Cap�tulo 6
Analog�as Del Nuevo Testamento De La Iglesia Cristiana

Introducci�n

Las analog�as de la Iglesia son maneras de explicar la Iglesia cristiana por medio de compararla con cosas que ya conocemos. Por ejemplo: la iglesia es como un edificio en algunas maneras; como un cuerpo en algunas maneras y como una novia en algunas maneras.

Consideremos ahora algunas analog�as del Nuevo Testamento de la Iglesia cristiana. Al as� hacerlo, tenemos en mente la Iglesia Universal, aunque hay un aspecto en el cual cada iglesia del hogar es una representaci�n en miniatura de la Iglesia Universal.

A. CUATRO ANALOG�AS PRINCIPALES
Las cuatro analog�as principales de la Iglesia, se encuentran en el Nuevo Testamento y son las siguientes:

1. Un Edificio
Podemos observar que la Iglesia cristiana no es descrita como edificios, sino siempre como edificio en singular. No hay excepto una sola Iglesia. En 1 Corintios 3, encontramos al ap�stol Pablo describiendo la iglesia como un edificio.

En el vers�culo 9, �l dice: "...vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios". En el vers�culo 10, Pablo declara que �l, "...como perito arquitecto", puso el fundamento de la iglesia en Corinto. Dijo que otros ministros pasar�an por all� con el transcurso del tiempo y edificar�an sobre tal fundamento. En el vers�culo 11, tal fundamento es identificado como Jesucristo.

Esto est� en armon�a con las palabras del Mismo Jes�s en Mateo 16:13-18. Al referirse a la revelaci�n otorgada divinamente de que Jes�s era "el Cristo, el Hijo del Dios viviente", �l agreg�: "Sobre esta piedra (fundamento) "edificar� mi iglesia".

As� que, aceptamos el hecho b�sico de que la Iglesia de Jesucristo, en su aspecto universal, es como un edificio. Est� edificada sobre la exclusiva y gran verdad fundamental de que Jes�s es el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Regresando a 1 Corintios 3, encontramos en los vers�culos 16 y 17 que Pablo contin�a su tema. �l se refiere a la Iglesia como el Templo de Dios, en el cual, mora el Esp�ritu de Dios.

Esta analog�a de la Iglesia como un edificio, es repetida en Efesios 2:20-22. Aqu� Pablo hace referencia al "fundamento de los ap�stoles y profetas", pero agrega: "...siendo la principal piedra del �ngulo Jesucristo mismo". Luego, vuelve a agregar: "...en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Se�or; en quien vosotros tambi�n sois juntamente edificados para morada de Dios en el Esp�ritu". Pedro tambi�n describe similarmente a la Iglesia en 1 Pedro 2:5: "Vosotros tambi�n, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual...".

El prop�sito de Dios a trav�s de esta �poca, ha sido completar el edificio magn�fico de la Iglesia, a fin de que en las edades futuras, pueda mostrar la gloria y la honra de Dios.

2. Una Casa O Familia
La Iglesia es representada como una casa o familia en las siguientes Escrituras:

"Si al padre de familia llamaron Belceb�, �cu�nto m�s a los de su casa? (Mt 10:25).

G�latas 6:10 habla acerca de "...la familia de la fe".

"As� que ya no sois (los creyentes) extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios" (Ef 2:19).

"Porque de tanto mayor gloria que Mois�s es estimado �ste (Jesucristo), cuanto tiene mayor honra que la casa el que la hizo... Cristo como hijo sobre su casa, la cual somos nosotros..." (He 3:3, 6).
Por lo tanto, la Iglesia es presentada como una casa o familia sobre la cual Jesucristo es el Amo o Se�or.

3. Un Cuerpo
Hay un n�mero de referencias en el Nuevo Testamento respecto a la Iglesia como el Cuerpo de Cristo."

"As� nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros" (Ro 12:5).

"Porque as� como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, as� tambi�n Cristo. Porque por un solo Esp�ritu fuimos todos bautizados en un cuerpo" (1 Co 12:12, 13).

"Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular" (1 Co 12:27). (Lea tambi�n Efesios 1:22, 23; 4:4, 12, 16). El cuerpo humano, con la interrelaci�n y coordinaci�n de todos sus miembros, es usado por Pablo como una analog�a de la Iglesia de Jesucristo. Esta analog�a muestra la importancia y la interdependencia de cada miembro de la Iglesia. El ap�stol usa esta analog�a particularmente para demostrar la excelsa necesidad de la unidad entre los miembros de la Iglesia.

4. Una Novia
En Efesios 5:23-33, el Ap�stol Pablo presenta un paralelo entre las relaciones de Cristo y Su Iglesia con las relaciones del esposo y la esposa.

En estos vers�culos, las relaciones de Cristo con Su Iglesia son usadas como una ilustraci�n de la esposa y el esposo. Consideremos los siguientes extractos de este pasaje:

"Porque el marido es cabeza de la mujer, AS� COMO Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y �l es su Salvador.

"As� que, COMO la iglesia est� sujeta a Cristo, AS� tambi�n las casadas lo est�n a sus maridos en todo...

"Maridos, amad a vuestras mujeres, AS� COMO Cristo am� a la iglesia...

"As� tambi�n los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos... porque nadie aborreci� jam�s a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, COMO TAMBI�N Cristo a la iglesia."

Algunos han encontrado dificultad en ver a la Iglesia en su doble papel, el de Novia y el del Cuerpo de Cristo; no obstante, en estos vers�culos, el Ap�stol Pablo ha mantenido firmemente que la iglesia tiene la funci�n de ambos.

