Cap�tulo 8
El Llamado Del L�der: Dones Ministeriales
Por el Dr. Robert Frost

Introducci�n

El programa de Dios para la Iglesia envuelve el equipar a todos los miembros a fin de que sean dispensadores del ministerio. Seg�n Efesios 4:11, 12, los dones del liderato, tales como ap�stol, profeta, evangelista, pastor y maestro, son dados para equipar a los miembros de la Iglesia a fin de que sean dispensadores de la obra del ministerio.

El fruto y los dones del Esp�ritu de Dios, capacitan a los l�deres de la Iglesia para el cumplimiento de su "llamamiento" o ministerio en el Cuerpo de Cristo. Como ya ha sido se�alado, es para equipar a miembros para que se conviertan en ministros. Con ese llamado, Dios hace disponibles el poder y la autoridad para llevarlo a cabo.

El Esp�ritu Santo viene sobre nosotros para darnos poder y autoridad. De hecho, la palabra "sobre", cuando va relacionada con el Esp�ritu Santo, casi siempre se refiere a los deberes y autoridad divina.

A. EL MINISTRO: SU PODER Y AUTORIDAD ESPIRITUAL
1. Jes�s: Cabeza De La Iglesia

La Cabeza de la Iglesia es el Se�or Jesucristo. La autoridad de la Iglesia viene de su Cabeza. Jes�s dijo que toda autoridad, en el cielo y en la tierra, le hab�a sido dada. (lea Mateo 28:18).

Note de los siguientes pasajes de la Escritura, c�mo el poder y la autoridad divina de Cristo est�n relacionadas con la presencia del Esp�ritu Santo "sobre" �l:

"Y el Esp�ritu del Se�or descansar� sobre �l. El Esp�ritu de sabidur�a, de comprensi�n, de consejo, de poder, de conocimiento y temor de Dios. Su deleite ser� obedecer al Se�or. No juzgar� por lo que vea y oiga, sino por lo que es justo y correcto. Defender� a los pobres y a los desvalidos" (Is 11:2-4).

"Mira a mi Siervo, al que yo sostengo. Es mi Elegido y en �l me deleito. He puesto Mi Esp�ritu sobre �l. Traer� justicia y verdad a las naciones… Llevar� la justicia a todos los que han recibido mal" (Is 42:1, 3).

"El Esp�ritu del Se�or est� sobre M�. Me ha ungido y llamado para llevar las buenas nuevas a los pobres y a los que padecen mal. Me ha enviado a consolar a los que tienen el coraz�n quebrantado; a liberar a los que est�n heridos; a abrir los ojos de los ciegos… Porque Yo, el Se�or, amo la justicia" (Is 61:1, 8).

"Y el Esp�ritu Santo descendi� sobre �l… Entonces Jes�s volvi� a Galilea lleno del Esp�ritu Santo y bajo Su poder… Y la gente se qued� sorprendida ante su ense�anza porque Su palabra era con autoridad y poder… Con esa autoridad y poder dijo a los esp�ritus inmundos que salieran – y sal�an" (Lc 3:22; 4:1, 14, 36).

El Esp�ritu Santo, en los vers�culos anteriores y en los posteriores, es representado como una t�nica o manto regio sobre Jes�s. Fue "envuelto en" (vestido con) poder y autoridad.

2. Vestidos Con Poder De Lo Alto
Lucas 24:49, es una maravillosa promesa para usted y para m�: "Y he aqu�, yo enviar� la promesa de mi Padre sobre vosotros: mas vosotros asentad en la ciudad de Jerusal�n, hasta que se�is investidos de potencia de lo alto"

El "hombro" en el vers�culo de la Escritura que aparece abajo, se refiere a la responsabilidad y autoridad divina, el derecho y la capacidad (autoridad y poder) para gobernar: "Y el gobierno estar� sobre Su hombro… Su gobierno de paz aumentar� y no terminar� nunca" (Is 9:6, 7).

"Y Yo lo vestir� con tu t�nica y fijar� tu cintur�n en torno de �l. Dar� tu autoridad y gobierno real en Su mano. Y la llave [gobierno] de la casa de David descansar� sobre Su hombro… S�, colocar�n sobre �l honor y todo el peso del deber real para la casa de su padre" (Is 22:21, 22, 24).

Fue esta clase de gloria, honor y poder, lo que les fue dado a Ad�n y Eva en la creaci�n. Hab�an sido creados a la imagen de Dios y "vestidos" con autoridad divina. Deber�an gobernar sobre toda la tierra bajo la inmediata direcci�n de Dios.

