Cap�tulo 10
Ministr�ndonos Los Unos A Los Otros: Servicio

Introducci�n

El ministerio de los unos para con los otros significa "apoyarse" los unos a los otros. Tenemos que ayudar, sostener y amarnos los unos a los otros, edific�ndonos los unos a los otros en nuestra sant�sima fe.

Esto es un servicio muy pr�ctico y personal hacia los miembros del cuerpo de Cristo que se encuentran en necesidad.

Tal servicio envuelve lo que podemos llamar "sistemas b�blicos de apoyo". Tres sistemas b�sicos cubren nuestras necesidades m�s importantes. Como dirigentes, debemos educar a nuestros miembros para que sepan como ministrarse los unos a los otros, mediante:

• Sistemas de apoyo emocional
• Sistemas de apoyo financiero
• Sistemas de apoyo espiritual

Esta es la manera que Cristo utiliza para extenderse en amor para ministrar a Su pueblo. Como Jes�s adora al Padre a trav�s de nosotros, �l sirve a los miembros de Su cuerpo a trav�s de nosotros. Los sostiene en los brazos de los miembros. Los toca con nuestras manos. Desea hablarles a trav�s de los labios de los miembros de Su Cuerpo: �la Iglesia!

Volvamos de nuevo al libro de los Hechos y veamos c�mo estos principios fueron puestos en pr�ctica, c�mo funciona la idea en la vida real.


En los siguientes vers�culos que hemos escogido, se reafirmar� el bosquejo en el cual podr� ver (como l�der de la iglesia) en lo que debe entrenar a su gente. Esto es lo que hicieron los miembros de la iglesia en Jerusal�n.

Miembros ministrando al Se�or. "Aquellos que creyeron fueron bautizados – fueron a�adidos a ellos aquel d�a como tres mil personas. Y perseverando un�nimes cada d�a en el templo, y partiendo el pan en las casas… con alegr�a y sencillez de coraz�n, alabando a Dios" (Hch 2:41, 46, 47).

Esta era su prioridad: adorar, agradecer y alabar a Dios.

Miembros ministrando unos a otros. "Y todos los que cre�an estaban juntos; y ten�an todas las cosas en com�n. Y vend�an las posesiones y las haciendas, y repart�anlas a todos, como cada uno hab�a menester… partiendo el pan en la casa, com�an juntos con alegr�a y con sencillez de coraz�n" (Hch 2:44-46).

Juntos compart�an comidas en sus casas, y nadie se quedaba con hambre o sin albergue. Cada uno daba lo que pod�a para los que estaban en necesidad y esto era hecho con "gran gozo".

Entonces, su ministerio al mundo se desarroll� de los dos anteriores. "Y toda persona ten�a temor; y muchas maravillas y se�ales eran hechas por los ap�stoles. Alabando a Dios, y teniendo gracia con todo el pueblo. Y el Se�or a�ad�a cada d�a a la iglesia los que hab�an de ser salvos" (Hch 2:43, 47).

De su ministerio a Dios y entre unos y otros, proced�a su testimonio hacia el mundo. Cada d�a nuevos creyentes eran agregados a su comuni�n. Este es un cuadro perfecto del plan de Dios y de Su prop�sito en acci�n. Ahora estudiemos los diferentes sistemas de apoyo que son parte de nuestro ministerio entre unos y otros.

A. EL SISTEMA DE APOYO EMOCIONAL
El primer sistema de apoyo en nuestro ministerio los unos con los otros, se relaciona con nuestras necesidades emocionales. Esto habla de "relaciones". No hemos sido creados para "arregl�rnoslas solos". "Y Dios dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen… No es bueno que el hombre est� solo" (Gn 1:26; 2:18).

En la imagen de Dios encontramos relaci�n (Ro 3:29; 2 Co 3:18). Fuimos hechos para la comuni�n con Dios y entre unos con los otros: para amarnos los unos a otros.

Sin esa relaci�n estamos incompletos. Y eso no es bueno. Nos necesitamos los unos a los otros much�simo. Dios lo plane� as�.

1. Koinonia:
La palabra griega para "comuni�n" es koinonia.

a. compartir la vida juntos.

b. en torno a un prop�sito com�n. Para el cristiano, el prop�sito com�n es b�sicamente una Persona, y esa Persona es Jes�s. La vida que compartimos es Su vida en nosotros.

2. Koinonia Suple Necesidades Emocionales
Sin embargo, esto es muy pr�ctico en la acci�n. La comuni�n cristiana est� dise�ada para enfrentarse con las necesidades y deseos m�s profundos de nuestros corazones. Es interesante notar que "koinonia" fue un t�rmino utilizado en los contratos matrimoniales (papeles legales) de la gente que hablaba griego en los tiempos del Nuevo Testamento.

