SECCI�N D13
PREPARANDO UN SERM�N / ESTUDIO B�BLICO
Por Gerald Rowlands

�NDICE PARA ESTA SECCI�N
D13.1 - Homil�tica
D13.2 - El Serm�n Textual
D13.3 - La Predicaci�n Expositiva
D13.4 - El Serm�n Biogr�fico
D13.5 - El Predicador

Cap�tulo 1
Homil�tica

Introducci�n

La predicaci�n de la Palabra de Dios se encuentra entre los privilegios m�s grandes confiados al hombre. Es adem�s una de sus mayores responsabilidades.

A trav�s de la locura de la predicaci�n, Dios ha escogido revelarse a los hombres. Este conocimiento divino comunicado a trav�s de la predicaci�n, puede conducir a los hombres a la salvaci�n eterna a trav�s de la fe en Cristo Jes�s. Es tambi�n capaz de transformarlos a la imagen y semejanza de Dios (2 Co 3:18).

Estas p�ginas no son en absoluto para personas que hayan recibido un entrenamiento en un seminario. Son principios b�sicos sencillos que intentan fundamentalmente ayudar a aquellos miles de excelentes dirigentes de la Iglesia cuyas circunstancias les han impedido la oportunidad de desarrollar sus habilidades latentes.

Los apuntes fueron preparados originalmente para los estudiantes de la "Escuela de entrenamiento Cristiano en �frica", ubicada en Harare, Zimbabwe.

Tambi�n me gustar�a reconocer la percepci�n e inspiraci�n que yo recibo de la lectura de "Notas Sobre Homil�tica", por Aar�n Linford (Inglaterra).

Siete a�os de ministerio en �frica me han puesto en contacto con millares de pastores y dirigentes eclesiales que no han tenido nunca la oportunidad de un entrenamiento formal en el arte de predicar y ense�ar. No han podido estudiar los principios de la predicaci�n; como consecuencia, sus habilidades y posibilidades est�n subdesarrolladas en gran manera.

Sus limitaciones en esta �rea han empobrecido las congregaciones, ya que, un ministerio adecuado de predicaci�n es esencial para el crecimiento y desarrollo de una congregaci�n. Este sencillo art�culo, est� cari�osamente dedicado a esos buenos hombres.

El arte de predicar es denominado frecuentemente "HOMIL�TICA", que se deriva de la palabra griega "homilia", que significa "estar en compa��a de, ejemplo, conversar y comunicar".

Hechos 20:1, est� basado en homileo. Veamos como es traducido en la Biblia Viviente:

"Despu�s de haber subido, y partido el pan y comido, predic� [homileo] largamente, era el alba cuando finalmente parti�".

Homil�tica es el estudio de todo lo relacionado con el arte de predicar un serm�n. Buenos sermones (comunicaci�n) nacen de tener una buena comuni�n (compa�erismo).

Hay dos aspectos distintos relacionados con la predicaci�n. Primero, el divino; segundo, el humano. �La homil�tica es el estudio del aspecto humano!
Predicar es el arte de comunicar la verdad divina a trav�s de la personalidad humana. Un predicador es esencialmente un comunicador. Recibe la verdad de Dios y se la comunica a los dem�s hombres de manera efectiva.

Dios da la revelaci�n, pero el hombre provee la presentaci�n.

Para hacer esto de manera efectiva, tiene que aprender primero a hacer varias cosas bien.

1. Esperando En Dios
Primero, tiene que aprender la manera de esperar en Dios, c�mo estar tranquilo delante de Su presencia y discernir Su voz cuando le hable dentro de su propio esp�ritu. (Vea secciones A2.1 y A2.2 para mayor informaci�n.)

Todo serm�n de valor comienza en el coraz�n y mente de Dios, que es la fuente de toda verdad. �l es el recurso de todo conocimiento. La primera tarea del predicador efectivo, es aprender a recibir los pensamientos de Dios. Rara vez escuchar� Su voz de manera audible.

