Cap�tulo 2
El Esp�ritu Santo Y El Creyente

A. EL ESP�RITU SANTO AYUDA AL CREYENTE
La salvaci�n (el hecho de haber nacido de nuevo) es la primera obra del Esp�ritu en nuestras vidas. El segundo prop�sito del Esp�ritu al venir a nuestro interior, es otorgarnos poder para vivir vidas santas y para el servicio.

1. Para Llevarnos Al Conocimiento De La Salvaci�n
a. El Trae Convicci�n
(Jn 16:8-11). Un aspecto importante de la obra del Esp�ritu Santo es producir convicci�n, reprender y convencer a los inconversos de pecado, de justicia y de juicio.

Sin la obra de convicci�n del Esp�ritu, ignorar�amos nuestra condici�n pecaminosa y perdida.

�l nos hace conscientes de la contaminaci�n del pecado, de cu�n cortos nos quedamos en la norma de justicia de Dios, y del horrible juicio que le espera a cada pecador.

b. El Produce Conversi�n Y Regeneraci�n. Regeneraci�n significa volver a nacer espiritualmente, renovaci�n espiritual y restauraci�n.

"Nos salv�, no por obras de justicia que nosotros hubi�ramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneraci�n y por la renovaci�n en el Esp�ritu Santo" (Tit 3:5).

"Y �l os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados" (Ef 2:1).

"El esp�ritu es el que da vida" (Jn 6:63).

c. �l Nos Libera Del Poder Del Pecado Y De La Muerte, A Fin De Que Seamos Santos. "Porque la ley del Esp�ritu de vida en Cristo Jes�s me ha librado de la ley del pecado y de la muerte" (Ro 8:2).

d. �l Nos Da Una Seguridad Interna De Nuestra Salvaci�n. "Porque el mismo Esp�ritu da testimonio a nuestro esp�ritu, de que somos hijos de Dios" (Ro 8:16).

"Y el Esp�ritu es el que da testimonio; porque el Esp�ritu es la verdad" (1 Jn 5:6).

"Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Esp�ritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan en uno" (1 Jn 5:8).

2. Para Darnos Poder Para La Vida Santa
a. �l Nos Gu�a A Toda Verdad.
"Pero cuando venga el Esp�ritu de verdad, �l os guiar� a toda la verdad; porque no hablar� por su propia cuenta, sino que hablar� todo lo que oyere, y os har� saber las cosas que habr�n de venir" (Jn 16:13).

b. El Nos Ense�a Todas Las Cosas. "Mas el Consolador, el Esp�ritu Santo, a quien el Padre enviar� en mi nombre, �l os ense�ar� todas las cosas, y os recordar� todo lo que yo os he dicho" (Jn 14:26).

"Pero la unci�n que vosotros recibisteis de �l permanece en vosotros, y no ten�is necesidad de que nadie os ense�e; as� como la unci�n misma os ense�a todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, seg�n ella os ha ense�ado, permaneced en �l" (1 Jn 2:27).

c. �l Da Vida A Nuestros Cuerpos F�sicos. "Y si el Esp�ritu de aquel que levant� de los muertos a Jes�s mora en vosotros, el que levant� de los muertos a Cristo Jes�s vivificar� tambi�n vuestros cuerpos mortales por su Esp�ritu que mora en vosotros" (Ro 8:11).

El t�rmino "mortal" significa "destinado a la muerte", y se refiere a nuestros cuerpos f�sicos. El Esp�ritu imparte vida. Por consiguiente, la promesa de esta Escritura es �sta: Cuando el Esp�ritu mora en nosotros, nos imparte vida, fuerzas, salud y vigor a nuestros cuerpos. El vivir en el Esp�ritu es un ejercicio que promueve la salud. Esto aumentar� nuestra fuerza f�sica y nuestra longevidad de vida.

d. �l Nos otorga Poder Para El Servicio. "Pero recibir�is poder, cuando haya venido sobre vosotros el Esp�ritu Santo, y me ser�is testigos …" (Hch 1:8).

Jes�s us� el t�rmino griego "dunamis" (traducido como "poder"), del cual derivamos nuestra palabra "d�namo". Un d�namo es una m�quina que genera un suministro de energ�a consistente y continua.

As� que, el poder del Esp�ritu dentro de nosotros genera poder o energ�as que nos capacitan para ser testigos (m�rtires) para Cristo.

