Cap�tulo 3
La Llave De La Autoridad De La Palabra De Dios

Introducci�n

�C�mo podemos hacer que la Palabra de Dios se cumpla? �C�mo podemos hacer que OBRE? �ste era el problema que me estaba presionando el coraz�n y mente durante los meses del invierno de 1953.

Como mencion� en mis cap�tulos anteriores, hab�amos experimentado temporadas de grandes bendiciones en nuestro ministerio. Sin embargo, estaba por afrontar otra crisis, otro per�odo de insatisfacci�n en el cual me sent�a completamente inadecuado y frustrado.

Le�a una y otra vez las promesas y declaraciones asombrosas en la Palabra de Dios concernientes a nosotros los creyentes: nuestra posici�n en Cristo, nuestra victoria, nuestro poder, nuestra libertad de la naturaleza carnal, las promesas de sanidad y liberaci�n, y respecto a la suministraci�n de todas nuestras necesidades materiales.

Pero, �estaban �stas aplic�ndose en mi vida?

En breve, el Nuevo Testamento presentaba una vida de gloriosa realidad en Cristo. Fui confrontado personalmente por la falta de poder sobrenatural en muchas facetas de mi propia vida y ministerio.

Como pastor, estaba consciente de mi falta de habilidad para suplir las necesidades retadoras en las vidas de muchas personas en mi congregaci�n.

Si las verdades poderosas de la Palabra de Dios pudieran ser puestas en operaci�n, todo esto cambiar�a.

A. LA PALABRA OBRA POR LA FE
Durante semanas, este debate o conflicto continu� en mi coraz�n y mente. Me deten�a, tomaba mi Nuevo Testamento y le�a y volv�a a leer. Luego, elevaba mi coraz�n al Se�or y le preguntaba: "�Por qu� no trabaja?"

Despertaba durante la noche, tomaba mi Biblia y volv�a a leer sobre las tremendas promesas y declaraciones que hay para todos los creyentes y la Iglesia cristiana en general. Luego, levantaba la Biblia hacia el Cielo y le preguntaba al Se�or por qu� Su Palabra no estaban teniendo resultados en mi vida y en las vidas de los miembros de mi congregaci�n.

Entonces, una noche despu�s de levantarme de la cama y caminar por el cuarto con mi Biblia abierta sobre el escritorio, estaba formulando la misma pregunta, "�Por qu�? �Por qu�?, �POR QU�?".

De repente, algo cambi� dentro de m�. Un r�o de fe y seguridad pareci� brotar desde mi m�s rec�ndito ser. El velo que cubr�a mi entendimiento, fue quitado en un instante. De mis labios no sali� la antigua pregunta de incredulidad, sino expresiones de fe y convicci�n:

"�La Palabra obra! ��sta obra por fe, y TENGO fe! �Lo que la Palabra dice acerca de Dios es VERDAD! �Lo que dice acerca de M� es verdad!

�Lo que la Palabra dice que soy en Cristo, eso mismo SOY! �Lo que la Palabra dice que puedo HACER a trav�s de Cristo, ESO PUEDO HACER!"

Y de esa manera y en expresiones similares, expres� mis m�s profundas convicciones del coraz�n. Cre�a, y estaba CONSCIENTE de que cre�a. Dios me hab�a otorgado el Don de Fe (de creer) (1 Co 12:9).

�Qu� gran diferencia era predicar ahora! Quer�a abrir mi Biblia y dar aclamaciones desde los techos de las casas. Pod�a declarar a las almas con seguridad:

"Lo que Dios dice acerca de ustedes es cierto: han nacido de Dios, son criaturas nuevas en Cristo, reside en ustedes y pueden hacer las cosas a trav�s de �l.
"Puede que sus sentimientos les dicten que est�n derrotados, frustrados, luchando contra circunstancias invencibles. Pero la "PALABRA dice que ustedes son m�s que vencedores, conquistadores sobre el diablo, amos de todas las circunstancias, y est�n en el umbral de posibilidades ilimitadas en Cristo a trav�s de la fe en la PALABRA".

En lugar de mirar a la vieja naturaleza ad�mica con sus futilidades y frustraciones desalentadoras, y preguntarme "�POR QU� la Palabra no obra?", ahora tengo un cuadro de m� mismo en mi mente como una nueva criatura en Cristo. Apoder�ndome de las declaraciones inmensurables y poderosas de Dios concerniente a mi posici�n en Cristo, clamo con intrepidez: "�AM�N! �Tu Palabra es VERDAD! �Aleluya!"

Y cu�n verdad es que "La fe viene por el o�r la palabra de Dios" (Ro 10:17), pues la Palabra de Dios obr� poderosos resultados en las vidas de los que la escuchaban.

B. HECHOS FUNDAMENTALES
Perm�tame ahora exponer algunos de los hechos fundamentales concernientes a la Palabra de Dios y c�mo operan para todos los que escojan creerla.