La palabra griega para "comunidad" es tambi�n "koinonia". Una "comunidad", es un grupo de gente que est� unida alrededor de un inter�s com�n. Una vez m�s, para la comunidad cristiana ese inter�s es la vida del Se�or mismo.

En Su vida est� Su amor y Su verdad. Su amor es sin condiciones, y tiene el poder de perdonar, sanar y restaurar. Al ser esto as�, podemos correr el riesgo de ser reales: honestos y abiertos, en una comunidad verdadera de cristianos. Ah� es donde podemos encontrar ayuda. Necesitamos koinon�a por las siguientes razones.

CUANDO HEMOS:
NECESITAMOS SER:
1. Fracasado
2. Tropezado
3. Sido heridos
4. Sido atados
5. Errado
6. Perdido nuestro camino
7. Sido asustados
8. Sido rechazados
9. Sido odiados
Perdonados
Apoyados
Sanados
Liberados
Corregidos
Dirigidos
Protegidos
Aceptados
Amados






Estas son algunas de las necesidades emocionales que pueden ser encontradas en cada comunidad cristiana. S�lo mediante un activo sistema de apoyo en la comuni�n, pueden ser afrontadas estas necesidades personales.

Tales sistemas de apoyo son muy importantes en sociedades que se oponen fuertemente al Evangelio cristiano.

As� fue en la Iglesia primitiva de Jerusal�n poco despu�s de que empez�. Los dirigentes jud�os de aquel d�a, no dieron una c�lida bienvenida a la comunidad cristiana reci�n formada. Como hemos visto en nuestro primer estudio, la Iglesia primitiva pronto sinti� los fuegos de la persecuci�n religiosa y del odio. Fueron tratados de manera cruel y desconsiderada.
Los nuevos creyentes, por lo tanto, se reun�an no s�lo para adorar y aprender m�s acerca de Jes�s, sino tambi�n para apoyarse los unos a los otros en una sociedad hostil o poco amistosa.

Tales comuniones para el crecimiento y el apoyo cristiano, se han formado a lo largo de toda la historia de la Iglesia. No debemos sorprendernos. El dios de este mundo (Satan�s), siempre se ha opuesto a los prop�sitos de Dios y ha perseguido a Su pueblo.

3. El Papel B�sico De Los Grupos De Comuni�n En Las Casas
a. Apoyo Pr�ctico. La manera pr�ctica en que la Iglesia primitiva apoy� a sus miembros fue a trav�s de la comuni�n en sus hogares.

La iglesia en Jerusal�n comenz� el domingo de Pentecost�s con tres mil miembros, su comuni�n creci� r�pidamente cuando enormes cifras de hombres y mujeres eran a�adidas a medida que pasaban los d�as. Algunos creen que pudieron haber crecido a unos treinta mil o cuarenta mil en el siguiente par de a�os. �C�mo se puede albergar a un grupo de semejante tama�o?

Jes�s les hab�a advertido que la ciudad y el templo iban a ser destruidos. No hay registro de que intentaran encontrar o edificar un lugar grande para los servicios. En lugar de ello, animaban a los creyentes a reunirse en las casas. Despu�s nombraban ancianos para encargarse de las comunidades reci�n formadas.

Los ap�stoles pod�an mantenerse en contacto con toda la gente a trav�s de los ancianos que hab�an sido nombrados a la cabeza de cada grupo casero.

Fue a uno de estos grupos caseros al que Pedro y Juan informaron de su reuni�n con el concilio jud�o despu�s de sanar al cojo que se sentaba a pedir limosna frente a la entrada del templo. Lea Hechos 4:23.

Las casas a menudo estaban edificadas en forma de U y carec�an de muro en la parte de atr�s. Las diferentes habitaciones de la casa, por lo tanto, se abr�an en un amplio patio interior. Era un lugar ideal para tener amplias y excelentes reuniones y cultos caseros. La fuente o cisterna central, puede que se utilizara para los bautismos.

Los hogares eran lugares naturales y sencillos para la comuni�n y el ministerio pr�ctico.

Las grandes catedrales y el clero vestido de una manera concreta, aparecieron durante la �poca de Constantino (Emperador Romano, quien se cree, fue convertido en el siglo 4to.).

Desgraciadamente, tales avances en las formas externas, parecen estar relacionados con un declive en la vida espiritual. La gente humilde a menudo se pierde en los grandes programas de los sistemas religiosos. El contacto personal desaparece, y las necesidades emocionales de amor y aceptaci�n no se satisfacen. El ritual religioso suple la verdadera koinon�a.

b. Contacto Personal. Estoy seguro de que muchos de ustedes est�n conscientes de que los ni�os peque�os necesitan m�s que comida y ropa caliente. Tambi�n necesitan ser tocados, abrazados y besados. Se han producido situaciones en guarder�as grandes o lugares donde se cuidan ni�os, en los que todas las necesidades f�sicas de los reci�n nacidos eran satisfechas pero se mor�an realmente por falta de amor.

