Las leyes contra la observancia del juda�smo ser�an anuladas y Siria se abstendr�a de interferir en los asuntos internos de Judea. Menelao ser�a eliminado del oficio y el sumo sacerdocio ser�a dado a un helenista moderado (apacible) llamado Alcimo.

Lisias prometi� que Judas y sus seguidores no ser�an castigados. Las murallas de Jerusal�n ser�an demolidas.

Un concilio compuesto de oficiales del ej�rcito Macabeo, de escribas respetables y ancianos del partido ortodoxo, se reuni� en Jerusal�n para determinar la acci�n que deber�an tomar.

En contra del consejo de Judas, los t�rminos de paz ofrecidos fueron aceptados. Alcimo vino a ser el Sumo Sacerdote; Menelao fue ejecutado y Judas dej� la ciudad con unos cuantos seguidores. Los temores de Judas demostraron ser correctos, pues Alcimo se apoder� de los del partido ortodoxo y ejecut� a muchos.

4. La Guerra Civil Es Renovada
Los jud�os leales volvieron a Judas y la guerra civil fue renovada. Judas, con un ej�rcito de ochocientos hombres mal equipados, confrontaron un inmenso ej�rcito sirio y murieron en la batalla. De esa manera culmin� la primera fase de la lucha macabea.

Jonat�n, otro hermano de Judas, huy� hacia el otro lado del Jord�n con varios cientos de soldados macabeos. Estaban pobremente armados para librar una batalla, pero las siguientes batallas fueron libradas en el campo de la diplomacia.

Dos pretensores al trono sirio procuraron la ayuda de los jud�os. Ellos vieron en Jonat�n al hombre m�s capacitado para levantar y dirigir un ej�rcito jud�o. Por medio de jugar una acci�n tardada, Jonat�n pudo apoyar al candidato ganador y, al mismo tiempo, hacer tratados con Esparta y Roma.

Antes de que la guerra concluyera, Jonat�n era Sumo Sacerdote, gobernador de Judea y miembro de la nobleza siria. Su hermano Sim�n fue gobernador del �rea de la costa de Filistea. Jonat�n pudo promover la prosperidad interna de Jud� y, cuando muri�, su hermano Sim�n le sucedi� como Sumo Sacerdote.

Sim�n era avanzado en edad cuando ascendi� al trono. Su victoria mayor fue en el campo de la diplomacia. Por medio de reconocer a Demetrio como el rey legal de Siria, �l asegur� la inmunidad tributaria para los jud�os, lo cual, dio paso al reconocimiento de la independencia.

Sim�n tambi�n pudo hacer morir de hambre a las tropas estacionadas en Akra y ocupar las ciudades de Jope y Betsura. En reconocimiento de su sabia direcci�n, los l�deres de Israel nombraron a Sim�n "l�der y Sumo Sacerdote para siempre, hasta que se levantara el profeta fiel".

Sim�n fue el �ltimo de los hijos de Matat�as, y este acto legaliz� una nueva dinast�a que se denomin� Asmon�n, la cual, se cree que se deriv� de un ancestro de los Macabeos llamado Asmon�n o en hebreo Asm�n.

En el a�o 134 a.C., Sim�n y dos de sus hijos fueron asesinados por un yerno ambicioso. Un tercer hijo, Juan Hircano, pudo escapar y sucedi� a su padre como heredero principal de la direcci�n del estado jud�o.

F. LOS ASMONEANOS
Los sirios reconocieron el gobierno de Juan Hircano bajo la condici�n de que �l se considerara a s� mismo en sumisi�n a Siria y prometi� ayuda con las campa�as del ej�rcito sirio.

Ciertas ciudades de la costa anexadas por Jonat�n y Sim�n tambi�n deber�an ser cedidas. La eficiente direcci�n de Hircano, produjo r�pidamente la reconquista de esas ciudades y la adici�n de Idumea (la Edom del Antiguo Testamento) al territorio jud�o.

Estas conquistas aseguraron el uso de las antiguas rutas comerciales usadas por los mercaderes. No obstante, ellos representaron problemas para los jud�os religiosamente orientados.