1. La Palabra Tiene Autoridad Divina
En G�nesis 1, Dios habl� las siguientes palabras con autoridad:

"Sea…", "Y fue as�". Esta tierra que nos rodea, es el producto de la autoridad de la Palabra. La Teor�a de la Evoluci�n reta m�s a la autoridad de la Palabra de Dios que a Su poder.

Dios hizo al hombre y lo puso inmediatamente bajo la autoridad de Su Palabra: "Y mand� Jehov� Dios al hombre…" (Gn 2:16).

En la era por venir, Cristo reinar� con la autoridad de la Palabra: "De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones" (Ap 19:15), "y herir� la tierra con la vara de su boca, y con el esp�ritu de sus labios, matar� al imp�o" (Is 11:4).

Entre Ed�n y el Milenio (el reinado de mil a�os de Cristo sobre la tierra), ha existido un conflicto fiero sobre la autoridad de la Palabra de Dios. Satan�s le pregunt� a Eva: "�Conque Dios os ha dicho?" (Gn 3:1). En la actualidad, en esa hora de las m�s densas tinieblas espirituales sobre la tierra, la pregunta est� bien establecida en las mentes de las masas. Es un reto sat�nico sutil a la autoridad de la Palabra de Dios.

No obstante, la autoridad de la Palabra de Dios es respaldada por Su Mismo Ser, por Su Mismo Car�cter, por Su Trono Eterno. �sta, permanece inm�vil y firme ante los asaltos de los demonios y de los hombres. Aunque los cielos y la tierra pasar�n, la Palabra de Dios prevalecer� a trav�s de las �pocas que vengan (Lc 21:33). �Aleluya!

2. La Palabra Tiene Poder Divino
Los �tomos no s�lo se unen ante el mandato autoritativo de Dios, sino que adem�s permanecen unidos por el poder de esa Palabra: "…y todas las cosas en �l subsisten… [se mantienen unidas]" (Col 1:17).

Los cient�ficos moleculares han confirmado que las part�culas at�micas m�s peque�as conocidas, no tienen elemento negativo-positivo.

Esto es lo que se necesita para mantener las cosas unidas. Desde un punto de vista cient�fico, toda la creaci�n deber�a estar separada volando por los aires. La Biblia dice que Jes�s es quien la mantiene unida.

Detr�s de toda creaci�n existe la mente, pensamiento, palabra, poder y vida de Dios.

Note las palabras del �ngel a Mar�a (Lc 1:37): "Porque nada hay imposible para Dios". La traducci�n literal es: "Ninguna Palabra de Dios estar� exenta de poder".

No es de sorprenderse por qu� Mar�a respondi�: "H�gase conmigo conforme a tu PALABRA". El �ngel hab�a declarado una promesa que requer�a cumplimiento sobrenatural, pero la "Palabra de Dios" tiene en s� misma el poder sobrenatural para materializar (en otras palabras, traer a la existencia) aquello que ha sido hablado.

3. Jes�s Habl� La Palabra De Autoridad Y Poder
Cuando Jes�s ech� fuera el esp�ritu inmundo del hombre en la sinagoga, la gente se qued� perpleja y exclam�: "�Qu� palabra es esta, que con autoridad y poder manda a los esp�ritus inmundos, y salen?" (Lc 4:36).

Las palabras de Jes�s no s�lo conten�an la autoridad de Dios, sino el poder, la vida, energ�a y habilidad de Dios. Vemos la autoridad divina de Sus palabras cuando �l maldijo el �rbol de la higuera, y al otro d�a ya estaba seco. Luego, lo vemos ordenando al viento y olas del mar que se callasen y hubiese calma, y le obedecieron y hubo gran bonanza.

Despu�s, vemos el poder de Sus palabras cuando tom� los cinco panes y dos peces, suficiente �nicamente como almuerzo para un muchacho, y le dijo a Sus disc�pulos: "Dadles vosotros de comer" (Lc 9:13).

Actuando sobre tales palabras que eran tan poderosas e impregnadas de energ�a creativa, el pan y los peces fueron multiplicados, y los disc�pulos encontraron suficiente alimento para dar de comer a cinco mil hombres. Despu�s que terminaron, recogieron doce cestas llenas de pedazos de sobras.

Jes�s habl� con autoridad y con poder. Mientras contemplaba al hombre paral�tico, dijo:

"�Qu� es m�s f�cil, decir al paral�tico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Lev�ntate, toma tu lecho y anda [poder]?" (Mr 2:9).

S�, Jes�s personific� la Palabra divina de autoridad y poder.

4. Los Creyentes Recibieron La Palabra De Autoridad Y Poder
Jes�s habl� las palabras de Dios: "Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en m�, �l hace las obras" (Jn 14:10).

Adem�s, Jes�s nos dio esas palabras de autoridad del Padre a nosotros:

"Porque las palabras que me diste, les he dado" (Jn 17:8).

�Qu� palabras hablamos nosotros?

Jes�s dijo: "No s�lo de pan vivir� el hombre, sino de toda palabra de Dios" (Lc 4:4).

Salom�n dijo: "Del fruto de la boca del hombre se saciar� su vientre; se saciar� del producto de sus labios. La muerte y la vida est�n en el poder de la lengua, y el que la ama comer� de sus frutos" (Pr 18:20, 21).

