Cap�tulo 2
Los Demonios No Tienen Poder

Introducci�n

En este cap�tulo quiero mostrar c�mo la conquista de Cristo sobre Satan�s (lo cual, lo dej� sin poder) tambi�n nos da poder sobre los demonios y libertad del temor hacia los mismos.

La mayor�a de los problemas que tenemos como cristianos no proceden de los demonios o del diablo. Son problemas con los que tenemos que enfrentarnos dentro de nosotros mismos. Nuestro enemigo "interior" es nuestra propia carne o nuestros deseos ego�stas. Nos ocuparemos de este aspecto en otro cap�tulo.

Nuestros enemigos "exteriores" son el diablo y sus demonios. Nos ocuparemos de nuestros enemigos "exteriores" en este cap�tulo.

Repaso
En el cap�tulo anterior vimos c�mo la victoria de la cruz trajo la derrota al diablo.

Su dominio (o derecho para regir) sobre los hombres "nacidos de nuevo" le fue arrebatado. Ya no tiene poder ni autoridad para gobernar nuestras vidas.

Somos hijos e hijas reales en la familia poderosa de Dios. Cristo y su familia son escogidos para regir y reinar sobre TODA la tierra. Este es nuestro destino real y nuestro llamado divino. Estamos siendo entrenados y preparados para gobernar y reinar con Cristo.

El �nico poder que Satan�s tiene ahora es el poder de la INFLUENCIA. Todav�a intenta enga�arnos a trav�s de palabras, obras y maravillas mentirosas. Busca convencer a los cristianos para que piensen que todav�a es el que manda.

Esto es un gran peligro para nosotros. Tenemos que defendernos. Satan�s intentar� privarnos y robarnos tantas bendiciones como se lo permitamos.

La verdad que este cap�tulo encierra, nos liberar� y mantendr� libres de la influencia del diablo que produce el temor.

A. LA LIBERTAD DEL TEMOR A LOS DEMONIOS
Los demonios son seres espirituales que son agentes del diablo. Cooperan con �l y hacen su obra. Sus acciones malas est�n contra Dios y el hombre. Algunos estudiantes de la Biblia creen que los demonios son �ngeles inicuos que cayeron del cielo con Satan�s despu�s que se revel� contra Dios (vea Isa�as 14:12-14). De cualquier modo, su presencia y actividad se ven claramente en la Biblia (Vea Secci�n D9, es una ense�anza extensa sobre lo que la Biblia dice sobre los demonios).

Como ya dije en el primer cap�tulo, cuando yo era un cristiano joven el mismo pensamiento de los demonios llenaba de temor mi coraz�n. Muchos cristianos temen al poder y actividad demoniaca.

As� que, es muy importante que nos liberemos de un temor as�. Y la raz�n es �sta: El temor es para el diablo como la fe es para Dios.

1. Temor Atrae Poderes Demoniacos
Deje que me explique. La fe atrae a Dios a nuestra vida diaria. Act�a como un im�n y arrastra o atrae el poder de Dios a nuestras vidas. La fe trae Su vida a las nuestras.

Ahora bien, el miedo act�a de la misma manera. Es tambi�n una fuerza muy "atrayente". Sin embargo, atrae los poderes malvados de la oscuridad. Estas son fuerzas "mortales" porque eso es lo que producen: muerte. Pueden matar nuestra paz y gozo en el Esp�ritu Santo.

Si la vida en Dios habla de amor, alegr�a, paz..., entonces la muerte habla de odio, tristeza, des�nimo... En otras palabras, el miedo abre las puertas, en nuestros corazones, a toda clase de pensamientos y sentimientos tenebrosos y malvados. Cuando nuestras emociones se llenan de miedo, esto puede llevarnos a la esclavitud y a la servidumbre. Acabamos sirviendo a lo que tememos.

2. La Fe Y El Temor No Se Mezclan
Dios habl� repetidamente a los dirigentes de Israel sobre la fe y el temor. Se les dijo firmemente que confiaran en Dios y que no mostraran temor hacia otros dioses o hacia sus enemigos: "Sed fuertes y de mucho valor… No tem�is a los dioses de los amorreos" (Jos 1:9; Jue 6:10).

Como el aceite y el agua, la fe y el temor no se mezclan. Si empezamos con fe y la expresamos resistiendo al diablo, nuestro enemigo huir� de nosotros (Stg 4:7). Si aceptamos el miedo, los poderes de la oscuridad (el diablo y los demonios) nos esclavizar�n y la fe huir� de nosotros. Es as� de sencillo.

3. Se Necesita Equilibrio
El diablo busca enga�arnos, ya sea por medio de esconder la verdad o tomando una parte de la verdad y llevarla demasiado lejos. A los demonios le gustar�a que nosotros:

• Pens�ramos que son inactivos o que ni siquiera existen, o
• Que veamos al demonio detr�s de cada problema de nuestra vida.

