Cap�tulo 2
Elementos Vitales De La Alabanza

A. �QU� ES ALABANZA?
Si pudi�ramos analizar y anatomizar la alabanza, �Qu� descubrir�amos en su n�cleo? �Cu�l es la esencia, la sustancia y la naturaleza de la alabanza? �De qu� consiste la verdadera alabanza? �Cu�les son los elementos vitales envueltos? Demos un vistazo, primero, a algunas de las palabras en el Antiguo Testamento que son traducidas como “alabanza”, a fin de descubrir algo acerca del significado y esencia que tienen la intenci�n de comunicar.

1. T�rminos Del Antiguo Testamento Traducidos Como “Alabanza”.
a. Hallal.
Esta es la palabra usada con mas frecuencia en el Antiguo Testamento para alabanza. Aparece unas 88 veces. Su significado principal es “producir un sonido claro”. Otro significado adicional es “magnificar, celebrar, regocijarse, gloriarse en algo...”.

Por consiguiente, la verdadera alabanza tiene que tener un sonido claro y definido. No debe existir confusi�n en cuanto a la intenci�n que se tiene. Tiene que ser claramente reconocible “identificable” por lo que es. Es una nota de celebraci�n, una manera de jactarse o gloriarse en el Se�or.

b. Hilluwi. Hilluwi (se deriva de Hallal) es una “celebraci�n de acci�n de gracias por la conclusi�n de cosechas”. Tal loor o alabanza debe ser expresado con gran alegr�a.

Una escena posterior a la cosecha en cualquier pa�s agr�cola, ilustrar�a la esencia de esa palabra. Los extensos meses de espera ansiosa ya terminaron. La cosecha ya ha sido recogida y almacenada en el granero. El arduo trabajo concluy�, las herramientas ya han sido colocadas en su lugar y los frutos fueron asegurados en el almac�n. Ahora es tiempo de celebrar la culminaci�n pr�spera de la cosecha. Es tiempo de j�bilo y festividad.

El cantar y danzar son el orden del d�a. El regocijo o gozo es una expresi�n de gratitud o alabanza.

c. Tehillah. Es otro vocablo procedente de Hallal. En esta ocasi�n el �nfasis reside en los cantos. De esa manera, comenzamos a cantar nuestro Hallal, nuestra celebraci�n. Cantamos c�nticos claros de alabanzas a Dios. Celebramos por medio de expresarle nuestra gratitud en c�nticos.

Los himnos y cantos deben ser c�nticos de loor a Dios, y articulados con claridad. Tenemos que hacer alarde de �l, tanto en palabras como en la m�sica.

d. Shabach. Esta palabra significa “dar exclamaciones a toda voz”, dar un grito de victoria, gloriarse en la victoria”. La alabanza no siempre tiene que expresarse dando exclamaciones altas. Sin embargo, hay ocasiones en las que una exclamaci�n de triunfo es la �nica manera apropiada para alabar a nuestro Dios. Salmo 47:1: “Aclamad a Dios con voz de j�bilo”. Cuando tal ocasi�n emerja, no se sienta desalentado; deje que su aclamaci�n de alabanza resuene.

e. Zamar. El significado es “tocar o interpretar instrumentos de cuerda”. Aqu� hay una referencia obvia de alabar a Dios con instrumentos musicales. Tambi�n da la sensaci�n de “cantar alabanzas con el acompa�amiento de instrumentos musicales”. �Cu�n maravilloso es tocar toda clase de instrumentos musicales para loar a Dios, produciendo una gloriosa ant�fona de alabanzas a Su gran nombre!

f. Yadah. El significado primario es “confesar palabras de agradecimiento”. Sin embargo, tambi�n comunica la idea de “levantar o extender las manos” en acci�n de gracias a Dios.

g. Towdah. Esta palabra procede de la misma ra�z que Yadah, y tiene, obviamente, un significado muy similar aunque es todav�a m�s espec�fico: “la extensi�n de las manos en adoraci�n y expresi�n de gratitud”.

h. Barak. Significa “arrodillarse en adoraci�n”. En esta posici�n o postura, el cuerpo completo expresa una adoraci�n profunda. Arrodillarse delante de alguien es manifestar humildad, demostrando de esa manera, que la posici�n y dignidad de tal persona son superiores.

2. Ingredientes De La Alabanza
Consideremos por un momento algunos de los ingredientes o componentes que notamos en estas formas de alabanza.

a. Expresiones F�sicas. Son las reacciones f�sicas y demostraciones de percepciones espirituales. La alabanza y adoraci�n son inicialmente una respuesta interna del coraz�n a la revelaci�n de Dios y Su grandeza. Para que �stas lleguen a ser alabanzas genuinas, tienen que ser manifestadas.

b. Sonidos Audibles. La excepci�n posible es BARAK, arrodillarse en adoraci�n; tal postura de adoraci�n podr�a ser demostrada silenciosamente. Sin embargo, tambi�n podemos arrodillarnos y cantar o dar aclamaciones a Dios.

c. Acci�n F�sica. La alabanza demanda o requiere una participaci�n activa de tipo f�sico. No siempre puede ser silenciosa e inactiva. La alabanza es algo que HACEMOS.

d. Liberaci�n Emocional. Alabar a Dios NO es un ejercicio emocional; es una actividad espiritual. Sin embargo, requiere liberaci�n emocional.

