SECCI�N C3
POR QU� HIZO DIOS AL HOMBRE
Por Ralph Mahoney

Cap�tulo 1
El Prop�sito De Dios Al Hacer La Humanidad

A. LA TRINIDAD DE DIOS REVELADA
Este es uno de los vers�culos m�s importantes en la Biblia para entender el plan eterno de Dios para la humanidad:

"Entonces dijo Dios [Elohim]: HAGAMOS al hombre a nuestra imagen, conforme a NUESTRA semejanza..." (Gn 1:26).

1. Revelado Por Su Nombre
Elohim es un nombre plural y el primero de los siete nombres del pacto del Dios Creador encontrados en la Biblia. Esta forma plural sugiere la Trinidad: Dios el Padre, Dios el Hijo y Dios el Esp�ritu. (Note el pronombre plural ‘nosotros' usado en G�nesis 3:22.)

2. Revelado en Sus Acciones
En Mateo 3:16, 17 Dios el Padre habla del Cielo, a medida que Dios el Esp�ritu desciende sobre Dios el Hijo.

En este incidente, las tres "Personas" de Dios son vistas claramente. Un Dios tripartito presenta dificultades intelectuales a los monote�stas (para nosotros los que creemos que hay UN S�LO Dios).

Los hombres han procurado durante siglos explicar el misterio de c�mo Dios es UNO (Dt 6:4), aunque revelado en TRES personas. La Trinidad de Dios nunca puede ser explicada a la satisfacci�n de nuestra curiosidad carnal. Sin embargo, existe alguna ayuda.

3. Revelado En Su Creaci�n
El Ap�stol Pablo nos ense�a que podemos entender la Trinidad por las cosas que han sido creadas (Ro 1:20). As� que, examinaremos algunas ilustraciones de la Creaci�n de Dios.

a. El Hombre. Dios hizo al hombre a Su imagen. El hombre es un compuesto de tres en uno: El hombre es esp�ritu, alma y cuerpo, aunque es uno (1 Ts 5:23).

b. El Agua. El agua es una, pero cuando se congela, se convierte en hielo; cuando es calentada, se hace l�quido; y cuando es hervida se convierte en vapor; pero los tres compuestos son uno.

c. El Huevo. El huevo est� compuesto de tres partes, aunque es uno. Consiste del cascar�n, la yema amarilla y la clara, tres, aun as� uno.

B. EL HOMBRE FUE CREADO PARA GOBERNAR
"Entonces dijo Dios [Elohim]: Hagamos al hombre a nuestra imagen... y SE�OREE...".

1. La Herencia De Toda La Humanidad
Dios cre� a la humanidad (al hombre y a la mujer) para que tuvieran se�or�o o soberan�a sobre Su creaci�n. "�Qu� es el hombre?… Le hiciste se�orear sobre las obras de tus manos… Todo lo pusiste debajo de sus pies… nada dej� que no sea sujeto a �l" (Sal 8:4, 5; He 2:8).

Esto no fue exclusivamente para Ad�n y Eva, sino tambi�n para su descendencia. Esa fue la herencia de toda la humanidad que mantuviera la imagen (car�cter) y semejanza (autoridad) de Dios.

Ad�n y Eva, como co-gobernantes de la Creaci�n, representaban el modelo para que tal reino fuera expresado en la familia y en el matrimonio: "…coherederas" (1 P 3:7). Esta hermosa herencia, m�s tarde ser�a arrebatada de manos de la humanidad por enga�o y astucia.

2. Un Dominio Compartido
Las palabras "y SE�OREE", implican claramente que deber�a ser un dominio compartido, no uno donde solamente el hombre gobernara, ni uno donde la dictadura o el imperialismo rigiera.

Debemos mantener una clara distinci�n entre el deseo sat�nico de reinar (de por s� solo) y la promesa b�blica de autoridad COMPARTIDA a trav�s de un cuerpo colectivo hecho a la imagen y semejanza de Dios.

Satan�s dijo: "…en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantar� mi trono… y ser� semejante al alt�simo" (Is 14:13, 14). Satan�s convenci� a Eva. "…ser�is como dioses [Elohim]…" (Gn 3:5), si ella com�a del fruto prohibido. Note la forma plural en ambos pasajes de la Escritura. "No comer�is... ni le tocar�is, para que no mur�is" (comer�is, tocar�is y mur�is est�n en plural).

