SECCI�N F2
CORONAS Y RECOMPENSAS
Analizado Y Adaptado Por Ralph Mahoney

Cap�tulo 1
El D�a Del Juicio Ante El Tribunal De Cristo

Introducci�n

"Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de cristo, para que cada uno reciba seg�n lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo" (2 Co 5:10).

El t�rmino griego para la frase "Tribunal de Cristo" es bema, el cual, significa "plataforma elevada". No es el "Asiento de un Juez", donde un jurista toma asiento y decide qu� clase de castigo impartir a cada acusado.

El "Bema" era mas bien una plataforma elevada, o una "tarima de observaci�n", donde los jueces de una competencia o carrera deciden qu� premios se le deber�n adjudicar a cada participante o corredor.

Cristo estar� sentado en tal bema o "tarima de observaci�n" observando con diligencia. Si despu�s de haber nacido de nuevo (Jn 3:3), vivimos una vida de servicio fiel al Se�or, una vida rica en buenas obras, Cristo nos recompensar� favorablemente en aquel d�a que se siente en Su Tribunal.

El D�a del Juicio ante el Tribunal de Cristo, seremos recompensados, o nuestras obras ser�n quemadas como la paja, tal vez recibamos alguna remuneraci�n quiz�s ninguna.

"Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire c�mo sobreedifica... Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se har� manifiesta; porque el d�a la declarar�, pues por el fuego ser� revelada; y la obra de cada uno cual sea, el fuego la probar�... Si la obra de alguno se quemare, �l sufrir� p�rdida, si bien �l mismo ser� salvo, aunque as� como por fuego" (1 Co 3:10-15).

"Si permaneciere la obra de alguno", dijo Pablo, "recibir� recompensa".

Examinemos esas recompensas o "coronas".

A. LA SALVACI�N EN COMPARACI�N CON LAS RECOMPENSAS PARA LOS CRISTIANOS
Existe una gran diferencia entre la doctrina de la salvaci�n para los perdidos y la doctrina de las recompensas para los salvos.

1. La Salvaci�n Es Gratuita
La salvaci�n es "...don de Dios; no por obras" (Ef 2:8, 9). �sta, es recibida por fe en la obra que Jes�s ejecut� sobre la cruz en el Calvario. "Porque esto es mi sangre... que por muchos es derramada para remisi�n de los pecados" (Mt 26:28).

"...Cristo muri� por nuestros pecados, conforme a las Escrituras" (1 Co 15:3).

Cuando creo que la sangre que Jes�s derram� sobre la cruz fue como la paga total de mi deuda por el pecado, tengo vida eterna (Jn 3:36).

2. Las Recompensas Son Ganadas
Las recompensas son recibidas seg�n las obras del creyente (Mt 16:27).

Los vers�culos b�blicos de 1 Corintios 3:8-15 exponen una percepci�n muy reveladora sobre las remuneraciones.

a. Recompensados Por Las Obras. Cada creyente ser� recompensado (remunerado) seg�n sus propias obras (v 8). Nosotros no trabajamos para ganar la salvaci�n.

b. Colaboradores De Dios. "Porque nosotros somos colaboradores de Dios" (v 9), no para la salvaci�n, sino para remuneraciones.

c. Edificados En Cristo. El creyente debe edificar sobre la base del Se�or Jesucristo, que es el �nico fundamento seguro (v 11).

d. Selecci�n De Los Materiales. El creyente tiene la opci�n de escoger entre dos tipos de materiales principales de construcci�n: "oro, plata o piedras preciosas", que representan los materiales eternos; o puede escoger edificar sobre los materiales transitorios, que son "madera, heno, hojarasca" (v 12; lea 2 Co 4:18).

e. Recibiendo Recompensas. Los creyentes que edifiquen sobre Cristo con los materiales eternos, "oro, plata y piedras preciosas", recibir�n recompensas.

f. No Recibir�n Recompensas. Los que edifiquen sobre Cristo con los materiales transitorios, "madera, heno y hojarasca" ser�n destruidas en el d�a del "Juicio ante el Tribunal de Cristo" (2 Co 5:10), y el creyente sufrir� p�rdida total, no perder� su salvaci�n, sino la p�rdida de su corona o su recompensa.

3. Avergonzados En Su Venida
El Se�or Jesucristo ha dado a cada creyente una obra que hacer. Si ignoramos Sus mandamientos, estaremos muy tristes y atemorizados cuando estemos frente a �l en el d�a del Juicio. Examine la advertencia de Juan:

"Y ahora, hijitos, permaneced en �l, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de el avergonzados" (1 Jn 2:28).

El vocablo "permaneced" significa estar como un �rbol cuyas ra�ces penetran muy profundo en la tierra y produce muchos frutos. Es vital que estemos profundamente arraigados en Cristo (lea Juan 15:5, 8).