No s�lo estamos capacitados para llevar el testimonio de Jes�s, sino que tambi�n somos testigos de �l.

e. El Reviste De Poder Nuestras Oraciones. "Orando en el Esp�ritu Santo" (Jud 20).

"Orando en todo tiempo con toda oraci�n y s�plica en el Esp�ritu" (Ef 6:18).

"Y de igual manera el Esp�ritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qu� hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Esp�ritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudri�a los corazones sabe cu�l es la intenci�n del Esp�ritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos" (Ro 8:26, 27).

f. �l Inspira La Alabanza Y La Adoraci�n a Dios. (Hch 2:11).

(Hch 10:46).

(Fil 3:3).

(Ef 5:18, 19).

(Jn 4:24).

g. �l Produce El Fruto Del Esp�ritu En La Vida Del Creyente. (Ga 5:22, 23).

El fruto del Esp�ritu no puede ser producido por el hombre natural, sin importar cuan refinado o educado pueda ser. El car�cter de Dios es visto en nosotros �nicamente cuando Dios en el Esp�ritu Santo vive en nosotros los que creemos.

B. RECIBIENDO EL ESP�RITU SANTO
1. Usted Debe Recibir A Cristo Como Su Salvador
La primera calificaci�n necesaria para ser un candidato para el Bautismo en el Esp�ritu, es que usted haya recibido a Jesucristo como su Salvador. Si usted es un hijo de Dios, entonces, puede recibir el Don del Esp�ritu Santo.

2. Usted Deber� Desear La Bendici�n
El segundo requisito, es que usted debe desear profundamente esta bendici�n. Jes�s expres� esto de la siguiente manera: (Jn 7:37). �Est� usted sediento del agua del Esp�ritu? Si lo est�, entonces, usted deber� venir a Jes�s y tomar. Es tan simple como eso.

Recuerde que usted no tiene que ganarse esta bendici�n. Si tuviera que ganarla, entonces, ya no ser�a el "don" del Esp�ritu Santo (Hch 2:38). Usted jam�s podr�a ganar o merecer esta maravillosa bendici�n, ni tampoco tiene que hacerlo, pues es suya como un don gratuito.

3. Cuatro Palabras Simples
Desear�a sugerir cuatro peque�as palabras que podr�an capacitarle para recibir esta preciosa bendici�n. Estas son las siguientes: RENUNCIE, REL�JESE, RECIBA, RESPONDA. Examin�moslas brevemente.

a. Renuncie. Pablo escribi� a los conversos en la perversa ciudad de Corinto: "Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso…" (2 Co 4:2).

La palabra griega apeipomen, traducida renunciar, significa "no reconocer, separar y apartarse completamente de".

"Antes bien, renunciamos a lo oculto [escondido, privado, interno, secreto] y vergonzoso...".

A la luz de lo expuesto anteriormente, es importante estar seguros de que nos hemos arrepentido completamente (apartado) de todo pecado conocido, especialmente los pecados que envuelvan a la brujer�a, adoraci�n de los antepasados, adoraci�n de �dolos, encantamiento, leer las cartas, hojas de t�, adivinaciones, amuletos, y cosas semejantes.

La Biblia dice que Dios ha dado "el Esp�ritu Santo... a los que le obedecen" (Hch 5:32). Dios nos ordena que renunciemos y nos separemos completamente de lo oculto, secreto, deshonesto, de las cosas que son deshonrosas, cuando le pedimos que nos llene de Su SANTO Esp�ritu.

"Y muchos de los que hab�an cre�do ven�an, confesando y dando cuenta de sus hechos. Asimismo muchos de los que hab�an practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos" (Hch 19:18, 19). Este es el primer paso importante.

Diga la siguiente oraci�n al Se�or: "Padre santo, renuncio (nombre las siguientes cosas que haya hecho y otras aplicables a su vida): la brujer�a, adoraci�n de los antepasados, adoraci�n de los �dolos, encantamiento, la lectura de las cartas, hojas de t�, adivinaciones, encantos, amuletos y cosas parecidas".

b. Rel�jese. Muchas veces las personas se ponen demasiado tensas cuando llega el momento de recibir el Esp�ritu Santo. No hay necesidad de que tal cosa suceda. Esto, en lugar de ayudarle, se lo impedir�.

