SECCI�N D5
SANIDAD DE ENFERMOS
Por Gerald Rowlands

�NDICE PARA ESTA SECCI�N
D5.1 - Enfermedades: Su Origen Y Causas
D5.2 - La Provisi�n De Dios Para La Sanidad
D5.3 - Medios Y Conductos De Sanidad: Parte I
D5.4 - Medios Y Conductos De Sanidad: Parte II
D5.5 - Evangelismo Y Sanidad En El Nuevo Testamento

Cap�tulo 1
Enfermedades: Su Origen y Causas

Sobre su autor
Gerald Rowlands est� capacitado para escribir sobre sanidad, pues el Se�or lo ha usado extensivamente en este ministerio alrededor del mundo. Hace alrededor de cinco a�os, el Se�or le visit� y le dijo que se fuera a �frica.

Poco despu�s de llegar a �frica, Gerald y sus colaboradores comenzaron a realizar campa�as evangel�sticas al aire libre. Poderosos milagros de sanidad divina comenzaron a tomar lugar. Los cojos anduvieron, los ciegos recibieron la vista y los pobres escucharon el Evangelio como en los tiempos b�blicos.

Usted tambi�n puede entrar en tan glorioso ministerio si le pide al Se�or su poderoso bautismo con el Esp�ritu Santo, hasta que le llene totalmente. Tambi�n podr� imponer sus manos sobre los enfermos y sanar�n, si tiene fe y cree en la Palabra de Dios.

Introducci�n

El ministerio de sanidad es una parte esencial del Evangelio del Reino. La gran verdad de que Dios es un Dios sanador, aparece como un hilo escarlata de promesas a trav�s de toda la Biblia. Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, testifican la provisi�n de Dios para la sanidad de la humanidad.

Una extensa porci�n del ministerio terrenal de Jesucristo estuvo relacionada con proporcionar sanidad f�sica a los enfermos y afligidos. La historia de la Iglesia primitiva est� llena de relatos de grandes sanidades y milagros realizados en el Nombre de Jes�s. S�lo en la �poca del Oscurantismo, cuando la Iglesia cay� en la apostas�a, esa gran corriente de sanidad se redujo casi a la nada.

La Reforma, hace unos 500 a�os, restaur� la verdad perdida en la Iglesia. Una de las grandes verdades que el Esp�ritu restaur� fue la de la sanidad divina. Los cristianos est�n descubriendo la realidad del poder sanador de Dios por todo el mundo.

Este mensaje est� dedicado a todo ministro cristiano. Nuestra oraci�n es que �ste inspire a todos lo que lo lean para que busquen ardientemente un ministerio de sanidad de parte de Dios. No pretende debatir el asunto de la sanidad con aquellos que quieran disputar su validez; tampoco tiene la intenci�n de agotar este importante tema. Es s�lo un sincero esfuerzo de ayudar a las personas que todav�a no han presenciado el poder sanador de Dios en sus ministerios.

Cuando lo lea, ojal� el Esp�ritu Santo acreciente su comprensi�n y fe para recibir el poder sanador de Dios en beneficio de la humanidad sufrida. Si la inspiraci�n e instrucci�n que recibe, tiene como resultado la sanidad de alguna persona, entonces, habr� valido la pena.

�Lev�ntese! �Reclame su herencia! Deje que Dios descargue Su poder sobrenatural a trav�s de su persona para sanar a otros.

A. �D�NDE TUVO SU ORIGEN LA ENFERMEDAD?
1. Ad�n Fue Creado Perfecto Espiritualmente

Ad�n y Eva fueron creados sin pecado, sin culpa e inocentes. Creados a la imagen y semejanza de Dios (Gn 1:26), disfrutaban de Su incomparable comuni�n. Eran completamente inocentes y libres de toda sensaci�n de inmoralidad; disfrutaban de paz y armon�a interna. Desconoc�an lo que era el temor. Tampoco eran atormentados por las inhibiciones o complejos. No estaban cohibidos por alg�n sentimiento perjudicial o nocivo. Estaban desnudos, pero no se avergonzaban de estarlo. Todos estos factores contribuyeron a su condici�n de disfrutar de una salud perfecta.

Acabados de salir de la mano del Creador, eran seres perfectos espiritual, f�sica, mental y emocionalmente. Eran un producto espl�ndido del genio creativo de Dios, hechos a Su imagen y semejanza (Gn 1:26).

