Cap�tulo 3
Los Dones Del Esp�ritu Santo

A. DESCRIPCI�N DE LOS DONES
El gran avivamiento espiritual que est� barriendo al mundo en este tiempo a menudo ha sido llamado el "Avivamiento Carism�tico".

Esta frase ha sido empleada para describir un aspecto extremadamente importante de este avivamiento. Los Dones (en griego = carismas) del Esp�ritu fueron restaurados y puestos en la Iglesia. �stos producen las manifestaciones sobrenaturales que fueron poderosamente obvias en la Iglesia del Nuevo Testamento.

Estas manifestaciones o Dones del Esp�ritu hab�an estado ausentes de la Iglesia por muchos siglos. Durante los �ltimos cincuenta a�os, Dios ha estado restaurando tales dones y Su programa de restauraci�n ha ido en continua aceleraci�n durante los pasados veinte a�os.

La Renovaci�n Carism�tica ha penetrado en cada parte de la Iglesia cristiana, trayendo nueva vida y poder al Cuerpo de Cristo. La restauraci�n de esas bendiciones crea una gran necesidad para la ense�anza sobre estos temas importantes.

Pablo le escribi� a la iglesia local de Corinto: "No quiero, hermanos, que ignor�is acerca de los dones espirituales" (1 Co 12:1). Ciertamente que Dios no desea que los creyentes de hoy sean ignorantes al respecto.

1. Categor�as De Los Dones
La Biblia menciona muchos dones carism�ticos. Las �reas principales de referencia son: Romanos 12:3-8; 1 Corintios 12:8-10, 28-30; Efesios 4:11. Nos limitaremos a la consideraci�n de las nueve manifestaciones enumeradas en 1 Corintios 12:8-10 para el prop�sito de este breve estudio.

Para simplificar nuestro estudio de ellos, los clasificaremos en tres categor�as:

a. Dones Del Habla
1) Lenguas

2) Interpretaci�n de lenguas

3) Profec�a

b. Dones De Revelaci�n
1) Palabra de Ciencia

2) Palabra de Conocimiento

3) Discernimiento de Esp�ritus

c. Dones De Habilidad
1) Dones de Fe

2) Dones de Sanidades

3) Operaci�n de Milagros

2. �A Qui�n Usar� El Esp�ritu En La Operaci�n De Tales Dones?
a. Cualquier Miembro Del Cuerpo
puede ser usado (1 Co 12:7, 11; 12:26, 31). Ning�n miembro deber� ser escaso en alg�n don (1 Co 1:7).

b. Debemos Estar Llenos Con El Esp�ritu (Ef 5:18).

c. Debemos Sentir El Deseo De Ser Usados de esa manera (1 Co 12:31).

d. No Debemos Ser Ignorantes Tocante A Los Dones Espirituales (1 Co 12:1).

e. Debemos Desear Los Dones Espirituales (1 Co 14:1-6).

f. Debemos Ser Motivados Por El Amor Genuino hacia el Cuerpo (1 Co 13) y un deseo puro por edificar al Cuerpo (1 Co 14:12).

g. Debemos Procurar Abundar en la operaci�n de los Dones (1 Co 14:12).

3. El Don De Lenguas (1 Co 12:10)
a. Dos Funciones.
Esta manifestaci�n del Esp�ritu tiene dos funciones:

Primera, como "lenguas devocionales", cuyo prop�sito es edificar a la persona que las usa.

Segunda, como el Don de Lenguas, el cual, usado en conjunci�n con la Interpretaci�n de Lenguas, es para la edificaci�n de toda la Iglesia, al igual que el entendimiento de la persona.

b. Pautas Para El Uso De Lenguas En Una Asamblea P�blica:
1) Su uso deber� ser motivado por el amor
(1 Co 13:1).

2) Deber� ser acompa�ado de una interpretaci�n (1 Co 14:5, 13, 28).

3) Deber� ser limitado a tres declaraciones por persona en una congregaci�n grande (1 Co 14:27).

Cualquier creyente que haya hablado en lenguas, es capaz de edificar a la Iglesia por medio de hablar en lenguas. Por lo tanto, deber� estar preparado para hacerlo en cualquier momento.

Procure estar sujeto al Esp�ritu. Mant�ngase reposado en su mente y disponible para que lo use el Esp�ritu Santo. Desarrolle sensibilidad a lo que el Esp�ritu desee hacer o decir en cualquier servicio particular.

Cuando el Esp�ritu Santo quiera traer un mensaje a trav�s de su persona, por lo general usted percibir� una conciencia interior de ello por alg�n momento antes de que pueda expresarlo. A menudo, es una excitaci�n apacible en su esp�ritu, una conmoci�n creciente y anticipada. �sta, evoluciona hasta una intensa conciencia de que el Esp�ritu le va a dar palabras para hablar en el servicio y de que esa manifestaci�n est� en su interior.

No tiene que hablar inmediatamente. El esp�ritu en el interior del profeta est� sujeto al (control de) profeta (1 Co 14:32). Usted puede esperar reposadamente por el momento apropiado para hablar. El Esp�ritu Santo le inspirar� a hacerlo con claridad en ese momento.

�l no interrumpir� lo que ya est� ocurriendo en el servicio. �l nunca causar� confusi�n, pues no es el autor de confusi�n (1 Co 14:33).

Permanezca calmado y reposado; cuando el Esp�ritu le inspire, hable con voz normal, pero claramente audible. No tiene que gritar. Puede hacerlo normalmente, a paso medido para seguir la fluidez del Esp�ritu, quien es el que le otorga las palabras.

Cuando el mensaje es concluido, deber� esperar en Dios para la interpretaci�n. Ore para que usted mismo sea el int�rprete (1 Co 14:13).

