PARTE II: LOS L�DERES DE LA IGLESIA

Cap�tulo 5
El Car�cter Del L�der: Fruto Espiritual

Introducci�n

�Cu�l es el car�cter de Cristo? �Cu�l es la naturaleza de Su vida? Queremos contestar estas preguntas en este cap�tulo. La "persona" de Cristo esta ahora a la mano derecha del Padre en el cielo. Pero Su Esp�ritu, Su "presencia" puede morar en usted y en mi, y en cada creyente a trav�s del mundo.

"Mas vosotros no est�is en la carne [naturaleza de pecado], sino en el Esp�ritu, si es que el Esp�ritu de Dios mora en vosotros [vive]" (Ro 8:9).

Un beb� recibe de sus padres la naturaleza y el car�cter de la familia. Esa naturaleza se desarrollar� cuando el ni�o contin�e creciendo.

Muchos rasgos f�sicos aparecen pronto: ojos, piel y el color del pelo. El tama�o de los huesos y la estatura requieren un tiempo m�s extenso para desarrollarse, pero la "imagen" de la familia se ve f�cilmente. A veces decimos: "Ese ni�o es el mismo retrato de sus padres".

Lo mismo es cierto en la familia de Dios. Cuando nacemos dentro de Su familia, recibimos la vida de Cristo, y Su naturaleza. Tenemos tambi�n que desarrollarnos a Su imagen. La naturaleza y el car�cter de Su vida debe crecer en nosotros como nosotros crecemos en �l.

Este es nuestro destino divino, llegar a ser como Jes�s. Esta esperanza gloriosa est� establecida claramente en las Escrituras:

"Debido a que nuestros rostros no est�n cubiertos, podemos reflejar – como espejos- la gloria del Se�or. Tenemos que ser cambiados a Su imagen [semejanza] – de gloria a m�s gloria. Este cambio viene por medio del Esp�ritu del Se�or" (2 Co 3:18).

S�, tenemos que llegar a ser como Jes�s en naturaleza, palabra y obra.

A. LA VIDA DE CRISTO: EL FRUTO DEL ESP�RITU
�A qu� se asemeja en realidad el car�cter de Cristo? �Cu�l es la naturaleza de Su vida?

Se nos dice en 2 Corintios 3:18 que el Esp�ritu del mismo Se�or ser� la fuente de nuestra nueva vida.

Pablo hace entonces una lista de las cualidades de la vida de Cristo con estas palabras: "El fruto del Esp�ritu es amor, gozo, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, mansedumbre y control de uno mismo" (Ga 5:22, 23).

El fruto del Esp�ritu es una hermosa imagen en palabras del car�cter de Cristo. Cada fruto es una cualidad espec�fica de Su vida, un aspecto de Su "ser". Lo mismo se ve en la naturaleza. La luz blanca se descompone en todos los colores del arco iris cuando pasa a trav�s de un prisma de cristal.

El fruto del Esp�ritu son los colores del arco iris de la vida de Cristo. El fruto del Esp�ritu habla de los hermosos aspectos de la vida de Cristo. Por lo tanto, podemos bosquejar el fruto del Esp�ritu como sigue:

1. Bendiciones Internas
a. El Amor: ser amorosos por dentro

b. Gozo: ser alegres por dentro

c. Paz: ser pac�ficos por dentro

En La Imagen de Dios


2. Bendiciones externas
a. Paciencia: pacientes con otros

b. Gentileza: gentiles con otros

c. Bondad: buenos con otros

3. Bendiciones Ascendentes
a. Fidelidad:
fieles a Dios

b. Mansedumbre: humildes delante de Dios

c. Control de uno mismo: controlados por Dios

Uno ve prontamente que las "bendiciones" se�aladas arriba se cruzan entre s�. Si somos amorosos internamente, seremos amorosos para con los dem�s y para con el Se�or tambi�n.

No obstante, muestra c�mo el fruto del Esp�ritu se extiende en todas las direcciones para llevar grandes bendiciones.

La lista superior incluye muchos de los rasgos importantes de la vida de Cristo, pero tambi�n hay otros. Pablo da estos nueve frutos como ejemplos para que los estudiemos.

B. LA LLAVE PARA UNA VIDA FRUCT�FERA
1. Ser / Sentimientos

Es importante que veamos que el fruto del Esp�ritu nos dice lo que Cristo "es". Estas son cualidades de Su "ser".

Cristo no s�lo es amoroso, sino tambi�n amor. No s�lo es alegre, es gozo. No s�lo es pac�fico, m�s tambi�n paz. Cuando tenemos a Cristo en nuestro interior, tenemos el amor, el gozo y la paz que es Cristo. Por lo tanto, como resultado de lo que tenemos y de lo que somos en �l, tambi�n podemos ser amorosos, alegres y pac�ficos.