2. Ad�n Fue Creado Psicol�gica Y Emocionalmente Perfecto
Dios encomend� a Ad�n la tarea de poner nombre a todos los animales de la creaci�n (Gn 2:19, 20). Tambi�n le otorg� la responsabilidad de gobernar y ejercer dominio. La impresi�n general que se desprende de esto, es que Ad�n era psicol�gicamente competente y merec�a su respeto y estima. No hay ninguna prueba de indisposici�n emocional hasta el momento en que conocieron su pecado. En ese momento, sus corazones se llenaron de temor y se escondieron (Gn 3:7-10).

3. Ad�n Fue Creado F�sicamente Perfecto
Dios dise�� y cre� personalmente cada detalle del cuerpo de Ad�n... El contempl� toda Su creaci�n y vio que todo era bueno (Gn 1:31). A�os m�s tarde, el Rey David habl� para todos nosotros cuando dijo que el hombre era "formidable y maravilloso" (Sal 139:14).

4. La Perfecci�n Del Hombre En Su Aspecto Total
Dios siempre ha estado interesado en el hombre en todos los aspectos. Nos cre� perfectos. Su poder salvador en Cristo Jes�s tiene importancia vital para el hombre como un todo. A medida que este mensaje se desarrolle, podremos ver que el poder sanador de Dios est� vitalmente arraigado en su inter�s hacia el "Hombre Total".

5. �Qu� Sali� Mal?
Hubo un momento en la historia en la que el hombre se situ� al borde de la tragedia. Un simple acto de desobediencia sumergi� a toda la raza humana en un profundo y oscuro precipicio, apart�ndole de la presencia de Dios.

La pareja original ten�a acceso a todo �rbol frutal y hierba en el Ed�n. La �nica excepci�n era el �rbol de la ciencia del bien y del mal. Dios dijo: "Y mand� Jehov� Dios al hombre, diciendo: De todo �rbol del huerto podr�s comer; mas del �rbol de la ciencia del bien y del mal no comer�s; porque el d�a que de �l comieres, ciertamente morir�s" (Gn 2:16, 17).

Dios les advirti� que si alguna vez le desobedec�an, morir�an espiritualmente. Como resultado directo de aquella muerte espiritual, tambi�n morir�an f�sicamente. Lo que les dijo literalmente fue: "Al morir morir�is". Al morir espiritualmente, la ley de la muerte se activa en nuestro interior, y moriremos f�sicamente. La muerte f�sica es el resultado directo de la transgresi�n espiritual que caus� la expulsi�n de Ad�n y Eva de la presencia del Se�or. Una vez echados de Su presencia, que era su fuente de vida, la ley del pecado y de la muerte comenz� a actuar en su interior. Entonces, se inici� un proceso de deterioro. �ste jam�s habr�a venido sobre la humanidad si Ad�n hubiera mantenido las relaciones correctas con Dios. Este proceso de deterioro es denominado enfermedad y vejez. Ha afligido al hombre desde la tragedia del Ed�n.

Este simple acto de desobediencia introdujo en el mundo todo elemento negativo que maldice hoy a la humanidad espiritual, sicol�gica y f�sicamente.

Esta es la fuente de:
ENFERMEDAD
DESORDEN
INHABILIDAD
DESASTRE
CANSANCIO
DISCORDIA
DES�NIMO
ANGUSTIA
DESARMON�A
DISOLUCI�N

Todas las actitudes y emociones negativas, nocivas a la buena salud, emergen de la desobediencia. Se conocen por el nombre de "emociones catab�licas", que destruyen la salud.

6. La Tragedia Espiritual De La Ca�da
El hombre perdi� su inocencia y, en lugar de ella, hered� culpa y condenaci�n. Perdi� adem�s la preciosa comuni�n con su Creador. Fue echado fuera de la presencia divina para el resto de sus d�as. Perdi� la vida eterna espiritualmente, es decir, su conciencia divina. Perdi� su se�or�o, que depend�a del hecho de haber sido creado a Su imagen y semejanza. El hombre era el representante de Dios en la Creaci�n. Desde entonces, ha tratado de reconquistar su se�or�o sobre �sta. Perdi� la imagen y semejanza de Dios. Todos los descendientes de Ad�n deber�an haber heredado Su semejanza, pero en su lugar, heredaron la semejanza de Ad�n como humanidad ca�da (Gn 5:3).