Ocasionalmente, alg�n otro creyente dar� la interpretaci�n. Pero cuando esto no ocurra, entonces, el que habl� en lenguas deber� permanecer en silencio y no volver a hablar si nadie dio la interpretaci�n de su mensaje (1 Co 14:1-33).

4. La Interpretaci�n De Lenguas (1 Co 12:10)
Este es el don compa�ero al de hablar en Lenguas y siempre es usado en conjunci�n con tal don. Es la capacitaci�n sobrenatural por el Esp�ritu Santo para interpretar lenguas desconocidas a la lengua conocida de la congregaci�n. No es el don de traducci�n. El int�rprete no entiende la lengua empleada en la articulaci�n dada.

La interpretaci�n es tan sobrenatural como la articulaci�n. No obstante, por medio de este Don del Esp�ritu somos capacitados para exponer a la congregaci�n el significado de lo que se dijo en lengua desconocida. De esa manera, la congregaci�n puede ser edificada al recibir la interpretaci�n en su propio idioma.

a. �Qui�n Puede Usar Este Don? La interpretaci�n de lenguas es dada "como el Esp�ritu quiere" (1 Co 12:11). Cualquier creyente lleno del Esp�ritu puede ser escogido y ungido por �ste para manifestar el don de lenguas. La siguiente escritura es para todo creyente que hable en lenguas: "Por lo cual, el que habla en lengua extra�a, pida en oraci�n poder interpretarla" (1 Co 14:13). Nuevamente, en este punto, debemos procurar desarrollar la sensibilidad del Esp�ritu Santo.

Mientras est� adorando a Dios en una congregaci�n de creyentes, mantenga alertas la mente y el esp�ritu ante el movimiento del Esp�ritu. Muchas veces percibir�, cuando alguien hable en lenguas, que Dios le dar� la interpretaci�n del mensaje.

Cuando esa persona hable en lenguas, espere reposadamente hasta que concluya. Cuando usted comience a hablar, puede que s�lo reciba la primera oraci�n de la interpretaci�n y una breve idea de lo que sigue. As� como los dem�s Dones del Esp�ritu, �ste tambi�n opera por fe.

A medida que inicie la declaraci�n de lo que el Esp�ritu le d� que hable, h�galo de manera natural, clara, y con voz audible. Tenga cuidado de usarlo "conforme a la medida de la fe" (Ro 12:6).

Evite la infiltraci�n de cualquier pensamiento personal, sentimientos o ideas dentro de la interpretaci�n. Deje que sus propios pensamientos est�n neutrales, y su mente ser� un canal claro para que el Esp�ritu Santo fluya a trav�s de ella.

Cuando la interpretaci�n sea concluida y perciba que el Esp�ritu haya terminado todo lo que desee decir, det�ngase. No procure comenzar a explicar a la congregaci�n lo que usted "cree" que significa la interpretaci�n. D�jele tal cosa a ellos, permitiendo que el Esp�ritu aplique la exhortaci�n o consuelo otorgado a ellos mismos.

Una vez haya entregado la interpretaci�n, guarde silencio mientras la articulaci�n es juzgada por los que est�n presentes. Si hay creyentes presentes que son regularmente usados en los dones vocales, ellos podr�n evaluar las palabras para ver si en verdad son de Dios (1 Co 14:29).

La norma por medio de la cual uno puede juzgar es similar a la que utilizar�amos para juzgar la profec�a, que es la pr�xima manifestaci�n que consideraremos.

5. El Don De Profec�a (1 Co 12:10)
Traducido simplemente, el t�rmino profec�a significa "articular palabras inspiradas". Seg�n 1 Corintios 14:31, todos los creyentes pueden ejercer este don en alg�n momento dado como el Esp�ritu lo desee. Todos pueden profetizar uno por uno, y no m�s de tres veces en cada culto o servicio donde haya creyentes con el don y est�n esperando ejercerlo (1 Co 14:29-33).

a. Su Prop�sito. El prop�sito de una articulaci�n prof�tica tal, es:
1) Edificar. Esto significa fortalecer o afirmar a los creyentes.

2) Exhortar. Entusiasmar a los creyentes. Confrontarlos y retarlos.

3) Consolar. Hablar palabras de �nimo y consuelo.

Muchas veces una profec�a podr�a incluir estos tres elementos expuestos anteriormente.

b. Tres Malos Entendidos Acerca De La Profec�a:

1) No Deber� Confundirse Con La Predicaci�n. Hoy en d�a muchas personas insisten en que el Don de Profec�a es la habilidad para predicar bien. No obstante, la predicaci�n y ense�anza son usualmente el resultado de la meditaci�n suplicante (que se hace en oraci�n) en la Palabra de Dios.

Un predicador, por medio de preparar su mente y esp�ritu con diligencia, puede ministrar palabras entendibles a la audiencia.

En contraste, el Don de Profec�a no es el resultado de un estudio diligente; por el contrario, es una articulaci�n espont�nea hablada sin premeditaci�n y por inspiraci�n del Esp�ritu.

2) El Don De Profec�a No Es Para Presagiar El Futuro. Este don es m�s bien para "articular" que para presagiar. Su prop�sito es para la edificaci�n (fortificaci�n), exhortaci�n (animar) y consolaci�n (dar aliento), y no para procurar la predicci�n de eventos futuros (lea 1 Co 14:3).

Cada vez que haya un elemento de predicci�n dentro de una profec�a, por lo regular se debe a que hay otro don (Palabra de Conocimiento o Sabidur�a) operando en conjunci�n con �ste.

3) Este Don No Es Para Direcci�n Personal. Si estamos en necesidad de direcci�n personal, debemos pedirla a Jes�s (Stg 1:5).