La palabra "avergonzados" significa "retraerse demostrando temor y bajando el rostro a tierra".

Algunos creyentes se sentir�n avergonzados ante Cristo en el momento de Su venida, debido a sus vidas infruct�feras. Fueron est�riles porque no estaban "arraigados profundamente en Cristo" (lea Colosenses 2:7; Mateo 13:3-10; 18-23).

En el primer a�o de su ministerio, un pastor se sent� al lado de la cama de un amigo que estaba a punto de morir. Mientras hablaban de la partida del hogar terrenal, l�grimas llenaron sus ojos. El pastor pens� que su amigo ten�a miedo de morir, y se propuso a animarle.

Pero el moribundo le dijo: "No tengo temor de morir; me siento avergonzado de morir". �l continu� diciendo que Jes�s era su Salvador, pero que hab�a vivido para s� mismo, y ahora llegaba el momento de encontrarse ante �l con sus manos vac�as. Su vida fue revelada ante sus ojos como "madera, heno y hojarasca".

Era salvo, pero con muy pocas obras de aparente valor eterno que ofrecer al Se�or (1 Co 3:15)

B. SIETE CORONAS QUE LOS CRISTIANOS PUEDEN RECIBIR
1. La Corona De Vida

"Bienaventurado el var�n que soporta la tentaci�n; porque cuando haya resistido la prueba, recibir� la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman" (Stg 1:12).

Esta recompensa podr�a ser llamada la corona de los que aman a Dios. �Acaso los que aman a Dios usan Sus bendiciones �nicamente para s� mismos, u oran solo por su propia prosperidad y comodidad, o demandan que �l resuelva todos sus problemas? No, ellos demuestran tal amor por medio de permanecer firmes en las pruebas por Su causa.
A trav�s de Su amor por Dios, el creyente encuentra fuerzas para superar la tentaci�n y persevera fiel cuando vienen las pruebas. Pablo dijo: "...sino que tambi�n nos gloriamos en las tribulaciones".

�Nos gloriamos en las tribulaciones? Podemos hacerlo �nicamente si el "amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Esp�ritu Santo" (Ro 5:3-5). Si el creyente no siente amor hacia Dios en su coraz�n las pruebas pueden hacer que se amargue y asuma una actitud de cr�tica; como consecuencia, podr�a perder la "corona de vida" (Stg 1:12).

a. Fieles Hasta La Muerte. Todos los creyentes tienen vida eterna (Jn 3:15, 16), pero no todos los creyentes ser�n remunerados con la "corona de la vida". Esa corona ser� dada a todos los que sean "fieles hasta la muerte" (Ap 2:10)

A fin de recibir la "corona de vida", el creyente tiene que amar al se�or m�s que a su propia vida. "Porque todo el que quiere salvar su vida, la perder�; y todo el que pierda su vida por causa de m� y del evangelio, (viviendo para Cristo a pesar del precio) la salvar�" (Mr 8:35).

Esta remuneraci�n ser� dada a los que viven para Cristo y resisten las tentaciones en el poder del amor de Dios (1 Co 10:13).

2. La Corona Incorruptible
"�No sab�is que los que corren el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obteng�is.

Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible.

As� que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea al aire,

Sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado"(1 Co 9:24-27). Pablo usa los juegos griegos para ilustrar la carrera espiritual del creyente. Ellos corren para ganar una "corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible" (v 25).

Ning�n joven pod�a competir en los juegos a menos que fuera un ciudadano griego, nacido de padres griegos. Ninguna persona que no sea salva puede participar en el servicio del Se�or para recibir sus recompensas; �nicamente los nacidos de Dios son elegibles (Jn 3:3).

a. Corriendo Para Ganar. La Corona del Corredor es dada al cristiano que se disciplina a s� mismo y mantiene su cuerpo y deseos naturales bajo un control estricto. As� como un atleta se disciplina a s� mismo a fin de ganar la carrera, de igual manera corremos la carrera que nos ha sido propuesta (He 12:1).

El atleta tiene que abstenerse de muchos de los deseos del cuerpo; de igual manera, el creyente deber� "golpear [someter] su cuerpo, y ponerlo en servidumbre [disciplina]", de otra manera, ser� "eliminado [descalificado]" (v 27).

No perder� su salvaci�n, pero perder� sus recompensas. Cristo tiene una recompensa especial para los creyentes que se esfuerzan y batallan para resistir la tentaci�n. He aqu� el c�mo ganar la "corona incorruptible":

1) Neg�ndose A S� Mismo. El creyente tiene que negarse a s� mismo de cualquier peso que le impida y reduzca su velocidad en la carrera (He 12:1).