Los adultos pueden morir tambi�n por falta de amor, aunque se trata de un proceso m�s lento. Para algunos se trata de una muerte en vida sin ser amados, sin ser queridos y sin nadie que cuide de ellos.

En las naciones occidentales la soledad es uno de los grandes males de nuestro tiempo. Es posible sentirse solo en medio de una multitud, si sentimos que nadie nos conoce o se preocupe por nosotros.

La Iglesia debe alcanzar de una manera especial o personal a los que han llegado a separarse de la vida de la comunidad cristiana. Esto es una realidad en lo que respecta a los ancianos, los enfermos y los que se encuentran privados del contacto amoroso con otros.
Como ya dijimos, una de las razones para los cultos de comuni�n en las casas en la Iglesia primitiva, era proveer el apoyo emocional que cada miembro necesitaba. Cada persona sab�a que pertenec�a a un grupo que oraba y que cuidaba de ella, que la aceptaba y que la amaba en el Se�or.

La comunidad era un lugar donde el amor de Dios pod�a ser compartido de manera pr�ctica y personal. Las necesidades humanas b�sicas, tanto de afecto (amor), como de autoridad (verdad), pod�an ser afrontadas y satisfechas.

Era la manera del Padre de proveer direcci�n, correcci�n, protecci�n y provisi�n divina; todo, dentro del marco c�lido y personal de Su familia.

Es un sentimiento seguro el saber que somos apoyados por madres, padres, hermanos y hermanas en la familia de Dios. Es una comuni�n en la que nuestras propias capacidades y dones divinos son necesitados y queridos.

En verdad es un lugar donde podemos adorar, trabajar y testificar juntos.

B. EL SISTEMA DE APOYO FINANCIERO
La segunda manera en que la Biblia nos ense�a a servirnos los unos a los otros, est� en el �rea de las finanzas.

Para nuestros prop�sitos, esto incluir� no s�lo el dinero, sino tambi�n otras cosas materiales y servicios pr�cticos.

1. En La Iglesia Primitiva
Veamos c�mo la Iglesia primitiva actu� para desarrollar un sistema de apoyo financiero para sus miembros. Buscaremos los principios b�blicos que se aplican a nuestro tiempo y escenario. Empezaremos con la iglesia reci�n fundada en Jerusal�n.

"Todos los creyentes estaban juntos y compart�an todo los unos con los otros. Vend�an lo que pose�an, y daban el dinero a todos los que se encontraban en una necesidad especial. No hab�a ning�n necesitado entre ellos. Aquellos que pose�an casas o tierras las vend�an, y llevaban el dinero a los ap�stoles para compartirlo bondadosamente con los que se encontraban necesitados" (Hch 2:44, 45; 4:34,35).

Lo que hacemos con nuestro dinero, y c�mo lo hacemos, a menudo revela lo que hay en nuestros corazones, para bien y para mal.

Dios protegi� a la Iglesia de Jerusal�n de los malos esp�ritus, del orgullo y del enga�o (la mentira) de una manera sorprendente. Esto es lo que sucedi�:

"Jos�, al que los ap�stoles llamaban Bernab� [hijo de consolaci�n] era un levita del pa�s de Chipre. Vendi� un terreno y llev� el dinero a los ap�stoles para que fuera dado a los necesitados.

Hab�a un hombre llamado Anan�as que junto con su esposa llamada Safira hab�an vendido un terreno. Sin embargo, se guardaron parte del precio, pero actuaron como si llevaran todo a los ap�stoles.

Pedro, viendo en sus corazones, dijo claramente: Anan�as… �por qu� has mentido al Esp�ritu Santo?… El terreno y el dinero eran tuyos para que hicieras con ellos lo que quisieras. No nos has mentido a nosotros, sino a Dios. Cuando Anan�as oy� esto, cay� al suelo y muri�" (Hch 4:36-5:11).

Despu�s, como recordar�, el mismo final tr�gico le sobrevino a su esposa Safira.

a. Principios Descubiertos. Nunca hay suficiente dinero para ayudar a todos, por lo tanto, prioridades de c�mo y d�nde se da el dinero son necesarias. Podemos ver varios puntos o principios importantes del sistema de apoyo financiero de la Iglesia del Nuevo Testamento.

