Cap�tulo 6
Estrategia, Ejecuci�n, Evaluaci�n

A. DESARROLLANDO ESTRATEGIAS
Estamos en guerra contra los poderes espirituales y potestades en los aires, los cuales tienen dominio sobre las naciones desde hace siglos. Estamos retando esos poderes de las tinieblas, y Dios nos est� ayudando a producir estrategias y planes para penetrar a dichas naciones y derrumbar las mismas, a fin de libertarlas de su opresi�n y evangelizarlas con el poder del Evangelio.

1. Debe Ser Inspirado Por El Esp�ritu Santo
No obstante, el diablo es un ser infernal muy astuto. �l ya tiene varios miles de a�os de experiencia contrarrestando los planes de los cristianos. As� que, necesitamos estrategia y planificaci�n inspiradas por el Esp�ritu Santo a fin de destronar al enemigo y evadir sus emboscadas.

Solamente contamos con suficiente espacio aqu�, para ilustrar el maravilloso genio del Esp�ritu Santo en varias de las muchas estrategias que le ha concedido a los esfuerzos misioneros.

Dios est� dispuesto a mostrarle planes estrat�gicos si se mantiene en comuni�n con �l, y si le permite que le comunique Su mente, voluntad y entendimiento.

B. IMPLEMENTACI�N: SEA FLEXIBLE
Ahora estamos listos para movernos a la etapa o fase de la ejecuci�n (implementaci�n). Esta puede definirse como "pasos de acci�n planeados y ejecutados hacia el logro de una meta".

Si tiene un plan, puede resolver problemas inesperados y laborar a su alrededor por medio de adoptar un enfoque diferente. Usted puede aislar y corregir los problemas antes de que la situaci�n venga a ser irremediable. Si usted no tiene un plan, entonces, ser� dejado flotando como en el limbo. Tal vez no sepa qu� cosa sali� mal, el porqu� o qu� debe hacer despu�s.

Su plan es su plano para la ejecuci�n (implementaci�n). Si usted compara un edificio bajo construcci�n con las especificaciones del plano y descubre que algunas cosas no corresponden, es evidente que los maestros de obra no est�n siguiendo el plan. Puede que tenga buenas razones para ello. Puede ser que el plan necesite modificaciones.

1. Retroalimentaci�n Es Importante
(Vea el diagrama del c�rculo de retroalimentaci�n. Secci�n E6.2).

Como se�alamos anteriormente, puede estar seguro de que nada le saldr� exactamente en conformidad al plan; es por eso, que al implementarlo tenemos que usar la retroacci�n. Tenemos que aprender de nuestros errores, a fin de movernos adelante por sobre los obst�culos imprevistos.

Lo que aprendemos en la implementaci�n, frecuentemente hace que nosotros procedamos a modificar nuestro plan, ya sea apuntando una debilidad o aprovech�ndose de una fuerza. Esa es la sabidur�a de usar el plan de retroacci�n.

Por ejemplo, si usted estuviera edificando una iglesia y plane� poner cerraduras con enchapes de oro cuando el precio de la onza del metal costaba $35; y si el gobierno elimin� las restricciones del precio del oro, lo cual, hizo que su valor ascendiera a $600 la onza, entonces usted se ver� obligado a modificar su plan.

Las noticias del cambio brusco de la onza de oro, es lo que llamamos retroacci�n. Esto causa o motiva la modificaci�n del plan, porque el aumento en el valor del oro ha superado el costo en exceso de su presupuesto. As� que, usted decide poner los enchapes de metal en lugar de oro.

Durante el proceso de implementaci�n, usted afronta algo inesperado; la informaci�n es retroaccionada hacia el plan que es modificado; la implementaci�n contin�a sobre las bases del plan modificado.

En los c�rculos cristianos no es poco com�n encontrar personas que sean al�rgicas a la retroacci�n, o volver a la reevaluaci�n.

Los l�deres que reclaman ser guiados por la revelaci�n, puede que reh�sen obstinadamente a la modificaci�n de sus planes. "Cuando Dios lo dijo, no hay nada m�s que opinar; nada me har� cambiar".