La verdad divina destilar� tranquilamente hacia el interior de su esp�ritu como el roc�o de la ma�ana. El predicador con futuro, debe esperar pacientemente en la presencia de Dios para recibir Sus pensamientos y verdades preciosas que siempre desea compartir con aquellos que le buscan diligentemente.

Es bueno adquirir el h�bito de pasar tiempo en la presencia de Dios. Separe una porci�n de cada d�a para entrar ante Su magna presencia y esperar pacientemente en �l. Pronto aprender� c�mo percibir Su voz, la cual, le hablar� apaciblemente en su esp�ritu.

No deber�amos entrar en la presencia de Dios s�lo con la idea de "conseguir un serm�n". Necesitamos entrar ante Su presencia, primeramente, con el prop�sito de exponernos con regularidad ante Su divino escrutinio y consejo.

Precipitarnos en Su presencia con urgencia porque "necesitamos un serm�n para ma�ana", no es ciertamente la actitud de un coraz�n que pueda recibir Sus maravillosas verdades. Deber�amos dar a la verdad oportunidad para que tenga su efecto sobre nosotros antes de que nos dispongamos a compartirla con los dem�s.

2. Estudiando La Biblia
Ser�a ideal que el predicador viniera delante de Dios con su Biblia en la mano. Haciendo tiempo para sentarse tranquila y pacientemente delante de Dios de esta manera. P�dale iluminaci�n e inspiraci�n de Su Palabra.

En oraci�n busque el consejo, la sabidur�a e instrucciones del Se�or en su Palabra a medida que extiende las p�ginas de la Biblia ante sus ojos en Su divina presencia.

A veces es bueno seguir un patr�n regular de lectura, empezando en el sitio donde la dej� el d�a anterior. Esto le ayuda a recorrer la Biblia de una manera consistente, en lugar de tomar pasajes de aqu� y de all�, dejando amplias porciones de las Escrituras sin leer.

En otras ocasiones, podr�a buscar alg�n impulso del Esp�ritu con respecto al lugar donde deber�a leer. De esa manera evitar�a caer en la rutina.

3. Tenga Una Libreta De Notas
Es esencial que tenga una libreta de notas en la cual registre los pensamientos e ideas que le vienen a su mente en esos tiempos de quietud en los que espera la direcci�n de Dios. Es sorprendente lo r�pido que se puede olvidar la verdad m�s maravillosa, si el pensamiento no es registrado mientras est� fresco en su mente.

Adquiera la pr�ctica de escribir cada pensamiento significativo que venga a su mente cuando lea las Escrituras en oraci�n. Si un tema se lo sugiere, s�galo y profundice todo lo que pueda en su contenido. De esa manera acumular� una buena fuente de materiales aptos para sermones.
Repase el material de vez en cuando. Los pensamientos comenzar�n a expandirse en su coraz�n. Descubrir� que algunos temas ocupar�n su mente por semanas, ensanch�ndose de manera continua a medida que medite en ellos.

Adquiera el h�bito de hablar con el Se�or acerca de Su Palabra. Cuando haya cosas que usted no entienda, pida al Esp�ritu Santo que arroje luz sobre ellas.

Luego, aprenda a esperar tranquila y pacientemente delante de Dios a medida que dirige afablemente sus respuestas hacia el interior de su esp�ritu. Ap�ntelos tal y como le lleguen. Subraye la configuraci�n de la verdad en su libreta de apuntes. No las conf�e al poder de su memoria. Aun la mejor de las memorias tiene sus debilidades.

4. Exp�ngase A Ser Lavado Y Limpiado Por La Palabra
Trate de evitar la actitud que procura una palabra de parte de Dios para predicar sobre ella el domingo por la ma�ana. No ande buscando siempre balas espirituales que pueda disparar a alguien m�s. Reconozca la necesidad primaria de su propio coraz�n. Deje que Dios se ocupe de su coraz�n a trav�s de Su Palabra y mediante Su Esp�ritu. Deje que la Palabra lo lave y limpie primero que nada.

Compartir lo que Dios le ha hablado a usted sobre correcci�n y limpieza propia, es el mejor instrumento para un buen serm�n.