En los �ltimos a�os, algunos han hablado tanto de los demonios que mucha gente ha sido arrastrada por un gran temor. En lugar de verse libre de sus problemas, ellos tienen a�adido el peso del horror. Cualquier doctrina o ense�anza puede ser da�ina o peligrosa si se enfatiza demasiado o se ense�a de una manera que no es la verdadera relaci�n con la Biblia.

Conoc� a una se�ora hace unos a�os que estuvo a punto de volverse loca por temor a los demonios. Se convirti� en una persona muy temerosa tras sentarse durante una semana entera bajo la ense�anza de cierto evangelista. La ense�anza que ella oy� la llev� a creer que su casa estaba llena de diablos. Ten�a miedo de que cada habitaci�n, armario y salita, tuviera demonios escondidos que la esperaban para da�arla.

Se necesitaron un par de semanas de ense�anza de la Biblia para sacarla del miedo y volverla a llevar a un lugar de fe. Todo lo que necesitamos es conocer la verdad y vivir en la libertad que �sta proporciona.

B. EL DIABLO NO POSEE LOS ATRIBUTOS DE DIOS
Como la se�ora que se�al� anteriormente, algunas personas tienen miedo de los demonios porque creen que ellos poseen poderes o caracter�sticas que en realidad no tienen.

1. Los Demonios No Saben Todo
El diablo y sus demonios no saben todas las cosas, ni pueden leer nuestras mentes. No saben c�mo reaccionaremos a los pensamientos o sentimientos que pongan en nuestras mentes o corazones. Tienen que esperar y ver lo que hacemos. En ocasiones, pueden familiarizarse con nuestros patrones de comportamiento, pero no pueden prever o determinar nuestras acciones.

Satan�s ciertamente no previ� el resultado de su ataque contra Job. Tampoco esper� que la victoria le llegar�a a Jes�s a trav�s de la cruz.

2. Los Poderes Demon�acos No Pueden Estar En Todas Partes Al Mismo Tiempo
Ciertamente se sintieron muy molestos de estar alrededor de Jes�s. Tambi�n, abandonaron r�pidamente la escena cuando se enfrentaron con los ap�stoles en el libro de los Hechos.

3. Los Demonios No Son Todopoderosos
Cuando David cant� al Rey Sa�l, el esp�ritu malo que le molestaba a �ste, se apartaba. La alabanza y la adoraci�n poderosa del Se�or, lanzan fuera las fuerzas demoniacas.

4. Caracter�sticas Que Pertenecen Solamente A Dios
Como veremos, aun los creyentes nuevos, cuando se someten a Dios, pueden hacer que el enemigo huya. De hecho, las caracter�sticas anteriores, pertenecen solamente a Dios. Solamente �l es:

a. Omnisciente: que lo sabe todo

b. Omnipresente: que est� presente en todas partes

c. Omnipotente: que es todopoderoso

5. Una Puerta Abierta
El diablo y sus demonios pueden atacarnos. Sin embargo, no pueden entrar en nuestras vidas a menos que les abramos la puerta por el camino de:

a. duda

b. desobediencia o

c. enga�o

No poseen los atributos del Dios Todopoderoso. De hecho, el enemigo no es un obst�culo para un cristiano informado: uno que est� caminando en fe y obediencia.

Entre m�s pronto aceptemos esta verdad, m�s r�pido nos apartaremos del temor para entrar en la fe y de la derrota para entrar en la victoria. Estos son principios b�sicos para la vida cristiana victoriosa.

C. EL DIABLO Y SUS DEMONIOS HAN SIDO DERROTADOS POR CRISTO JES�S
Nuestra victoria sobre los poderes diab�licos est� se�alada claramente en la Escritura. Uno de los vers�culos clave se encuentra en la carta de Pablo a la iglesia en Colosas: "Dios desarm� y derrot� a los principados y poderes – a los esp�ritus demoniacos que gobernaban. Los exhibi� p�blicamente. Dios obtuvo la victoria a trav�s de Cristo y de Su cruz" (Col 2:15).

En este pasaje se nos dice que Dios ha desarmado y derrotado a los poderes de los esp�ritus del mal que gobiernan al mundo. Esto se refiere a los demonios poderosos que forman parte de las fuerzas de Satan�s. Se les priv� de sus armas y autoridad. Ahora no tienen defensa y han sido degradados. Esto es un cuadro muy v�vido de un desfile de la victoria, en el cual el enemigo derrotado, es expuesto a la vergüenza p�blica. Es una victoria que fue ganada por el Se�or Jesucristo en el Calvario cuando fue crucificado.

1. La Derrota Significa La Rendici�n De La Autoridad
Hace algunos a�os estuve en la cubierta del acorazado Missouri. Treinta a�os antes, en el mismo sitio donde yo estaba, el general japon�s Toj se rindi� al general MacArthur de los Estados Unidos. La ceremonia de rendici�n tuvo lugar en 1946, en la bah�a de Tokio. Los japoneses hab�an sido ya derrotados por las fuerzas militares aliadas.