1) Peticiones De Ayuda Revisadas. Aquellos miembros que viv�an vidas de servicio a otros, y estaban necesitados, eran ayudados.
Pablo establece principios pr�cticos para la ayuda financiera para los miembros de la Iglesia. Por ejemplo, �l ense�� que tenemos la responsabilidad de las viudas: "Honra a las viudas que en verdad son viudas" (1 Ti 5:3).

a) De Edad Avanzada O Enfermizas. La persona necesitada deber� ser de edad avanzada o enfermiza, sin poder trabajar para mantenerse a s� misma. "La viuda sea puesta en clase especial, no menos que de sesenta a�os…" (1 Ti 5:9).

b) Trabaje Si Puede. Aquellos que est�n capacitados mental y f�sicamente para trabajar, que trabajen. No deber�n ser mantenidos por la iglesia. "Porque aun estando con vosotros os denunci�bamos esto: Que si alguno no quisiere trabajar, tampoco coma.

Porque o�mos que andan algunos entre vosotros fuera de orden… Y a los tales requerimos y rogamos por nuestro Se�or Jesucristo, que trabajando con reposo, coman su pan" (2 Ts 3:10-12).

c) Parientes Tomen Responsabilidad. Los parientes (familiares) deben tomar la responsabilidad por familiares que est�n muy grandes o enfermizos para poder trabajar.

"Porque si alguna viuda tuviere hijos o nietos aprendan primero a gobernar su casa piadosamente, y a recompensar a sus padres: porque esto es lo honesto y agradable delante de Dios.

Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe neg�, y es peor que un infiel" (1 Ti 5:4, 8).

Los dirigentes de la iglesia deber�an ense�ar esto, y pedir a las familias que con gozo asuman la responsabilidad por sus propios familiares. Si esto no funciona o no hay familiares entonces...

d) Debe Ser Meritorio. Aquellos a los que se les da apoyo financiero deben merecerlo. "La viuda sea puesta en clase especial no menos que… haya sido esposa de un solo marido, que tenga testimonio en buenas obras; si cri� hijos; si ha ejercitado la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido a los afligidos; si ha seguido toda buena obra" (1 Ti 5:9, 10).

e) El Ejemplo De La Iglesia De Jerusal�n. Muchos de los creyentes proced�an de fuera de la ciudad; hab�an venido a Jerusal�n para la Fiesta de Pentecost�s (Hch 2:5-12) despu�s de confesar a Cristo como su Salvador: Mes�as, fueron bautizados en agua, llenos del Esp�ritu Santo y algunos se unieron a la comunidad cristiana en Jerusal�n.

Con el tiempo muchos se quedaron sin dinero y les fue muy dif�cil encontrar trabajo. Algunos eran pobres y otras eran viudas.

El v�nculo de amor dentro de la familia de Dios era tan fuerte, que muchos fueron movidos a vender lo que pose�an. El dinero recibido entonces, fue dado a los ap�stoles y a los dirigentes para que lo compartieran correctamente con los que estaban necesitados.

2) Nadie Fue Forzado A Dar. No hubo presi�n sobre la gente para que vendieran lo que pose�an. Respondieron ante las necesidades conocidas, compartiendo libre y gozosamente de lo que ten�an con los que no ten�an nada. Hicieron esto bajo la supervisi�n de sus dirigentes. Por lo tanto, todo fue hecho de manera correcta y ordenada.

El pecado de Anan�as y Safira no fue que retuvieran parte del dinero que recibieron por la venta de su terreno. Estaban en su derecho de retener todo el dinero de la venta si deseaban hacerlo.

Los ap�stoles no se hubieran enfadado con ellos si lo hubieran hecho as�.

No, el pecado de Anan�as y su esposa fue que mintieron acerca del dinero que dieron. Pretendieron dar todo el dinero, de la venta de su propiedad, para la obra de Dios, pero la verdad fue que no lo hicieron, pues retuvieron parte del dinero. Quiz�s pensaron que su donaci�n les har�a populares ante los ojos de los ap�stoles y de la gente.

El punto es que no ten�an que dar, ni ten�an que mentir.

Hubieran seguido siendo amados y aceptados por la comunidad si sus corazones hubieran sido rectos para con Dios.

3) Era Necesario Contar Con Dirigentes Justos. La Iglesia primitiva estaba dotada de dirigentes justos, hombres honestos y de buen car�cter.

Los ap�stoles hab�an sido educados por el mismo Se�or Jes�s. Hubo un hombre en medio de su grupo, sin embargo, que hab�a sido tomado por el diablo porque era deshonesto y codicioso.

Al final, perdi� su vida de manera tr�gica. No s�lo se vendi� a Satan�s, sino que vendi� a su Se�or a los que le crucificar�an. Su nombre era Judas. �Qu� advertencia deber�a ser esto para todo el pueblo de Dios en cualquier �poca!