Tomemos el fruto del gozo como un ejemplo.

Tenemos gozo a pesar de si nos gusta o no, pues tenemos a Cristo en nuestro interior. �l dijo que nunca nos dejar�a ni nos abandonar�a, tampoco lo har� Su gozo. La sensaci�n o la emoci�n del gozo sigue a nuestra fe en ese hecho. Es la respuesta emocional a la realidad espiritual. El gozo del Se�or es nuestra fortaleza, y procede de �l Mismo.

El fruto del gozo puede ser expresado de maneras diferentes. A veces puede ser muy brillante, alto y vivo. La gente puede cantar, gritar y re�r:

"Has vuelto mi lamento en danza. Has cambiado mis ropas de tristeza en las de gozo. Mi coraz�n cantar� a Ti y no quedar� en silencio. Oh, Se�or, mi Dios, te dar� gracias por siempre" (Sal 30:11, 12).

En otras ocasiones la alegr�a del Se�or puede llegar a correr como un r�o fuerte y tranquilo. Puede incluso llevar al fruto de la paz, al igual que un color en el arco iris se mezcla con el siguiente.

2. Las Dificultades Traen El Mejor Fruto
Esto nos lleva a otra verdad acerca del fruto del Esp�ritu. Crece mejor en el suelo dif�cil de nuestras vidas diarias.

Nos enfrentamos con muchas cosas cada d�a que se encuentran opuestas a nuestra vida en Cristo. En lugar de amor, nos encontramos con el odio y la hostilidad. En lugar de gozo, nos encontramos con la tristeza, el pesar y la pena. En lugar de paz, encontramos presi�n, tensi�n, discordia y contienda. Estas fuerzas oscuras penetran en la gente, los lugares y eventos de nuestros asuntos terrenales.

A veces desear�amos echar a correr y escapar de todo eso. Usualmente no podemos hacerlo, e incluso si pudi�ramos, no nos producir�a el alivio que deseamos. Esto resulta muy cierto si parte del problema es resultado de nuestras propias actitudes y acciones.

Arbol de Vida - Fruto de La Carne

No obstante, Dios tiene una respuesta. La mayor�a de nuestros problemas, internos o externos, son causados por fuerzas que se oponen al fruto del Esp�ritu. Podemos llamar a estas fuerzas el fruto de la "carne", nuestra vieja naturaleza pecaminosa.

 


Fruto Del Esp�ritu

Fruto De La Carne
Amor: - Odio, ego�smo, celos, resentimiento
Gozo: - Tristeza, pena, depresi�n, autocompasi�n
Paz: - Pesar, miedo, contienda, conflicto, tensi�n
Paciencia: - Impaciencia, apresuramiento, temperamento irascible
Gentileza: - Crueldad, rudeza, aspereza, desconsideraci�n, dureza
Bondad: - Maldad, iniquidad, inmoralidad, avaricia, codicia

Fidelidad:
- Descuido, falta de confianza, deshonestidad, deslealtad
Mansedumbre: - Orgullo, dogmatismo, imposibilidad de ser ense�ado, de actitud criticadora (juzgadora)
Dominio propio: - Ingobernabilidad, falta de disciplina, rebeld�a, flojo de voluntad.



Jes�s siempre produce el fruto de "vida": el fruto del Esp�ritu. Satan�s siempre produce el fruto de "muerte": fruto de la carne. Escogemos de qu� �rbol comeremos.

En tiempos de dificultad, a menudo somos tentados para reaccionar en armon�a con nuestra vieja naturaleza pecaminosa. Si lo hacemos, estamos comiendo del �rbol equivocado. S�lo traer� una nube de oscuridad y muerte sobre nosotros, y sobre otros. Adem�s, cuanto m�s comemos, m�s deseamos y peor nos ponemos.

En ocasiones, estos rasgos mortales se quedan fijados en nuestro car�cter. Cuando sucede esto, nos parecemos y actuamos m�s como el diablo que como el Se�or.

El cuadro m�s triste en el mundo es el de un cristiano derrotado. Tiene la vida de Cristo en su interior, pero el Esp�ritu de Dios se ve enormemente contristado. Como resultado, la gloria del Se�or ya no brilla sobre su rostro, s�lo se pueden ver las sombras.

La historia puede ser diferente, muy diferente.

Los tiempos de dificultad, pueden ser tambi�n tiempos de gran crecimiento en Cristo. Si miramos a la vida y al poder de Su Esp�ritu en el interior, podemos llegar a ser fuertes en nuestras �reas de debilidad.