El problema es que muchas veces ellos no son guiados por el plan de Dios, sino m�s bien por sus propias impresiones, tal vez porque el planear requiere demasiado trabajo.

Para algunas personas es m�s f�cil reclamar revelaciones y visiones que desarrollar un plan. Es m�s f�cil decir: "El Se�or me mostr�", o "�l dijo..."

La retroacci�n, consejo o evaluaci�n son en tal caso, una cr�tica a la manera que Dios quiere que se haga. Y, �qui�n se atreve a criticar a Dios?

No estoy sugiriendo que el Se�or no pueda mostrarle un plan, puesto que s� puede. Ni tampoco que no pueda hablar, porque s� puede. No obstante, los hombres que sustituyen sus impresiones a un plan de Dios, por la ardua tarea que conlleva el planear, de seguro que van de camino hacia el enga�o.

Se est�n enga�ando a s� mismos y a su pueblo, pues lo cubren con el manto de: "El Se�or dijo". La gente le creer�, y no pasar� mucho tiempo cuando el l�der tambi�n lo creer�, a�n cuando es obvio que no es nada m�s que un enga�o.

2. Retroalimentaci�n Contraataca Enga�o
Necesitamos usar la retroacci�n para contraatacar la posibilidad del enga�o, o falta de sabidur�a en lo que estamos haciendo, o las deficiencias con las cuales estamos implementando nuestro plan.

Hablo porque tengo ciertos conocimientos y experiencias en esta �rea, pues he estado en la obra del Se�or desde 1947.

Por ejemplo, conozco la historia de un pastor que afirmaba que hab�a recibido una revelaci�n que le orden� ir a cierta ciudad distante para edificar una escuela b�blica. Naturalmente que no hab�a plan alguno envuelto.

�l y un colega viajaron miles de millas a otro pa�s, donde afirmaban que Dios les hab�a dirigido hasta la misma propiedad que iban a comprar. Seg�n las direcciones subjetivas por las cuales se mov�an, dec�an que eran guiados por �ngeles y visiones.

El pastor encargado del proyecto estaba prepar�ndose para dejar una extensa y creciente congregaci�n para entregarse totalmente a su visi�n. Alguien le pregunt�: "�D�nde est� su plan?"

"El Se�or me dirigi� a llevar a cabo esto", manifest�.

"Tal vez lo hizo, pero a pesar de eso, �l quiere que usted prepare un plan. �l ten�a uno desde antes de la fundaci�n del mundo. Por lo tanto, �l espera que usted tenga uno tambi�n. Usted no ha definido c�mo, cu�ndo o con qui�n va a implementar ese proyecto. Esa no es la manera en que Dios opera".

Aquellas personas que expresaron su preocupaci�n al respecto, no fueron atendidas; los l�deres no prestaron o�dos al consejo. No estuvieron dispuestos a verificar su visi�n, ni a seguir el m�todo de retroacci�n.

No he estado cerca de tal situaci�n por a�os, pero estoy consciente de que han empleado miles de d�lares en tal proyecto y todav�a la escuela b�blica no est� en operaci�n. Al presente, hay una gran confusi�n en el trabajo de esa organizaci�n en particular. Existe un vac�o de credibilidad que puede tomar a�os en extender un puente sobre el mismo. Muchas personas han sido ofendidas y se preguntan si acaso fueron enga�adas.

3. Retroalimentaci�n: Mantiene Equilibrio
�Por qu� suceden tales cosas? Porque no se procur� la confirmaci�n objetiva para lo que ellos experimentaron subjetivamente. En otras palabras, no hab�an establecido metas, no las clasificaron en orden de prioridad, ni hab�an delineado un plan de trabajo.
Cr�anme, no rechazo las comunicaciones subjetivas del Se�or. �l usa los dones intuitivos que poseemos, pero tienen que ser validados por los hechos. La t�cnica de la retroacci�n muestra cu�ndo un plan est� o no est� en armon�a con los hechos objetivos.

Cuando lo subjetivo y lo objetivo est�n en balance, usted est� parado sobre terreno firme, est� sobre una v�a f�rrea que le llevar� hacia alg�n lugar.

