SECCI�N D9
LANZANDO FUERA DEMONIOS
Por Ralph Mahoney, con porciones extensas de los escritos del Misionero Charles Haupt (Sudam�rica) y el Evangelista T.L. Osborn (Tulsa, OK, USA).

�NDICE PARA ESTA SECCI�N
D9.1 - Los Demonios: Aprendiendo A Reconocerlos
D9.2 - Los Demonios: Su Poder
D9.3 - Prepar�ndonos Para Echar Fuera Demonios
D9.4 - Conduciendo La Sesi�n De Liberaci�n

Cap�tulo 1
Los Demonios: Aprendiendo A Reconocerlos

Introducci�n

Esta secci�n no tiene el prop�sito de duplicar los bosquejos de las ense�anzas conspicuas encontradas en las Secciones C2 y C5 en la Concordancia de Temas del libro "El Cayado Del Pastor". Est�dielas para m�s percepci�n y entendimiento de Demonolog�a.

Lo siguiente tiene el prop�sito de otorgarle una respuesta clara a las siguientes preguntas:

• �Qu� son los demonios?
• �C�mo reconocemos las opresiones demoniacas?
• �Qu� poderes tienen los demonios?
• �Qu� efecto tienen los demonios sobre las personas?
• �C�mo podemos reconocer una persona endemoniada?
• �C�mo podemos lanzar fuera demonios?
• �Cu�l es el juicio de los demonios?

Un creyente en Cristo puede llegar a ser un amo de los demonios al momento en que recibe un entendimiento claro del modelo con el que operan, pues fueron derrotados completamente en el Calvario. Puede revisar la Secci�n B1 titulada: "Viviendo Una Vida Cristiana Victoriosa", cerca del comienzo de La Gu�a Para El entrenamiento De L�deres, para un conocimiento completo al respecto. Una vez que usted entienda que los demonios est�n totalmente exentos de poder contra los creyentes, jam�s volver� a sentir temor de ellos, ni del diablo. Cada creyente puede tener autoridad sobre el diablo y los demonios. Aprenda respecto a la autoridad que tiene el creyente y a c�mo ejecutarla con fe en la Palabra de Dios.

Lectura B�blica
"Despu�s de estas cosas, design� el Se�or tambi�n a otros setenta, a quienes envi� de dos en dos delante de �l a toda ciudad y lugar adonde �l hab�a de ir.

En cualquier ciudad donde entr�is, y os reciban, comed lo que os pongan delante; y sanad a los enfermos que en ella haya…" (Lc 10:1, 8, 9).

"Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Se�or, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre.

Y les dijo: Yo ve�a a Satan�s caer del cielo como un rayo. He aqu� os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones [dos s�mbolos b�blicos de demonios], y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os da�ar�.

Pero no os regocij�is de que los esp�ritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres est�n escritos en los cielos" (Lc 10:17-20).

El �ltimo vers�culo (vs 20) habla muy claro de que el hecho de ser salvos es una causa mayor para el regocijo, que lanzar fuera demonios en el Nombre de Jes�s. El objetivo principal de nuestro ministerio no es lanzar fuera demonios, sino predicar el evangelio a los perdidos.
Ahora, a fin de predicar el evangelio de una manera que las personas respondan y sean salvas, tenemos que trabajar en el poder y demostraci�n del Esp�ritu (1 Co 2:4). Es vital que tengamos autoridad sobre los demonios de Satan�s y que pongamos tal autoridad en pr�ctica.

Dos grandes poderes est�n envueltos en una lucha de vida o muerte por los seres humanos. Pedro y Juan describieron esto de la siguiente manera:

Pedro dijo: "...velad; porque vuestro adversario el diablo, como le�n rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar" (1 P 5:8).

Juan dijo: "Para esto apareci� el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo" (1 Jn 3:8). Jes�s nos llama a unirnos en Su obra de destrucci�n contra el diablo.

Antes de describir a los demonios, ser�a conveniente si pudi�ramos comprender algo acerca de Satan�s.

A. �QUI�N ES SATAN�S?
Satan�s es el dios de este mundo (2 Co 4:4). �l era pr�ncipe de naciones (Mt 4:8, 9). �l es autor de todas las miserias y problemas, de todas nuestras enfermedades y dolores, y de la misma muerte. Es rey y comandante de todos los esp�ritus demoniacos. �l reina sobre todos los ej�rcitos de las tinieblas y del Infierno. Su principal deseo y maquinaci�n es destruir las vidas humanas; por consiguiente, se complace en causar dolor al coraz�n de Dios, nuestro Padre celestial.