Es vital que sigamos tal direcci�n en las p�ginas de la Palabra de Dios, la Biblia. Si una articulaci�n prof�tica viene sobre nosotros con instrucciones para el futuro, s�lo deber� ser para confirmar lo que Dios ya nos ha mostrado personalmente.

c. Ense�anza De La Escritura Sobre El Don De Profec�a:
1) La Profec�a Es Para Hablar Sobrenaturalmente A Los Hombres (1 Co 14:3).
�sta, comunica la mente del Se�or a la Iglesia. El profeta est� hablando, por Dios, a los creyentes, para su edificaci�n, exhortaci�n y consuelo.

2) La Profec�a No Requiere Interpretaci�n. El Don de Lenguas requiere un int�rprete; no as� la profec�a.

3) La Profec�a Convence Al Indocto (1 Co 14:15, 16). El incr�dulo, a trav�s de la operaci�n del Don de Profec�a, ser�:

• Convencido de todos
• Juzgado de todos
• Los secretos de su coraz�n ser�n manifiestos
• Se postrar� de rodillas ante Dios
• Sabr� que Dios est� realmente en medio de los creyentes
• Adorar� a Dios

4) La Profec�a Opera De Manera Tal Para Que Los Creyentes Aprendan (1 Co 14:31). Esto no se refiere a la ense�anza que normalmente viene de la exposici�n de la Palabra de Dios a trav�s del ministerio del maestro. Por el contrario, es aprender de las verdades espirituales a trav�s de la unci�n del Esp�ritu. Tales ense�anzas deben ser probadas por la Palabra de Dios escrita antes de que sea ingerida.

Este vers�culo tambi�n significa que aqu�llos que han venido nuevos a la fe de Cristo, pueden aprender a c�mo utilizar el Don de Profec�a. Deber� haber reuniones de aprendices, as� como las hab�a en las "escuelas de los profetas" en el Antiguo Testamento.

5) Cada Uno Deber� Desear Y Codiciar Este Don (1 Co 14:1, 39). Por tales medios podemos ser usados de Dios para el est�mulo de su pueblo.

6) La Persona Operando El Don Es Responsable De Su Uso O Abuso (1 Co 14:32). La profec�a no es una articulaci�n sin control. Tampoco el profeta est� bajo cualquier trance o control mental. �l no est� haciendo ni diciendo algo que sea contra su voluntad. El Don de Profec�a est� sujeto al profeta. Es �l quien habla en lugar de Dios; el profeta est� en control de la articulaci�n o de lo que va a decir en todo tiempo.

7) Debido A Que Quienes Profetizan Pueden Cometer Errores, La Profec�a Tiene Que Ser Juzgada (1 Co 14:29; lea Dt 18:20-22; Jer 14:14, 15; 23:30). Vea la Secci�n D2 para m�s detalles sobre esta importante ense�anza.

8) Pautas Para Juzgar Una Profec�a:
a) �stas, Nunca Deber�n Contradecir La Palabra De Dios Escrita. Por consiguiente, cada articulaci�n prof�tica debe ser "probada" por la Palabra de Dios. Dios nunca le dir� que haga algo en profec�a que est� prohibido en Su Palabra.

b) �sta, Siempre Deber� Exaltar A Jesucristo Y Nunca Denigrarlo.

c) Deber� Edificar, Exhortar Y Consolar A Los Creyentes. Nunca deber� dejarlos confusos, inseguros, acongojados.

d) Deber� "Dar Testimonio De La Verdad" Entre La Mayor�a De Los Creyentes Presentes, especialmente los m�s maduros, quienes frecuentemente son los m�s utilizados para vocalizar o articular los Dones.

e) Nunca Deber� Interrumpir El Esp�ritu De Servicio, Aunque Puede Cambiar Su Curso.

f) Si Predice Que Algo Ha De Suceder, Tal Evento Deber� Ocurrir.

g) Deber� Pasar El Examen O "Prueba Del Fruto" (Mt 7:16). Hablando de los falsos profetas, Jes�s declar�: "Por sus frutos los conocer�is".

Debemos proteger al reba�o de cualquier profec�a articulada por alguien cuya vida y testimonio sea un reproche a la causa de Cristo.

9) C�mo Profetizar. Mant�ngase reposado. No est� bajo ninguna clase de tensi�n.

Espere tranquilamente en el Se�or en su Esp�ritu. Mantenga su mente abierta a Su voz. Cuando sienta el impulso del Esp�ritu dentro de su esp�ritu, entr�guese a Dios como un canal para que fluya a trav�s de �l. Recuerde que el Don opera por fe.

Comience a hablar cualquier cosa que Dios le impulse. Mantenga el mensaje sencillo y claro. Mientras est� hablando, espere silenciosamente en �l para el resto del mensaje. No profetice m�s all� de la proporci�n de su fe (Ro 12:6). Discierna cuando el Esp�ritu haya concluido y, luego, det�ngase.

6. La Palabra De Sabidur�a (Conocimiento) (1 Co 12:8)
DEFINICI�N: Una Palabra de Sabidur�a o Conocimiento, es un art�culo peque�o o un fragmento del conocimiento de Dios dado por el Esp�ritu Santo a una persona.

�sta, nos otorga ciertos hechos e informaci�n por v�a de la revelaci�n divina provista por el Esp�ritu Santo. Tal informaci�n, era previamente desconocida para la persona, y el conocimiento no pudo haber sido recibido por ning�n medio natural. Es impartido sobrenaturalmente.

a. Ejemplos De La Escritura:
1) En El Ministerio De Jes�s.
Jes�s sab�a ciertos hechos acerca de Natanael antes de que le conociera (Jn 1:47-50). Jes�s conoc�a muchos datos acerca de la mujer de Samaria, aunque �l nunca la hab�a visto anteriormente (Jn 4:18-20).