Es importante que alimente su propia alma. Una de las trampas en que los predicadores pueden caer, es la de estar tan interesados en encontrar alimentos para sus congregaciones que descuidan su propio bienestar espiritual.

Este es uno de los riesgos ocupacionales del ministerio. El pensamiento fue expresado de esta manera en Cantares 1:6 "…me pusieron a guardar las vi�as; y la vi�a que era m�a, no guard�".

A veces un pastor puede estar tan ocupado en la b�squeda de la salud espiritual de su reba�o, que descuide tristemente su propio bienestar espiritual. �sta es una de las razones principales que hacen que los ministros fracasen. Un ministro no puede arriesgarse a descuidar su propia vida espiritual.

Deje que la Palabra de Dios se arraigue en su propio coraz�n y esp�ritu. Deje que crezca fuerte en su vida y experiencia personal.

Despu�s, cuando predique, realizar� un ministerio a partir de la experiencia y la realidad, en lugar de compartir cosas que usted mismo no comprende plenamente. Usted nunca puede llevar a otros m�s all� del lugar al cual usted mismo no haya ido todav�a.

El siguiente vers�culo nos ense�a lo mencionado anteriormente, "El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero" (2 Ti 2:6). Lo que usted planta y cosecha (en el sentido espiritual) debe ser parte de su experiencia antes de darlo a otros. Nunca debe dar lo que no ha comido. No debemos tratar de dirigir a otros por caminos que no hemos caminado.

Cuando la Palabra de Dios se encarne en su vida, entonces, se convertir� en un mensaje de Dios. No ser� alguien que simplemente recita sermones, sino alguien que realiza un ministerio de vida, bendici�n y fortaleza para las almas que lo escuchan.

B. DOS FALSAS IDEAS SOBRE LA HOMIL�TICA
Existen al menos dos equivocaciones comunes que la gente tiende a cometer con respecto a la homil�tica.

1. "Preparaci�n Es Innecesaria"
La primera idea equivocada es pensar que la preparaci�n es innecesaria y que indica falta de fe. La gente que acepta este punto de vista, tiende a considerar que la fe aut�ntica desde�a cualquier intento de preparar la mente y simplemente se coloca delante de la gente, creyendo que Dios proporcionar� las palabras que tiene que hablar.

Un texto de la Escritura favorito de esta gente es el Salmo 81:10 "…abre tu boca, y yo la llenar�". �El contexto del salmo revela que este vers�culo no tiene nada que ver con la predicaci�n! Esta tendencia a ignorar el contexto de un pasaje de la Escritura, es m�s t�pica de esta clase de persona. Indica una actitud irresponsable e ingenua. Este tipo de persona a menudo habla tales tonter�as que cualquiera se da cuenta de que no proceden de Dios.

Indudablemente existe un lugar para la inspiraci�n pero tambi�n lo hay para la preparaci�n v�lida.

2. "Habilidad Humana Es suficiente"
La segunda equivocaci�n va casi al otro extremo. En este caso, se coloca una confianza completa en la preparaci�n y la habilidad humana. Hay poca o ninguna dependencia en el Esp�ritu Santo, y existe una auto confianza que es resultado del entrenamiento y de la habilidad natural.

Tal entrenamiento puede producir ciertamente una predicaci�n muy interesante y convincente. Sin embargo, s�lo la unci�n del Esp�ritu sobre el mensaje puede ministrar la vida de Dios a la audiencia.

La verdad es que un ministerio efectivo necesita tanto los aspectos divinos como los humanos. Dios puede ciertamente bendecir y ungir pensamientos por los que se ha orado diligentemente y que han sido considerados cuidadosamente.

Deje que su preparaci�n sea saturada de una meditaci�n intensa y de oraciones ardientes. Determine ser lo mejor que pueda pero aseg�rese de que su confianza est� en Dios y no en usted mismo. Conf�e siempre en �l para su unci�n y bendiciones espirituales en su predicaci�n.