1. Hircano Extiende Las Fronteras Del Estado Jud�o
Hircano oblig� a los idumeos a que se circuncidaran y aceptaran la fe jud�a, una pr�ctica que m�s tarde el juda�smo desaprueba. Existe algo ir�nico en el pensamiento de un nieto de Matat�as que forzaba la conformidad religiosa sobre un pueblo conquistado por las armas jud�as.

Hircano tambi�n entr� en Samaria, donde destruy� el templo ubicado sobre el Monte Gerizim. El �xito de las armas jud�as fue aplaudido por el elemento nacionalista en Judea, pero el fervor religioso de los Macabeos primitivos no continu� siendo evidente.

Antes de que Juan Hircano muriera en 104 a.C., las fronteras del estado hab�an sido extendidas a cada lado. La lucha macabea fue casi ignorada en este tiempo, y surgieron nuevos rivales.

a. Levantamiento De Los Saduceos. Los helenistas m�s ancianos eran desacreditados, pero sus ideas eran perpetuadas en el partido de los Saduceos. Los ortodoxos de los tiempos macabeanos vinieron a ser los fariseos del juda�smo pre-cristiano y del Nuevo Testamento.

Hircano mismo fue un hombre devoto y que viv�a conforme a la ley, pero sus hijos ten�an muy poca simpat�a hacia el pensamiento tradicional hebreo. Ellos se nombraban entre los arist�cratas, y ven�an a buscar con desprecio a los fariseos ortodoxos r�gidos. Ir�nicamente, estos herederos de los macabeos vinieron a ser helenizados completamente.

2. La Expansi�n Del Territorio Jud�o Contin�a
La muerte de Juan Hircano precipit� una lucha din�stica entre sus hijos. Su hijo mayor, quien prefiri� su nombre griego de Arist�bolo a su nombre hebreo de Jud�, emergi� como vencedor. �l lanz� a tres de sus hermanos a prisi�n, dos de los cuales se cree que murieron de hambre. Otro hermano fue asesinado en el palacio.

En el breve reinado de un a�o, Arist�bolo llev� los l�mites o las fronteras del norte de Judea hasta el Monte del L�bano, y tom� el t�tulo de rey para s� mismo. Su vida fue acortada debido a las bebidas, enfermedades y al temor de la rebeli�n que le acosaba.

En el tiempo de la muerte de Arist�bolo, s�lo ten�a un hermano vivo, quien estaba en prisi�n. Aunque su nombre hebreo era Jonat�n, la historia le recuerda por su nombre griego, Alejandro Janneo. Bajo Janneo, la norma de expansi�n territorial continu�. Las fronteras de Judea fueron extendidas a lo largo de la costa de Filistea hacia la frontera egipcia y hasta la regi�n de Transjordania.

En ese tiempo, el estado jud�o casi lleg� a ser como el territorio controlado por Israel en los d�as de David y Salom�n. Inclu�a a toda Palestina y las �reas adyacentes, desde las fronteras de Egipto hasta el Lago Huleh, al norte del Mar de Galilea. Perea en Transjordania, estaba sujeta a Janneo, como lo estaban tambi�n las ciudades de la Llanura de la Costa, excepto Ascal�n.

Los territorios incorporados al reino Admoneo fueron, en su mayor�a, entrenados r�pidamente en el juda�smo.

Los idumeos ocuparon un importante lugar en la vida jud�a, y Galilea se convirti� en un centro de importancia para el juda�smo.

Los samaritanos, sin embargo, continuaron resistiendo la asimilaci�n y a ciudades tales como Apolonia y Sit�polis (la Betsean del Antiguo Testamento), con solo un peque�o elemento jud�o en su poblaci�n, retuvieron su car�cter no jud�o.

a. Los Fariseos Se Rebelan. No obstante, las contiendas partidarias empa�aban el reino de Alejandro Janneo, quien mostr� contenci�n p�blica hacia los fariseos, precipitando la guerra civil. Los fariseos aceptaron ayuda de los sirios en su conflicto contra Janneo y, por un tiempo, la independencia jud�a estuvo en el equilibrio.

Cuando los fariseos sintieron que hab�an ganado su punto, retiraron su alianza con Siria y esperaron por el resurgimiento de un estado jud�o que fuera tanto libre del control extranjero como tolerante de su punto de vista. Sin embargo, Janneo busc� a los l�deres de la rebeli�n y crucific� ochocientos fariseos.