Ella se asombr� por la exactitud de Su conocimiento concerniente a su vida pasada y presente. El ejercicio de la Palabra de conocimiento trajo eventualmente un poderoso avivamiento sobre aquella ciudad.

2) En La Iglesia Primitiva. Anan�as recibi� informaci�n espec�fica y detallada acerca de Pablo, a quien nunca antes hab�a conocido. �l conoc�a exactamente la calle y la casa en la cual �l estaba hospedado. �l sab�a que Pablo estaba orando en aquellos precisos momentos y que cuando Anan�as impusiera sus manos sobre �l, recibir�a su vista (Hch 9:10-20).

3) El Antiguo Testamento. En 2 de Samuel 12:1-14, Dios le revel� a Nat�n ciertos datos y detalles concernientes a la transgresi�n de David.

b. Distinci�n. Una Palabra de Sabidur�a o Conocimiento es diferente o distinta del conocimiento humano obtenido a trav�s de los medios naturales.

Una Palabra de Sabidur�a o Conocimiento no puede ser recibida por medio del aprendizaje intelectual o por medio del estudio de libros o la participaci�n en cursos de estudio acad�micos en colegios o universidades. Tampoco es la habilidad para estudiar, entender o interpretar la Biblia.

c. Su Empleo En Las Escrituras:
1) Para Revelar El Pecado (2 Sam 12:1-10; Hch 5:1-11).

2) Llevar Las Almas A Dios (Jn 1:47-50; 4:18-20).

3) Para Conferir Direcci�n (Hch 9:11).

4) Para Ministrar Animo En Tiempos De Abatimiento (1 R 19:9-18).

5) Para Impartir Conocimiento De Eventos Futuros (Hch 11:27, 28).

6) Para Revelar Las Cosas Ocultas (1 Sam 10:22).

d. La Operaci�n De Este Don:
1) Es Sobrenatural En Su Car�cter,
no obtenido por l�gica o deducci�n, razonamiento, etc.; no por los sentidos naturales, sino por revelaci�n sobrenatural a trav�s del Esp�ritu Santo.

2) Este Opera Por Fe. La persona recibe tal revelaci�n por fe.

3) La Revelaci�n Es Recibida En Nuestro Esp�ritu, no en el intelecto o en las emociones.

4) No Es Esencialmente Un Don Vocal. Puede ser recibido quedamente en el interior de la persona, en su esp�ritu o en ocasiones audiblemente (Hch 9:11).

5) Puede Venir A Ser Vocal Cuando Se Comparte Con Otros (Jn 4:4-7; 18).

6) Cualquier Cristiano Lleno Del Esp�ritu Que Est� Dispuesto A Escuchar La Voz De Dios,Puede Experimentar Este Don.

7) Es Una Posesi�n De Valor Incomparable En El Ministerio Del Asesoramiento U Orientaci�n.

8) La Acci�n Y Reacci�n Obediente Son Esenciales para la operaci�n continua de este don en el ministerio de un creyente.

9) Es Manifestado Frecuentemente En Conjunci�n Con La Palabra De Ciencia. �sta, es la ciencia divinamente impartida para saber qu� cosa hacer acerca de la Palabra de Conocimiento o Sabidur�a y c�mo aplicarla correcta y sabiamente.

7. La Palabra De Ciencia (1 Co 12:8)
Este don encabeza la lista en t�rminos de importancia. Nos capacita para hablar y actuar con sabidur�a divina, asegurando el uso y aplicaci�n correcta de los otros dones.

Cuando la Palabra de Ciencia est� ausente, los otros dones pueden ser usados incorrectamente, lo cual, ocasiona gran confusi�n.

a. Definici�n. La Palabra de Ciencia es un fragmento de la ciencia divina impartida de manera sobrenatural por medio del Esp�ritu Santo. �sta, suple la ciencia inmediata para conocer qu� cosa decir o hacer en una situaci�n determinada.

Dios frecuentemente la otorga en conjunci�n con la Palabra de Sabidur�a, a fin de que los creyentes sepan c�mo aplicarla correctamente. Dios revel� a Anan�as, a trav�s de la Palabra de Sabidur�a, la condici�n de Saulo y d�nde se estaba hospedando.

Dios tambi�n le mostr�, por el mismo medio, lo que deber�a hacer en aquella situaci�n tan dif�cil.

Nota: Esta es una palabra (logos) de ciencia, y no el don de ciencia.

b. Ilustraci�n. Un hombre se mete en problemas legales y sale a consultar un abogado. El abogado no le otorga al cliente toda la ciencia y conocimiento que tiene. �l extrae la palabra, o porci�n de su ciencia o conocimiento que puede aplicarse a las necesidades de su cliente, e imparte esa palabra.

De igual manera, Dios (Quien sabe todas las cosas), extrae de Su almac�n infinito de ciencia, la porci�n particular necesitada para uno de Sus hijos. �l env�a esto por medio de Su Esp�ritu.

c. Distinci�n:
LA PALABRA DE CIENCIA:
1) No Es Ciencia Natural

2) No Es La Ciencia Que Se Aprende Por Medio De Estudios Acad�micos

3) No Es Sabidur�a Obtenida Con La Experiencia

4) No Es Ni Siquiera La Ciencia Para Comprender La Biblia

5) Es De Car�cter Sobrenatural

6) Es Otorgada Seg�n El Esp�ritu Santo Lo Crea Necesario (1 Co 12:11)

7) Es Dada Para Una Necesidad O Situaci�n Espec�fica

8) No Es Don De Ciencia, Sino M�s Bien Palabra De Ciencia

d. Algunos Ejemplos B�blicos:
1) Lucas 4:1-13.
Jes�s es tentado en el desierto. Las respuestas que Jes�s expuso a Satan�s, fueron palabras de ciencia impartidas por el Esp�ritu Santo.