2) Poniendo Los Ojos En Jes�s. El creyente debe mantener sus ojos fijos en Cristo; no deber� mirar a la derecha ni a la izquierda (He 12:2).

3) Fortaleci�ndose En El Se�or. El creyente en Cristo debe procurar su fortaleza en el Se�or (Ef 6:10-18).

4) Siendo Un Sacrificio Vivo
. �l (creyente) debe presentar su cuerpo como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios (Ro 12:1,2).

5) Manteni�ndose Exento De Trabas. El creyente debe, por fe, rehusar cualquier cosa que impida su progreso espiritual (He 11:24-29).

No debe ser un mero espectador espiritual, sino entrar en la carrera, correrla con ah�nco hasta ganar la "corona incorruptible".

3. La Corona De Gozo.
"Porque �cu�l es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me glor�e? �No lo sois vosotros?" (los tesalonicenses, a quienes Pablo hab�a ganado para Cristo en su trabajo misionero).

"Que vosotros sois nuestra gloria y gozo" (1 Ts 2:19, 20). Esta corona es dada a aquellos creyentes que persuaden a otros a creer en Cristo como su Salvador y Se�or.

a. Adjudicada A Los Ganadores De Almas. La "corona de gloria o regocijo" (v 19), es la corona del ganador de almas.

La obra m�s grande que el creyente tiene el privilegio de hacer para Cristo, es ganar almas o llevarlas al conocimiento del Salvador.

La mayor�a de su gozo en el Cielo, ser� determinado por las almas que ha ayudado a llevar a Cristo. Pablo le dice a los tesalonicenses que ellos son su "gozo o corona de que se glor�e", al tiempo presente y para el tiempo del retorno de Jes�s.

b. Razones Para El Ganar Almas. La Biblia tambi�n expone las razones para el ganar almas:
1) Es Ser Sabio. Todo creyente que gana almas para Cristo es sabio (Pr 11:30).

2) Es Salvar Del Pecado O Arrebatar Del Pecado. El ganar almas para Cristo es salvar del pecado (Stg 5:20).

3) Es Ocasi�n De Gran Gozo. El ganar almas para Cristo es ocasi�n de gran regocijo entre las criaturas celestiales (Lc 15:10).

4) Resplandecer�n Para Siempre. Los ganadores de almas resplandecer�n como las estrellas para siempre (Dn 12:3).

c. C�mo Puede Ganar Almas:
1) Dando Testimonio Con Su Vida. Viva de tal manera ante los pecadores que �stos puedan ver a Cristo a trav�s de usted (2 Co 3:2; Ga 2:20).

2) Testifique Con Su Boca, confiando en el Esp�ritu Santo para que le confiera poder a la palabra articulada (Hch 1:8).

3) Testifique Con Sus Donaciones, diezmos y ofrendas, a fin de que otros puedan predicar a Cristo, y usted pueda recibir "fruto (recompensas) que abunde en vuestra cuenta" (Fil 4:15-17; 2 Co 9:6).

Dios ha prometido que su labor no ser� en vano en el Se�or (1 Co 15:58). El ganador de almas no se gozar� solo; todas las criaturas del Cielo se gozar�n con �l cuando reciba la "corona de gozo" (1 Ts 2:19).

4. La Corona De Justicia
"Pero t�... soporta las aflicciones, haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio... Por lo dem�s, me est� guardada la corona de justicia, la cual me dar� el Se�or, juez justo, en aquel d�a; y no s�lo a m�, sino tambi�n a todos los que aman su venida" (2 Ti 4:5-8).

La "corona de justicia" (v 8) es una recompensa. �sta, no deber� ser confundida con la "justicia de Dios", la cual el creyente recibe cuando viene a ser un cristiano. Ponemos nuestra fe y confianza en Cristo porque "Al que no conoci� pecado, por nosotros lo hizo [Dios] pecado para que nosotros fu�semos hechos justicia de Dios en �l [Cristo]" (2 Co 5:21).

Esa justicia es imputada a todos los salvos por la gracia a trav�s de la fe. La "corona de justicia" es una recompensa para ser ganada por los salvos.

a. A Los Que Aman Su Venida. El ap�stol contempl� el "tribunal de Cristo" (2 Co 5:10) donde ser� adjudicada la "corona de justicia" a todos los que amen "su venida" (2 Ti 4:8).

Si el creyente espera y ama la Segunda Venida de Cristo, esto afectar� su vida completa. Examine el impacto din�mico que esta verdad tuvo sobre la vida del Ap�stol Pablo. �l pudo decir que:

1) Pele� La Buena Batalla. "He peleado la buena batalla" (v 7; 1 Co 15:32). El pele� una batalla espiritual a trav�s de toda su vida cristiana, y la gan�. Nunca se rindi� a los enemigos de la justicia (Ef 6:12).