Primero, perm�tame animarle a relajarse. Rel�jese f�sicamente, esto le ayudar� a relajarse espiritual y emocionalmente. Por qu� no, si�ntese en alg�n lugar c�modo. Los disc�pulos estaban sentados en el D�a de Pentecost�s (Hch 2:2). Por lo tanto, esa es una buena postura para recibir el Esp�ritu. Si�ntese reposadamente. Est� en buenas manos, las manos de Jes�s. �l es quien bautiza con el Esp�ritu Santo.

c. Reciba. Ser�a bueno que ahora mismo usted le pidiera a Jes�s que le bautizara en el Esp�ritu, la Biblia dice: "…vuestro Padre celestial dar� el Esp�ritu Santo a los que se lo pidan?" (Lc 11:13). Pida simplemente con quietud y fe.

No comience a implorar. No tiene que dar gritos ni quejidos. Si la acci�n del Esp�ritu Santo le indica a hacerlo, no hay nada que se lo proh�ba. No obstante, algunos desarrollan h�bitos espirituales que se los impide. Jes�s est� cerca de usted. �l le bautizar� en Su Esp�ritu si usted permanece relajado o calmado y le permite que lo haga. �l puede escuchar su oraci�n.

Cuando le haya pedido quedamente en oraci�n que le llene con el Esp�ritu, entonces, deber� creer en fe que �l ha contestado su oraci�n y RECIBIR� EL ESP�RITU POR FE.

Recuerde que la palabra griega que traducida es esp�ritu, tambi�n es la misma palabra para aliento �Por qu� no abre su boca, respira profundamente y deja que el Esp�ritu Santo entre?

A eso fue a lo que Cristo se refiri� cuando dijo "tomad el Esp�ritu". Exactamente como usted abre su boca para tomar agua, usted tambi�n puede hacerlo para tomar el Esp�ritu. Abra su boca para respirar y, a medida que lo hace, crea que el Esp�ritu Santo est� entrando a su vida de una manera nueva.

H�galo por fe. "Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibir�is, y os vendr�" (Mr 11:24). Usted est� haciendo eso por fe.

Recuerde, no son sensaciones. Puede que no est� sintiendo alguna reacci�n emocional. Esto no es una experiencia emocional, sino m�s bien espiritual. Puede que haya un acompa�amiento emocional o puede que no. Si lo hay, mant�ngase relajado y disfr�tela. Si no la hay, no se preocupe. Las emociones son err�ticas e indignas de confianza.

Lo importante no es lo que usted sienta, sino lo que usted crea.

Crea que ha recibido el Esp�ritu, ese es el primer paso, luego:

"Respire" el Esp�ritu Santo hacia su interior.

A medida que lo hace, comience a expresarle a Dios alegres acciones de gracias y alabanzas por llenarle con el Esp�ritu Santo. Deje que su coraz�n se desborde en alabanzas a Dios, y contin�e tomando cada vez m�s del Esp�ritu.

d. Responda. Ahora llegamos al cuarto paso: su respuesta al Esp�ritu, quien ya comenz� a llenar todo su ser interno.

Cuando haga esto, no hable en su lengua nativa. Glorifique a Dios y crea que el Esp�ritu Santo le capacitar� para hablar una nueva lengua.

La Biblia dice: "… y comenzaron a hablar en otras lenguas, seg�n el Esp�ritu les daba que hablasen" (Hch 2:4). Note esto: "...comenzaron a hablar...". Ellos estaban controlando lo que hablaban. Esa es nuestra parte. Ellos usaron su voz, sus cuerdas vocales, sus labios y sus bocas. Note lo segundo: "...el Esp�ritu les daba que hablasen". Esa es la parte que desempe�a el Esp�ritu.

Cuando el Esp�ritu ejecuta Su parte, nosotros debemos RESPONDER haciendo la nuestra.

El hablar en lenguas es un milagro. Las palabras nos son dadas sobrenaturalmente por el Esp�ritu. Esto no significa que es dif�cil de hacer, simplemente significa que usted debe cooperar con Dios y hablar lo que el Esp�ritu le da que hable.

Esto es ilustrado por la historia de Pedro caminando sobre las aguas (Mt 14:29). Jes�s llam� a Pedro: "�Ven!". Y luego dijo: "Y descendiendo Pedro de la barca, andaba sobre las aguas para ir a Jes�s".

Cuando Pedro anduvo sobre las aguas del mar, �l no estaba haciendo nada sobrenatural conscientemente. �l estaba caminando tan natural como si estuviera sobre terreno s�lido. El milagro no era el mero hecho de caminar, sino el hecho de que no se hund�a.