C. CUATRO ASPECTOS DE LA HOMIL�TICA
Hay cuatro �reas principales con las que la homil�tica est� relacionada:

1. Concepto
Esto tiene que ver con la obtenci�n del tema original para el mensaje. Es el arte de conocer c�mo recibir un mensaje de Dios. Se refiere a la manera de obtener la idea y el tema inicial para un serm�n.

Frecuentemente, la semilla de un pensamiento es sembrada en la mente y puede permanecer ah� durante meses antes de que se desarrolle al tama�o y a la proporci�n necesaria para ser compartida con otros. A trav�s de la experiencia, uno puede desarrollar la capacidad para reconocer una l�nea de verdad que se puede compartir convenientemente con el pueblo de Dios.

A medida que usted medita en la Palabra, emerge una iluminaci�n interna de un aspecto particular. Algo repentinamente cobra luz en usted. Casi parece saltar desde la p�gina. Una sensaci�n de excitaci�n emerge en su interior. �Es como si usted hubiera descubierto una enorme pepita de oro!

�Apenas puede esperar a examinarla para averiguar su valor!

2. Composici�n
Tras recibir inspiraci�n sobre una verdad concreta, usted tiene que empezar a analizar la manera de descubrir todo lo que la verdad contiene. Su libro de notas cobra aqu� una especial importancia. Cuando medite en oraci�n, escriba cuidadosamente cada pensamiento que le venga a la mente.

En esta fase, puede usted simplemente hacer una lista de cada idea que el tema le sugiera. Mant�nganse en �l hasta que sientan que ha agotado el tema y descubierto cada �rea de verdad posible contenida en su tema.

No se preocupe por la claridad y el orden en esta fase. Frecuentemente es necesario escribir muy deprisa para mantenerse al un�sono con el brote de inspiraci�n que est� consiguiendo. Aseg�rese de que est� escribiendo todo en el papel. M�s tarde puede clarificarlo.

3. Construcci�n
Una vez que haya analizado meticulosamente todo el material de su tema y haya tomado notas de cada aspecto de la verdad que se puede encontrar en el, tiene que empezar luego a reunir aquellos pensamientos de una manera ordenada.
Esto es esencial para que pueda usted dar m�s consideraci�n en oraci�n al tema.

Colocar el material en alguna clase de orden consecutivo le ayudar� enormemente en este aspecto. Tambi�n le ayudar� mucho en su presentaci�n del tema a otros. El compartir una progresi�n de pensamientos en forma desarrollada, ayuda a otros a comprender y seguir su l�nea de razonamiento. Si su presentaci�n no mantiene la debida secuencia en las ideas, de seguro que la gente tendr� dificultad en comprender su mensaje.

Haga la construcci�n del serm�n tan simple como le sea posible, a fin de que su audiencia pueda captarlo con facilidad.

�sta es la esencia de la construcci�n del serm�n. Es muy importante para cada predicador desarrollar esto.

4. Comunicaci�n
Por �ltimo, llegamos a la presentaci�n del mensaje:

• La comunicaci�n clara y efectiva de la verdad
• C�mo presentar su tema de una manera que cautive las mentes de sus oyentes
• La manera de desarrollar sus pensamientos de una forma tan ordenada que su audiencia pueda seguir con facilidad la l�nea de verdad que usted procura comunicar
• C�mo motivar a sus oyentes hacia las acciones apropiadas, ya que, debemos ser "hacedores de la palabra y no oidores solamente" (Stg 1:22).

Estos conceptos comprenden los aspectos esenciales de la preparaci�n de un serm�n. Nos ocuparemos de cada uno de ellos a plenitud m�s adelante en este estudio.

D. TRES TIPOS DE PREPARACI�N DE SERM�N
1. El Serm�n Escrito

Este es un m�todo que requiere un gran c�mulo de tiempo en la preparaci�n. Implica notas muy numerosas. A veces todo el mensaje es escrito de antemano. El predicador sabe exactamente lo que desea decir y como quiere hacerlo. Cada pensamiento est� escrito completamente.