Podemos entender mejor qui�n es Satan�s por los nombres que la Biblia le da:

1. El Diablo
En Mateo 13:19, es llamado "el malo". En el vers�culo 39 es llamado "el enemigo" y "el diablo". La terminolog�a diablo significa "acusador", "difamador" o "calumniador".

2. El Acusador
En Apocalipsis 12:10, es llamado "acusador de nuestros hermanos".

3. El Adversario
En 1 Pedro 5:8, es llamado "el adversario", y es comparado con "un le�n rugiente, quien anda alrededor buscando a quien devorar".

4. El Drag�n
En Apocalipsis 20:2, es descrito por un grupo de nombres tan repugnantes, que causa disgusto mencionarlos: "el drag�n, la serpiente antigua, que es el diablo y Satan�s".

5. El Padre De Mentiras
En Juan 8:44, es llamado por Jes�s "homicida, mentiroso, y padre de mentiras".

6. El Tentador
En Mateo 4:3, es llamado "el tentador".

7. El Pr�ncipe De Los Demonios
En Mateo 12:24, es llamado "el pr�ncipe de los demonios".

8. El Pr�ncipe De La Potestad Del Aire
En Efesios 2:2, es llamado "pr�ncipe de la potestad del aire".

9. El Pr�ncipe De Este Mundo
En Juan 14:30, es llamado "el pr�ncipe de este mundo".

10. El Enga�ador
En 2 Corintios 11:3, es llamado "la serpiente con su astucia enga�� a Eva [o sea enga�ador]".

B. �QU� SON LOS DEMONIOS?
Algunos dicen que los demonios no existen, que el t�tulo es meramente una figura po�tica del lenguaje, pero esto no es cierto. La Biblia es tan clara y definida en sus ense�anzas concernientes a los demonios, como lo es en relaci�n con los �ngeles. Ambos, son reales hoy. Ambos deber�n ser estudiados y entendidos.

Los demonios son seres espirituales ca�dos, malvados, aborrecibles y destructivos. Son personalidades de la misma manera en que los esp�ritus humanos son personalidades. Los demonios son esp�ritus sin cuerpos f�sicos donde puedan morar. Nosotros somos esp�ritus con cuerpos. Nuestros esp�ritus vinieron de Dios. Los esp�ritus de los demonios sirven a Satan�s y son enviados de su parte.

1. Pertenecen Al Diablo
Los demonios pertenecen a Satan�s, quien es el gobernador de los demonios, Jes�s habla de ellos como sigue: "…el diablo y sus �ngeles" (Mt 25:41). La terminolog�a griega "Diabolos" (diablo), significa "acusador" o "calumniador". Es siempre usado en singular en el Nuevo Testamento.

Las palabras "daimon y daimonion" son usadas tanto en singular como en plural, y no son intercambiables con la terminolog�a de "diabolos", ya que, s�lo existe un "diabolos": el diablo, pero existen muchos "daimonion o daimon": demonios.

2. Son �ngeles Ca�dos
Los demonios son �ngeles ca�dos, "que no guardaron su dignidad, sino que abandonaron su propia morada" (Jud 6). Cuando fueron creados, al principio eran criaturas perfectas, pero recibieron la libertad para escoger entre el bien y el mal. Los demonios son �ngeles que escogieron desobedecer a Dios y hacer la voluntad de Satan�s.

a. Algunos Est�n En Prisi�n. Primero, est�n los que pecaron y est�n en "prisiones de oscuridad" (2 P 2:4), esperando por el juicio de los �ngeles (1 Co 6:3).

b. Algunos Est�n Libres. Segundo, est�n los que cayeron, y a quienes Dios les ha permitido continuar sirviendo a Satan�s y a su reino. La raz�n para esto es uno de los secretos de Dios (Dt 29:29). Satan�s no es omnipresente (no puede estar en todas partes al mismo tiempo, como Dios); no obstante, tiene una multitud de demonios o esp�ritus sin cuerpo que hacen su voluntad con tanta precisi�n que al parecer est� presente en todas partes.

C. �QU� SON ESP�RITUS DE DEMONIOS?
1. Diferencia Entre El Cuerpo Y El Esp�ritu

Yo tengo un cuerpo, pero soy un esp�ritu. Mi esp�ritu habita en mi cuerpo. Yo me expreso a m� mismo (mi esp�ritu) con las facultades de mi cuerpo. Usted puede ver mi cuerpo, pero no puede ver mi esp�ritu, pues el yo real es un esp�ritu que vive dentro de mi cuerpo.