Eso mismo es lo que sucede cuando comenzamos a hablar en lenguas.

As� como Pedro us� sus piernas y m�sculos para caminar, nosotros usamos nuestras lenguas y labios como siempre lo hacemos para hablar.

El milagro no est� en el acto f�sico de hablar, sino en el lenguaje que se nos da para que hablemos. En otras palabras, el milagro no est� en C�MO habla usted, sino en QU� habla usted.

El hablar es un acto natural, as� como lo es el andar. Cuando usted habla las palabras que le son dadas en otra lengua, la parte f�sica de ello es tan natural como cuando usted ejerce los poderes de la oratoria en cualquier otro tiempo.

El milagro ocurre cuando el Esp�ritu Santo da las palabras para hablar en una lengua que usted nunca ha aprendido y, posiblemente, jam�s haya escuchado antes.

Debo enfatizar este asunto de la serenidad del hablar en lenguas.

Cuando los ni�os reciben esta ense�anza, lo hacen con tanta facilidad; pero muchos adultos confrontan un problema en este punto, ellos lo hacen muy dif�cil para s� mismos. Ellos creen que es demasiado dif�cil hacer tal cosa.

Algunos se ponen tensos en lugar de permanecer serenos.

Muchas personas son tan sinceras en su deseo de que no deber�an ser ellos sino Dios. Pero es usted quien debe hablar, y el Esp�ritu quien debe dar las palabras o las lenguas. No permanezca sentado esperando que Dios tome control de sus cuerdas vocales y hable a trav�s de sus labios. Haga su parte.

Haga el favor de notar de nuevo en hechos 2:4 que: "Ellos" (los disc�pulos), quienes "comenzaron a hablar en otras lenguas, seg�n el Esp�ritu les daba que hablasen". Ellos comenzaron a hablar.

Cuando usted comienza a hablar en lenguas, es USTED quien iniciar� tal acci�n. USTED es quien hablar� las palabras; pero el Esp�ritu Santo suministrar� los sonidos, las palabras y las frases a su mente.

�stas sonar�n muy extra�as para usted. Son una lengua que usted nunca antes habr� escuchado, probablemente ser� una lengua angelical o celestial que sonar� muy diferente a una terrenal que tal vez haya escuchado.

A medida que el Esp�ritu ponga tales palabras en su mente, h�blelas confiadamente y sin temor. Inicialmente, quiz�s hablar� varias palabras. Se va a encontrar repiti�ndolas una y otra vez.

Simplemente haga eso mismo. Es como un ni�o que est� aprendiendo a hablar un lenguaje celestial conferido por su Padre celestial.

Aun el Profeta Isa�as describi� este proceso: "Porque en lengua de tartamudos, y en extra�a lengua hablar�…" (Is 28:11). Podemos comenzar tartamudeando, pero eventualmente m�s palabras vendr�n.

Hablaremos cada vez mejor a medida que mejoremos en la pr�ctica, as� como los ni�os.

A medida que las diga con m�s valent�a en fe, el Esp�ritu Santo aumentar� su vocabulario. La fluidez de palabras aumentar� hasta que r�os comenzar�n a fluir desde su ser interior. (Jn 7:38).

Por lo tanto, determine que cuando aspire el Esp�ritu Santo, usted dar� seguimiento a tal acto por medio de dar alabanzas a Dios.

Determine hacer eso con su voz, pero no con su lenguaje nativo. Espere que el Esp�ritu Santo le d� una nueva lengua en ese mismo momento, luego, por fe, comience a hablar ese nuevo lenguaje.

Puede que perciba un temblor en sus labios y que su boca se llene de palabras extra�as. H�blelas en voz alta. Una vez que comience a hablarlas, contin�e hablando.

No se detenga, deje que sigan fluyendo. Entre m�s fluyan, m�s libre se sentir�. No se preocupe de como se escuchen o suenen; ese es asunto del Esp�ritu Santo. �l le dar� el lenguaje particular que �l desea que tenga. Puede que le otorgue otros lenguajes adicionales, pues es el Don de Lenguas (en plural: que significa m�s que una). A medida que contin�a ejerciendo el Don de Lenguas, puede viajar de un lenguaje a otro, pues hay diversidad de lenguas (1 Co 12:10).

Una vez que haya hablado en lenguas, entonces, puede ejercer este don cada vez que lo desee. Ello depender� de su decisi�n e iniciativa.