Esto a menudo implica varias p�ginas de notas. Presta atenci�n a cada detalle, a la construcci�n de la frase, a la palabra correcta que hay que utilizar, etc. Cada aspecto del serm�n propuesto est� considerado con un detallismo meticuloso.

Este m�todo tiene ventajas y desventajas. Una ventaja es que todo el serm�n ha sido asunto de una atenci�n muy cuidadosa. As� que, tiene que haber una cobertura adecuada de cada �rea importante de verdad relevante. Nada ha sido dejado al azar. Este estilo asegura la exposici�n completa y comprensiva de cada tema.

La principal desventaja descansa frecuentemente en la presentaci�n de este tipo de serm�n. A menudo, resulta muy pesado y no retiene la atenci�n del oyente. Este estilo de presentaci�n puede llegar a ser extremadamente aburrido.

2. Notas Tipo Telegrama
Este es el m�todo usado m�s com�nmente y que yo considero m�s eficaz. Se hace un m�nimo de notas, las que proporcionan un bosquejo suficiente del mensaje para ayudar a la memoria.

Las notas breves forman como un "telegrama" del mensaje. Son las bases que dan forma y estructura a lo que el predicador desea decir, cuando habla, pone contenido en las bases y da "cuerpo" a su serm�n. Ampl�a los pensamientos que sus breves notas han estimulado.

Este m�todo proporciona al predicador m�s flexibilidad. No est� tan atado a sus notas. Est� mas abierto a la inspiraci�n que a menudo le vendr� mientras est� predicando. Su exposici�n es m�s espont�nea e interesante, pero el armaz�n de su mensaje, mantiene la mente sobre el tema. Puede dar una ense�anza adecuada y bien pensada de su tema, pero su presentaci�n no es ni aburrida, ni pesada.

3. El Serm�n Extempor�neo
Este estilo de predicaci�n es espont�neo y usualmente se presenta sin notas en el tiempo de la exposici�n. A menudo se le da al tema previamente, una buena porci�n de cuidadosa reflexi�n, llenando la mente y el coraz�n de los aspectos vitales del mensaje.

Este estilo es a menudo utilizado para presentar un tipo de serm�n m�s inspirador. De esta manera, los mensajes evangel�sticos pueden ser expuestos con efectividad. El serm�n fluye del coraz�n y a menudo produce una fuerte relaci�n emocional.

Esta clase de predicaci�n puede ser emocionante y estimulante cuando es presentada por un predicador experimentado. Hace un llamado a las emociones a la vez que informa a la mente.

Hay dos debilidades potenciales en este estilo. La primera, es que a menudo carece de significado contextual y las mentes de los oyentes no reciben edificaci�n. La segunda, es que la presentaci�n puede llegar a convertirse en demasiado emocional y llegar a ser irracional y carente de convicci�n.

Resumen
Creo que el uso de las notas tipo telegrama combina las mejores caracter�sticas de los otros estilos. Las notas no son tan pesadas que el predicador quede sumergido en ellas. Tiene espacio para ser flexible y su mente permanece abierta a la inspiraci�n renovadora, incluso mientras est� predicando.

Por otra parte, tiene un formato ordenado de pensamiento delante de �l. No se yergue ante su audiencia para hablar cosas de la cabeza.

Las notas tipo telegrama son recomendables tanto para la ense�anza como para la predicaci�n. El modelo de ense�anza requiere usualmente un tratamiento m�s completo del tema, de manera que es esencial alg�n tipo de notas. Es dif�cil para un maestro cubrir adecuadamente su tema sin la ayuda de algunas notas. Por lo tanto, yo les animo a concentrarse mayormente en dominar las notas tipo telegrama. Use este m�todo en sus tiempos de estudio. Cuando medite sobre la Biblia, practique el hacer notas cortas, cr�pticas, sobre la inspiraci�n y revelaci�n que reciba.

Esto le ayudar� tambi�n cuando tenga que construir su mensaje. La familiaridad con este estilo de tomar notas, le ayudar� inmensamente cuando tenga que practicar.

Ayuda a entrenar su mente en patrones ordenados de pensamiento. Esto hace tambi�n que sea m�s f�cil de escuchar y m�s articulado.

