Cap�tulo 3
El Bautismo En Agua: Parte II

"Porque as� conviene que cumplamos toda justicia" (Mt 3:15).

A. �POR QU� DEBEMOS SER BAUTIZADOS?
�POR QU�? Porque el Se�or Jes�s lo orden�. Porque es el segundo paso en las instrucciones de los ap�stoles, sobre el cual, debemos edificar nuestras vidas como creyentes.

Adem�s, hay un significado espiritual profundo en el bautismo en agua. Se podr�an escribir libros enteros acerca del significado espiritual del bautismo. Pero solo tenemos espacio para considerar brevemente los aspectos m�s importantes.

1. Una Conciencia Clara
"Los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los d�as de No�, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiraci�n de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrecci�n de Jesucristo" (1 P 3:20, 21).

Es un hecho hist�rico y b�blico que puesto que, debido al pecado de la humanidad, Dios mand� un diluvio sobre toda la tierra, salvando �nicamente a No� y a su familia en el arca. La tierra estaba completamente cubierta de agua. Aqu� la Biblia dice que el bautismo es un s�mbolo de tal diluvio.

�C�mo puede el bautismo en agua ser "una respuesta de una conciencia limpia ante Dios"? Significa que Dios no est� preguntando respecto a si nuestra conciencia est� limpia. La Biblia dice: "�Cu�nto m�s la sangre de Cristo... limpiar� vuestras conciencias..." (He 9:14).

Si su conciencia pecaminosa ha sido lavada y purificada en la sangre de Cristo, ya no tiene porque sentirse culpable ni avergonzado de ir ante la presencia de Dios. Su conciencia est� limpia. Por lo tanto, en el bautismo, usted est� afirm�ndole a Dios que su conciencia ha sido purificada por la sangre de Cristo, y que ahora est� limpia. �Loado sea el Se�or!

2. Un Testimonio P�blico
"Bautizados en su muerte" (Ro 6:3).

Cada vez que alguien es bautizado al estilo b�blico, est�n testificando ante el mundo que el Hijo de Dios (Jesucristo) fue crucificado sobre una cruz, y que derram� Su sangre y muri� por nuestros pecados.

Su cuerpo muerto fue colocado en una tumba. Pero no permaneci� en ella por mucho tiempo. Despu�s de tres d�as, se levant� victorioso sobre la muerte.

Cada vez que un creyente es bautizado, confesando su fe en �l, est� dando un testimonio p�blico de este glorioso hecho:

"Porque somos sepultados juntamente con �l para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucit� de los muertos por la gloria del Padre, as� tambi�n nosotros andemos en vida nueva" (Ro 6:4).

3. Sepultando Al "Viejo Hombre"
A menudo se ha dicho que "el bautismo es un testimonio externo de una experiencia interna". Es verdad. �Pero es mucho m�s que eso! De un estudio de Romanos 6 y Colosenses 2, vemos que hay una profunda y preciosa identificaci�n del creyente con el Se�or Jes�s en Su muerte, sepultura y resurrecci�n, cuando el bautismo en agua toma lugar:

"Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con �l, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos m�s al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Porque el pecado no se ense�orear� de vosotros; pues no est�is bajo la ley, sino bajo la gracia" (Ro 6:6, 7, 14).

"Sepultados con �l en el bautismo, en el cual fuisteis tambi�n resucitados con �l, mediante la fe en el poder de Dios que le levant� de los muertos" (Col 2:12).

�Qu� lengua puede contar respecto a la bendita liberaci�n que hemos recibido mediante la Cruz de Cristo! �Libres de las luchas! �Libres del pecado! �Libres de la condenaci�n, de la culpa y del temor! El pecado fue clavado en la cruz. La vieja criatura fue sepultada. Nuestra nueva vida fue resucitada en novedad de vida. Esta es la experiencia interna de los que siguen al Se�or a trav�s de las aguas del bautismo.

4. Declaraci�n De Victoria
"Sepultados con �l en el bautismo..."

"Y despojando a los principados y a las potestades, los exhibi� p�blicamente, triunfando sobre ellos en la cruz" (Col 2:12, 15).

En el bautismo en agua b�blico, el creyente ciertamente est� colocando un fundamento bueno y firme. El bautismo testifica ante Satan�s y sus �ngeles del mal, que el Se�or Jes�s triunf� sobre todas las cosas en la Cruz. El bautismo declara que Jes�s ha librado al creyente de su reino y poderes. �Aleluya!