Pablo dice: "�Qu�, pues? ORAR� con el esp�ritu, pero ORAR� tambi�n con el entendimiento" (1 Co 14:15).

Ya sea con el entendimiento o con el Esp�ritu, lo importante es que usted ORAR�.

Ponga en pr�ctica esta habilidad todos los d�as y varias veces al d�a. Cada vez que lo haga, le bendecir� y le fortalecer�, pues Pablo nos dice: "El que habla en lengua extra�a, a s� mismo se edifica…" (1 Co 14:4). Usted se edifica a s� mismo espiritualmente cada vez que ora y habla en un lenguaje nuevo.

Este es un Don del Esp�ritu que edifica al que lo ejercita. Todas las dem�s manifestaciones del Esp�ritu son para la edificaci�n de los dem�s. Pero �sta, en particular, es para capacitarle a usted para "edificarse sobre su sant�sima fe..." (Jud 20).

C. �POR QU� HABLAR EN OTRAS LENGUAS?
�Cu�l es el prop�sito o beneficio del hablar en lenguajes que uno no comprende?

La siguiente, es una lista breve de algunos de los beneficios de tener comuni�n con Dios en lenguajes dados por el Esp�ritu.

1. Es Una Evidencia B�blica Inicial Consistente Del Bautismo En El Esp�ritu Santo
"Y fueron todos llenos del Esp�ritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, seg�n el Esp�ritu les daba que hablasen" (Hch 2:4).

"Porque los o�an que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios" (Hch 10:46).

"… vino sobre ellos el Esp�ritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban" (Hch 19:6).

2. Esa Es La Voluntad De Dios Para Nosotros
Dios dice a trav�s de Pablo: "As� que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas…" (1 Co 14:5). Pablo tambi�n dijo: "Doy gracias a Dios que hablo en lenguas m�s que todos vosotros" (1 Co 14:18).

Note el �nfasis �ntimo: "Doy gracias a DIOS...". El hablar a Dios en lenguajes del Esp�ritu, aumenta y fortalece la conciencia personal de las relaciones y comuni�n �ntimas de uno con Dios. Pablo dio gracias a Dios por la: HABILIDAD de hablar en lenguas, ya que, esto s�lo puede ser otorgado por Dios a trav�s de Su Esp�ritu; el PRIVILEGIO de hablar en tales misterios sagrados e �ntimos (1 Co 14:2); por la DISPONIBILIDAD de esas ricas bendiciones que en cualquier tiempo, en cualquier lugar, bajo cualquier circunstancia, una persona puede tener comuni�n �ntima con Dios. Podemos orar, cantar, expresar nuestra gratitud, bendecir a Dios en el Esp�ritu, etc. Nuestra mente en ese tiempo est� neutral (1 Co 14:14); as� que, debemos sentirnos reposados, refrescados y edificados por este ejercicio espiritual.

3. Es Un Medio Terap�utico De Limpieza Y Liberaci�n
En Romanos 8:26, Pablo nos relata respecto a que una de nuestras debilidades humanas es que no siempre sabemos porqu� cosas orar como deber�amos.

Algunas veces estamos conscientes de que necesitamos ayuda, pero no entendemos qu� realmente est� mal ni c�mo orar al respecto.

No obstante, el Esp�ritu supera tal insuficiencia por nosotros.

�l examina nuestros corazones, y descubre exactamente d�nde estamos y qu� nos hace falta. �l sabe, adem�s, cu�l es la "mente del Esp�ritu": la voluntad de Dios para nosotros.

Luego, comienza a orar por nosotros "seg�n la voluntad de Dios", llev�ndonos, de esa manera, a la armon�a con tal voluntad. �l echa fuera todos los complejos, inhibiciones y pensamientos negativos que nos han limitado. �l nos induce hacia todo lo que sea positivo, poderoso y hacia los prop�sitos buenos de Dios para nuestras vidas.

Esa clase de s�plica del Esp�ritu a nuestro favor, es uno de los medios m�s poderosos que �l usa para la "renovaci�n del esp�ritu de nuestra mente".

4. Es Un Recurso De Edificaci�n Personal
"El que habla en lengua extra�a, a s� mismo se edifica " (1 Co 14:4). El vocablo "edificio" se deriva del t�rmino "edificar". Edificar es fortificar, mantener firme o estable.