La luz siempre vence a la oscuridad. Lo oscuro no puede apagar la luz. Una vela puede quitar la oscuridad de una habitaci�n entera.

Esto mismo es cierto en el �mbito del Esp�ritu. La luz del amor de Dios puede expulsar las sombras oscuras del miedo, la c�lera y el pesar. De Hecho, el mejor fruto del Esp�ritu de Dios, puede desarrollarse en los tiempos m�s dif�ciles. En el terreno de nuestra debilidad, �l perfecciona su fuerza. Su amor crece mejor cuando estamos en un escenario desagradable. Nuestra reacci�n natural en tiempos malos es devolver el golpe con ira o miedo. El Esp�ritu Santo, sin embargo, busca vencer el mal con el bien.

Cuando nos sometemos al Esp�ritu, el amor de Dios se hace mas fuerte en nuestras vidas. Nos convertimos en mejores cristianos y nos parecemos m�s a Jes�s en nuestro car�cter. Su gloria descansa sobre nuestras vidas y nos convertimos en una bendici�n para Dios, para los otros e incluso para nosotros mismos.

a. El "Aguij�n" De Pablo. Esta verdad acerca de la edificaci�n del car�cter cristiano, es vista en la vida del ap�stol Pablo. Le hab�a sido dado un "aguij�n en la carne" para mantenerlo humilde. Fuera lo que fuese, le caus� mucho dolor y dificultad.

Tres veces pidi� al Se�or que se lo quitara, pero se lo neg� en todas.

�Por qu� permiti� Dios que algo tan doloroso fuera parte de la vida y ministerio de Pablo? �Por qu� no se lo quit� cuando Pablo or�? La respuesta es sencilla. Dios ten�a algo mejor en mente, algo sobre lo que el ministerio futuro de Pablo podr�a descansar con seguridad. Pablo dispone esta verdad ante nosotros con estas palabras:

"Entonces Dios me dijo, ‘Mi gracia ser� m�s que suficiente. Mi fuerza se perfeccionar� en tu debilidad.' Por lo tanto, me gloriar� alegremente en mi debilidad. Entonces es cuando el poder de Cristo descansa poderosamente sobre m�… Porque cuando soy d�bil, �l me hace fuerte" (2 Co 12:9, 10).

El principio del crecimiento de los frutos buenos se ve claramente. Crece mejor en un terreno de "condiciones contrarias", la gente y los lugares que son opuestos al fruto del Esp�ritu.

Fue del suelo de la "debilidad" de Pablo de donde pudo desarrollarse el fruto de la "fuerza" de Dios.

Es del terreno de nuestra tristeza y contrariedad y odio de otros, que el fresco y buen fruto del amor, el gozo y la paz pueden venir.

b. Nuestro Bien / Su Gloria. S�, Dios permite que cierto grado de dolor, sufrimiento y dificultad, alcancen nuestras vidas. Pero ha prometido que no se desperdiciar� nada. Todo actuar� conjuntamente para nuestro bien y Su Gloria.

Ese "bien" y esa "gloria" es el car�cter de Cristo. Nuestro ministerio hacia �l, hacia la Iglesia y hacia el mundo, verdaderamente requiere el fruto del Esp�ritu en nuestras vidas.

La falta de car�cter cristiano es la principal raz�n del fracaso en el ministerio de la Iglesia. Un ministro puede ser "llamado", "dotado altamente" e incluso puede tener "�xito" en su ministerio durante alg�n tiempo; pero no durar� mucho apartado del car�cter de Cristo.

El fruto del Esp�ritu es el fundamento de un ministerio fuerte, firme y s�lido para Dios. Fue cierto en el caso del Ap�stol Pablo; es cierto con referencia a nosotros hoy en d�a.

"Podemos regocijarnos, por lo tanto, cuando entramos en problemas y dificultades. Sabemos que son buenas para nosotros – nos ayudan a aprender a ser pacientes. Y la paciencia desarrolla fuerza de car�cter en nosotros. De esta manera aprendemos a confiar en Dios m�s y m�s.

Finalmente, nuestra esperanza y fe se hace m�s fuerte y s�lida. Entonces podemos alzar nuestras cabezas sin importarnos lo que suceda. Sabemos que todo est� bien, y que Dios nos ama tiernamente. Sentimos Su c�lido amor en nuestro interior porque Dios ha llenado nuestros corazones con Su Esp�ritu Santo" (Ro 5:3-5).

Dejemos que el fruto del Esp�ritu crezca en su rama. Si lo hace as�, usted tambi�n ser� fruct�fero en su ministerio para con el Se�or, para con nosotros y para con el mundo.


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