El desear dominio para uno mismo, separado de otros, es rebelarse contra Dios. Este es un deseo sat�nico, carnal y perverso. El desear un reino que emerja de la uni�n con Cristo, de la obediencia y comuni�n con �l y Su Cuerpo (la Iglesia), es espiritual, conforme a la escritura y correcto.

El prop�sito de Dios a trav�s de un Cuerpo de muchos miembros (1 Co 12:27) es que ELLOS (plural, que significa juntos) comparten Su imagen y semejanza (car�cter y habilidades). De esa manera, puede fluir de NOSOTROS una tremenda cantidad de poder espiritual. "Y con gran poder los APOSTOLES [note la forma plural] daban testimonio de la resurrecci�n del Se�or Jes�s, y abundante gracia era sobre todos ellos" (Hch 4:33).

El buscar el poder de Dios para satisfacer sus propios motivos ego�stas, conducir� al desastre espiritual. Note lo siguiente:

a. Mois�s: Comparti� La Autoridad. Mois�s rehus� tener el poder de Dios para s� mismo. Or� que Dios le matara antes que hacerle un gran gobernante separado de Su pueblo (Ex 32:32, 33; Dt 9:14). �l comprendi� el principio de la autoridad colectiva o compartida.

b. Reyes: No Comparten Su Autoridad. Los reyes nunca fueron la perfecta voluntad de Dios para gobernar al mundo (Jue 8:23; 1 S 8:7). Ellos no representan dominio o gobierno COMPARTIDO.

c. Jes�s: Comparti� Su Autoridad. �l se complaci� con gran alegr�a en saber que Su ministerio ser�a llevado adelante por muchos. (He 10:5).

Jes�s COMPARTI� Su poder y autoridad con un equipo (cuerpo). "Habiendo Reunido a sus DOCE disc�pulos, les dio poder y autoridad [A ELLOS] sobre todos los demonios, y para sanar enfermedades. Y los envi� a predicar el reino de Dios y a sanar los enfermos… Despu�s de estas cosas, design� el Se�or tambi�n a otros SETENTA, a quienes envi� de DOS en DOS… a toda ciudad… a sanar los enfermos" (Lc 9:1, 2; 10:1, 8, 9).

El n�mero m�nimo de personas con el cual Jes�s trabaj�, fue con DOS. La autoridad asignada (a lo que llamamos ministerio de equipo) nos libra de caer en las trampas del diablo. (Ec 4:9).

d. Los Creyentes: Compartir�n Dominio. Los que son fieles en esta presente vida, de seguro que COMPARTIR�N DEL DOMINIO o autoridad (gobierno) con Cristo por toda la eternidad. (Ap 3:21; 20:6; 22:5).

e. Los Creyentes: Compartir�n De Su Gloria. Los fieles seguidores de Jes�s que sufran por hacer Su voluntad, COMPARTIR�N JUNTOS de Su gloria. (Ro 8:17).

3. Gobierno O Dominio Compartido Nos Protege Del Enga�o
Muchos (quienes aun profesan ser seguidores del Dios de la Biblia) se descarr�an debido a que su ego�smo persistente por el dominio es ejecutado de manera desordenada, ego�sta y contraria a la Biblia. Se jactan en su poder PERSONAL (o su esperanza de poder personal en el futuro). Tales actitudes conducen al enga�o, exactamente como le sucedi� a Eva (1 Ti 2:14).
El Esp�ritu de la verdad har� que nosotros pidamos poder a Dios en forma conjunta; de seguro lo recibiremos de esa manera junto a otros creyentes. As� estaremos protegidos por el principio de COMPARTIR del dominio.

"y ellos habiendo o�do, alzaron un�nimes la voz a Dios, y dijeron… concede a tus SIERVOS que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y se�ales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jes�s.

Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembl�; y todos fueron llenos del Esp�ritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios… ten�an todas las cosas en com�n" (Hch 4:24, 29-32).

Dios hizo al hombre para que tuviera dominio. Ya que se nos ha dado tal potestad de gobernar, debemos hacerlo por medio de andar en �ntima comuni�n con otros (1 Jn 1:7), someti�ndonos constantemente a Dios, a medida que resistimos al diablo (Stg 4:7).


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