Quiz�s, esa sea la raz�n por la cual Dios tratara tan severamente a Anan�as y a Safira. Discerni� que el mismo que hab�a movido y motivado a Judas, estaba intentando abrirse camino en la comunidad cristiana en Jerusal�n.

El mismo Esp�ritu Santo se movi� suavemente para desarraigar el mal antes de que pudiera esparcirse por toda la comunidad.

Todos se dieron cuenta, ya que, "un temor grande y santo cay� sobre toda la iglesia" (Hch 5:11).

b. La Administraci�n Financiera. Ahora podemos comprender el porqu� los ap�stoles fueron tan cuidadosos de ver que las finanzas fueran manejadas de una manera correcta y honesta. Era un deber serio que ten�an delante del Se�or. Del registro de Hechos, vemos que dise�aron un plan o norma para la administraci�n cuidadosa y sabia de las finanzas. Es digno de que lo estudiemos.

1) L�deres Honestos Y Llenos Del Esp�ritu. Aquellos que eran responsables de los asuntos de negocios de la iglesia, eran hombres competentes, honestos, llenos del Esp�ritu y de buena fama. Eran hombres sabios y honestos, cuyo car�cter y conducta eran conocidos por la comunidad. No eran desconocidos o extranjeros, sino fieles siervos en la comunidad de los santos. Sus vidas diarias y sus asuntos personales de familia, demostraban que eran dignos de confianza.

2) Necesidades Aparecieron Primero. La "gente" con necesidades apareci� antes que el "programa" para las necesidades. Cuando surgieron las necesidades personales, la comunidad estaba informada o se le hab�a hablado acerca de ello. No hubo presi�n, ni deshonestidad en los llamados que realizaron los dirigentes.

La gente conoc�a las necesidades y c�mo se utilizar�a el dinero. Por lo tanto, dieron de manera espont�nea y alegre. No fueron amenazados con el castigo de Dios, ni sobornados con las bendiciones de Dios.

En otras palabras, no dieron por temor a lo que Dios pudiera hacerles si no ofrendaban, ni dieron con la idea de que Dios siempre les recompensar�a con grandes ganancias financieras.

Dieron simplemente porque el amor de Dios les movi� a ayudar a sus hermanos y hermanas en Cristo. Eran diferentes y dieron seg�n el Esp�ritu Santo les mov�a a hacerlo.

3) De Acuerdo A La Necesidad. Los dirigentes distribuyeron o dieron los fondos "seg�n la necesidad de cada uno". El sistema de apoyo en la iglesia de Jerusal�n estaba trazado para ocuparse de las necesidades reales de la gente, ni m�s, ni menos. Todos recib�an su parte correcta. Esto era posible porque la gente necesitada era verdaderamente conocida por todos los que estaban en su grupo de comuni�n casera.

Cualquiera que fuera un vago o que no quisiera trabajar, ni servir en la comunidad, recib�a muy poco en forma de ayuda financiera. La gente ego�sta y necia que contra�a enormes deudas, no pod�a esperar que la iglesia se las pagara. La iglesia nunca deber� ser culpable de ayudar comportamiento irresponsable.
Existe una disciplina u orden divino que Dios desea que sigamos en nuestros asuntos financieros. Siempre que nos endeudamos, nos colocamos bajo un yugo que estorbar� nuestra libertad para servir al Se�or.

Para los que se enfrentan con problemas financieros, existe una regla muy sencilla que deben seguir en el futuro: "Si no lo necesitas, no lo obtengas. Si no lo puedes pagar, no lo compres".

El endeudarnos hasta el cuello no s�lo limita amargamente nuestro servicio hacia Dios, sino que destruye nuestro testimonio en el mundo. Una se�al de madurez espiritual es la utilizaci�n sabia de nuestro dinero.

La administraci�n financiera de la Iglesia primitiva tambi�n implicaba otro problema:

4) Cuidado Del Ministro Auto-nombrado. El ministro auto-nombrado siente que los santos deben costearle su vida. Algunas personas salen sin haber sido nunca enviadas por un grupo responsable. Llegan al lugar e informan a la comunidad local de que han sido enviados por Dios y necesitan su apoyo financiero. No est�n bajo la autoridad de nadie pero desean el respeto de todos, y su dinero.

Pablo se refiere a tales ministros en sus ep�stolas y advierte en contra de ellos. El problema sigue existiendo. Tenemos que estar conscientes de esto para no ser enga�ados. Es verdad que hay seguridad y sabidur�a en la norma dada por Dios para las finanzas de la Iglesia.

c. Relaci�n: La Clave Para El �xito Del Sistema De Apoyo. Hemos visto que la Iglesia primitiva ten�a un sistema de apoyo emocional que pon�a a los dirigentes en contacto con la gente. A partir de esta relaci�n, se desarroll� un sistema de apoyo financiero. No s�lo se afrontaban las necesidades emocionales de la gente dentro de la comunidad cristiana, sino tambi�n las necesidades f�sicas y financieras.