2) Acab� La Carrera. "he acabado la carrera" (v 7). �l ten�a una ruta por la cual viajar, y no se apart� de ella cuando tuvo que afrontar los lugares peligrosos, tampoco mir� hacia atr�s (Lc 9:61, 62). Termin� el viaje por su ruta con sus ojos puestos en Cristo (Fil 1:6).

3) Guard� La Fe. "he guardado la fe" (v 7). �l predic� "todo el consejo de Dios", jam�s traicion� ni una sola de las grandes doctrinas b�blicas (Hch 20:24-31).

�Acaso espera usted Su venida con anhelo? �Cumple usted con todos sus deberes ministeriales y de evangelizaci�n? Si los cumple, esta corona es para usted.

�Cu�n importante es para el creyente esperar con un coraz�n amante por la Segunda Venida del Se�or y Salvador Jesucristo, a fin de recibir la "corona de justicia" (v 8).

5. La Corona De Gloria
"Apacentad la grey de Dios que est� entre vosotros...no por ganancias deshonestas...no como teniendo se�or�o sobre los que est�n a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey,

Y cuando aparezca el Pr�ncipe de los pastores, vosotros recibir�is la corona incorruptible de gloria" (1 P 5:2-4).

a. La Corona Para El Pastor Fiel. La "corona de gloria" (v 4) es una recompensa especial para los pastores llamados de Dios que sean fieles y obedientes. Ellos recibir�n esa recompensa "cuando aparezca El Pr�ncipe de los Pastores". Esta es una corona eterna; "Es una corona incorruptible de gloria" (v 4).

Cada creyente puede compartir de la celebraci�n de "la corona de gloria" del pastor. "El que recibe a un profeta por cuanto es profeta, recompensa de profeta recibir�" (Mt 10:41).

Respalde al pastor que ha sido llamado de Dios y es fiel por medio de sus oraciones y de palabras de �nimo en la obra del Se�or.

Fortalezca su ministerio con sus diezmos y ofrendas (Mal 3:10), donando espont�neamente de su tiempo para el servicio del Omnipotente. El le remunerar� por sostener a Su siervo escogido, y le permitir� compartir con �l de la gran celebraci�n en el d�a de repartir las recompensas. El pastor ganar� "esa corona de gloria" por medio de:

1) Proclamar La Palabra. El deber� predicar la Palabra sin temor y sin favoritismo, y cuando sea necesario, "reargüir, reprender [corregir], exhortar con toda paciencia y doctrina [instruir en justicia]" (2 Ti 4:1-5).

2) Supervisar Espiritualmente A La Iglesia. Un pastor es responsable ante Dios de los mensajes que predique a Su pueblo. Ning�n pastor deber� predicar para agradar a la congregaci�n, sino para agradar a Dios (Ga 1:10).

3) Siendo Un ejemplo De La Iglesia.
No deber� servir por recompensa de dinero. No obstante, la iglesia es responsable de suplir sus necesidades materiales. (1 Ti 5:18). El pastor tiene que ser un l�der espiritual, y no un dictador. Deber� andar con Dios por fe.

"Y cuando aparezca el Pr�ncipe de los pastores, vosotros recibir�is la corona incorruptible de gloria" (1 P 5:4).

Algunos que profesan ser "pastores", quienes han sido seleccionados y reciben un salario para ser administradores de iglesias organizadas, perder�n esa corona debido a que s�lo fungieron como pastores asalariados.

6. La Corona De Los Vencedores
"...ret�n lo que tienes, para que ninguno tome su corona. Al que venciere, yo lo har�..." (Ap 3:11, 12).

Dios ha prometido adjudicar al vencedor una corona si permanece firme al llamamiento que Dios le ha hecho. Es posible que usted pierda su corona. Lo que estaba preparado para usted, puede ser adjudicado a otra persona. Jacob recibi� la bendici�n que hab�a sido destinada para Esa� (Gn 25:33, 27:35, 36). Mat�as recibi� lo que pertenec�a a Judas Iscariote (Hch 1:20, 26).

7. Corona Del M�rtir
"No temas en nada lo que vas a padecer. He aqu�, el diablo echar� a algunos de vosotros en la c�rcel, para que se�is probados, y tendr�is tribulaci�n... S� fiel hasta la muerte, y yo te dar� la corona..." (Ap 2:10).

Aquellos que tienen el alto honor de dar sus vidas como m�rtires, recibir�n esa corona. Un m�rtir es uno que es "...muerto por causa de la palabra de Dios, y por el testimonio que ten�an" (Ap 6:9).

Esteban fue el primer m�rtir en recibir esa corona (Hch 7:54-60).


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