Mi cuerpo es simplemente la casa en la cual mi esp�ritu vive. Llegar� el d�a cuando mi cuerpo muera y regrese al polvo, pero mi esp�ritu nunca morir�. Cuando esto suceda, mi esp�ritu regresar� a Dios, quien lo cre�: "… el esp�ritu vuelva a Dios que lo dio" (Ec 12:7).

Yo (mi esp�ritu) soy una persona. Me expreso a m� mismo con mi cuerpo. Si mi cuerpo muere, no podr� (mi esp�ritu) expresarme.

Si me cortan la lengua, mi esp�ritu no podr� hablar. Destruya mis o�dos y no podr� escuchar. Si me saca los ojos, quedar� ciego. Aun cuando mis ojos no puedan ver, mis o�dos no puedan escuchar y mi lengua no pueda hablar, mi esp�ritu seguir� habitando el cuerpo, pero no podr� ver, o�r, ni hablar.

Si mis piernas y manos fueran amputadas, si mi sentido del olfato y cuerdas vocales fueran destruidas, con todo, mi esp�ritu seguir� viviendo. Sin embargo, no podr�a expresarse como antes. Mi esp�ritu sigue teniendo un cuerpo, pero sus facultades de expresi�n no podr�n manifestarse.

Ahora puede entender lo que quiero decir cuando hablo de la diferencia entre mi esp�ritu y mi cuerpo o la diferencia entre yo y mi cuerpo.

2. Esp�ritus Sin Cuerpos
Los demonios son esp�ritus del mal sin cuerpos con los que puedan expresarse a s� mismos en este mundo. Siendo que no poseen cuerpos propios, tienen que vagar por toda la tierra procurando encontrar cuerpos en los que puedan entrar y, as�, expresar su misi�n del mal (Mt 12:43).

Puesto que los demonios son personalidades reales, manifiestan las mismas a trav�s de las personas a las cuales entran.

Existen varias clases o tipos de esp�ritus demoniacos, de la misma manera en que existen diferentes tipos de personas, las cuales, discutiremos m�s tarde.

D. �QUI�N ES SATAN�S?
Satan�s es su adversario. Los demonios son sus enemigos. Ellos se oponen a los derechos legales que usted tiene sobre ellos y est�n celosos de su herencia.

Aprenda a reconocer a su enemigo, a localizarle, a estudiar sus t�cticas de guerra y a dominarle por medio de ser diestro en habilidad y fe para lanzarle fuera. Esto es hecho mediante el estudio y conocimiento de la Palabra [la Biblia]. La informaci�n que sigue, est� dise�ada para ayudarle a entender lo que la Biblia dice acerca de este tema.

"Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucci�n de fortalezas" (2 Co 10:4).

Este vers�culo nos dice que estamos en guerra, y nuestras armas espirituales son habilitadas por el Esp�ritu para destruir las ciudadelas o fuertes que los demonios y el diablo dominan al cegar las mentes de los hombres (2 Co 4:4).

"Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes" (Ef 6:12).

1. �l Es Malo
Todo lo que es malo, destructivo, desanimador, malicioso y opresor, viene de Satan�s. Las obras del diablo son, y siempre han sido: "hurtar y matar y destruir" (Jn 10:10) los esp�ritus, mentes y cuerpos de la Creaci�n de Dios, ya sea totalmente o en parte.

2. �l Se Opone A Dios Y A Su Familia
�l se opone a nosotros. Nos aborrece. No obstante, somos amonestados a estar alertas. Satan�s, como nuestro adversario, siempre est� presente para retar nuestra fe, integridad y derechos del pacto. �l siempre est� listo para dirigir rebeliones p�blicas contra Dios y Su familia.

Pero Jesucristo "apareci� el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo" (1 Jn 3:8).

E. �QU� SON LOS DEMONIOS?
1. Los Demonios Hablan

Son agentes del mal bajo la direcci�n del diablo. Ellos hablan a trav�s de las facultades mentales y del habla de la persona que poseen, de la misma manera en que su esp�ritu (su yo real) habla mediante su lengua y cuerdas vocales.

"Y los esp�ritus inmundos, al verle, se postraban delante de �l, y daban voces, diciendo: T� eres el Hijo de Dios" (Mr 3:10, 11). "Tambi�n sal�an demonios de muchos, dando voces y diciendo: T� eres el Hijo de Dios" (Lc 4:40, 41).