Debido a que los dirigentes piadosos y su gente se conoc�an mutuamente en el Se�or, se estableci� una norma financiera sabia y correcta. El Se�or dio Su bendici�n, "y ninguno entre ellos sufri� necesidad".

C. EL SISTEMA DE APOYO ESPIRITUAL
La Iglesia de Jerusal�n se ministraban los unos a los otros no s�lo en las �reas de necesidad emocional y financiera, sino tambi�n en las de necesidad espiritual. Hac�an esto mediante un sistema de apoyo espiritual que pod�a ser visto en sus comunidades caseras.

1. Comunidades Caseras: El Mejor Lugar Para El Crecimiento
El mejor lugar para que crezca un �rbol frutal es un invernadero. Un invernadero es un lugar donde los �rboles se ven protegidos, por una cubierta, de los peligros externos. Sus ra�ces penetran profundamente en el terreno que es regado y enriquecido por un fertilizante. Sus ramas son podadas y cuidadas para que den el mejor fruto. Las enfermedades y plagas del �rbol son tratadas inmediatamente. Es un escenario que fue cuidadosamente planeado para que todos los �rboles pudieran resultar tan fruct�feros como fuera posible.

Las comunidades en grupos peque�os son como un invernadero. Es un lugar de protecci�n.

2. Comunidades Caseras: El Mejor Lugar Para Aprender
Aprendemos tratando y cometiendo errores. Los errores requieren correcci�n. La correcci�n administrada en el amor de Dios nunca es acompa�ada por el rechazo.

Si el amor de Dios (Griego = �gape) llena los corazones de los l�deres y miembros, no tenemos que temer la correcci�n err�nea y vamos a querer la correcci�n de aquellos que nos aman. Si somos ense�ables y sin rebeli�n, podemos cometer errores sin temer ser rechazados.

Cuando sentimos que Dios quiere que hagamos algo, debemos tomar acci�n. Si tememos cometer errores, esto nos estorbar� para poder tomar la "acci�n de fe".

La manera en que Pedro camin� sobre el agua con Jes�s es un buen ejemplo. El salto de Pedro y su forma de caminar por fe, le sacaron de la barca y le impulsaron a caminar hacia el tempestuoso mar. Cuando empez� a hundirse por el miedo, Jes�s lo tom� y le ense�� acerca de los peligros de dudar de la Palabra de Dios.

Tras haber aprendido su lecci�n, Pedro volvi� caminando con Jes�s: dos hombres de fe, lado a lado.

La fe de Pedro en acci�n, a�n con sus subidas y bajadas, fue bendecida por Dios. S�lo Pedro le tom� la palabra a Jes�s. S�lo Pedro aprendi� a caminar en fe sobre el agua (lea Mateo 14:22-34).

S�, la comunidad casera es tambi�n un lugar donde podemos aprender a caminar seguros y sabiamente en el esp�ritu. Esperemos que haya en su comunidad casera (grupo casero) quien le de consejo sabio y sano cuando dude y cometa errores.

a. Aprenda A Usar Los Dones Espirituales. Pablo dice: "Todos podemos profetizar… para que todos podamos aprender" (1 Co 14:31). Este vers�culo tiene dos significados:

• "Aprendemos" c�mo profetizar, haci�ndolo.
• "Aprendemos" de lo que escuchamos cuando alguien profetiza. La profec�a a menudo contiene instrucci�n.

Del primer punto aprendemos que las cosas del esp�ritu no son s�lo dadas por Dios, sino que tambi�n deben ser aprendidas.

No es suficiente ser llamados y dotados por Dios. Tenemos que aprender como "sobresalir": hacer las cosas sabiamente y bien en nuestro ministerio. Esto requiere tiempo, educaci�n y experiencia pr�ctica.

El sistema de apoyo espiritual de la iglesia deber� proveer sesiones para aquellos que desean aprender a usar los Dones del Esp�ritu o un don ministerial de predicaci�n o ense�anza.

3. Entrenando En Reuniones Grandes
Es posible ense�ar, en reuniones donde hay cientos de personas reunidas, a ministrarnos unos a otros. Aqu� est� la forma para hacerlo:

a. Formando C�rculos De Oraci�n. Forme c�rculos de oraci�n con cuatro a seis personas. Esto se hace par�ndose en c�rculo y tom�ndose de la mano.

Entonces, hacen lo siguiente:

1) Introducciones. Cada persona en el c�rculo de oraci�n se presenta a s� mismo dando su nombre.