2) Lucas 20:22-26. Los escribas trataron de atrapar a Jes�s, pero la Palabra de Ciencia dada por el Esp�ritu los confundi� a todos.

3) Juan 8:3-11. Los escribas y fariseos trataron nuevamente de hacer caer a Jes�s en una trampa, pero Sus palabras sabias volvieron a confundir a sus adversarios.

4) Hechos 6:1-5. Otorgando sabidur�a en la administraci�n de la iglesia.

5) Hechos 15:28. Resolviendo una crisis eclesi�stica.

6) Hechos 27:23-24. Confiri� a Pablo control de la situaci�n, resultando en la salvaci�n de muchas vidas.

e. Nota. La Palabra de Ciencia es prometida a todos los disc�pulos de Cristo. "Proponed en vuestros corazones no pensar antes c�mo hab�is de responder en vuestra defensa; porque yo os dar� palabra y sabidur�a, la cual no podr�n resistir ni contradecir todos los que se opongan" (Lc 21:14, 15).

f. Observaci�n. La Palabra de Ciencia no es esencialmente un don vocal, sino m�s bien un don de revelaci�n. Es recibido quedamente en la mente o esp�ritu de uno. A menudo, es otorgado cuando se est� aconsejando, predicando o profetizando, o cuando un mandamiento de Dios es dado, a fin de que sepamos c�mo responder al mandamiento.

8. El Discernimiento De Esp�ritus (1 Co 12:10)
El discernimiento de Esp�ritus es un tema m�s importante de lo que entendemos. Si este don espiritual fuera usado con m�s frecuencia cuando se est�n echando fuera demonios, muchos problemas que afrontamos hoy ser�an minimizados.

El discernimiento de Esp�ritus es el tercero de los dones de revelaci�n (la Palabra de Ciencia y la Palabra de Sabidur�a son los otros dos). �ste, es impartido por el Esp�ritu Santo, y nos permite penetrar dentro del reino o esfera espiritual para distinguir entre el esp�ritu de Satan�s (los esp�ritus del mal), el Esp�ritu de Dios y el esp�ritu humano. Por medio de ese don podemos discernir el origen de ciertas acciones, ense�anzas, circunstancias, etc., que han sido inspiradas por los seres espirituales.

Este don es m�s limitado que los otros dos dones de revelaci�n. La revelaci�n dada en este ejemplo, est� limitada al origen de la conducta en cuesti�n. No obstante, el Discernimiento de Esp�ritus es tan sobrenatural en su operaci�n como lo son los dem�s dones. Este don nos permite tener la percepci�n que no tendr�amos de ninguna otra forma.

a. La Funci�n Del Don. El Don de Discernimiento de Esp�ritus nos confiere un entendimiento sobrenatural de la naturaleza y actividad de los esp�ritus. Nos capacita para distinguir entre la actividad de origen divino, sat�nico y humano, revelando la naturaleza de los esp�ritus mismos.

Es f�cil confundir las obras del esp�ritu de Satan�s con las del Esp�ritu de Dios: Satan�s siempre trata de imitar las obras del Esp�ritu Santo. �l es conocido por su arte de enga�ar, es el padre de toda mentira y la serpiente. Todos esos t�tulos, significan la apariencia enga�osa y taimada que �l usa para producir el mal cada vez que pueda.

Muchas veces su imitaci�n falsa es tan semejante a la real que podemos f�cilmente ser enga�ados. Si hay alguien presente con el Don de Discernimiento sobrenatural de Esp�ritus, tal persona sabr� que la obra es de Satan�s y no del Esp�ritu Santo.

Si la actividad demoniaca siempre fuera impregnada con el mal e intentos perversos como usualmente imaginamos, no habr�a uso para este Don del Esp�ritu.

En el relato de la muchacha con el esp�ritu de adivinaci�n en Hechos 16, Pablo ret� al esp�ritu que quiz�s habr�a enga�ado, con m�s facilidad, a otros siervos de Dios.

La joven expuso una declaraci�n perfectamente cierta cuando dijo:

"Estos hombres son siervos del Dios Alt�simo, quienes os anuncian el camino de salvaci�n", pero el esp�ritu que estaba hablando era uno del mal.

�Por qu� tendr�a un esp�ritu del mal que promover a los ap�stoles de esa manera? Porque no ser�a de cr�dito alguno o de ayuda para el evangelio o sus ministros el que tal persona les siguiera y, sin duda, har�a que muchos pensaran que ella pertenec�a al grupo de ap�stoles.

b. La Operaci�n Y Necesidad Para El Don Hoy. El Don de Discernimiento de Esp�ritus est� experimentando su propio avivamiento en la mayor�a del mundo hoy en d�a. Puede verse en acci�n en el ministerio de muchos hombres de Dios en el actual auge de renovaci�n.

Si la Iglesia va a lograr su misi�n total y destruir las obras del diablo, es absolutamente esencial que este don opere.
Existen tantos demonios en el mundo hoy, como los hab�a cuando Jes�s anduvo sobre la tierra y en los d�as de la Iglesia primitiva. Su prop�sito es todav�a tan malo como lo fue al principio.

Este don sobrenatural, es especialmente necesario para los misioneros y obreros que est�n en las naciones donde el espiritismo, satanismo y ocultismo abundan.

c. C�mo Opera El Don De Discernimiento De Esp�ritus. La primera y m�s obvia funci�n de este don es revelar la presencia de esp�ritus del mal en la vida de las personas o iglesias. No obstante, tambi�n funciona para evaluar el recurso de un mensaje prof�tico, una ense�anza particular o alguna manifestaci�n sobrenatural. La persona que opera este don, podr� decir si la fuente del mensaje o acto es demoniaco, divino o meramente humano.