5. Reconocimiento De La Fe
"A cualquiera, pues, que me confiese delante de los hombres, yo tambi�n le confesar� delante de mi Padre que est� en los cielos. Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo tambi�n le negar� delante de mi Padre que est� en los cielos" (Mt 10:32, 33).

El Nuevo Testamento ense�a que la primera manera en la que un creyente debe reconocer su fe, reci�n descubierta en Cristo, es por medio de bautizarse p�blicamente en agua.

Ya hemos visto, en el Nuevo Testamento, ejemplos de que el bautismo no era algo secreto, sino un acto y testimonio p�blico ante la gente. Este reconocimiento p�blico y testimonio, fortalece nuestra fe y determinaci�n de seguir a Cristo. El Se�or no quiere que ning�n disc�pulo le siga lleno de temor, debilidad y en secreto. Esa es una de las razones por las que �l comision� a los creyentes: "Baut�cese cada uno", a reconocerle delante de los hombres.

6. Afirmando Nuestra Unidad Con Cristo
"Porque todos los que hab�is sido bautizados en Cristo, de Cristo est�is revestidos. Ya no hay jud�o ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay var�n ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jes�s" (Ga 3:27, 28).

El creyente que ha sido bautizado, testifica que es igual y uno con todos los dem�s creyentes en Cristo.

Por medio del derramamiento de Su sangre sobre la Cruz, el Se�or Jes�s ha hecho de todos los creyentes en �l "...uno, derribando la pared intermedia de separaci�n" (Ef 2:14).

En Jesucristo no hay cristiano jud�o, cristiano ingl�s, cristiano africano, cristiano indio, ni cristiano pobre o rico, ni educado o sin educar, ni siervos o amos, ni blancos o negros, ni hombres o mujeres, ni denominaci�n o misi�n, "Porque todos somos uno en Cristo Jes�s".

As� que, el creyente, al ser bautizado, est� reconociendo la igualdad. Est� afirmando la unidad en Cristo con todos los dem�s cristianos en el mundo. Se est� uniendo a la familia de todos los que han confiado en Cristo y bautizado siguiendo el patr�n b�blico.

Cualquier creyente bautizado que todav�a retiene en su mente cualquier divisi�n de clase social, prejuicio racial, sentimiento denominacional o actitud de superioridad por sobre cualquier otro cristiano, est� viviendo contrario a la verdad y testimonio del bautismo. El tal, necesita arrepentirse y ser limpio completamente en la sangre de Cristo.

7. Aceptando El Prop�sito De Dios
"M�s los fariseos y los int�rpretes de la ley desecharon los designios de Dios respecto de s� mismos, no siendo bautizados por Juan" (Lc 7:30)
Aunque este vers�culo est� hablando del bautismo por Juan el Bautista, la lecci�n espiritual expuesta aqu� y en el bautismo del creyente en el Nombre de Jesucristo, es la misma.

Nosotros reconocemos nuestra disposici�n de aceptar el prop�sito de Dios para nuestras vidas en el bautismo en agua. Dios tiene un prop�sito, un plan, para cada uno de nosotros. Pero si no obedecemos su mandamiento de: "Baut�cese cada uno", rechazamos Su prop�sito para nuestras vidas. Estoy seguro de que los prop�sitos de Dios son los mejores, �cierto?

8. Separaci�n De La Vida Antigua
"Porque no quiero, hermanos, que ignor�is que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron el mar, y todos en Mois�s fueron bautizados en la nube y en el mar" (1 Co 10:1, 2).

El �nico incidente adicional expuesto en el Antiguo Testamento como un tipo del bautismo en agua, es ilustrado en el momento que los israelitas cruzan el Mar Rojo.

A pesar de que el nivel del agua pasaba por sobre sus cabezas, y el agua era... "por muro a su derecha y a su izquierda, los hijos de Israel fueron por en medio del mar en seco" (Ex 14:29).

Ellos hab�an sido salvados del juicio de Dios, a trav�s de la sangre del cordero que untaron sobre el dintel de sus puertas. Ellos hab�an sido puestos en libertad de la opresi�n y esclavitud de los egipcios.

Pero su "bautismo en Mois�s", significaba su separaci�n final y total de fara�n y de los egipcios. Los carros tirados por caballos y ej�rcitos egipcios, perecieron cuando Mois�s extendi� su mano sobre las aguas y Dios hizo que �stas se cerraran sobre ellos (Ex 15:19, 21).