E. SIETE CLASES DE SERMONES
Quiero presentarles ahora siete clases diferentes de sermones. Intentar� explicar brevemente la idea que hay detr�s de cada clase y c�mo puede usarlas.

Un pastor deber�a familiarizarse con cada tipo. Esto proporcionar� variedad adicional a su ministerio y lo har� mucho m�s interesante para una congregaci�n que puede estar escuch�ndolo semana tras semana. Durante un per�odo de tiempo, le ayudar� a presentar una ense�anza m�s amplia de las verdades de la Biblia. El ministerio de cualquier predicador se enriquece con la versatilidad.

1. Textual
Este estilo se basa usualmente en una porci�n relativamente corta de la Escritura. De hecho, como su nombre sugiere, usualmente se concentra en un "texto" b�blico.

Implica elegir una afirmaci�n apropiada de la Biblia, investigarla, analizarla, descubrir toda la verdad que contiene y, despu�s, presentarla de una manera ordenada y progresiva que sea f�cil de asimilar por los creyentes.

2. T�pico
Aqu� el predicador intenta presentar un t�pico espec�fico a su congregaci�n.

Por ejemplo, puede tomar el tema de la "Justificaci�n". Su objetivo ser�a, en primer lugar, descubrir todo lo que la Biblia tiene que decir sobre este interesante asunto o tema.
Arreglar�a todas las referencias de la Escritura y los pensamientos que tienen un formato ordenado para desarrollar su tema tan completa y fielmente como sea posible. Su objetivo es contar a su audiencia todo lo que deber�an conocer sobre este importante tema.

Por supuesto, tal vez no pueda realizar todo esto en una sesi�n de ense�anza, por consiguiente, debe proceder a separar una serie de mensajes o ense�anzas sobre ese t�pico. Esto asegura un exposici�n mucho m�s completa del t�pico.

Una Concordancia Tem�tica es de un inmenso valor cuando se prepara un mensaje de tal naturaleza. En ella, uno puede encontrar r�pidamente cada referencia de la Escritura relacionada con el t�pico en cuesti�n. Si no tiene una concordancia, ni puede conseguir una, entonces, intente obtener una buena Biblia con referencias. Esto tambi�n le capacitar� para seguir un tema concreto a trav�s de las Escrituras.

3. Tipos
Este es el arte de descubrir y comunicar la verdad que est� escondida detr�s de la superficie de los diversos "tipos" en la Biblia.

Un "tipo" es una persona, objeto o sucesos simb�licamente prof�tico de alguien o de algo todav�a por venir. Es similar a, y caracter�stico de esa persona o suceso.

En su aplicaci�n b�blica, se refiere a un car�cter o suceso de la Biblia que tipifica a alguno que suceder� en el futuro.

Por ejemplo, el Cordero de Pascua en �xodo es un tipo de Cristo. Cada detalle de este Cordero de Pascua, hablaba prof�ticamente del papel redentor que Cristo desempe�ar�a como el "Cordero de Dios" (Jn 1:29). Cada s�mbolo prof�tico tuvo su cumplimiento cuando Cristo muri� por los pecados del mundo.

Los tipos b�blicos a menudo vienen designados como "sombras de las cosas por venir" (He 8:5; 10:1). Tales personas y hechos, arrojan una sombra sobre el futuro, retratando el problema de las cosas venideras.

La Ley de Dios fue una sombra de las buenas cosas venideras. Representaba y era una sombra de las cosas mejores que iban a venir en Cristo (He 10:1).

Los "D�as Santos" del Antiguo Pacto eran tambi�n sombras de las cosas venideras (Col 2:17). Aquellos D�as Santos no eran completos en s� mismos. Parte del prop�sito de su cumplimiento, era proyectar un retrato prof�tico de las cosas que aun ten�an que venir.

La interpretaci�n y exposici�n de los tipos de la Biblia es una tarea altamente especializada que requiere la habilidad de aqu�llos que son maduros y especializados en asuntos b�blicos. Los principiantes deber�n evitar el predicar sobre los tipos m�s profundos, ya que, las interpretaciones carentes de pericia pueden conducir a alg�n tipo de error desafortunado.