Sin embargo, cuando cayeron en el pecado, perdieron sus "t�nicas reales" de justicia recta. Satan�s se apoder� de su derecho a gobernar y rein� sobre el mundo hasta que Jes�s vino.

En la cruz fue privado de su poder y llevado a la derrota. Cristo fue el vencedor y reconquist� el derecho de reinar sobre el mundo que le hab�a sido dado al hombre, devolvi�ndoselo de nuevo (Lea Hebreos 2:14, 15).

Jes�s fij� firmemente esta verdad en las mentes de Sus disc�pulos con estas palabras: "Todo poder y autoridad en el cielo y en la tierra Me ha sido dado… Como el Padre Me ha enviado, as� os env�o Yo… En verdad, Yo os enviar� la promesa de Mi Padre sobre vosotros. As� que, esperad en Jerusal�n hasta que se�is vestidos con poder desde lo alto… Porque todos vosotros recibir�is poder despu�s que el Esp�ritu Santo venga sobre vosotros" (Mt 28:18; Jn 20:21; Lc 24:49; Hch 1:8).

3. Bajo Autoridad
Por la palabra del Se�or y el poder de Su Esp�ritu se nos ha dado autoridad sobre los esp�ritus malos e incluso sobre el mismo diablo (Lea Lucas 10:19). Santiago explica claramente esta verdad en su ep�stola: "Someteos a Dios. Resistid al diablo y huir� de vosotros" (Stg 4:7).

La palabra "someterse" en la lengua griega del Nuevo Testamento, es un t�rmino militar. Significa "estar en filas bajo": colocarse bajo la autoridad de un oficial de rango superior. Aquellos que est�n en autoridad deben colocarse bajo autoridad.

Cuando nos colocamos "bajo" la autoridad, esa autoridad viene "sobre" nosotros. Hablamos y actuamos en el poder de esa autoridad, no en la nuestra.

La misma verdad se aplica a la autoridad espiritual. Cuando nos colocamos bajo la autoridad de Jes�s, Su autoridad viene sobre nosotros. Cuando hablamos Sus palabras y obedecemos Sus �rdenes, el poder de Su Esp�ritu respalda nuestras acciones. Estamos hablando y actuando en Su lugar. �l est� hablando y actuando a trav�s de nosotros. No es de extra�ar que el diablo tiemble y huya.

B. C�MO DESCUBRIR Y DESARROLLAR SU MINISTERIO
Dios ofrece a cada l�der o dirigente el poder y la autoridad necesarios para cumplir su ministerio o llamado.
La pregunta es: "�C�mo descubrimos o desarrollamos nuestros ministerios y los de nuestros miembros? �C�mo descubrimos nuestro llamamiento? �C�mo nos podemos preparar mejor para tal llamado? �D�nde podemos empezar a ponerlo en pr�ctica?" Estas son buenas preguntas y merecen buenas respuestas.

1. Llamamiento Por Dios
Nuestro ministerio en el Cuerpo de Cristo es elegido por Dios, no por nosotros o por los dem�s. (Lea Hebreos 5:4) El Esp�ritu mismo establecer� un llamado dentro de nuestros corazones. Cuando se desarrolle, Dios lo notar� y dar� Su aprobaci�n y lo promover�. David dijo: "Porque la promoci�n y el poder no vendr�n de ning�n sitio de la tierra, sino s�lo de Dios" (Sal 75:6, 7).

Dios establece dentro de Su Iglesia dirigentes locales quienes fungir�n como pastores de Su reba�o. Los pastores son llamados a proteger, dirigir, corregir, alimentar, ense�ar y cuidar de las ovejas. Tal supervisi�n es necesaria para que los ministerios de los miembros se desarrollen de una manera equilibrada y sana.

2. La Iglesia Local
Esto significa que los miembros deber�an estar relacionados con el Cuerpo de Cristo en una iglesia local. Si hay pastores locales que son sabios, amorosos, llenos del Esp�ritu Santo y de fe, la iglesia local es el contexto m�s seguro y sabio en el que los ministerios pueden crecer y desarrollarse.

Se podr�a evitar mucho dolor, muchos problemas, mucho tiempo y energ�as, si los miembros pudieran tener dirigentes sabios y amorosos. �Es usted uno de ellos? �ste es el plan de Dios para Su pueblo. Para que Su plan funcione, necesita pastores que sean amorosos, leales, fieles y comprometidos con el Se�or y Su reba�o.

Ninguna iglesia local es perfecta, el Se�or no exige dirigentes que sean perfectos. Utiliza dirigentes imperfectos para perfeccionar a miembros imperfectos.