Demasiados cristianos sienten temor de las expresiones emocionales. Ellos siempre tratan de suprimirlas, creyendo que son carnales o f�sicas. Las expresiones b�blicas de las alabanzas requieren una liberaci�n emocional positiva y controlada.

Dios nos dio las emociones, y su prop�sito es para que le glorifiquemos. David dijo: “Bendice alma m�a a Jehov�, y bendiga todo mi ser su santo nombre” (Sal 103:1). Eso incluye nuestras emociones. Las emociones humanas tienen que tener expresi�n.

Si no proveemos una liberaci�n positiva y saludable a las mismas, entonces, produciremos una liberaci�n negativa e insalubre (malsana). Alabar a Dios es la manera m�s saludable de liberar sus emociones. Es la manera ordenada por Dios.

e. Reverencia. Toda expresi�n genuina de alabanza debe ser reverente. Reverenciar es honrar y estimar a alguien con propiedad (debidamente).

Nunca se deber� permitir que las formas de alabanza degeneren en excesos irreverentes. Alabar a Dios NO es una mera forma de gozarnos a nosotros mismos.

La alabanza no es primariamente para el gozo o regocijo del hombre, aunque s� disfrutamos de su expresi�n. Es, y siempre deber� ser, una manera de expresar reverencia a Dios.

Al liberar nuestras emociones libremente en alabanzas, lo cual es tanto b�blico como leg�timo, debemos evitar cuidadosamente los excesos y no dar un espect�culo carnal. La reverencia genuina es siempre un componente esencial de la alabanza.

B. �POR QU� DEBEMOS ALABAR AL SEÑOR?
El Salmo 47:7 dice: “Cantad con inteligencia”. Debemos saber la raz�n por la cual ofrecemos alabanzas a Dios.

Las siguientes son algunas de las razones b�blicas del porqu� debemos hacerlo:

1. Por Qui�n Es �l
“Cantad a JEHOV�...” (Sal 149:1). En otras palabras, alabadle porque �l es DIOS. Es la autoridad suprema, el poder m�ximo, el Rey de todos los reyes y Se�or de todos los se�ores.

�l fue antes de la creaci�n de todas las cosas, pues �l es Creador de todas ellas, por lo tanto, es mayor que todo lo creado.

“Grande es Jehov�, y digno de ser en gran manera alabado...” (Sal 48:1; 96:4).


2. La Alabanza Glorifica A Dios
“El que sacrifica alabanza me honrar�...” (Sal 50:23). Por supuesto que ese deber�a ser el gran deseo de todo el pueblo de Dios: Glorificarle.

3. Porque Dios Nos Lo Ordena
“Cantad a Jehov�...”, no es una sugerencia, ni una s�plica, sino m�s bien un mandamiento.

4. Por Todos Sus Beneficios
“Bendice, alma m�a, a Jehov�... no olvides ninguno de sus beneficios...” (Sal 103:2).

5. Por Su Bondad
“Alaben la misericordia de Jehov�” (Sal 107:21).

6. Por Sus Poderosas Obras
“Alabadle por sus proezas” (Sal 150:2).

7. Es Bueno
“Bueno es alabarte” (Sal 92:1, 2; 147:1).

8. �l Es Digno
“Jehov� es digno de ser alabado” (2 S 22:4; Sal 18:3).

9. La Alabanza Engrandece A Dios (Sal 69:30)

10. La Alabanza Es Apropiada
“La alabanza es hermosa, para los justos” (Sal 33:1): El t�rmino “hermosa” significa apropiada, justa, id�nea, digna, provechosa. Desdichadamente, algunos cristianos parecen creer que alabar a Dios es incorrecto e impropio. Se sienten m�s preocupados por la idea de que la gente les tenga en poco. Por alguna causa, sienten que la dignidad es la actitud apropiada para los cristianos.

Sin embargo, la Biblia sostiene el punto de vista opuesto. Dios dice que la vestidura de la alabanza es la que m�s se ajusta a nosotros. El gozarse en Dios y alabar Su nombre es id�neo y apropiado en Sus hijos. Yo prefiero tener la aprobaci�n de Dios antes que la de los hombres.

11. Dios Habita En Medio De La Alabanza
“Dios mora en medio de la alabanza de su pueblo” (Sal 22:3). El Santo De Israel habita en medio de nuestras alabanzas. Si nuestro coraz�n est� lleno de alabanzas, tambi�n lo estar� el de Dios, pues �l habita en medio de ellas.

Esto tambi�n es una realidad en nuestro hogar o iglesia. Manteng�moslos saturados de alabanzas y de seguro que la presencia de Dios nunca se apartar� de ellos.

Podemos rodearnos con la presencia de Dios por medio de cultivar la actitud de alabanza. Entonces, estaremos m�s conscientes de Su presencia que de los problemas, dificultades y circunstancias adversas.