Un conocimiento profundo y concienzudo de toda la Biblia es esencial en aqu�llos que buscan exponer el significado de los tipos. Tales ense�anzas deber�n ser sustanciadas y sostenidas por toda la Biblia.

a. Principios Para Su Uso. Cuando intente usted por primera vez ense�ar sobre tipos b�blicos, por favor, tenga en mente los siguientes principios:

1) Use Los Tipos M�s Simples. Empiece con los tipos m�s simples en los que la implicaci�n es muy obvia.

2) Mantenga La Interpretaci�n Amplia. Nunca intente interpretar cada m�nimo detalle del tipo. Mantenga el bosquejo de la verdad lo m�s amplio posible.

3) Evite Ser Dogm�tico. Evite ser dogm�tico sobre lo que ense�a el tipo.

4) Ilustran Doctrina. Nunca base su posici�n doctrinal sobre la ense�anza de los tipos, �stos deben ilustrar la doctrina, no iniciarla.

5) Permanezca Abierto A Correcci�n.
Permanezca abierto a la correcci�n de parte de los que tienen mayor madurez que usted.

4. Expositivo
Mediante este m�todo intentamos exponer el significado y la verdad contenidos en un pasaje particular de la Escritura. Intentamos sacar a la luz lo que est� a menudo escondido detr�s de la superficie de la p�gina. �ste es un excelente m�todo de ense�ar el temor completo de la verdad b�blica (Hch 20:27).

Usted puede tomar un libro de la Biblia y explicar su significado, cap�tulo por cap�tulo. Quiz�s pueda estudiar un cap�tulo completo, siguiendo vers�culo tras vers�culo cada semana, explicando el significado y la verdad envuelta a medida que va leyendo. Esto puede evolucionar en una serie de estudios b�blicos que pueden durar semanas o meses completos.

De esta manera, su congregaci�n se familiarizar� con cada parte de la Biblia, siendo expuesta a toda la verdad que Dios desea comunicarles para el enriquecimiento y perfecci�n de sus vidas espirituales.

5. Biogr�fico
Una biograf�a es una historia de la vida de una persona. Por lo tanto, este m�todo envuelve el estudio de las vidas de los muchos personajes que encontramos en la Biblia. Cada biograf�a registrada en la Biblia, contiene un significado importante para nosotros. Cada vida tiene algo que ense�arnos.

El estudio de los personajes de la Biblia, es muy interpelante y absorbente. Escoja un personaje particular. Lea cada referencia que aparezca en la Biblia relacionada con �l o ella. Tome notas de cada pensamiento que le venga a la mente.

Empiece a reunir esos pensamientos en orden cronol�gico en el orden en que acontecieron.

• Estudie el nacimiento de la persona.
• Considere las circunstancias en que se crearon.
• Enf�quese en los tratos de Dios con su vida.
• �C�mo reaccionaron ante las mismas?
• �Qu� aprendieron de ellas?
• Si tuvieron �xito en la vida, �Qu� los hizo pr�speros?
• Si su vida termin� en fracaso �En qu� se equivocaron?
• �Qu� podemos aprender de su vida?

Todas estas son cosas informativas e interesantes que podemos aprender de las vidas ricas de los hombres y las mujeres que encontramos en la Biblia.

6. Anal�tico
Este tipo de serm�n se relaciona con el an�lisis detallado de un tema para extraer el mayor contenido de su verdad. As� que, partiendo de esa verdad, se deben ense�ar los principios subyacentes involucrados.

7. Anal�gico
Gran parte de la Biblia est� escrita en forma de analog�a. Ense�a una verdad a partir de un caso paralelo. Los escritores usan a menudo un tema natural a partir de la cual ense�a una verdad espiritual. Envuelve la comparaci�n de funciones similares, el proceso de razonar a partir de casos paralelos. El serm�n anal�gico intenta comunicar la verdad contenida en una analog�a.


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