuera infalible, sino que admiti� que pod�a equivocarse. �Qu� ejemplo m�s noble de humildad a ser imitado por todos nosotros!

Si usted piensa formar un equipo prof�tico, tiene que examinarlas para ver si son humildes. Tienen que ser personas exentas de una actitud defensiva, tanto de s� mismas como del don. Si otros no aceptan la revelaci�n, deben mostrar humildad para reconocer que pueden equivocarse y estar dispuestas a disculparse.

3. Profec�as Falsas
Existe un principio importante de equilibrio espiritual que deseo discutir.

"No apagu�is al esp�ritu. No menospreci�is las profec�as. Examinadlo todo; retened lo bueno" (1 Ts 5:19-21).

a. Examinadlo Todo, Retened Lo Bueno. La Biblia nos dice que debemos apreciar el valor de la palabra prof�tica. Sin embargo, tambi�n se nos dice que examinemos y probemos tal palabra para ver si est� bien o mal.

�nicamente entonces podremos retener firmemente aquello que es bueno, y desechar aquello que es err�neo.

�Cu�l es la manera de comprobar si una profec�a es correcta o incorrecta?

"Y si dijeres en tu coraz�n: �C�mo conoceremos la palabra que Jehov� no ha hablado? Si el profeta hablare en nombre de Jehov�, y no se cumpliere lo que dijo, ni aconteciere, es palabra que Jehov� no ha hablado; con presunci�n la habl� el tal profeta; no tengas temor de �l" (Dt 18:21, 22).

La respuesta es muy simple: Una profec�a verdadera se cumplir� y estar� en armon�a con la Biblia.
Lamentablemente, algunos ministerios "prof�ticos" nunca someten sus profec�as a prueba. Ellos no piden confirmaci�n de la autenticidad de lo que dicen "por revelaci�n". Otros hasta creen aun que han llegado hasta el lugar de ser infalibles: que nunca se equivocan.

Ha habido resultados tr�gicos tanto para el profeta como para el pueblo, debido a la falta de responsabilidad al respecto.

b. Juzgue Al Profeta. Una manera de juzgar a un profeta, es viendo si �l es responsable de sus palabras prof�ticas y sus efectos. �Acaso son palabras de verdad y vida, o son palabras que producen confusi�n, temor, divisi�n y desilusi�n? (Lea tambi�n la Secci�n D2.)

Tuve el privilegio de orar, en pareja con un profeta, por un matrimonio. El hombre era un dentista. Dios le hab�a bendecido con una buena casa, la cual utilizaba una vez a la semana para un servicio de oraci�n grande. Pod�a acomodar m�s de 100 personas en una rec�mara gigantesca que ten�a en la parte de atr�s de su casa.

Dios salvaba, sanaba y bautizaba las almas con el Esp�ritu cada semana en aquellos servicios. La presencia de Dios se sent�a en su hogar y las almas eran compungidas por el Esp�ritu para concurrir y recibir ayuda.

Pero una vez alguien vino a su servicio y profetiz� al dentista que deber�a vender su hogar y salir en un viaje misionero o ministerial. Deseando hacer la voluntad de Dios, puso su casa en venta. Su esposa se desconcert� y no ten�a paz. El dentista tambi�n estaba disgustado, pues no hab�a recibido invitaciones para ministrar en alg�n lugar ni se le hab�an abierto puertas. Esta pareja vino a nosotros para recibir ayuda y confirmaci�n.

No sab�amos nada respecto a las circunstancias narradas anteriormente. El Se�or habl� al profeta que yo acompa�aba en oraci�n diciendo: "Atadura Prof�tica".

�l vio por el Esp�ritu, que una profec�a falsa hab�a sido articulada para ellos, la cual, hab�a producido aquella confusi�n espiritual.

El profeta y yo nos unimos en oraci�n, y quebrantamos aquella "ligadura prof�tica" liber�ndolos para que escucharan la voz de Dios para sus vidas. Ambos, lloraron profusamente a medida que la paz de Dios flu�a a trav�s de sus esp�ritus. Estaban saturados de gozo cuando comprendieron que Dios los hab�a librado de cometer un tr�gico error. Esto ilustra el porqu� necesitamos ejercer cuidado y humildad cuando ministramos a otras personas. Por el contrario, podemos articular palabras de atadura en lugar de palabras de liberaci�n.

Oremos para ser como Jes�s. �l dijo: "El esp�ritu de Jehov� el Se�or es sobre m�, porque me ungi� Jehov�; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de coraz�n, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la c�rcel" (Is 61:1; Lc 4:18).

Jes�s vino para liberar, no para condenarnos ni ponernos en prisiones.

D. CONCLUSI�N
S�, hay un prop�sito especial, poder y protecci�n en el ministerio de los equipos de oraci�n prof�tica. �El experimentarlo, es conocerlo! Es un ministerio que Dios est� restaurando a Su Iglesia en todo el mundo.

Es alentador saber que las oraciones de cada equipo son unidas a las oraciones de muchos otros equipos en el Cuerpo de Cristo. Existe un v�nculo de amor en la oraci�n que unifica nuestros corazones como hermanos y hermanas en la gran familia de Dios.

Todos estamos en el mismo Equipo con el mismo deseo: para que la voluntad de nuestro Padre sea hecha en la tierra as� tambi�n como en el Cielo.

"Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les ser� hecho por mi Padre que est� en los cielos. Porque donde est�n dos o tres congregados en mi nombre, all� estoy yo en medio de ellos" (Mt 18:19,20).



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