"Y se admiraban de su doctrina; porque les ense�aba como quien tiene autoridad… Pero hab�a en la sinagoga de ellos un hombre con esp�ritu inmundo, que dio voces, diciendo: �Ah! �qu� tienes con nosotros, Jes�s Nazareno? �Has venido para destruirnos? S� qui�n eres, el Santo de Dios. Pero Jes�s le reprendi�, diciendo: �C�llate, y sal de �l!" (Mr 1:22-25).

Estas escrituras nos muestran c�mo los demonios hablaban a los que los echaban fuera en el nombre de Jes�s.

2. Los Demonios Conocen Su Futuro
Jes�s se encontr� con dos hombres pose�dos de demonios que sal�an de entre los sepulcros. Cuando estaba pr�ximo a lanzarlos fuera, ellos dieron voces diciendo: "�Qu� tienes con nosotros, Jes�s, Hijo de Dios? �Has venido ac� para atormentarnos antes de tiempo?" (Mt 8:29).

�Qu� quer�an decir los demonios al declarar: "�Has venido ac� para atormentarnos antes de tiempo?". �De qu� tiempo estaban ellos hablando?

Los demonios saben que el Infierno fue preparado para el diablo y sus �ngeles. Ellos saben que vendr� el d�a en el cual el diablo ser� "lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y ser�n atormentados d�a y noche por los siglos de los siglos" (Ap 20:10) "…con los cobardes e incr�dulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los id�latras y todos los mentirosos…" (Ap 21:8), y con todos los que no est�n "escritos en el libro de la vida" (Ap 20:15).

Los demonios saben que viene el d�a en el cual ser�n atormentados d�a y noche para siempre. Saben que para entonces, jam�s podr�n atormentar a la humanidad, pues estar�n en prisiones de donde nunca podr�n salir.

Por consiguiente, tiemblan ante la presencia de Jes�s y claman: "�Has venido ac� para atormentarnos antes de tiempo?".

3. Los Demonios Resisten Para No Rendirse
El cap�tulo ocho de Mateo, el cap�tulo cinco de Marcos y el cap�tulo ocho de Lucas, exponen el relato de Jes�s lanzando fuera la legi�n de demonios del mani�tico.

El contexto de esas escrituras revela lo siguiente:

Primero: Los demonios profesaron adorar a Cristo, tratando de evitar que el Se�or fuera muy firme con ellos (Mr 5:6).

Segundo: Jes�s les orden� que salieran fuera del hombre (Lc 8:29; Mr 5:8).

Tercero: Los demonios le rogaron a Jes�s que no los atormentara; cuando �l les habl�, los demonios se atemorizaron (Lc 8:28).

Cuarto: Cristo les pregunt�: "�C�mo te llamas?" (Lc 8:30).

Quinto: Los demonios respondieron: "Legi�n me llamo, porque somos muchos" (Mr 5:9).

Sexto: Cuando Jes�s insisti� en que salieran, los demonios, sorprendidos de ser expulsados de su habitaci�n, el cuerpo del demente, "le rogaban mucho que no los enviase fuera de aquella regi�n" (Mr 5:10).

Luego, la legi�n de demonios que hab�a pose�do al demente, trat� de negociar m�s con Jes�s. Si ten�an que salir fuera de su posesi�n humana, el siguiente y mejor lugar para entrar ser�a a un hato de cerdos que estaban ubicados en las inmediaciones.

"Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Env�anos a los cerdos para que entremos en ellos" (Mr 5:12).

S�ptimo: "Y luego Jes�s les dio permiso. Y saliendo aquellos esp�ritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipit� en el mar por un despe�adero, y en el mar se ahogaron" (Mr 5:13).

Este relato extraordinario muestra c�mo los demonios hacen resistencia para no dejar el lugar donde habitan, pero que tienen que salir ante la orden de los siervos de Dios. Cristo nos ha dicho a nosotros: "…os doy poder y autoridad sobre todos los demonios… y en mi nombre echar�n fuera demonios" (Mr 16:17; Lc 9:1; Lc 10:19).

4. Los Demonios Pueden Pedir Refuerzos
Jes�s ense�� una lecci�n muy reveladora, concerniente a los demonios, en el cap�tulo doce de Mateo:

"Cuando el esp�ritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volver� a mi casa de donde sal�; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada.

Entonces va, y toma consigo otros siete esp�ritus peores que �l, y entrados, moran all�; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero" (Mt 12:43-45).

Es posible que los demonios que una vez fueron lanzados fuera, llamen a otros demonios como refuerzo para volver a entrar a la persona de la cual fueron echados. Esto sucede cuando la persona liberada es negligente en consagrar su vida completamente a Cristo.