Si el Se�or le ha llevado a una iglesia local pastoreada por un pastor mayor en edad, entonces, honre la autoridad del dirigente como lo har�a con la propia autoridad de Cristo. Haga las cosas lo mejor que pueda para ayudarlo de todas las maneras posibles y para apoyar a tal pastor como lo har�a con el mismo Se�or.

3. Las Prioridades Del Dirigente.
Nuestro ministerio en el Se�or comienza con aquellos que son parte de nuestro c�rculo de vida. Nuestras vidas tocan a muchos otros cada d�a. Por consiguiente, deber�amos empezar con la gente de nuestro propio peque�o mundo, familia, iglesia, escuela, trabajo y comunidad.

Nuestro deseo es compartir la vida, el amor y la verdad de Jes�s con ellos. Desearemos hacer esto de una manera c�lida, pr�ctica y personal. Busquemos ayudar y servir a los dem�s siempre que podamos, en el nombre del Se�or.

Conf�e en el Esp�ritu Santo para que fluya diariamente a trav�s de su vida y lleve Sus bendiciones a los que est�n a su alrededor. A medida que entregue el amor de Dios de maneras diminutas, vendr�n mayores ocasiones de hacerlo. Veremos las necesidades que hay que suministrar y c�mo podemos hacerlo con nuestro pr�jimo.

Cuando busquemos llevar la vida de Dios a trav�s de nuestras palabras y hechos, aprenderemos a confiar en el Esp�ritu Santo para que nos d� Su ayuda y poder.

El fruto y los dones del Esp�ritu funcionar�n juntos de una manera hermosa y equilibrada. Puede que ni aun estemos conscientes de cu�n poderosos sean en nuestras vidas pero otros s� los notar�n.

C. LOS CINCO DONES B�SICOS DEL MINISTERIO
Es verdad que los cinco dones ministeriales de ap�stol, profeta, evangelista, pastor y maestro, son el fundamento sobre el que descansa la Iglesia (Lea Efesios 2:20; 1 Co 3:10, 11). Pablo los menciona en su carta a los Efesios como sigue:

"Cristo ha dado a cada uno de nosotros un don especial de Su gran almac�n de gracia. Por eso dice el salmista: Cuando fue levantado al cielo, dio dones a los hombres…

Los dones que �l dio fueron hombres con ministerios diferentes: ap�stoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros.

Hizo esto para que el pueblo de Dios pueda estar mejor equipado para servirle. Estos dones son necesarios en el Cuerpo de Cristo a fin de que crezca con poder y firmeza" (Ef 4:7, 8, 11, 12).

Revisaremos brevemente estos cinco ministerios de liderazgo.

1. El Ap�stol
Es un hombre que tira o echa el fundamento (planta) de nuevas iglesias. Nombra dirigentes locales y los entrena antes de moverse adelante. Se mantendr� en contacto con ellos y les informar� de lo que Dios est� haciendo en la Iglesia por todo el mundo. Los ap�stoles de Cristo tienen un llamado especial que cumplir en cada generaci�n. Este don para el ministerio es tan importante hoy en d�a como lo fue y ser� en cualquier otra �poca de la historia de la iglesia (Lea Lucas 11:49; 1 Co 12:28; Ef 2:20).

2. El Profeta
Es un hombre con un mensaje oportuno procedente del coraz�n y mente de Dios. Predice eventos. Habla a dirigentes y a otros dici�ndoles respecto a lo que deparar� el futuro si se apartan de la perfecta voluntad de Dios. Su funci�n menor es tambi�n "edificar" (construir), "exhortar" (despertar) y "consolar" (animar) al Cuerpo de Cristo (Lea Hechos 11:28; 13:1; 21:10, 11).

3. El Evangelista
Es un hombre que predica el evangelio de Cristo a los pecadores. Su mensaje es sencillo, directo y en el poder de la palabra de Dios. Los hombres son movidos a tomar una decisi�n en relaci�n con Cristo (Lea Hechos 8:5-40; 21:8).

4. El Pastor
Es un hombre con coraz�n de pastor, cuida de cada oveja personalmente pero vigila al reba�o como un todo. Busca dirigir, proteger, corregir, alimentar y consolar al pueblo de Dios en el contexto de la iglesia local (Lea Juan 10:11-18).

5. El Maestro
Es un hombre que siente un amor especial hacia la palabra de Dios y hacia Su pueblo. Procura ense�ar la verdad divina tanto de una manera pr�ctica como personal.

Ministra a las mentes de los hombres a fin de que conozcan c�mo caminar sabiamente en la voluntad de Dios (Lea Nehem�as 8:4-8).