12. La Alabanza Genera Poder.
David nos dice en el Salmo 84:4-7: “Bienaventurados los que habitan en tu casa: Perpetuamente te alabar�n… Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas… Ir�n de poder en poder…”.

El hombre que alaba a Dios, de seguro que tiene Su poder�o a la disposici�n. Tambi�n disfrutar� de Su gozo a plenitud a trav�s de la alabanza, y el gozo de Jehov� es su fortaleza (Neh 8:10).

13. Para Recibir Las Peticiones Correctas
“Del�itate as� mismo en Jehov�, y �l te conceder� las peticiones de tu coraz�n“ (Sal 37:4).

Muchas personas dicen: “�Si Dios me concede las peticiones de mi coraz�n, le alabar�a siempre!”, pero el orden divino es todo lo contrario a eso.
Le alabamos y nos deleitamos en �l primero; �l nos concede las peticiones de nuestro coraz�n. Dios coloca deseos santos en el coraz�n que le alaba, y es por eso que tenemos deseos correctos. Las prioridades de quienes le “alaban” est�n en orden, y entonces, Dios se deleita en conceder tales peticiones.

14. La Alabanza Precede A La Victoria
El Rey Josafat dirigi� al pueblo de Dios a la batalla contra sus enemigos. Dios le instruy� a que nombrara cantantes que alabaran a Dios (2 Cr 20).

Ellos iban al frente del ej�rcito alabando a Dios y diciendo:

“Glorificad a Jehov�, porque Su misericordia es para siempre. Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehov� puso contra los hijos de Am�n, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que ven�an contra Jud�, y se mataron los unos a los otros” (2 Cr 20:21, 22).

�Imag�nese un ej�rcito siendo dirigido por un coro! �Qu� espect�culo tan extra�o para la mente natural: ver un ej�rcito siendo dirigido a la batalla de tal manera!

Pero la Biblia dice: “Las armas de nuestra guerra no son carnales; son lo suficientemente fuertes como para derribar fortalezas” (2 Co 10:4).

A medida que nos enfrentamos a nuestro enemigo, necesitamos entender de manera renovada el poder de la alabanza, y salir a la batalla alab�ndole sonoramente con nuestra boca. Entonces, podremos esperar ver la gran salvaci�n de Dios.

El pueblo que aprende a alabarle de coraz�n sincero, es aqu�l que experimentar� a plenitud Su presencia y poder.

C. �QUI�N DEBER� ALABAR AL SEÑOR?
1. Todos Los Hombres De Todas Las Partes Del Mundo (Sal 145:21; 148:11-13)

2. Toda Carne (Sal 145:21)

3. Todo Lo Que Respira (Sal 150:6)

4. El Pueblo De Dios (Sal 79:13)

5. Los Justos (Sal 140:13)

6. Los Santos (Sal 145:10)

7. Los Redimidos (Sal 107:1, 2)

8. Los Que Temen A Dios (Sal 22:23)

9. Aquellos Que Conocen Y Creen La Verdad (1 Ti 4:3)

10. Los Siervos De Dios (Sal 113:1; 134:1; 135:1)

11. Todos Sus �ngeles (Sal 148:2)

12. Toda La Naturaleza (Sal 148:3-10)

D. �CU�NDO DEBEMOS ALABAR A DIOS?
1. Desde La Ma�ana Hasta La Noche

“Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, sea alabado el nombre de Jehov�” (Sal 113:3).

2. Todo El D�a
“Se llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el d�a” (Sal 71:8).

3. Todo El Tiempo Que Vivamos (Sal 146:2)

“Cantar� salmos a mi Dios mientras viva…”

4. En Todo Tiempo
“Su alabanza estar� de continuo en mi boca” (Sal 34:1).

5. En Tiempos De Depresi�n
“�Por qu� te abates, oh alma m�a, y por qu� te turbas dentro de m�? Espera en Dios; porque aun he de alabarle, salvaci�n m�a y Dios m�o” (Sal 42:11).

6. En Todo
“Dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Se�or Jesucristo” (Ef 5:20).

E. �D�NDE DEBEMOS ALABAR A DIOS?
1. En Medio De La Congregaci�n

“EN MEDIO DE LA CONGREGACI�N te alabar�” (Sal 22:22).

2. Entre Los Pueblos
“Te alabar� ENTRE LOS PUEBLOS oh Se�or” (Sal 57:9).

3. En Sus Atrios
“Entrad POR SUS ATRIOS con alabanza” (Sal 100:4).

4. En La Congregaci�n De Los Ancianos
“Ex�ltenlo en la congregaci�n del pueblo, y EN LA REUNI�N DE ANCIANOS lo alaben” (Sal 107:32).

5. Entre Las Naciones
“Te alabar�, oh Jehov� ENTRE LOS PUEBLOS; a ti cantar� salmos ENTRE LAS NACIONES” (Sal 108:3).

6. Entre Las Multitudes
“Y en MEDIO DE MUCHOS le alabar�” (Sal 109:30).

7. “...EN LA CONGREGACI�N...”
(Sal 149:1).

8. “...EN EL SANTUARIO...”
(Sal 150:1).


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