7. La Tragedia Psicol�gica De La Ca�da
El hombre perdi� su perfecci�n intelectual. Se esfuerza por recobrar el conocimiento que le otorgue la posibilidad de dominar. La verdad depende de la relaci�n correcta que se mantenga con Dios, porque �l es el autor de �sta. El hombre perdi� la plenitud emocional. La humanidad nunca ha vuelto a ser libre de la pena, el sufrimiento y la angustia desde la ca�da (Gn 3:15-19).

El hombre perdi� su libertad psicol�gica y se vendi� al diablo. �ste vino a ser el dios de todo el mundo (2 Co 4:4). Ad�n hipotec� todos los derechos y privilegios que Dios le otorg�. Desde entonces, la humanidad ha sido presa del diablo y sus huestes demoniacas.

8. La Tragedia F�sica De La Ca�da
"Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del �rbol de que te mand� diciendo: No comer�s de �l; maldita ser� la tierra por tu causa; con dolor comer�s de ella todos los d�as de tu vida. Espinos y cardos te producir�, y comer�s plantas del campo. Con el sudor de tu rostro comer�s el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volver�s" (Gn 3:17-19).

La humanidad hered� una tierra maldita con la que tendr�a que luchar para ganarse la vida con el sudor de su frente. Se multiplicaron las espinas y los cardos, haciendo su labor m�s dif�cil. Fue lanzado fuera de la presencia de Dios y del �rbol de la vida. Estaba condenado a muerte. "Al polvo volver�s."

Con respecto a Eva, ella tambi�n hered� un dolor particular que pasar�a a las mujeres de todas las generaciones. Esto inclu�a tristezas, dolores al dar a luz sus hijos y sujeci�n a la autoridad de su marido. El hombre perdi� su salud y hered� las enfermedades.

La calamidad actual que aflige a toda la humanidad, tuvo su origen en la tragedia que ocurri� en el Ed�n. El pecado entr� al mundo entonces. Con el pecado vino la enfermedad. La muerte es el resultado final de la enfermedad desenfrenada. Si Ad�n no hubiera pecado, la humanidad nunca habr�a experimentado el sufrimiento y la enfermedad. �l escogi� comer del �rbol de la Ciencia del bien y del mal. As� que, toda enfermedad proviene indirectamente de Satan�s. Dios no es el autor de la enfermedad. Ahora discutiremos las diversas maneras por las cuales nos enfermamos.

B. �POR QU� SE ENFERMA LA GENTE?
Perm�tame resumir algunas de las causas que producen la enfermedad y el sufrimiento.

1. Las Enfermedades Entraron En El Mundo Cuando Ad�n Cay�
�stas, son parte de la maldici�n que vino sobre la humanidad como resultado directo de la desobediencia. Por consiguiente, directa o indirectamente, el pecado es la ra�z que causa toda enfermedad. Estas son parte de la "paga del pecado" (Ro 6:23).

El dolor sugiere falta de bienestar y falta de paz. �ste fue el estado mental y emocional de Ad�n despu�s de su transgresi�n. El peso de la culpa, convicci�n, condenaci�n y vergüenza que hered�, le dej� accesible y vulnerable ante las enfermedades.

Tenemos buenas razones para creer que hasta la Ca�da, a�n no exist�an organismos contagiosos, bacterias o g�rmenes en el mundo. Al concluir Su obra creativa, Dios vio que "todo era BUENO". No se habr�a expresado de tal manera si hubieran habido g�rmenes de tuberculosis, de c�ncer y bacterias que causaran enfermedades. Estos terribles destructores aparecieron con la maldici�n que vino sobre el hombre.

2. El Pecado A�n Produce Las Enfermedades
Puesto que el pecado es b�sicamente el rechazo de la ley de Dios, el cual nos separa de la vida que mana de �l, veremos que la separaci�n es todav�a la causa principal de las enfermedades. Cuando el reino de Dios se manifieste y toda rebeli�n sea derrotada, entonces, no habr� m�s enfermedades, penas, ni muertes (Ap 21:4).

