Cap�tulo 6
El Significado De La Alabanza Y Adoraci�n

A. �QU� ES ADORACI�N?
Alabar es hablar bien de alguien, expresar admiraci�n por alguien, hacer cumplidos, recomendar, felicitar, aplaudir, elogiar, lisonjear.

Adorar es expresar reverencia, tener un sentimiento de temor, inclinarse delante del objeto de adoraci�n, rendir homenaje.

La adoraci�n es la forma m�s elevada de alabanza. Por lo general, empezamos a alabar y acabamos adorando.

La palabra adoraci�n (worship en ingl�s) se deriva de una palabra del ingl�s antiguo (worthship) que significa "reconocer el valor o dignidad de" y "reaccionar de manera apropiada ante", tal dignidad.

1. Una Actitud
Adorar es primero que nada una actitud del coraz�n. Es la ocupaci�n reverente del coraz�n humano hacia su Creador.

Comienza con un musitar interno del coraz�n. Una meditaci�n profunda sobre la grandeza y la dignidad de Dios. Es paladear o saborear la admiraci�n que sentimos hacia Dios. Es una sensaci�n interna de temor y respeto hacia el Todopoderoso.

2. Un Rebosar
Segundo, es un REBOSAR O FLUIR de esos pensamientos y emociones que fluyen espont�neamente. No tienen que ser impulsados ni forzados. Nuestra copa, as� como la de David, debe "estar rebosante" (Sal 23:5).

3. Un Derramamiento
Tercero, es el DERRAMAMIENTO del alma en profundas expresiones de reverencia, temor, maravilla y adoraci�n.

B. LAS PRIMERAS REFERENCIAS B�BLICAS A LA ADORACI�N
Uno de los principios de interpretaci�n b�blica, es la "ley de la primera menci�n", la cual, establece que la primera menci�n b�blica de cualquier tema o asunto concede una indicaci�n clara de su significado e importancia dondequiera que aparezca en la Biblia. Es la clave para la comprensi�n del contenido de esa palabra o tema a trav�s de todas las Escrituras.

La primera referencia de la palabra adorar est� en G�nesis 22:5. Abraham, dirigi�ndose a los j�venes que le acompa�aban a �l y a Isaac al Monte Moriah, les dijo: "yo y el muchacho iremos hasta all� y adoraremos". El t�rmino o voz usada aqu� es SHACHAH (pronunciada Shaka) que significa postrarse delante de alguien, inclinarse con una reverencia, respeto y homenaje humildes.

Examinemos lo que hizo Abraham cuando adoraba. Esta primera menci�n o referencia de adoraci�n nos ense�a muchas lecciones.

1. Dios Orden� A Abraham Que Fuera Y Adorara
La alabanza y adoraci�n no son opciones que podamos decidir hacer o no hacer como si fuera un capricho o antojo. Es un mandamiento de Dios.

Cuando la Biblia dice: "ALABAD A JEHOV� DIOS", no es una sugerencia o s�plica, sino m�s bien un mandato. No hay excepciones a esta regla. Todo hijo de Dios debe ser un alabador y adorador de Dios.

2. La Reacci�n De Abraham Fue De Obediencia
Esta obediencia era esencial para la preservaci�n de la relaci�n del pacto con Dios. Dios y �l hab�an entrado en un pacto o acuerdo, el cual, requer�a la obediencia y dedicaci�n absolutas de Abraham a �l.
Dios estaba a punto de probar la sinceridad e integridad de la entrega de Abraham. Le estaba requiriendo el sacrificio de lo que Abraham consideraba como lo m�s precioso en su hogar: Isaac, el hijo de la promesa.

3. El Acto De Adoraci�n Es Costoso
El acto de adoraci�n le iba a costar a Abraham su ofrenda mejor y m�s alta en valor.

En realidad iba a ser un "sacrificio de alabanza" (He 13:15). Una vida de adoraci�n demanda todo lo que somos y tenemos (Ro 12:1, 2). Tiene que haber una entrega total de nuestro ser a Dios, a fin de llegar a ser un adorador verdadero. David comprendi� tambi�n este principio cuando dijo: "...Porque no ofrecer� a Jehov� holocaustos que no me cuesten nada" (2 S 24:24).

4. El Acto De Adoraci�n Es Un Acto De Fe
Cada paso que Abraham dio ese d�a, fue uno de fe. Cuando iba hacia el Monte Moriah, sabiendo que Dios hab�a requerido la ofrenda de su muy amado hijo, sab�a por fe que de alguna manera �l e Isaac volver�an a regresar juntos (Gn 22:5).

5. La Sumisi�n Del Yo
Abraham no s�lo estaba preparado para ofrecer a Isaac, mas tambi�n iba a ofrecerle sus propios planes, deseos, ambiciones y anhelos para el futuro. Su futuro estaba ligado, inevitablemente, con aquel muchacho.

El era el hijo que Dios le hab�a prometido, a trav�s de quien todas las promesas del pacto se verificar�an (cumplir�an). Al rendirse de esa manera en obediencia, era como entregarle todo aquello que hab�a deseado que se cumpliera. Se entreg� a s� mismo.

Jam�s podremos entrar en una adoraci�n verdadera hasta que no haya habido una entrega completa de nuestro ser a Dios. �l yo o ego siempre se interpondr� en el camino de la adoraci�n, as� que, debemos entreg�rselo a Dios en sumisi�n.