2) Comparta Peticiones De Oraci�n. Cada persona comparte UNA petici�n. Algo que le gustar�a que el grupo orara con esa persona. Puede ser oraci�n por sanidad f�sica o por ayuda de Dios para encontrar trabajo o alguna otra cosa.

3) Cada Uno Ora. Entonces, la persona n�mero uno ora por la persona n�mero dos (el resto del grupo ora silenciosamente) por uno o dos minutos pidi�ndole a Dios que les conceda su petici�n. El n�mero dos ora por el n�mero tres de la misma forma. Contin�e hasta que se haya orado por cada persona.

4) Comparta Sus Experiencias. Durante este tiempo, el Esp�ritu Santo, en ocasiones, nos permitir� ver algo (una visi�n) que se relaciona con la necesidad de la persona por la que se est� orando. Algunas veces una "palabra prof�tica" ser� dada. Una parte de la escritura vendr� a la mente, comp�rtala. Todas estas cosas (dadas por el Esp�ritu) deber�n ser compartidas con la persona por la cual se est� orando.

5) Pida Confirmaci�n. Entonces, preguntaremos a la persona con la cual compartimos la visi�n, palabra prof�tica o vers�culo, �Contest� su duda? �Fue de ayuda a tu necesidad? �Lo que dijimos fue correcto?
Si contestan NO, la persona que comparti� dir�: "Estoy aprendiendo y hay veces que cometo errores. Disc�lpeme, orar� m�s esta semana y pedir� al Se�or que me ayude".

Si contestan S�, entonces, de gracias al Se�or por ayudarlo a ayudar.

b. Principios De Los C�rculos De Oraci�n. Si los principios detallados anteriormente son seguidos, los c�rculos de oraci�n se convierten en un importante tiempo de aprendizaje. Recuerde que estos principios necesitan tres cosas:

1) Libertad para que la gente trate, y al tratar, cometer errores ocasionales.

2) L�mites. Esto significa que alguien debe verificar que lo que se ha compartido debe ser correcto y verdadero. Si no lo es, que haya un reconocimiento honesto de ello...

3) Falibilidad. Esto significa que podemos cometer errores.

Nuestro car�cter y dones deben desarrollarse juntos: mano a mano. No espere convertirse en un gran "profeta" de la noche a la ma�ana.

Hay un tiempo para aprender, entrenarnos y probar los caminos del Esp�ritu Santo de Dios. Entonces, cuando cometemos errores y experimentamos correcci�n, crecemos en nuestros dones y ministerio. Las comunidades caseras son un lugar ideal para este modelo b�blico.

La mayor�a de las escuelas b�blicas y de los seminarios, dedican muy poco tiempo o atenci�n a los dones del Esp�ritu. Cuando lo hacen, casi nunca ense�an a los estudiantes c�mo responder a las acciones del Esp�ritu Santo.

Nunca podemos aprender c�mo movernos en el poder del Esp�ritu Santo a partir del bosquejo de una conferencia. Tiene que haber una experiencia real donde observemos y trabajemos con otros que tienen ministerios y dones.

c. La Iglesia Primitiva. En la Iglesia primitiva, a los nuevos creyentes se les mostraba c�mo moverse en el poder del Esp�ritu Santo en los peque�os grupos comunitarios.

Pod�an aprender c�mo hablar y actuar en fe en el orden divino. De otra manera, ser�an animados y corregidos por dirigentes sabios y amorosos.

El fruto y los dones del Esp�ritu Santo quedar�n equilibrados. As� que, los nuevos creyentes pod�an crecer en car�cter y en su llamado. Ciertamente Dios se interesa tanto en el "obrero" como en la "obra".

Necesitamos el consejo de dirigentes piadosos, y la comuni�n con nuestros hermanos y hermanas para que crezcan en el Se�or. Aprendemos por medio de ministrar Su vida a los dem�s y los unos para con los otros. No fuimos creados para "arregl�rnoslas solos".

En el escenario del grupo de confraternidad casera, tenemos que enfrentarnos con el fruto de nuestras acciones para con los otros. Esto har� que nuestras vidas se equilibren. Nuestro car�cter y llamado, nuestros motivos y ministerio, se desarrollar�n de una manera segura y firme.

Entonces, cuando estemos listos para salir a servir al mundo exterior, iremos con la bendici�n, la aprobaci�n y el apoyo de la comunidad local.

D. PONIENDO LOS PRINCIPIOS EN PR�CTICA
Hemos colocado ante usted cierto n�mero de principios referentes a los sistemas de apoyo emocional, financiero y espiritual. Sin embargo, habr�a que tener en mente tres cosas cuando haya que poner estas ideas en pr�ctica.