Cuando hablamos en lenguas, aunque las palabras parezcan un misterio para nuestro intelecto humano, nos estamos edificando a nosotros mismos espiritualmente. Crecemos cada vez m�s fuertes cuando practicamos este don.

5. Es Una Esfera De �ntima Comuni�n Espiritual Con Dios
"Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Esp�ritu habla misterios" (1 Co 14:2).
El prop�sito principal de este ejercicio espiritual de hablar en lenguas, no es que hablemos para los hombres, sino para tener comuni�n con Dios. Al tener comuni�n con Dios de esta manera, somos libres de las limitaciones y restricciones de nuestra mente finita. No estamos restringidos a hablar �nicamente de las cosas que hemos aprendido por nuestro intelecto.

Somos liberados para hablar tambi�n de cosas que intuitivamente el Esp�ritu de Dios nos ha ense�ado (lea 1 Corintios 2). Tenemos comuni�n con Dios acerca de las cosas profundas, cosas que a�n siguen siendo misterios para nuestra mente finita.

Esta es la profundidad de la comuni�n de la cual David habl�: "Un abismo llama a otro..." (Sal 42:7). La profundidad de nuestro ser espiritual tiene comuni�n con las profundidades del ser de Dios, y viceversa.

6. Esto Nos Mantiene Conscientes De Que El Esp�ritu Santo Mora En Nuestro Interior.
Cada vez que hablamos en lenguas, estamos inmediatamente conscientes del movimiento y actividad del Esp�ritu Santo dentro de nosotros. Nuestra conciencia �ntima de que el Esp�ritu est� dentro de nosotros aumenta a medida que continuamos en comuni�n con Dios en esas palabras que el Esp�ritu habla a trav�s de nosotros. Somos canales o veh�culos que el Esp�ritu utiliza para comunicar la adoraci�n y alabanza al Padre.

7. Nos Permite Aprender A Confiar En Dios De Una Manera M�s Completa
Desarrollarse en la vida del Esp�ritu es caminar en fe.

Cada expresi�n en lenguas es un acto de fe. A medida que Dios comienza a llevarnos del reino o esfera de la edificaci�n personal hacia la esfera de la edificaci�n del cuerpo (1 Co 14:6), cada nueva fase es un paso nuevo de fe.

8. Es Una Liberaci�n De Emoci�n Positiva
El Bautismo en el Esp�ritu no es una experiencia emocional; es una espiritual.

Sin embargo, nuestras emociones responden inevitablemente a esta experiencia y se envuelven en ella. Nuestras emociones son frecuentemente tocadas por el Esp�ritu y le conferimos expresi�n por medio del est�mulo del Esp�ritu. Esto no es algo nocivo o negativo. Por el contrario, es algo saludable y de beneficio.

Demasiados cristianos procuran negar o suprimir (sofocar) completamente sus emociones, como si hubiera algo malo o pecaminoso acerca de la expresi�n emocional. Pero esto no debe ser as�. Somos seres emocionales. Dios fue quien nos cre� de esa manera. A fin de que podamos funcionar a plenitud, deber� haber expresi�n emocional de tiempo en tiempo. Cuando esa expresi�n es inducida y animada por el Esp�ritu dentro de nosotros, podemos estar seguros de que ser� la expresi�n emocional m�s saludable y agradable posible. De seguro que nos limpiar�, libertar�, fortalecer� y edificar�. No sienta temor de ella; confi�rale salida libre a tales expresiones. De seguro que estar� m�s saludable y feliz de tal ejercicio.

9. Es Una Oportunidad Para "Dar Gracias" A Dios Aceptablemente
�Se ha sentido usted incapaz de expresar adecuadamente su gratitud y aprecio a Dios? �Parecen sus propias palabras demasiado d�biles para expresar la reserva de gracias que siente en su interior? Entonces, he aqu� la manera de hacerlo.

Pablo dice que podemos "...bien dar gracias..." (1 Co 14:17) por medio de expresar gratitud a Dios por el Esp�ritu en el lenguaje que �l nos d�. Al expresar las gracias de esta manera, usando el Don de Lenguas, es algo superior a cualquier cosa que nuestra mente humana pudiera pensar o decir. Esto irrumpe a trav�s de nuestras limitaciones y ministra a Dios en el Esp�ritu (Jn 4:24).