9. Cumpliendo Toda Justicia
"Entonces Jes�s vino de Galilea a Juan al Jord�n, para ser bautizado por �l. Mas Juan se le opon�a diciendo; Yo necesito ser bautizado por ti, �y t� vienes a m�? Pero Jes�s le respondi�... Deja ahora, porque as� conviene que cumplamos toda justicia, Entonces le dej�. Y Jes�s... fue bautizado" (Mt 3:13, 16).

Si el Hijo de Dios que fue sin pecado y sin contaminaci�n, el Se�or Jes�s, tuvo que ser bautizado para cumplir toda justicia, entonces �qui�nes somos nosotros para decir que no necesitamos ser bautizados en agua como �l lo necesit�?

Los creyentes, en su bautismo, muestran su disposici�n para cumplir toda justicia as� como El Se�or.

10. Trae Regocijo
"Y mand� parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautiz�. Cuando subieron del agua, el Esp�ritu del Se�or arrebat� a Felipe; y el eunuco no le vio m�s, y sigui� gozoso su camino" (Hch 8:38, 39).

"Y �l, tom�ndolos en aquella misma hora de la noche, les lav� las heridas; y en seguida se bautiz� �l con todos los suyos... y se regocij� con toda su casa de haber cre�do a Dios" (Hch 16:33, 34).

El eunuco regres� a Etiop�a con regocijo, y de seguro que plant� la semilla del evangelio de Jesucristo all�. Los resultados todav�a hoy, son evidentes en ese Pa�s, despu�s de 2,000 a�os m�s tarde.

El carcelero, hablando naturalmente, no ten�a nada de lo cual alegrarse. Sus prisioneros hab�an sido liberados milagrosamente cuando ocurri� el terremoto. La prisi�n fue quebrada, pero el gozo de la salvaci�n y el bautismo llenaron su coraz�n; entonces, pudo regocijarse con su familia.

Hoy, muchos procuran el gozo de muchas diversas maneras que no son agradables a Dios. No hay una felicidad permanente aparte de Dios.

"Me mostrar�s la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo" (Sal 16:11).

A medida que usted sigue Su senda, la cual conduce al bautismo, usted tambi�n se regocijar�. Pues existe una conexi�n directa en la Biblia, entre el bautismo en agua y el gozo: Un gozo profundo, espiritual y permanente, el cual, viene como resultado de obedecer a Dios.

Se podr�an mencionar muchas m�s razones del porqu� debemos ser bautizados; sin embargo, �stas muestran el �nfasis que Dios ha puesto sobre el bautismo. Note nuevamente que todas las experiencias del bautismo en agua, son para los que aceptan y experimentan de por s� mismos la gracia y bendici�n de Dios.

11. La Circuncisi�n Del Coraz�n
"...ni es la circuncisi�n la que se hace exteriormente en la carne... y la circuncisi�n [real] es la del coraz�n" (Ro 2:28, 29).

Pablo ense�a que: "nosotros somos la circuncisi�n, los que en esp�ritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jes�s, no teniendo confianza en la carne" (Fil 3:3).

El rito externo de la circuncisi�n, ha sido reemplazado por la experiencia interna de la cirug�a del pecado y de los deseos carnales, por medio de la sepultura y resurrecci�n de los creyentes genuinos en el bautismo:

"Y vosotros est�is completos en �l (Cristo), que es la cabeza de todo principado y potestad. En �l tambi�n fuisteis circuncidados con circuncisi�n no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisi�n de Cristo; sepultados con �l en el bautismo, en el cual fuisteis tambi�n resucitados con �l, mediante la fe en el poder de Dios que le levant� de los muertos" (Col 2:10-13).

La cuesti�n est� resuelta. El bautismo es para los que han aceptado a Cristo y la plenitud de Su vida. Esto es lo que entierra o mata el cuerpo de pecado o deseos carnales, al recibir la experiencia espiritual que lo sepulta con �l a trav�s del bautismo en agua.

Seg�n la Biblia, el bautismo es para aquellos que se han arrepentido, que tienen la fe personal de la salvaci�n a trav�s de Jesucristo. Si usted no ha sido bautizado desde que se arrepinti� de sus pecados y aceptado a Cristo como Salvador, entonces, el siguiente paso a dar es obedecer el mandato de Dios para cumplir toda justicia por medio del bautismo en agua.

12. El Mandato De Dios
"�POR QU� debemos ser bautizados?" Debido al glorioso testimonio y bendita experiencia del bautismo en agua. Porque es un paso esencial en el plan de Dios para nuestras vidas.

Pero por sobre todo, porque Dios nos ha comisionado que seamos bautizados. Aun cuando no entendamos todas las razones y significados espirituales del bautismo en agua, este simple hecho deber� impulsarnos a obedecer al Se�or:

"El que tiene mis mandamientos, y los guarda, �ste es el que me ama; y el que me ama, ser� amado de mi Padre, y yo le amar�, y me manifestar� a �l" (Jn 14:21).