Jes�s volvi� a declarar: "Porque por tus palabras ser�s justificado, y por tus palabras ser�s condenado" (Mt 12:37).

Jes�s vivi� y ministr� por el poder y autoridad de las palabras que el Padre le dio. No es de maravillarse entonces de que las gentes se asombraran y dijeran: "�Qu� palabra es �sta?". Y llenos de perplejidad, los alguaciles que los pr�ncipes y fariseos mandaron a que trajeran a Jes�s, regresaron diciendo: "�Jam�s hombre alguno ha hablado como este hombre!" (Jn 7:46).

Mi amigo, estas palabras de Dios tambi�n nos han sido dadas a nosotros. Nosotros tambi�n podemos hablarlas. Tambi�n podemos vivir por su autoridad y poder.

A medida que esas palabras residen en nuestros corazones y son habladas por nuestros labios, vienen a ser pan y frutos para nosotros. Debemos ser llenos con su poder. Tenemos que ser transformados por ellas. Ellas nos justificar�n, sanar�n, revestir�n y nos dar�n la victoria.

5. Cuando Aceptamos La Autoridad De La Palabra De Dios, Comprobamos Su Poder
�Por qu� no trabaja la Palabra de Dios?

Por supuesto que la pregunta ahora deber�a ser: "�C�mo trabaja la Palabra?" "�Por qu�" parece totalmente inaplicable?" Casi emerge como un eco del Ed�n: "�Conque Dios os ha dicho?".

Esa noche, mientras daba pasos por el piso con la Biblia abierta, al parecer Dios me estaba diciendo: "En el momento en que t� aceptas la autoridad de Mi Palabra sin reserva alguna, experimentar�s su poder."

Mentalmente, acept� la autoridad de la Palabra, pero mi coraz�n hab�a luchado y vacilado ante su reto.

�Pero ahora sab�a que en el momento en que nuestros corazones aceptan sin reservas la autoridad de la Palabra, �sta trabajar�! No se materializar� de inmediato (cumplir�), pero inmediatamente vendr� a ser un factor creativo y productivo en nuestras vidas.

El Dios que dijo con autoridad y poder: "Sea la luz, y fue la luz...", tambi�n dijo: "De modo que si alguno est� en Cristo, nueva criatura es" (2 Co 5:17). Yo estoy en Cristo, por lo tanto, soy "una nueva criatura".

"Las cosas viejas pasaron; he aqu� todas son hechas nuevas" (2 Co 5:17), y as� sucede.

"Con Cristo estoy juntamente crucificado… mas vive Cristo en m�" (Ga 2:20). Acepto la palabra de Dios para m�, y as� sucede.

"Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos" (Ga 5:24). Acepto la autoridad de la Palabra de Dios y experimento su poder.

S�, amigo m�o, el Dios que dijo: "Sea el firmamento… y vino el firmamento a la existencia" (Gn 1:6,7), tambi�n ha dicho:

"La oraci�n de fe sanar� al enfermo, y el Se�or le levantar�" (Stg 5:15).

"Sobre los enfermos pondr�n las manos y sanar�n" (Mr 16:18).

"Yo soy Jehov� tu sanador" (Ex 15:26).

Y el Dios que dijo: "Produzca la tierra hierba verde… Y fue as�" (Gn 1:11), tambi�n declar�:

"Y el Dios de paz aplastar� en breve a Satan�s bajo vuestros pies" (Ro 16:20).

"Antes en todas estas cosas somos m�s que vencedores por medio de aquel que nos am�" (Ro 8:37).

"Amado, yo deseo que t� seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, as� como prospera tu alma" (3 Jn 2).

Y as� siguen promesas tras promesas, declaraciones tras declaraciones, certidumbre tras certidumbre, revelaci�n tras revelaci�n.

Incl�nese humildemente ante la autoridad de la Palabra. Luego, lev�ntese y salga con su poder. Dios declara que su "viejo hombre", la vieja naturaleza de pecado con todas sus opresiones, limitaciones, decepciones y frustraciones, "est� muerta, crucificada con Cristo". �Cr�alo! �As� es!

Dios declara que usted ha sido resucitado a la nueva vida en Cristo, perfecta en Cristo, y que es habitado en Cristo. �Cr�alo! �Es un hecho!

Dios declara que usted puede hacer todas las cosas por el poder de Cristo quien le fortalece. �Cr�alo! Es una realidad.

Mil pensamientos pueden emerger en rebeli�n contra la autoridad de Su Palabra... pero Dios ha dicho... escrito est�.

Esta es la llave hacia la victoria, la sanidad, la liberaci�n y hacia la suministraci�n de todas sus necesidades.

Ya no vuelva a preguntar: "�Por qu� no trabaja la Palabra de Dios?"

Acepte su autoridad de todo coraz�n: "Y dijo Dios...". De seguro que comprobar� su poder: "�Y AS� FUE!"


.::2do Trimestre - .::SECCI�N B