1. Debe Hacerse Cuidadosa Y Lentamente:
"Los planes de aquellos que son cuidadosos y firmes en sus esfuerzos ser�n ampliamente cumplidos, pero el esp�ritu apresurado e impaciente conducir� a p�rdida y vergüenza" (Pr. 21:5).
Dios no se apresura. Desea que las cosas se hagan sabiamente y bien. Esto significa que hay que poner un fundamento cuidadoso. Usted pondr� fundamento firme para los miembros en las siguientes �reas:

a. Manual Para Nuevos Creyentes. Empiece ense��ndole a la gente El Manual Para Nuevos Creyentes. Esto les ayudar� a entender el prop�sito divino en cada cambio que vendr� a sus vidas.

b. Guerreros De Oraci�n. Ens��eles a convertirse en guerreros de oraci�n usando las Secciones A4 y A5 de La Gu�a Para L�deres.

c. Bautismo Y Dones Del Esp�ritu. Ens��eles acerca del Bautismo en el Esp�ritu Santo y de los Dones del Esp�ritu Santo en las secciones D1.1-D1.3 de La Gu�a Para L�deres.

Esto les ayudar� a entender qu� papel tienen ellos y las bendiciones que Dios tiene para ellos. Esto calmar� el temor que muchos tienen de ser entrenados para ministrar a otros.

2. Tiene Que Hacerse A Partir De Un Coraz�n Dispuesto
"Recibir�is Mi ofrenda de aquellos que den con un coraz�n deseoso" (Ex 25:2).

La adoraci�n, el trabajo y el servicio que complace al Se�or, no pueden ser forzados. Esto es algo contrario a la ley del amor que debe ser expresado libremente.

La gente que est� informada e inspirada, ense�ada y tocada por el Esp�ritu de Dios, responder� agradable y libremente. Un pastor sabio llevar� a su reba�o a cosas nuevas de manera amorosa pero paciente. Las ovejas no pueden ser empujadas ni apresuradas.

3. Tiene Que Hacerse Con Todos Juntos.
"Cuando toda la iglesia se re�ne en un lugar… que todos se preparen para compartir un salmo, una ense�anza, una revelaci�n, una lengua o una interpretaci�n. Que todas las cosas se hagan de manera que edifiquen la iglesia… Porque todos vosotros pod�is profetizar uno por uno, para que todos pod�is aprender, y todos pod�is ser animados" (1 Co 14:23, 26, 31).

El pensamiento clave en estos pasajes de la Escritura, es que los principios del sistema de apoyo s�lo ser�n aprendidos cuando sean puestos en pr�ctica en la comunidad eclesial. Aprendemos haciendo cosas los unos con los otros.

La utilizaci�n que Pablo hace de la palabrita "todos", nos muestra una y otra vez con claridad que todos son una parte del ministerio.

No es s�lo para aquellos que por naturaleza son m�s sobresalientes y dotados. Todos tienen un lugar y una funci�n en el cuerpo de Cristo. En el plan divino de Dios, todos tenemos que aprender de los dem�s y junto a ellos mediante Su Esp�ritu.

E. CONCLUSI�N
Dios nos ha dado, sabiamente, principios y modelos divinos. Por medio de ellos, Su voluntad para nuestro d�a puede ser hecha a trav�s de Su pueblo.

Cuando hemos ido a la Palabra de Dios, encontramos que:

1. Cada Miembro Un Sacerdote
�l ha puesto dirigentes en la Iglesia para equipar y preparar a todos los que sean sacerdotes reales por propio derecho.

2. Cada Miembro Tiene Un Ministerio
Todos los miembros tienen un ministerio. Ese ministerio puede ser descubierto y desarrollado dentro del marco personal de las comunidades peque�as.

3. Grupos Peque�os De Confraternidad Son Importantes
Aqu� podemos aprender con seguridad a:

a. Adorar a Dios juntos;

b. Servir juntos en los dones espirituales

c. Salir a testificar al mundo.

As�, nos convertimos en miembros maduros del cuerpo de Cristo. �sta es la voluntad de Dios y la manera de Dios.

4. L�deres Deben Proveer
Como dirigentes en la Iglesia, establezcamos, entonces, los sistemas de apoyo que aseguren el desarrollo espiritual de nuestros miembros. Proveamos para ellos:

a. Sistemas De Apoyo Emocional:
Comuni�n (Koinon�a).

b. Sistemas De Apoyo Financiero:
Dinero Para Los Necesitados.

c. Sistemas De Apoyo Espiritual:
Educaci�n En Los Dones Espirituales.

Si ustedes hacen estas cosas cuidadosamente y en oraci�n, el Se�or a�adir� a Su iglesia a los que han de ser salvos.


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