No obstante, no puede correr un tren sobre un solo carril; va a necesitar ambos carriles o rieles de la v�a. Estos necesitan estar paralelos y confirmados mutuamente: direcci�n subjetiva y hechos objetivos. Cuando ellos se confirman mutuamente o corresponden rec�procamente, puede estar casi seguro que el resultado ser� bueno.

Las empresas exitosas requieren planear con cuidado. Esto conlleva arduo trabajo acompa�ado de planificaci�n pr�ctica. Si no tiene el don de administraci�n para manejar esto, busque la ayuda de alguien que sepa para que le ayude.

A pesar de lo que Dios pueda conferirle en t�rminos de visiones y metas, alguien va a tener que planear para su implementaci�n de manera ordenada y secuencia l�gica que pueda tener resultados.

Si usted no sigue estos principios, le puedo asegurar que tendr� frustraciones y desilusiones en todo lo que trate de hacer.

No establezca su plan en concreto para la etapa de la implementaci�n. Despu�s que forje su plan, deje que los hechos y conocimientos que descubra durante la etapa de la implementaci�n lo modifique.

No practique la teolog�a concreta (una toda mezclada). Haga su plan flexible, a fin de que pueda ser modificado a medida que el proceso de implementaci�n indique que lo necesita.

C. EVALUACI�N: MUY IMPORTANTE
1. Nos Muestra Si Logramos Nuestras Metas

Cuando haya implementado y completado su plan, debe siempre tomar tiempo para su evaluaci�n. �Fue la meta lograda? �Logramos los objetivos? �Terminamos lo que iniciamos? �Fue la visi�n entendida? �Acaso fue desviado por alguna treta del enemigo o por su propia arrogancia o capricho?

Una de las �reas m�s dif�ciles a las cuales he penetrado durante los pasados veinte a�os, es la evaluaci�n del ministerio misionero. Por lo general, los misioneros no desean ser evaluados. "Perm�tame ir al continente africano y glorificar a Dios, hermano, y no me haga preguntas", parece ser la actitud prevaleciente de ellos.

Cuando comienza a evaluar a los misioneros con discernimiento objetivo, puede ser muy �spero o rudo. �Qu� logr� en �frica en veinte a�os de glorificaci�n a Dios? �Qu� sucedi� durante todos esos a�os?
�D�nde est� el fruto? �Puede describir algunos de sus resultados pr�cticos?

No quiero que tenga la impresi�n de que un equipo de evaluaci�n es formado de generales de corazones de piedra e hipercr�ticos, quienes van al campo misionero sin familiarizarse con los problemas y circunstancias medioambientales, con la intenci�n de hacer pedazos la vida y carrera de un misionero que ha sufrido por largo tiempo. No es esa clase de evaluaci�n a la que nos referimos.

Los equipos de evaluaci�n, son generalmente sensibles con relaci�n a las condiciones en las diversas partes del mundo. Cuando ellos encuentran un misionero guiando unas cuantas almas al conocimiento del Se�or bajo circunstancias extremadamente dif�ciles, le elogian por sus logros siempre y cuando sus gastos no excedan los resultados. Nos complacen las misiones con �xito y productivas, alabando al Se�or por ellas y por las personas que las dirigen.

2. Nos Muestra Si Los esfuerzos Son Justificados
No obstante, muchos esfuerzos misioneros no pueden ser justificados sobre las bases de lo que se ha logrado, considerando los gastos de dinero, recursos, tiempo, energ�as y personal. Es por tal raz�n, que la evaluaci�n es necesaria. Donde �sta es desechada, abunda el abuso y la incompetencia.

a. Dinero Y A�os Perdidos. En una parte del mundo, un misionero hab�a empleado cinco a�os en ese campo y gast� un promedio de $250,000 antes que se enviara un equipo de evaluaci�n para tasar su labor. El lugar donde resid�a estaba a un d�a de viaje en bote de motor por un r�o. Para economizar tiempo, el equipo de evaluaci�n vol� sobre la selva y al final descubri� un extenso edificio de concreto y ladrillo.