Si la fuente es percibida como demoniaca, la persona que opera este don podr� revelar:

1) La Naturaleza Del Demonio. Ese en realidad es su trabajo, ya sea mentir, causar enfermedades (tales como c�ncer, ceguera, sordera, etc.), actos inmundos, maledicencias, etc.

2) El Nombre Del Demonio. Esto es usualmente revelado con la naturaleza del demonio, aunque no es ins�lito lograr que el demonio revele su nombre propio.

3) El N�mero De Demonios. Esto sucedi� en el caso de Legi�n (Mr 5:1-9) y los siete demonios que Jes�s lanz� fuera de Mar�a Magdalena (Lc 8:2). No es ins�lito que una persona sea pose�da por m�s de un esp�ritu al mismo tiempo. Esta es parte de la informaci�n revelada por el Don de Discernimiento de Esp�ritus.

4) La Fuerza De Algunos Demonios Particulares. Muchas veces durante un encuentro con un esp�ritu del mal, la persona que opera en el Don de discernimiento de Esp�ritus sabr�, por medio de la revelaci�n de este Don, cu�l de los diferentes demonios es el m�s fuerte y el que m�s autoridad tiene.

5) Obteniendo Informaci�n. A menudo, los demonios dar�n mucha informaci�n de ellos mismos verbalmente, a quien creen que ha podido discernir de manera sobrenatural su presencia y que tiene poder para echarlos fuera.

No obstante, siendo que los demonios pueden mentir, es buena idea probar la informaci�n que dan o tratarla con sospecha, dependiendo m�s de la percepci�n y entendimiento sobrenatural recibido por el Esp�ritu Santo.

d. El Discernimiento De Esp�ritus No Siempre Le Da A Uno La Fe Para Lanzar Fuera Demonios. Aunque el Don de Discernimiento de Esp�ritus es esencial para la liberaci�n efectiva, no es suficiente por s� misma. Deber� obrar en conjunto con los Dones de Fe y Milagros. Las personas que operan en esos dones, son las que usualmente tienen el mayor �xito en echar fuera demonios.

9. El Don De Fe (1 Co 12:9)
La fe a menudo trata con el futuro, lo invisible y las cosas que no son f�sicamente posibles. El Don de Fe, es la dotaci�n especial dada a una persona que Dios llama a que d� pasos de acci�n imposibles, debido a lo que �l le ha hablado.

Dios vac�a cualquier duda de nosotros sobrenaturalmente, y nos llena con la fe especial que nos capacite para lograr Sus prop�sitos a pesar de toda circunstancia contraria y contradictoria en la vida.

El Don de Fe es una dispensaci�n especial de fe que Dios concede al creyente lleno del Esp�ritu cuando la tarea que le ha dado a �ste requiere una fe m�s que ordinaria o general.

El Don de Fe tiene una funci�n que es bastamente superior a la de la fe general. La fe general crece de la semilla original de la fe salvadora que Dios ha plantado en nuestros corazones (lea Romanos 12:3). El grado de la fe general var�a con la etapa del desarrollo del creyente ("poca fe", "mucha fe", etc.; lea Mateo 14:29-31 y Lucas 7:2-9, por ejemplo).
La fe general crece como resultado de alimentarse en la Palabra, siendo ejercitada a trav�s de las circunstancias de la vida. �sta, puede desarrollarse hasta un grado muy alto. No obstante, el Don de Fe tiene una funci�n superior hasta llegar al grado m�s elevado de la fe general.

Algunos traductores se refieren al Don de Fe como "fe especial". Esto indica una fe otorgada por el Esp�ritu Santo para satisfacer nuestra necesidad en circunstancias especiales y extenuantes. Esto sugiere adem�s que el Don de Fe no reside permanentemente en alg�n creyente, sino m�s bien que cada manifestaci�n es un Don de Fe separado.

Un episodio en la vida de El�as ilustra esto. �l declara al Rey Acab que no habr� lluvia hasta que �l diga la palabra, y que volver� a llover �nicamente cuando �l lo diga (1 R 17:1). Su Don de Fe produjo el cumplimiento milagroso de esa profec�a.

Por el contrario, esta fe extraordinaria escase� cuando El�as se sent� debajo del enebro con mucho miedo, desanimado y deseando la muerte. El Don de Fe no era necesario en ese momento (1 R 19:4). El no hab�a perdido su fe general en Dios o Su Palabra. Su propia fe fue fortalecida cuando Dios le dijo que ten�a otros 7 mil seguidores fieles en Israel.

Dios desea que usted sepa que puede ministrar con confianza, sabiendo que se hacen demandas especiales sobre su persona, �l le dar� sobrenaturalmente una fe especial para que pueda cumplir Sus prop�sitos.

a. �C�mo Opera El Don De Fe? El Don de Fe parece operar de manera pasiva, pero esto no siempre es as�. La protecci�n de Daniel de los leones, lo cual, es un ejemplo pasivo del Don de Fe.

Contraste esto con el caso cuando Sans�n mat� al le�n, el cual, es un ejemplo del Don de Operaci�n de Milagros. Este don requiere del envolvimiento activo del hombre en la manifestaci�n del poder de Dios. Esta impresi�n de que el don de Fe funciona pasivamente, se debe a que a menudo opera en cooperaci�n con dones m�s dram�ticos (la Operaci�n de Milagros, los Dones de Sanidades, etc.).

El Don de Fe tambi�n opera a trav�s del hablar las palabras de mandato y de fe: "...Cre�, por lo cual habl�" (2 Co 4:13). Aquellas palabras que un hombre de Dios habla cuando es inspirado por el Esp�ritu, son respaldadas por Dios como si fueran las suyas propias.

Los resultados no siempre son inmediatos pero s� seguros. Y este don puede funcionar de muchas maneras (para bendici�n, para maldici�n, para creaci�n, para destrucci�n, etc.).