3. Reino De Salom� Alejandra
La tradici�n dice que Janneo se arrepinti� antes de morir, e instruy� a su esposa Salom� Alejandra a que despidiera a sus asesores saduceos y que reinara con la ayuda de los fariseos. Esta tradici�n puede que tenga poca base hist�rica, pero Alejandra s� se torn� a los fariseos por respaldo.

Salom� Alejandra se hab�a casado sucesivamente con Arist�bolo y con Alejandro Janneo. La viuda de dos gobernantes Asmoneos, rein� usando su propio criterio por siete a�os. Era una mujer de setenta a�os cuando ascendi� al trono, y dividi� las responsabilidades reales entre sus dos hijos. Hircano II, era el hijo mayor, vino a ser Sumo Sacerdote, y su hermano Arist�bolo II recibi� el mando militar. Su hermano, Sime�n Ben Set�, fue un l�der entre los fariseos, y tal hecho puede que haya obrado en ella para que procurara la paz entre los partidos opuestos del juda�smo.

a. Los Fariseos Ganan Poder. Bajo Alejandra, los fariseos tuvieron su oportunidad para hacer una contribuci�n constructiva a la vida jud�a. En muchas �reas, particularmente la educativa, ellos fueron eminentemente pr�speros. Bajo la presidencia de Sime�n Ben Set�, el Sanedr�n (el Concilio jud�o del Estado) decret� que todo joven var�n deber�a ser educado.

Un sistema de educaci�n elemental fue inaugurado a fin de que las aldeas m�s grandes, pueblos y ciudades de Judea produjeran un pueblo letrado e informado. Esta educaci�n estaba centrada en las Escrituras Hebreas.

Las heridas de las luchas anteriores no fueron sanadas durante el reino de Alejandra.

Aunque los fariseos estaban felices en su reci�n hallado reconocimiento, los saduceos estaban resentidos por el hecho de que hab�an perdido poder. Para capitular el problema, los fariseos procuraron vengarse por la masacre de sus l�deres ejecutada por Alejandro Janeo. La sangre de los saduceos fue vertida y el comienzo de otra guerra civil estaba en el aire.

Los saduceos encontraron en Arist�bolo, el hijo m�s joven de Janneo y Alejandra, al hombre que pod�an apoyar como el sucesor de Alejandra. Era un soldado y apelaba al partido que so�aba con la expansi�n imperial y el poder mundial.

Hircano, el hermano mayor y heredero leg�timo, fue aceptado por los fariseos. Con la muerte de Alejandra, los partidarios de los dos hijos estaban listos para el espect�culo p�blico.

b. Los Saduceos Se Rebelan. Cuando su madre muri�, Hircano II, quien hab�a estado sirviendo como Sumo Sacerdote, tuvo �xito en ascender al trono, pero su hermano Arist�bolo dirigi� un ej�rcito de saduceos contra Jerusal�n.

Ni Hircano ni los fariseos estaban listos para la guerra; as� que, Hircano someti� sus honores a Arist�bolo II, quien vino a ser rey y Sumo Sacerdote.

Hircano y Arist�bolo, desde entonces, hicieron un voto de eterna amistad, y el hijo mayor de Arist�bolo, Alejandro, se cas� con la �nica hija de Hircano, Alejandra.

La paz entre hermanos fue de corta duraci�n. Hircano tuvo que huir, y Antipater, gobernador de Idumea, defendi� su causa. Amenazando con una guerra civil, Pompeyo apareci� con sus legiones romanas para asegurar la paz de Judea y fortalecer los objetivos de Roma.

G. LOS ROMANOS
Cuando Pompeyo sospech� que Arist�bolo ten�a planes de rebelarse contra Roma, bloque� militarmente a Jerusal�n y, tres meses m�s tarde, rompi� las fortificaciones, entr� a la ciudad y mat� a 12 mil jud�os.

1. La Independencia Jud�a Se Pierde
Pompeyo y sus oficiales entraron al Lugar Sant�simo en el Templo, pero no toc� su mobiliario costoso, permitiendo que la adoraci�n en el templo continuara. No obstante, Jerusal�n fue hecha tributaria a los romanos y el �ltimo vestigio de la independencia jud�a fue eliminado.