All� en el centro de la selva, este misionero estaba planeando levantar un edificio para una Escuela B�blica para entrenar personas con el prop�sito de evangelizar los indios nativos. El problema era que la aldea m�s cercana estaba ubicada a muchas horas de distancia en bote de motor.

Esta aldea estaba poblada por unos 2,700 indios analfabetos (que no sab�an leer, ni escribir) y pobres. Estaba situada en un lugar muy dif�cil de comunicarse con el centro m�s cercano, el cual, estaba a muchas millas de distancia.

La regi�n estaba escasamente poblada, y era necesario volar en avi�n sobre el territorio, a fin de localizar otras aldeas que pudieran ser evangelizadas. La realidad del caso era que no hab�a muchas, y las que hab�a estaban muy retiradas las unas de las otras. Por tal raz�n la comunicaci�n se hac�a muy dif�cil.

Este misionero emple� $250,000 en la construcci�n de un edificio de concreto en un per�odo de cinco a�os. El alto precio de la transportaci�n de los materiales r�o arriba y en bote, adem�s del importe de obreros de los Estados Unidos a la regi�n, aument� a�n m�s los gastos de tal construcci�n.

�Qu� ten�a el misionero para mostrar como prueba respecto al gasto de $250,000 y cinco a�os de trabajo? A�n no hab�a conducido su primera sesi�n de clases; ni siquiera hab�a matriculado su primer alumno. All� estaba parado frente a un gran edificio para nada.

Mientras tanto, ac� en los Estados Unidos hab�a obreros de tiempo completo, dedicados a la presentaci�n de pel�culas para levantar fondos en beneficio de aquella aventura misionera en la selva. Ellos dec�an: "�Loado sea el Se�or, vamos a evangelizar a los perdidos y a ganarlos para Cristo Jes�s! �Estamos erigiendo una Escuela B�blica! �No es �sta una hermosa obra? �Qu� emocionantes eran aquellas escenas pict�ricas de la selva! �Observen los monos, las cotorras, los periquitos, maravilloso!

Consideremos ahora el cuadro completo. Aquellos indios no sab�an leer, ni escribir. Asumamos que se matricularan en la escuela B�blica, luego �d�nde comenzar�a su entrenamiento? Tendr�an que emplear por lo menos de cinco a diez a�os en la tarea de ense�arlos a leer primero. �Cu�ndo comenzar�an a instruirles en la Biblia? Ni siquiera sab�an sumar dos m�s dos.

�Acaso no habr�a sido m�s f�cil buscar personas que supieran leer y escribir, y entrenarlas para que fueran a testificar a los aldeanos en su propia lengua? Estos son los asuntos que se deben considerar en la obra misionera y en la evaluaci�n de sus actividades respectivas.

Hay problemas especiales que afrontar en las �reas de vida subdesarrolladas o primitivas. En esta regi�n de la selva no hab�a agua potable o purificada, ni electricidad, ni otras facilidades modernas.

Si quer�an tomar agua purificada, ten�an que hervirla primero. Si deseaban ba�arse, ten�an que ir al r�o. Adem�s de eso, viv�an en constante lucha para contrarrestar los par�sitos y plagas particulares de la selva. En esa clase de ambiente ten�an que criar y educar a sus hijos.

�Qu� tiempo iban a tener para administrar una Escuela B�blica? Cuando analizamos las circunstancias, vimos que en realidad no dispon�an de tiempo para tal empresa. El mero sobrevivir les tomaba de ocho a nueve horas del d�a. Desgraciadamente, esto es t�pico de lo que pasa en los campos misioneros.

Este misionero en particular, era una bella persona, y lo m�s probable es que si fuera miembro de su iglesia, le habr�a ca�do muy bien. No obstante, durante el proceso de la entrevista, cuando se le presentaron las realidades il�gicas de su situaci�n, admiti� al final lo siguiente: "Hermanos, esta tierra va a tener un tremendo valor en el futuro. Tengo doscientos acres de terreno y estoy edificando este edificio para dejarlo como herencia a mis hijos".