D. DONES DE LIDERAZGO PARA ENTRENAR Y EQUIPAR A LOS CREYENTES
El Ap�stol Pablo, nos dice que Cristo dio estos cinco dones de liderazgo para preparar a los creyentes nacidos de nuevo a fin de que lleguen a ser miembros capacitados para dispensar o servir. Los santos tienen que estar equipados y deben estar listos para servir.

1. Los Miembros De La Iglesia Deben Aprender A...
Aquellos que han sido llamados a uno de los cinco ministerios de liderazgo tienen un deber de importancia triple que ejecutar.

Tienen que ense�ar a los miembros de su iglesia respecto al como:

a. Servir Al Se�or

b. Servirse Los Unos A Los Otros Y

c. Servir al mundo


2. Ens��eles Como
Equipar a los miembros para cumplir estas tres �reas ministeriales, implica ense�arles el c�mo hacer lo siguiente:

a. Adorar en Esp�ritu y en verdad

b. Vigilar, orar e interceder

c. Combatir la guerra espiritual

d. Estudiar las Escrituras

e. Crecer en el car�cter de Cristo

f. Ejercer los dones del Esp�ritu

g. Escuchar la voz del Se�or

h. Servir a los Santos, el pueblo santo de Dios

i. Testificar a los pecadores

De esta manera, los miembros madurar�n y se desarrollar�n en el Se�or Jes�s, de tal manera que fortalecer�n Su Cuerpo, que es la Iglesia.

3. Cada Miembro Un Ministro
El pueblo de Dios no puede seguir siendo como los ni�os que siempre est�n esperando la ayuda de los dem�s. Tienen que crecer en Cristo para que puedan servir en el reino de Dios.

"Porque debiendo ser ya maestros a causa del tiempo, ten�is necesidad de volver a ser ense�ados cu�les sean los primeros rudimentos de la palabra de Dios; y hab�is llegado a ser tales que teng�is necesidad de leche, y no de manjar s�lido

Que cualquiera que participa de la leche, es inh�bil para la palabra de la justicia, porque es ni�o; Mas la vianda firme es para los perfectos, para los que por la costumbre tienen los sentidos ejercitados en el discernimiento del bien y del mal" (He 5:12-14).

�Cada miembro debe convertirse en un ministro que ministre al Se�or, a los creyentes y al mundo!

E. OTROS MINISTERIOS MENCIONADOS POR PABLO
Adem�s de los cinco dones b�sicos para el ministerio mencionados arriba, Pablo incluye otros ministerios para los miembros, los cuales, caen dentro del programa de entrenamiento para:

• Ministrar al Se�or
• Ministrar los unos a los otros
• Ministrar al mundo (no creyentes)

Estos son los siguientes: (Lea Romanos 12:6-8 y 1 Co 12:28, 29).

1. Sirviendo Y Ayudando
Esto se refiere a los servicios pr�cticos en la comunidad local. Incluir� el oficio de di�cono pero incluye tambi�n muchas otras actividades.

2. Exhortaci�n
"Exhortar" significa animar, inspirar, advertir e informar al pueblo de Dios. El prop�sito de este ministerio, es animar a los creyentes para que adoren, trabajen, guerreen y testifiquen para el Se�or. El "exhortador" pone fuego en nuestra fe.

3. El Ofrendar (Dar)
Este ministerio envuelve el ofrendar o dar de los bienes terrenales de uno (usualmente dinero) para el sost�n de la obra de Dios. El dador debe ser honesto, sincero y humilde. Tiene que ser sensible al Esp�ritu y dotado de sabidur�a. S�lo entonces podremos ofrendar la cantidad correcta, a la gente correcta, en el momento correcto y por las razones correctas.

4. Administraci�n (Gobierno)
Este ministerio se refiere a dirigentes sabios, fuertes y amorosos que conocen c�mo planear, organizar, entrenar y establecer presupuestos, a fin de rendir cuentas a la iglesia. Envuelve la estructura y organizaci�n necesarias para supervisar los asuntos de la iglesia (Lea Hechos 6:3).

5. Misericordia
Este ministerio requiere simpat�a, un sentimiento de cuidado hacia los dem�s y sabidur�a para saber lo que hay que hacer. La sabidur�a est� unida a la acci�n pr�ctica.

Es un llamado que no s�lo se ocupa de las necesidades pr�cticas, sino que trae fe, esperanza y amor hacia los que necesitan ayuda. Hay una gran necesidad en el Cuerpo de Cristo de tales "agradables �ngeles de misericordia" (Lea Santiago 2:13-16).

6. Milagros Y Sanidades
Los milagros muestran el poder de Dios y prueban Su presencia. Su prop�sito es se�alarles a los no creyentes hacia Dios y edificar la fe de los santos. Son se�ales del amor divino en acci�n a favor de aquellos que est�n en necesidad. Estos ministerios preparan el camino para el evangelio de la gracia de Dios.