10. Esto Lo Capacita A Uno A Orar "En El Esp�ritu"
"�Qu�, pues? Orar� con el esp�ritu, pero orar� tambi�n con el entendimiento; cantar� con el esp�ritu, pero cantar� tambi�n con el entendimiento" (1 Co 14:15).

"Y de igual manera el Esp�ritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qu� hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Esp�ritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudri�a los corazones sabe cu�l es la intenci�n del Esp�ritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos" (Ro 8:26, 27).

"Pero vosotros, amados, edific�ndoos sobre vuestra sant�sima fe, orando en el Esp�ritu Santo" (Jud 20).

11. Es Un Recurso De Reposo Y De Renovaci�n
"porque en lengua de tartamudos, y en extra�a lengua hablar� a este pueblo, a los cuales �l dijo: Este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio…" (Is 28:11, 12).

El tener comuni�n con Dios en lenguas es una experiencia muy tranquilizadora y refrescante. El cuerpo y la mente pueden reposar completamente. No tenemos que pensar lo que debemos decir despu�s, ni c�mo decirlo. El Esp�ritu fluye a trav�s de nosotros en comuni�n perfecta con el Padre, y recibimos el beneficio de esa hermosa comuni�n. Es un t�nico para el esp�ritu, alma y cuerpo.

12. Es Un Ministerio De Alabanza Y Adoraci�n A Dios
"…les o�mos hablar en nuestras lenguas LAS MARAVILLAS DE DIOS" (Hch 2:11).

"Porque los o�an que hablaban en lenguas, Y QUE MAGNIFICABAN A DIOS" (Hch 10:46).

"Hablando entre vosotros con salmos, con himnos y c�nticos espirituales, cantando y alabando al Se�or en vuestros corazones" (Ef 5:19).

Muy a menudo cuando hablamos en lenguas, el Esp�ritu est� adorando, alabando y loando a Dios. El Esp�ritu est� magnificando las obras maravillosas de Dios a trav�s de nosotros. �Qu� privilegio y gozo que �l pueda utilizar nuestros labios para pronunciar loores tan elevados a Dios!

13. Esto Incluye Cantar C�nticos En El Esp�ritu
"…cantar� con el esp�ritu, pero cantar� tambi�n con el entendimiento" (1 Co 14:15).

"…c�nticos espirituales, cantando y alabando al Se�or en vuestros corazones" (Ef 5:19; Col 3:16).

14. Es Un Medio, Conforme A La Escritura, De mantener La Plenitud Del Esp�ritu
"…antes bien sed llenos del Esp�ritu… hablando entre vosotros con salmos, con himnos y c�nticos espirituales" (Ef 5:18, 19). El ministrar a Dios en otras lenguas es un medio v�lido de mantenerse llenos del Esp�ritu. Por consiguiente, debemos hacer esto diariamente y muchas veces al d�a.

15. Con Interpretaci�n, Es Un Medio De Edificar A Otros
"Porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificaci�n" (1 Co 14:5 b).

Nuestra lengua personal, devocional o usada para la oraci�n, es de edificaci�n para el que la ejercita. Solamente la persona individual es edificada por su uso. No obstante, esa lengua puede ser una bendici�n para los dem�s si es interpretada. As� que, el que habla en lenguas debe orar tambi�n por su interpretaci�n, a fin de que otros creyentes reciban edificaci�n (1 Co 14:12, 13).

16. Es Una Llave Para Traer La Mente De Cristo Sobre Nuestra Mente (Stg 1:26, 3:1 a)
Santiago ense�a que la lengua es el "centro de control" de un hombre. Es como el tim�n de un barco y como el freno en la boca de un caballo (Stg 1:26, 3:1-18). Cuando ofrecemos nuestro centro de control al Esp�ritu Santo, �l comienza a llevar nuestra conversaci�n y conducta hacia el control de Cristo.

Nuestro sometimiento al Esp�ritu Santo, tocante al don de lenguas, es como la liberaci�n de las aguas dulces de la vida, las palabras de Dios. Por medio de usar este don regularmente, encontraremos fuerzas para resistir las conversaciones negativas y de cr�tica, lo que Santiago llama "aguas amargas" (Stg 3:11).

Es un medio de producir la mente de Cristo en nosotros a fin de que podamos hablar �nicamente aquellas cosas que sean �tiles para nuestra propia edificaci�n y para la de nuestros oidores (Ef 4:29). El hablar en lenguas purifica y renueva nuestra conversaci�n (conducta) y forma de vida.


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