El equipo de evaluaci�n, apenas pod�a creer lo que acababa de escuchar. �Para herencia de sus hijos? Hab�a estado embaucando a la gente en todo Norteam�rica levantando fondos para edificar una Escuela B�blica en medio de la selva y en terrenos que apenas costar�an a dos d�lares por acre para el tiempo de la venida del Se�or.

Debido a que sus motivos eran err�neos, fue enga�ado por la ilusi�n de que aquel terreno costar�a miles de d�lares por acre en el futuro. Hizo todo eso con el fin de dejarle una herencia a sus hijos.

�l fue enga�ado porque sus motivos eran err�neos. Hab�a malgastado a�os y a�n estaba determinado a seguir desperdiciando m�s. La gente en Am�rica del Norte todav�a sigue enga�ada y le contin�an enviando cerca de $50,000 al a�o.

En verdad hay gran necesidad de bosquejar planes que sean meritorios o dignos, planes que puedan ser evaluados objetivamente por un equipo de evaluaci�n, que confirmen la factibilidad de la visi�n.

De otra manera, �qu� terminaremos viendo? La repetici�n de los mismos errores ya discutidos, la construcci�n de un tabern�culo de 2,000 asientos con un techo plano, en una regi�n donde caen toneladas de nieve en el invierno desplom�ndose a tierra. Luego, tenemos a un equipo de personas que viaj� miles de millas para conducir una cruzada evangel�stica en una isla del Caribe que nunca hab�a sido habitada por personas. Finalmente, una Escuela B�blica a un costo de un cuarto de mill�n de d�lares en medio de una selva y sin estudiantes.

D. C�MO VALIDAR EL VALOR DE LOS PROYECTOS
Puede ser dif�cil guardarse contra los proyectos sin valor.

En 1 Tesalonicenses 5:12, Pablo dice: "Os rogamos, hermanos, que reconozc�is a los que trabajan entre vosotros." Esa es la �nica protecci�n real que usted tiene. Esta le ayuda a operar dentro de una esfera de camarader�a conocida, donde cada persona es evaluada regularmente por otros y donde cada cual conoce lo que est� pasando.

Un buen ejemplo de esto, est� en el cap�tulo 25 de �xodo, donde Dios le dio a Mois�s la visi�n acerca del tabern�culo. Este proyecto requer�a la entrega o consigna, de lo que tal vez sumara la cantidad de varios millones de d�lares en oro, plata, piedras preciosas y otros metales de valor.

El pueblo de Israel no ten�a problemas en levantar esa clase de ofrenda de amor, pues al salir de Egipto, Dios obr� para que los egipcios les dieran grandes cantidades de prendas y metales de valor. Adem�s, Mois�s estaba siguiendo las �rdenes del Dios que los sac� de la esclavitud con poderosos milagros jam�s vistos por ojo humano.

Si Mois�s hubiera intentado fabricar tal obra cuando se reuni� con el pueblo en Egipto la primera vez, de seguro que ellos no le habr�an prestado atenci�n. No obstante, �l hab�a estado con ellos durante muchos a�os, y ten�a una buena historia de credibilidad entre el pueblo.

En segundo lugar, lo que Mois�s present� era un plan medible, alcanzable (lograble), comunicable, tangible y definible en t�rminos de metas o pasos de acci�n. Cuando uno le pida que participe en un proyecto o que done dinero para el mismo, no sienta temor en formular preguntas. Si ellos no pueden darle respuestas claras acerca de sus metas y planes, tiene buenas razones para no respaldar tal proyecto.

E. CONCLUSI�N
Estos son los principios b�blicos para el logro. Alguien ha dicho: "Lo que Dios bendecir� como suplemento, lo maldecir� como un sustituto". Si trata de sustituir estos principios por la dedicaci�n, oraci�n, separaci�n, integridad y otros principios espirituales, vendr�n a ser una maldici�n para usted.

Pero si los usa como un suplemento, herramientas que utiliza para impulsar el reino de Dios, estoy muy seguro de que ser�n de bendici�n.

Es mi oraci�n que pueda tener muchas m�s gavillas que poner a los pies de Jes�s cuando �l venga otra vez.


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