La verdadera prueba de nuestro amor por Cristo, no son nuestras palabras, no son todas las cosas que hacemos por �l, ni nuestras oraciones, ni nuestra lectura de la Biblia, ni el que vayamos a la iglesia, aunque todas estas cosas son importantes. La verdadera prueba es la siguiente: �Acaso guardamos nosotros Sus mandamientos? "Me apresur� y no me retard� en guardar tus mandamientos" (Sal 119:60). �Se est� dando prisa en guardar Su mandamiento: "Baut�cese cada uno de vosotros?" La Palabra de Dios dice: "Y mand� bautizarlos en el nombre del Se�or Jes�s" (Hch 10:48).

B. �CU�NDO DEBEMOS SER BAUTIZADOS EN AGUA?
"Ahora, pues, �por qu� te detienes? Lev�ntate y baut�zate" (Hch 22:16).

De las respuestas encontradas en la Biblia para nuestras previas preguntas, la contestaci�n para nuestra �ltima pregunta es obvia.

"�CU�NDO debemos ser bautizados en agua?" Tan pronto como nos arrepintamos de nuestros pecados, creamos al evangelio y recibamos al Se�or Jes�s en nuestros corazones.

Las palabras sobre las cuales actuar, son arrepentimiento y salvaci�n "ahora mismo". "Dios... ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan" (Hch 17:30). "He aqu� ahora el tiempo aceptable; he aqu� ahora el d�a de salvaci�n" (2 Co 6:2).

En exactamente la misma manera, la palabra en la cual debemos actuar sobre el bautismo en agua es "ahora". "Ahora, pues, �por qu� te detienes? Lev�ntate y baut�zate" (Hch 22:16).

La Biblia no habla nada acerca de "clases de instrucciones", "tres meses de prueba", "esperar para ver si permanecen", "prepararse", "esperar por el siguiente servicio bautismal" o cualquier otro per�odo de espera o retraso. El mandato de Dios es "ahora". El d�a de Pentecost�s, las tres mil personas que se arrepintieron de sus pecados "fueron bautizadas... ese mismo d�a" (Hch 2:41). No hubo per�odo de espera.

Los samaritanos fueron bautizados en agua "...cuando creyeron" (Hch 8:12).

El eunuco et�ope fue bautizado inmediatamente despu�s que crey� en Cristo, aunque aquel fue el primer serm�n evang�lico jam�s escuchado por �l (Hch 8:35-38).

El Ap�stol Pablo fue bautizado inmediatamente por el primer disc�pulo cristiano que se acerc� a �l (Hch 9:17, 18).

Cornelio y su compa��a fueron bautizados inmediatamente despu�s que creyeron (Hch 10:48).

El carcelero de Filipo y su casa fueron bautizados la misma noche que creyeron en Cristo (Hch 16:30-34).

Tan pronto como ellos escucharon acerca del bautismo de Jes�s, los creyentes de Efeso fueron bautizados por Pablo (Hch 19:4, 5).

No encontramos per�odo alguno de espera en ninguno de los ejemplos expuestos en la Biblia.

Son muchos los que han sido robados de las grandes bendiciones del bautismo al decir: "Estoy preparando mi coraz�n. Tan pronto como est� listo, obedecer� el mandamiento de ser bautizado en agua".

Las �nicas condiciones que la Biblia exige para recibir el bautismo en agua son el arrepentimiento del pecado, la fe personal en Cristo y la entrega total para ser Su disc�pulo.

En estos precisos momentos, el Se�or le est� hablando a su coraz�n a trav�s de Su Propia Palabra acerca del bautismo. Si usted siente que debe obedecer el mandamiento del Se�or de "Baut�cese cada uno", act�e ahora mismo. Lev�ntese, vaya a una iglesia, hable con un pastor, con un l�der o disc�pulo que viva en conformidad con los principios b�blicos y pida que le bautice. No espere m�s tiempo, pues Dios le ordena: "Ahora, pues, �por qu� te detienes? Lev�ntate y baut�zate, y lava tus pecados, invocando su nombre" (Hch 22:16).

Si se ha arrepentido y cre�do en el Se�or Jesucristo como su Salvador, sabiendo en su coraz�n que es Su hijo, entonces, obedezca el mandamiento de Dios. Act�e sobre Su Palabra. "Lev�ntate y baut�zate", ahora mismo.


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