La ceremonia fue bastante dram�tica. El General Toj subi� a bordo del acorazado Missouri vestido con su uniforme de gala. Con �l, estaban hombres de alto rango tanto del gobierno como de los c�rculos militares. Lleg� como el comandante en jefe de las fuerzas armadas japonesas. Entonces, el General MacArthur subi� al barco con los hombres que representaban al gobierno y a las fuerzas armadas de los Estados Unidos. Era un encuentro personal y cara a cara.

El General MacArthur se acerc� y arranc� todas las medallas militares, cintas y condecoraciones de Toj. Despu�s, agarr� y arranc� los emblemas de autoridad que llevaba en los hombros. Qued� reducido a un hombre derrotado y degradado sin poder ni autoridad.

La ceremonia de rendici�n fue finalizada por el General Toj cuando agarr� la espada que llevaba al costado y se la entreg� al General MacArthur.

Cuando Toj se rindi�, no era solamente su propia derrota personal. Todas las fuerzas combinadas del aire, ej�rcito, marina y militares del Jap�n, se rindieron y quedaron desprovistas de poder. Fue un momento de victoria y triunfo para los Estados Unidos y sus aliados. Fue una derrota y rendici�n total para los generales japoneses y sus tropas. La guerra hab�a sido ganada.
Esto fue lo que sucedi� en el Calvario. Satan�s y todos sus demonios, fueron totalmente derrotados. Fueron expuestos a un despliegue abierto de vergüenza y degradaci�n en aquella ma�ana del domingo de Resurrecci�n. Las palabras del himno famoso de Robert Lowry cuentan la historia de una manera muy hermosa:

"De la tumba se levant�
Con un triunfo poderoso sobre
sus enemigos
Se levant� victorioso del
dominio tenebroso
Y vive para siempre con sus
santos para reinar
Se levant�. Se levant�.
Aleluya. Cristo se levant�"

2. Autoridad Transferida
Cristo, ahora sostiene para siempre en Sus manos las llaves del infierno y de la muerte. Las sostiene porque venci� al pecado, a Satan�s y a la muerte. Fue totalmente triunfador sobre el diablo, sobre los principados y los poderes. Gan� todo.

No solamente fue su victoria, sino tambi�n la nuestra. La victoria del General MacArthur no s�lo fue para �l, mas fue una victoria que todo el pueblo de los Estados Unidos y sus aliados disfrutaron. La victoria de Jes�s es la misma para todos nosotros los que le amamos y le servimos.

Jes�s muri� avergonzado para que pudi�ramos vivir victoriosos. Tenemos que verlo. Tenemos que conocerlo. Tenemos que caminar a la luz de esa revelaci�n. Es nuestra clave para la vida cristiana victoriosa.

a. Sin Autoridad Sobre Creyentes. Es importante saber que cuando el diablo fue derrotado, tambi�n lo fueron todas sus fuerzas demon�acas. No tienen autoridad ni poder sobre nuestras vidas, excepto, el que nosotros les permitamos que tengan.

Se cuenta la historia de un sargento del ej�rcito de los Estados Unidos que fue internado en un campo japon�s de prisioneros de guerra. Despu�s de que Jap�n se rindi�, el general japon�s que estaba a cargo del campamento, mantuvo su mando. Esperaba que un oficial de alto rango de las fuerzas de los Estados Unidos llegara y se hiciera cargo del mando.

Aprender�a que un general derrotado tiene menos autoridad que un sargento, si el sargento pertenece al ej�rcito que ha ganado la guerra. Al escuchar la rendici�n del general del Jap�n, el sargento inform� r�pidamente al general japon�s que �l y sus hombres se iban a encargar del campo. No hizo falta que esperaran. Con la firma de los papeles de rendici�n, el cambio de mando alcanz� hasta al soldado de rango m�s bajo. Incluso, un sargento del ej�rcito pod�a tener el mando sobre un oficial de alto rango, si ese oficial era miembro de las fuerzas derrotadas.

Este es un cuadro poderoso de la autoridad del creyente. Es nuestra cuando nos colocamos bajo la direcci�n de nuestro Se�or Jesucristo.

D. LOS CREYENTES TIENEN AUTORIDAD DE SOBRE LOS DEMONIOS
El triunfo de Cristo sobre Satan�s en la cruz del Calvario, significa que nosotros tambi�n poseemos ese mando. Todo cristiano que vive bajo la autoridad de Dios, tiene derecho a asumir el mando y a tomar parte del mundo. Tiene la autoridad y el derecho legal de decirle al diablo (y a sus demonios) a donde tiene que ir y lo que tiene que hacer.

1. Autoridad A Trav�s De Sumisi�n
Se nos ense�a que resistamos al diablo y que veamos como huye. El Ap�stol Santiago utiliza un t�rmino militar para explicar esta verdad en su ep�stola: "Por lo tanto, someteos a Dios. Resistid al diablo y huir� de vosotros" (Stg.4:7).


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