Judea fue incorporada a la provincia romana de Siria y perdi� las ciudades de la costa, el distrito de Samaria y las ciudades no jud�as al este del Jord�n.

Hircano fue nombrado Etnarca (gobernador) de Judea, incluyendo a Galilea, Idumea y Perea; volvi� a ser confirmado como Sumo Sacerdote. Ten�an que pagar tributo anual a Roma.

Arist�bolo y un n�mero de otros cautivos fueron llevados a Roma para hermosear el triunfo de Pompeyo. Durante el viaje, Alejandro, el hijo de Arist�bolo, se escap� e intent� organizar una revuelta contra Hircano. No obstante, con la ayuda de los romanos, Hircano pudo derrotar tal reto enemigo.

2. Antipas: Poder Detr�s Del Trono Jud�o
Durante los a�os de lucha entre Arist�bolo II e Hircano II, el gobernador idumeo Antipas tom� un vivo inter�s en la pol�tica de Judea.

Antipas se opuso amargamente a Arist�bolo, en parte por temor y en parte debido a su amistad con Hircano. Es evidente que Hircano depend�a much�simo de Antipas porque �l era virtualmente el poder detr�s del trono de Judea.

Los jud�os resent�an la influencia de Antipas casi tanto como lo hac�an bajo la soberan�a del imperio romano. Aunque los idumeos hab�an sido incorporados al estado jud�o por Juan Hircano, ellos nunca hab�an sido asimilados, y las antiguas rivalidades no hab�an sido olvidadas.

En la crisis que sigui� al asesinato de Julio C�sar, Antipas y sus hijos mostraron lealtad al nuevo r�gimen de Casio por medio de colectar tributos celosamente. Herodes, un hijo de Antipas, recibi� el t�tulo de Procurador (gobernador) de Judea con la promesa de que un d�a ser�a nombrado rey.

Cuando Antonio derrot� a Bruto y a Casio en Filipos, Asia volvi� a caer en las manos de un nuevo r�gimen. Herodes, no obstante, cambi� de lealtades r�pidamente y gan� el favor de Antonio por medio del soborno.

La parte oriental del una vez poderoso Imperio Persa, fue ocupado por un pueblo conocido como los Partianos, el cual, nunca hab�a sido subyugado por Roma. En el a�o 41 a.C., ellos atacaron a Jerusal�n e hicieron de Ant�gono, el hijo de Arist�bolo II, su rey y sumo sacerdote.

3. Herodes Es Nombrado "Rey De Los Jud�os"
Herodes, el hijo de Antipas, quien hab�a heredado el trono de Judea con la muerte de Hircano, fue forzado a huir a Roma. All� se gan� el favor de Antonio y fue oficialmente nombrado "Rey de los jud�os". El t�tulo tendr�a significado �nicamente despu�s que los partianos fueran echados fuera de Jerusal�n. Herodes regres� a Judea con un ej�rcito romano y entr� triunfante a Jerusal�n como rey.

El reinado de Herodes se extendi� desde el a�o 37 a.C., hasta el a�o 4 a.C., �l es mejor conocido como el rey que temi� al nacimiento de un rival "Rey de los jud�os", y mand� matar a todos los ni�os menores de dos a�os en Bel�n a fin de que el Mes�as nacido cayera entre ellos.

Aunque el acto de Herodes no puede ser documentado de los registros seculares, sus dem�s atrocidades son bien conocidas. �l tuvo diez esposas, y el Emperador Augusto coment� lo siguiente acerca de su vida familiar: "Preferir�a ser el cerdo de Herodes que su hijo".

El cerdo era un animal inmundo y no era matado para ser ingerido como alimento. No obstante, las esposas e hijos de Herodes fueron violentamente eliminados cuando ellos interfirieron con sus planes o fueron sospechosos de deslealtad.

a. Procur� Ganar El Favor De Los Jud�os. Aunque despreciado por sus subditos jud�os, Herodes procur� ganar su favor. �l construy� y reedific� ciudades a trav�s de la tierra: Samaria vino a ser Sebaste en honor de Augusto; la Torre de Straton vino a ser Cesarea con un puerto protegido por un dique, y una muralla con diez torres. Parte de su programa de construcci�n fue la edificaci�n de fortalezas, ba�os, parques, mercados, carreteras y otros lujos de la cultura helen�stica.


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