Por lo tanto, el demonio llama a otros esp�ritus m�s malos que �l mismo para entrar y habitar all�: "...y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero".

Jes�s dijo al hombre paral�tico que hab�a sido sanado: "Mira, has sido sanado; no peques m�s, para que no te venga alguna cosa peor" (Jn 5:14).

5. Los Demonios Reconocen Y Obedecen A Los Que Tienen Poder Sobre Ellos
Cuando Jes�s era afrontado por los que ten�an demonios, muchas veces los demonios clamaban: "Sabemos quien eres; eres el Hijo de Dios".

Los demonios no han cambiado.

Ejemplos tales como esos, acontecieron en el ministerio de Pablo:

"Pero algunos de los jud�os, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Se�or Jes�s sobre los que ten�an esp�ritus malos, diciendo: Os conjuro por Jes�s, el que predica Pablo.

Pero respondiendo el esp�ritu malo, dijo: A Jes�s conozco, y s� qui�n es Pablo; pero vosotros, �qui�nes sois? Y el hombre en quien estaba el esp�ritu malo, saltando sobre ellos y domin�ndolos, pudo m�s que ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa desnudos y heridos" (Hch 19:13-16).

Los demonios saben qui�n tiene poder sobre ellos. Ellos sab�an qui�nes eran Jes�s y Pablo. Ellos se burlaron y dominaron completamente a los siete hijos de Esceva, quienes trataron de echarlos fuera por el dinero que recibir�an como recompensa.

"C�mo Dios ungi� con el Esp�ritu Santo y con poder a Jes�s de Nazaret" (Hch 10:38). Fue el Esp�ritu Santo quien dijo: "Apartadme a Bernab� y a Saulo para la obra a que los he llamado" (Hch 13:2).

Las dos personas que los demonios reconocieron hab�an sido ungidas con el Esp�ritu Santo, el poder de Dios. Los demonios lo sab�an y les obedec�an.

Sin embargo, este caso era una advertencia clara para que los creyentes no jueguen con los demonios. Cada creyente ha recibido poder y autoridad sobre todos los demonios, y nunca deber�n sentir temor, ni dudar en ejecutar tal autoridad.

Jes�s dijo: "Y estas se�ales seguir�n a los que creen: En mi nombre echar�n fuera demonios" (Mr 16:17).

Mar�a Magdalena estaba pose�da por siete demonios; no obstante, cuando el ungido de Dios la encontr�, lanz� fuera a todos esos esp�ritus del mal.

Por el contrario, hubo siete hombres, ninguno de ellos siervo ungido de Dios, y los siete hombres no pudieron echar fuera un s�lo demonio; un demonio domin� a esos siete hombres de tal manera que salieron huyendo desnudos y heridos.
Esto comprueba que toda nuestra fortaleza y sabidur�a natural son in�tiles delante del diablo; sin embargo, todos los demonios del infierno huyen aterrados ante un creyente ungido de Dios.

F. �CU�LES SON LOS ATRIBUTOS DE DIOS?
1. �l Es Bueno

Todo lo que es bueno, hermoso, agradable y puro, tiene su origen en Dios. "Toda buena d�diva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre…" (Stg 1:17).

2. �l Otorga Vida
La Biblia dice: "Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder" (2 P 1:3).

"Porque el Hijo del Hombre no ha venido para perder las almas de los hombres, sino para salvarlas" (Lc 9:56).

Hemos concluido que Satan�s es el dios del mal y Dios el del bien. Todo lo bueno viene de Dios y las cosas malas vienen de Satan�s.

G. �QU� RESPECTO A NOSOTROS?
1. Nosotros Tenemos La Armadura De Dios

Hemos recibido toda la armadura con la cual podamos resistir a Satan�s. Jes�s, antes de ascender al Padre, otorg� a cada creyente el derecho de usar Su Nombre contra el diablo.

La espada del Esp�ritu, la cual es la Palabra de Dios, est� a nuestra disposici�n para que la usemos contra Satan�s.

Nuestros pies est�n calzados con el evangelio.

El yelmo de salud (salvaci�n) est� puesto sobre nuestras cabezas, y el escudo de la fe es nuestra defensa, con el cual, podemos apagar todos los dardos fieros del maligno (Ef 6:13-18).

2. Tenemos Poder Sobre El enemigo
Jes�s, nuestro Capit�n, dice: "He aqu� os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo" (Lc 10:19).

"…les dio poder y autoridad sobre todos los demonios…" (Lc 9:1).

"…En mi nombre echar�n fuera demonios…" (Mr 16:17).


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