6. La Alabanza Glorifica A Dios
El acto de adoraci�n costoso de Abraham glorific� a Dios. �Cu�n sublime y glorioso debe ser Aqu�l por quien Abraham estuvo dispuesto a sacrificar a su amado hijo, a fin de rendir una adoraci�n real en obediencia y fe!

Dios nos dice en el Salmo 50:23: "El que sacrifica alabanza me honrar�...". Todo acto de adoraci�n sincera glorifica a Dios.

7. El Adorador Tambi�n Es Bendecido
La respuesta de Dios al acto de adoraci�n de Abraham, indica Su gran placer y tambi�n Su deseo de bendecir a todo adorador: "…porque t� has hecho esto y no has escatimado a tu hijo �nico; te bendecir� con bendici�n y multiplicar� tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que est� a la orilla del mar; y tu descendencia poseer� la puerta de sus enemigos… porque t� has obedecido mi voz" (Gn 22:16-18).

La historia de Mar�a (Jn 12:3), quien ungi� los pies de Jes�s con un �leo de gran precio, es un hermoso ejemplo de adoraci�n. Juan nos dice que despu�s "...sec� Sus pies con sus cabellos...".

Imagine la fragancia exquisita que llevar�a en sus cabellos. Por supuesto que por dondequiera que fuera, las personas notar�an aquel perfume o fragancia exquisita.

Lo mismo sucede con los adoradores. Sus vidas llevan una fragancia exquisita por todas las partes a donde van. �Es la fragancia o perfume de la gloriosa presencia del Se�or!

C. LA ADORACI�N TIPIFICADA EN EL TABERN�CULO
Un principio adicional de interpretaci�n b�blica es la "ley de la menci�n repetida". Este principio dice que la cantidad de trato y espacio dado a un tema particular indica su importancia. Consideremos cu�nto espacio es dedicado a la descripci�n del Tabern�culo. Hay 50 cap�tulos a trav�s de toda la Biblia dedicados a este tema:

�xodo 15 Cap�tulos
Lev�tico 18 Cap�tulos
N�meros 13 Cap�tulos
Deuteronomio 2 Cap�tulos
Hebreos 2 Cap�tulos

Estos cap�tulos mencionados arriba nos hacen comprender cu�n importante es este tema.

1. La Naturaleza Vital De La Adoraci�n
Siendo que el prop�sito primario del Tabern�culo era la adoraci�n de Dios, vemos que �l nos est� comunicando la naturaleza vital de la adoraci�n, y la tremenda importancia que le da.

La primera pieza de los accesorios del Tabern�culo que Dios describe (Ex 25:22) es el Arca del Pacto. La tapa de esta caja se conoc�a con el nombre del asiento de la misericordia. Dios dijo: "...me encontrar� contigo y me comunicar� contigo desde el asiento de la misericordia...". La rec�mara (el Lugar Sant�simo) en donde estaba alojada el arca, era el lugar donde Dios se congregaba y ten�a comuni�n con el hombre cara a cara. Era el lugar de la adoraci�n.

En el orden del Antiguo Pacto, ese maravilloso privilegio era algo exclusivo para los Sumos Sacerdotes, y una sola vez al a�o: el D�a de la Expiaci�n. �Cu�n bienaventurados somos bajo los t�rminos del Nuevo Pacto, pues tenemos el privilegio de tener continuo acceso o entrada al Lugar Sant�simo a trav�s de la sangre de Cristo!

La ense�anza b�sica impl�cita en el Tabern�culo para nosotros los cristianos es la adoraci�n. Dios hab�a sacado a Su pueblo fuera de Egipto con mano fuerte y poderosa (Ex 32:11). Una vez librados completamente de la opresi�n egipcia, lo primero que Dios hizo fue comisionar la construcci�n del Tabern�culo a Mois�s. El primer deseo de Dios, despu�s de la liberaci�n de Egipto (el pecado y su esclavitud), es iniciarnos en el ministerio de la adoraci�n.

2. Orden Y Progreso De La Adoraci�n
El Tabern�culo nos ense�a respecto al orden y progresi�n de la adoraci�n. Cuando se entra al patio exterior del Tabern�culo, lo primero que se ve�a era el altar de bronce del sacrificio. Este era el lugar donde Dios se encargaba de expiar los pecados e iniquidades del pueblo; All�, Dios perdonaba todos sus pecados.

Luego, ven�a la fuente de Bronce, tipo de la limpieza que se recibe a trav�s de la fuente del agua por la Palabra. El futuro adorador ten�a que pasar a trav�s de estas dos experiencias antes de llegar a las cortinas del lugar santo.

Dentro de ese lugar estaba la mesa de los panes de la proposici�n, el candelabro de siete brazos y el altar de oro del incienso, que tienen un significado profundo en la ense�anza de la adoraci�n.

Por �ltimo, estaba el Lugar Sant�simo, aquel paraje sagrado y solemne de la reuni�n que tipificaba las formas m�s elevadas y puras de la alabanza y de la adoraci�n. Es a tal lugar, hacia donde el Esp�ritu Santo desea llevarnos.

Hay una progresi�n definida en el aprendizaje de las destrezas de la adoraci�n. Dios desea conducirnos a trav�s de todas las fases diversas hasta que entremos al �ltimo lugar de la adoraci�n sagrada, ese lugar detr�s del velo donde Dios habita.


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