Existen algunos ejemplos notables del Don de Fe obrando a trav�s de la palabra hablada:

1) Josu� Orden� Al Sol Y A La Luna Que Se Detuvieran. (Jos 10:12-14).

2) El�as Control� El Tiempo Con Su Palabra. "…no habr� lluvia ni roc�o en estos a�os, sino por mi palabra… y no llovi� sobre la tierra por tres a�os y seis meses" (1 R 17:1; Stg 5:17).

3) Pablo Obra Un Milagro Contra Elimas: "...y ser�s ciego, y no ver�s el sol por alg�n tiempo" (Hch 13:8-11).

4) Pedro Habla El Juicio De Dios Contra Anan�as Y Safira. (Hechos 5).

Las Escrituras ense�an el principio de la Palabra de Fe: "...lo que diga le ser� hecho..." en relaci�n con el mandato de "tened fe en Dios" (Mr 11:22, 23) y "Determinar�s asimismo una cosa, y te ser� firme" (Job 22:28).

10. Dones De Sanidades (1 Co 12:9)
Las tres referencias a este don en 1 Corintios 12 est�n en los vers�culos 9, 28 y 30. En cada una de ellas, la lectura original es carismata iamaton. Ambas palabras son plurales, haciendo la traducci�n correcta de esa frase: "Los Dones de Sanidades".
Los Dones de Sanidad operan sobrenaturalmente para sanar enfermedades y dolencias sin hacer uso de los medios naturales de alguna �ndole. Es el poder del Esp�ritu Santo, el cual, desciende sobre el cuerpo de una persona, disolviendo su enfermedad, sus dolores y san�ndole completamente.

El uso de los nombres plurales aqu�, ilustran que hay muchos Dones de Sanidades para diferentes enfermedades. Algunos que tienen el Don de Sanidad pueden tener gran �xito con la ceguera, otros con la sordera o el c�ncer, etc.

Jes�s es quien liberta de cualquier enfermedad, debilidad, plaga, deformidad y aflicci�n. Existe gran variedad de manifestaciones de ese don (1 Co 12:4-7).

El ejercicio de los Dones de Sanidades no confiere al dotado la habilidad para sanar a todos los enfermos en todo tiempo. Algunos han entendido mal esto y han preguntado el porqu� no vamos a los hospitales a sanar a todos los que est�n enfermos.

Aun Jes�s no hizo tal cosa. �l fue s�lo una vez a un lugar donde muchos yac�an enfermos y dolientes. Fue al estanque de Betesda donde hab�a multitudes de personas enfermas; con todo, �l s�lo escogi� a una, entre todas, para sanarle (Jn 5:1-9).

Muchas veces leemos acerca de grandes multitudes de enfermos que fueron a Jes�s y la Biblia dice que "los san� a todos". Un principio importante de sanidad divina es que la persona debe ir a Jes�s como un ejercicio de fe y cooperaci�n.

a. El Prop�sito De Los Dones De Sanidades:
1) Para Liberar Los Enfermos Y Sufridos, destruyendo as� las obras del diablo en los cuerpos humanos (1 Jn 3:8; Hch 10:38 y Lc 13:16).

2) Para Probar La Reclamaci�n De Cristo Como El Hijo De Dios (Jn 10:36-38).

3) Para Confirmar La Palabra (Mr 16:17-20; Hch 4:29, 30 y 33).

4) Para Atraer La Atenci�n De Las Personas A Las Nuevas Del Evangelio (Mt 4:23, 25).

5) Para Traer La Gloria A Dios (Mr 2:12; Lc 13:13; 18:43; Jn 9:2, 3).

El Esp�ritu Santo otorga Dones de Sanidades al siervo de Dios para que los pase a quien el Se�or desee sanar para Su propio prop�sito.

As� como los dem�s dones, los Dones de Sanidades no s�lo tienen que ser dados, sino tambi�n recibidos. As� como existe un principio de fe con relaci�n al c�mo ministrar esos dones, tambi�n hay un principio que trata con la manera de recibirlos. Ezequ�as ten�a dificultades en recibir el Don de Sanidad que Dios le hab�a enviado. Su fe ten�a que ser edificada de una manera especial por el milagro registrado en 2 Reyes 20:8-11 (lea tambi�n 2 Reyes 5:10-14).

Naam�n tuvo problemas en recibir el Don de Sanidad que Dios le hab�a enviado a trav�s de Eliseo.

La sanidad a menudo requiere un doble acto de fe: fe para recibir y fe para administrar el Don de Sanidad.

Aunque �stas son excepciones de la regla, siempre el deseo de Dios es sanar. No obstante, algunas veces los canales normales a trav�s de los cuales Su virtud sanadora fluye, no est�n operando muy bien. Eso puede que requiera que Dios env�e un don especial de sanidad.

A veces, Dios comunica los Dones de Sanidades a trav�s de los canales normales de sanidad (como el de imponer las manos, Marcos 16:18); en otras ocasiones, medios extraordinarios son utilizados seg�n Su voluntad (como en el caso de la sombra de Pedro, Hechos 5:15).

11. Operaci�n De Milagros (1 Co 12:10)
Un milagro ocurre cuando Dios interviene en el curso ordinario de la naturaleza. El Don de la Operaci�n de Milagros viene cuando Dios nos reviste del poder del Esp�ritu Santo para hacer algo completamente fuera del plano de la capacidad o habilidad humana.

�l nos otorga tal poder para un momento espec�fico y para un prop�sito especial.

Todos los Dones del Esp�ritu son milagrosos, pero el uso del t�rmino milagro en este ejemplo se refiere a actos de poder.

a. Los Milagros Son Una Prueba Innegable De La Resurrecci�n. Si Jes�s no estuviera vivo, Su Nombre no tendr�a poder para sanar a los enfermos y para operar milagros (Hch 4:33).