Los dones de sanidades (plural en los manuscritos griegos originales) existen para suplir el poder sanador de Cristo a los que est�n enfermos.

Es una bendici�n tener estos dones funcionando en las vidas de los creyentes.

F. M�S MINISTERIOS EN EL CUERPO DE CRISTO
Hay otros muchos ministerios que son apoyados por la Escritura. Con una poca de imaginaci�n podemos a�adir otras funciones a nuestra lista.

1. Intercesi�n
La oraci�n y el ayuno en favor de otros han sido siempre poderosos, aunque a menudo se hagan a un lado, ministerios en la Iglesia.

2. Hospitalidad
Una c�lida bienvenida en un hogar cristiano ha sido de gran bendici�n a muchas vidas. Muchos ejemplos pueden ser encontrados en la Escritura.

3. Visitaci�n
Podemos llevar el amor de Dios a otros cuando no pueden venir hasta nosotros. Debemos visitar a los enfermos, las personas de edad, los solitarios e incluso los que est�n en prisi�n, pues Jes�s desea que los alcancemos a todos.

4. Preocupaci�n Social
Dios desea con gran ah�nco que alcancemos a los pobres y a los necesitados, a los que han sido expulsados o rebajados. �l puede tocarlos s�lo a trav�s de nosotros.

5. Literatura
El poder de la palabra escrita es muy grande. Dios ha dado el don de escribir a muchos. Se extiende desde las cartas personales hasta la publicaci�n de art�culos y libros. Requiere mucho esfuerzo pero las recompensas son grandes.

6. Medios Modernos De Comunicaci�n
Se han realizado muchos avances en radio, pel�culas, televisi�n y otros campos de comunicaci�n. Estos son m�todos modernos mediante los cuales podemos testificar. Dios ha dado capacidad y entrenamiento a creyentes que desea utilizar de manera creativa. Si no nos movemos en estas �reas para Dios, el diablo estar� encantado de tomar nuestro lugar.

7. Arte
El favor que Dios ha dado a la m�sica cristiana, ha sido una gran bendici�n durante a�os. Es hora de que otras formas art�sticas vuelvan plenamente al santo prop�sito de Dios. Pueden ser tocadas por el Esp�ritu de Dios para ayudarnos a ense�ar, a enriquecer nuestra adoraci�n y mejorar nuestro testimonio para el mundo. Ya no ser� el arte por amor al arte, sino el arte para la gloria de Dios.

8. Reconciliaci�n
"Reconciliar" significa unir en paz a aquellos que han sido enemigos. En primer lugar, por supuesto, est� la paz de una persona con Dios.

Despu�s, es necesario estar en paz los unos con los otros. Esto es verdad de una manera muy especial en la Iglesia. La hostilidad y la contienda entre creyentes es como una dolorosa herida en el Cuerpo de Cristo. No es extra�o que las Escrituras declaren: "Bienaventurados los pacificadores...".

C. PENSAMIENTOS FINALES SOBRE EL MINISTERIO PERSONAL
Es f�cil ver que muchos de los ministerios mencionados anteriormente se complementan entre s�. Una sola persona puede tener m�s de una funci�n en su servicio para el Se�or.

Adem�s, un ministerio puede llegar a convertirse en el fundamento sobre el cual otro edifica. Felipe, el "siervo" fiel, m�s tarde se convirti� en Felipe el "evangelista" en llamas (Compare Hechos 6 y 8).

Todos nosotros tenemos un llamado en el Cuerpo de Cristo. Empecemos donde estemos, con lo que tenemos, AHORA. El Esp�ritu Santo, nuestro divino Ayudador, proveer� el fruto y los dones que necesitamos para nuestro llamado.

Es deber nuestro "cultivar" o desarrollar el fruto volvi�ndonos al Esp�ritu de Dios durante los tiempos dif�ciles. Y tenemos que aprender a "sobresalir" o hacer las cosas bien en lo que al uso de los dones espirituales se refiere. Nuestro deseo es llegar a ser siervos buenos y fieles del Se�or Jesucristo.

El ministerio personal es descubierto y desarrollado mejor dentro de la comuni�n de una iglesia local llena del Esp�ritu. Bajo una direcci�n sabia y amorosa, encontraremos nuestro lugar y funci�n en la familia de Dios. De esta manera, la Iglesia de Jesucristo se har� m�s fuerte y m�s s�lida.

Entonces, estaremos listos para servir al Se�or, los unos a los otros y a todo el mundo.


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