3. Los Poderes Demoniacos
Los esp�ritus del mal pueden a veces ser la causa directa de la enfermedad y aflicci�n.

En Mateo 9:32, 33 leemos la historia de un "hombre mudo pose�do de un demonio". Cuando Jes�s lanz� fuera el demonio mudo, el hombre habl� inmediatamente. Sus cuerdas vocales hab�an estado ligadas bajo la influencia del esp�ritu mudo. Marcos 9:17-27 relata la historia de un joven que fue llevado ante Jes�s con un esp�ritu mudo (v 17). �ste hac�a que fuera sordomudo. Jes�s ech� fuera el esp�ritu sordomudo (v 25) y el joven fue liberado.

En Lucas 13:11-16 tenemos el relato de una mujer que "ten�a un esp�ritu de enfermedad por dieciocho a�os".

Su espina dorsal estaba encorvada y su rostro inclinado hacia el suelo. La medicina moderna dir�a que padec�a de una "curvatura cr�nica en la espina dorsal". Jes�s la liber� de su aflicci�n. Su espina dorsal se enderez� al momento y comenz� a glorificar a Dios por su sanidad.

4. Deterioro De La Salud
Tenemos que afrontar el hecho de que nuestra salud puede sufrir si descuidamos varios factores b�sicos relacionados con �sta y la vitalidad. Para estar sanos, es necesario seguir una dieta equilibrada. Hay ciertos alimentos y vitaminas que deber�n incluirse en esa dieta regular. Las deficiencias y carencias en la dieta producir�n un colapso en nuestra salud. La falta de descanso y sue�o tambi�n afectar� adversamente la condici�n de la salud. Esto puede suceder con algunos ministros. Epafrodito (Fil 2:25-30) es un ejemplo cl�sico. �l estuvo al borde de la muerte por el exceso de trabajo en el servicio del Se�or y de Su pueblo.

5. El Envejecimiento Natural Reduce La Fortaleza F�sica
Cuando una persona es joven, tiene la vitalidad juvenil que caracteriza la buena salud. La Biblia habla del "Roc�o de tu juventud" (Sal 110:3). David tambi�n escribi�: "De modo que te rejuvenezcas como el �guila" (Sal 103:5). Isa�as clarifica que esto se refiere a la renovaci�n de las fuerzas de nuestra juventud (Is 40:31).

Jerem�as nos dice: "Bueno le es al hombre llevar el yugo desde su juventud" (Lm 3:27). La juventud es la etapa de la vida en la que se requiere trabajar m�s arduamente. �sta es la nata o flor de la vida y la c�spide de la fortaleza f�sica. Salom�n describe expl�citamente las limitaciones de la ancianidad y urge a la juventud de la siguiente manera: "Acu�rdate de tu Creador en los d�as de tu juventud" (Ec 12:1-7). Ama a Dios y s�rvele mientras todav�a tienes fuerzas y vitalidad para hacerlo.

Se consideraba como algo extraordinario que Mois�s a�n tuviera una buena visi�n y fortaleza f�sica en sus a�os m�s avanzados (Dt 34:7). Lo m�s usual es que las fuerzas f�sicas disminuyan y la vista se deteriore una vez que la flor de la vida (la juventud) pasa.

�Acaso significa esto que no podemos esperar disfrutar de la buena salud y fortaleza f�sica en los a�os avanzados?
�Significa que no podemos esperar sanidad f�sica en los a�os de nuestra ancianidad? �Por supuesto que no! Dios promete lo siguiente: "Y como tus d�as ser�n tus fuerzas" (Dt 33:25).

Creo que esto ense�a que podemos esperar disfrutar de buena salud a trav�s de toda nuestra vida. He conocido muchos cristianos de edad avanzada que han pensado que los s�ntomas de deterioro f�sico son una indicaci�n de que ya Dios no est� interesado en ellos.

Algunas veces se preocupan pensando que tal vez han cometido alg�n pecado y que su debilidad corporal es Su juicio divino sobre ellos. Muy a menudo cristianos sinceros lo creen y se colocan bajo condenaci�n en este aspecto, sintiendo que deben haber cometido alg�n pecado terrible e imperdonable. Una cosa que los ha ayudado grandemente es la comprensi�n de que el deterioro f�sico en los a�os avanzados es un proceso natural, el cual, afecta tanto a los cristianos como a los que no lo son. Los a�os de la ancianidad tienen sus remuneraciones y no deber�n ser despreciados o tenidos en poco.


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