Observe como las analog�as de cuerpo y novia son presentados en los vers�culos 30-32 de este cap�tulo:
"Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. Por esto dejar� el hombre a su padre y a su madre, y se unir� a su mujer, y los dos ser�n una sola carne. Grande es este misterio: MAS YO OS DIGO ESTO RESPECTO DE CRISTO Y DE LA IGLESIA".

En la luz de la Escritura citada anteriormente, se puede ver que la gran Iglesia universal del Se�or Jesucristo, es presentada en el Nuevo Testamento como: UN EDIFICIO erigido sobre el fundamento del Mismo Cristo; UNA CASA O FAMILIA sobre el cual �l es el Amo o Se�or; UN CUERPO del cual �l es la Cabeza; y una NOVIA de quien �l es el Novio.

Podemos observar tambi�n que solamente hay una Iglesia, un edificio, una casa o familia, un cuerpo, una novia, a pesar de que por diversas razones, los hombres han dividido la Iglesia del Nuevo Testamento en barreras denominacionales y doctrinales.

Como consideramos en nuestros cap�tulos anteriores, la �nica divisi�n de la Escritura de la Iglesia del Nuevo Testamento se encuentra en la organizaci�n de las iglesias en los hogares.

B. LOS INDIVIDUOS EN LA IGLESIA
Habiendo considerado las analog�as expuestas anteriormente con relaci�n a la Iglesia cristiana, es f�cil entender la verdadera naturaleza de nuestra membres�a individual en la Iglesia, es decir, en la Iglesia Universal. Muchas personas hoy asumen que el nuevo colocar sus nombres en sus registros de la iglesia, asegura su membres�a en la Iglesia de Jesucristo. No obstante, recordemos brevemente las cuatro analog�as del Nuevo Testamento presentadas anteriormente y considere nuestra relaci�n individual con cada una.

1. Piedras Vivas En Un Edificio
Se nos ha dicho que como creyentes, estamos "edificados sobre el fundamento" y "juntamente edificados para morada de Dios en el Esp�ritu" (Ef 2:20-22). El Ap�stol Pedro vuelve a decir:

"Acerc�ndonos a �l, piedra viva... vosotros tambi�n, como PIEDRAS VIVAS, sed edificados como casa espiritual" (1 Pedro 2:4-5).

Por lo tanto, est� claro que podemos ser miembros de la iglesia como edificio �nicamente, mientras estamos en el proceso de llegar a ser piedras vivas a trav�s de nuestro contacto personal con Jesucristo, la principal Piedra del �ngulo.

2. Nacidos Dentro De Una Familia
En G�latas 4:6, 7, Pablo escribi�: "Y por cuanto sois hijos, Dios envi� a vuestros corazones el Esp�ritu de su Hijo, el cual clama: �Abba, Padre! As� que, ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo tambi�n heredero de Dios por medio de Cristo".

Una familia puede tener sirvientes o aun hu�spedes, quienes pueden entrar y salir como gusten; sin embargo, nosotros entramos a la familia de Dios a trav�s del nuevo nacimiento. Pertenecemos a la familia de nuestro Padre celestial, y como hijos e hijas, compartimos de la herencia de la familia.

3. Miembros Del Cuerpo De Cristo
Tomamos nuestro lugar en el Cuerpo de Cristo, a trav�s de todo lo que es simbolizado por nuestro bautismo. Esa es nuestra identificaci�n con Jesucristo (1 Co 12:13).

Llegamos a ser "miembros de Cristo" por medio de Su vida que reside en nosotros. Esta es una uni�n viva y vital con Jes�s como la Cabeza del Cuerpo.

4. Parte De La Novia De Cristo
Nuestras relaciones individuales con el Se�or en este sentido son expuestas en 1 Corintios 6:17: "Pero el que se une al Se�or, un esp�ritu es con �l".

El mismo pensamiento es presentado en 2 Corintios 11:2: "Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo". As� que, como parte de la Novia de Cristo, estamos desposados con �l, unidos en un esp�ritu.

C. CONCLUSI�N
De estas ilustraciones b�blicas, es obvio que nuestra membres�a individual en la Iglesia de Jesucristo, no resulta de nuestra uni�n normal a una iglesia del hogar, o por el hecho de que nuestro nombre sea escrito en el registro de una iglesia. Viene como resultado de una experiencia personal vital entre nosotros mismos y el Se�or. Esta experiencia es llamada salvaci�n o el nuevo nacimiento.

Es posible que alguien pueda ser colocado en una lista de membres�a oficial en una iglesia del hogar, y con todo, nunca haber llegado a ser miembro de la Iglesia Universal de Jesucristo.

De otro modo, es posible que alguien que sea miembro de la Iglesia de Cristo a trav�s del nuevo nacimiento, y sin embargo, no haberse adherido a una iglesia del hogar o a alguna otra organizaci�n religiosa.

El Ap�stol Pablo declar� en 2 Timoteo 2:19: "Pero el fundamento de Dios est� firme, teniendo este sello: conoce el Se�or a los que son suyos".

La membres�a en una iglesia del hogar, deber� ser �nicamente seguida de la membres�a de uno en la Iglesia Universal de Cristo. Adem�s, cuando alguien ha nacido de nuevo, deber� procurar su membres�a en una comuni�n o iglesia del hogar.

Somos exhortados en Hebreos 10:25 como sigue: "No dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhort�ndonos; y tanto m�s, cuanto veis que aquel d�a se acerca".

Cada uno de nosotros necesita la comuni�n, la edificaci�n, el �nimo y la disciplina de una iglesia del hogar.

Despu�s de haber encontrado nuestro lugar en la gran Iglesia del Nuevo Testamento de nuestro Se�or a trav�s de la fe en Cristo, debemos estar todos dispuestos a entregarnos a nosotros mismos a la membres�a de la iglesia del hogar, a fin de que podamos estar unidos en adoraci�n sincera, para testificar y servir juntos.


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