Pedro convenci� a los jud�os incr�dulos de la resurrecci�n de Jesucristo y su necesidad de arrepentimiento sobre el hecho de que el Nombre de Jes�s todav�a ten�a poder para sanar a los enfermos y obrar milagros.

b. La Operaci�n De Milagros En El Nombre De Jes�s Logr� Lo Siguiente:
1) Que Recibieran Valor. Daba valor a los creyentes para predicar a Cristo (Hch 4:29, 30). Las personas reconoc�an que ellos hab�an estado con Jes�s: el Obrador de Milagros (Hch 4:13).

2) Que Fueran Animados A La Oraci�n. Hac�a que los creyentes oraran para tener m�s de Dios (Hch 4:29-31).

3) Que Fueran Convencidos De Pecado. Convenc�a y tra�a convicci�n a los corazones de los hombres de sus pecados (Hch 5:28, 33).

4) Que Se Convirtieran Cinco Mil. Cinco mil almas se convirtieron en un d�a a trav�s de un milagro (Hch 4:4, 5:14).

5) Que Glorificaran A Dios. Todos los hombres glorificaban a Dios por lo que hab�a hecho (Hch 4:21).

6) Que Difundieran El Evangelio.
El evangelio fue extendido r�pidamente (Hch 5:14-16).

Antes de que Jes�s comenzara a obrar milagros, nadie le segu�a a ning�n lado. Debi� haber predicado a menudo en la sinagoga, ya que, Lucas 4:16 dice que esa era Su costumbre

Pero cuando los milagros tomaron lugar en Lucas 4:33-35: "Su fama se difund�a por todos los lugares de los contornos" (Lc 4:3). Desde all� en adelante, las multitudes se congregaban a Su alrededor para escuchar sus palabras y para ver Sus milagros: "Y le segu�a gran multitud, porque ve�an las se�ales que hac�a en los enfermos" (Jn 6:2).

c. Por Todas Partes Que Los Disc�pulos Predicaban, Sanaban Los Enfermos, Echaban Fuera Demonios y Obraban Milagros, Multitudes Se Tornaban A Cristo:
1) En Samaria. Samaria estaba atenta a Felipe, escuchando y viendo los milagros que hac�a (Hch 8:6).

2) En Sar�n y Lida. Todos los habitantes de Sar�n y Lida se convirtieron al Se�or cuando Pedro le dijo a Eneas: "Jesucristo te sana; lev�ntate, y haz tu cama. Y en seguida se levant�" (Hch 9:34, 35).

3) En Jope. Muchas personas en Jope creyeron cuando Pedro levant� a Dorcas de los muertos (Hch 9:42).

4) En Listra. Los habitantes de Listra pensaron que hab�an descendido dioses a ellos cuando vieron al paral�tico andar y saltar ante la palabra de autoridad de Pablo (Hch 14:8-18).

"Y por la mano de los ap�stoles se hac�an muchas se�ales y prodigios en el pueblo; y estaban todos un�nimes en el p�rtico de Salom�n… Y los que cre�an en el Se�or aumentaban m�s, gran n�mero as� de hombres como de mujeres.

Tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los pon�an en camas y lechos, para que al pasar Pedro, a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos.

Y aun de las ciudades vecinas muchos ven�an a Jerusal�n, trayendo enfermos y atormentados de esp�ritus inmundos; y todos eran sanados" (Hch 5:12-16).

5) El Libro De Los Hechos. Los Hechos concluye con una profusi�n de milagros (Hch 28:8, 9). Cuando la gente vio al padre de Publio sano, creyeron que si Dios sanaba a uno, entonces, podr�a sanar a todos los que estuvieran necesitados. Cuando la gente piensa y cree en Dios, ellos pueden recibir de �l lo que tanto desea otorgarles.

d. Los Milagros En Las Vidas De Los Creyentes. La Operaci�n de Milagros es uno de los dones del Esp�ritu Santo. �ste, le otorga al creyente la habilidad para obrar milagros. Esto es en contraste con la operaci�n de milagros de parte de Dios en la vida de un creyente. Es por esa raz�n, que muchos que nunca han recibido el Don de Operaci�n de Milagros han experimentado milagros asombrosos que Dios ha obrado a su favor.

1) Liberaci�n. Milagros de liberaci�n tales como los obrados por los ap�stoles en Hechos 5:17-20 y en el caso de Pedro en Hechos 12:1-10, tambi�n fueron obrados por Pablo y Silas en Hechos 16:15-30.

2) Transportaci�n. Los milagros de transportaci�n (Hch 8:39): "…el Esp�ritu del Se�or arrebat� a Felipe; y el eunuco no le vio m�s…".

Estos y otros ejemplos m�s, son milagros ejecutados por Dios en las vidas de los creyentes, a veces sin la cooperaci�n aun del mismo creyente.

Por consiguiente, �stos no son casos donde el Don de Operaci�n de Milagros estaba obrando. En contraste, discutiremos sobre ejemplos donde este don estuvo en operaci�n:

e. Milagros Operados Por Creyentes:
1) Hechos 19:11. "Y hac�a Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo".

2) Hechos 9:40. Pedro levant� a Dorcas de los muertos.

3) Hechos 20:9-12. Pablo restaur� a Eutico a la vida.

f. Operaci�n Pr�ctica Del Don:
1) La Unci�n Del Esp�ritu Santo para crear confianza y autoridad especial.

2) Una Palabra De Fe y autoridad. El�as dijo que el Dios que respondiera con fuego ser�a el Dios de Israel. El fuego que descendi� fue un ejemplo del Don de Operaci�n de Milagros (lea 1 Reyes 18:21-39).

3) Un Acto De Fe Intr�pido.


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